Predicciones científicas de Julio Verne para 2889



Julio Verne
En un cuento de ciencia-ficción publicado en inglés en los Estados Unidos en 1889, titulado En el Siglo XXIX y subtitulado La Jornada de un Periodista Americano en 2889, Julio Verne propuso varias predicciones científicas que, según él, tardarían casi un milenio en llevarse a la práctica. Veamos algunas de las más interesantes:
·         La media de longevidad de la población humana habrá subido desde los 37 años que era en 1889, hasta los 68 que será en 2889. Según datos de la ONU, esta media de longevidad mundial se superó en el quinquenio de 2005 a 2010, es decir, casi nueve siglos antes de las previsiones de Verne, que aquí, como en otros puntos, se quedó bastante corto.
·         Los viajes terrestres y marítimos del siglo XIX habrán sido sustituidos en el XXIX por viajes aéreos, o a través de tubos neumáticos submarinos intercontinentales. En la actualidad, poco más de un siglo después del cuento de Verne, aunque los viajes aéreos han alcanzado una gran primacía, los terrestres y marítimos siguen existiendo, y para distancias inferiores a mil kilómetros hacen la competencia con éxito a los viajes aéreos. Los tubos neumáticos intercontinentales, por el contrario, siguen siendo ciencia-ficción, aunque ya hay algunos indicios en esta dirección.

Procesos irreversibles



Los físicos partidarios de considerar la flecha del tiempo como una ilusión tienen un problema: no toda la física es compatible con un tiempo reversible, como parecen indicar las ecuaciones y teorías mencionadas en un artículo anterior de este blog. Desde mediado el siglo XIX se conoce el segundo principio de la termodinámica, que se remonta a 1850, cuando Clausius introdujo el concepto de entropía y se constató que el valor de esta magnitud física aumenta siempre, si se mide en un sistema aislado que no intercambia materia ni energía con el exterior. Dado que el universo lo es, disponemos al menos de una magnitud física que permite señalar inequívocamente la dirección del flujo del tiempo.
Conscientes de este problema, los físicos partidarios de la reversibilidad del tiempo han respondido de distintas maneras: se ha dicho que el segundo principio de la termodinámica es una ley ficticia, subjetiva, que no se ajusta a la realidad; una ilusión mental; una aproximación; un efecto de las condiciones iniciales del universo. Se ha formulado la hipótesis de que, si el universo fuese cíclico, la flecha del tiempo podría invertirse durante la etapa de contracción. (Esta teoría ha sido abandonada). Para escapar del problema, Stephen Hawking propuso un universo sin condiciones iniciales en su Breve Historia del Tiempo. Es curioso ese deseo de defender a toda costa la reversibilidad temporal, puesto que fue Hawking precisamente quien propuso la existencia de una flecha del tiempo en los agujeros negros, que en lugar de ser permanentes podrían desintegrarse.
En 1928, un año después de proponer el término la flecha del tiempo, Arthur Eddington desafió a los físicos que adoptan estas posturas con las siguientes demoledoras palabras: Si tu teoría se opone al 2º Principio de la Termodinámica… la espera el colapso en la más profunda humillación (The Nature of the Physcal World, 1928).

La ciencia y las civilizaciones



En mi libro Evolución biológica y evolución cultural en la historia de la vida y del hombre, al que hice referencia en un artículo anterior en este blog, analizo la historia cultural de 23 civilizaciones para comparar su evolución. En el caso particular de la ciencia, escribí esto:
...las civilizaciones de primera generación (Mesopotamia, Egipto y las americanas) alcanzaron su máximo desarrollo científico en las matemáticas y la astronomía. Egipto y Mesoamérica sumaron a esas ciencias la medicina. Una civilización de segunda generación (la greco-latina) y una de tercera (el Islam) practicaron también las ciencias de la naturaleza. En cuanto a Occidente, constituye un caso único y sin precedentes, pues su desarrollo científico ha sido abrumador.
...la astronomía [fue] la primera ciencia que se cultivó... Paralelamente [emergieron] las matemáticas... Pronto se comprobó que [ambas] ciencias estaban relacionadas, pues las matemáticas prestaban apoyo a la astronomía, permitiendo a sus practicantes realizar cálculos y predicciones complejos.
Las religiones paganas... entraron en el campo de la predicción del futuro, utilizando para ello animales sacrificados, [lo que] llevó a una acumulación de conocimientos anatómicos que no tardó en aplicarse al hombre, y que mezclado con conocimientos antiquísimos sobre las propiedades de las plantas medicinales, dio lugar a la formación de un corpus de doctrinas médicas.
Por el contrario, el desarrollo de las ciencias físicas, químicas y biológicas tenía menos urgencia... por lo que sólo fue abordado por las [civilizaciones] que habían alcanzado un nivel suficiente como para liberar de las necesidades de supervivencia gran parte del tiempo de trabajo humano... Esto ocurrió por primera vez en Grecia, cuna de la filosofía y de la mayor parte de las ciencias modernas.

Hilos temáticos en Divulciencia


En este momento, y sin contar este, el blog Divulciencia contiene 225 artículos. Hace cosa de un mes uno de mis lectores, José Manuel Ramos Gascón, me señaló un problema que voy a parafrasear con las siguientes palabras:
Este blog tiene ya muchos artículos que han sido publicados sin seguir ninguna línea argumental, por lo que forman una ristra cronológica y es difícil orientarse entre ellos. Por ello te sugiero que establezcas un sistema de categorías base que permita clasificar las entradas y seguirlas de forma más ordenada de lo que ahora es posible.
Me pareció una idea excelente. Naturalmente, establecer esos hilos temáticos que permitan seguir los artículos asociados con un tema desde el principio hasta el final supone bastante trabajo, pues es preciso modificar todos y cada uno de los artículos previamente publicados en el blog, añadiendo al final del artículo información sobre el hilo al que pertenece, con enlaces a los artículos anterior y siguiente dentro del mismo hilo. Por eso voy a hacerlo progresivamente, a medida que encuentre tiempo para ello.
De momento, tengo ya preparados once hilos temáticos. Si no se dice lo contrario, el orden de un hilo es el cronológico de la publicación de los artículos incluidos en él. El enlace asociado al título conduce al primer artículo del hilo. Dichos hilos son los siguientes:

Qué sería un milagro indudable

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En 1972, el escritor y editor de ciencia-ficción Lester del Rey lanzó un desafío a tres autores muy conocidos del género, Poul Anderson, Robert Silverberg y Gordon R.Dickson. Los tres deberían escribir una novela corta sobre un tema concreto: el efecto que tendría un milagro indudable (la detención del sol en su marcha) sobre la sociedad humana. Los tres autores respondieron al desafío, y los tres relatos fueron publicados conjuntamente en un libro titulado The day the sun stood still (El día en que se detuvo el sol). En este artículo vamos a referirnos al primero de los tres, el de Poul Anderson, cuyo título es A chapter of Revelation (Un capítulo del Apocalipsis).
En un artículo de su blog, Pablo (alias sinopinionespropias) especifica las que, a su juicio, deberían ser las características de un milagro indudable:
1.      Debe ser una profecía.
2.      Su materialización no debe depender de las personas.
3.      Su probabilidad debe ser despreciable y calculable.
4.      Debe ser lo más concreto posible.
5.      Debe mantener la misma fuerza demostrativa con el paso del tiempo.
6.      Debe tener sentido en todas las épocas.

Cerebro dividido



Roger Sperry
Durante los años 50 del siglo XX, el neurobiólogo estadounidense Roger Sperry realizó diversas investigaciones sobre animales, y sobre pacientes humanos de epilepsia que sufrían ataques repetidos, intensos y persistentes. Como solución para esos ataques, utilizó la técnica algo drástica (pero posiblemente necesaria) de cortar el corpus callosum, un haz de conexiones nerviosas que une los dos hemisferios del cerebro. El tratamiento tuvo éxito, y proporcionó a Sperry cierto número de sujetos con los que podía experimentar qué es lo que pasa cuando los dos hemisferios cerebrales quedan desconectados el uno del otro.
En sus experimentos, Sperry comprobó que los dos hemisferios cerebrales pueden actuar independientemente el uno del otro. También descubrió que su función es diferente: el hemisferio izquierdo suele ser la sede de la agresividad, los procesos lógicos, la interpretación de la escritura y la palabra hablada. El derecho es responsable de la memoria a corto plazo, el pensamiento global, las actividades artísticas (como la respuesta a la música) y el análisis de las relaciones espaciales. Estas investigaciones arrojaron luz sobre enfermedades y comportamientos como el autismo, la depresión, la esquizofrenia y la enfermedad de Alzheimer. En 1981, Sperry recibió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, que compartió con David Hubel y Torsten Wiesel, que lo recibieron por investigaciones diferentes.

Tiempo físico y tiempo interno


William Blake
Todos sabemos que el tiempo físico transcurre regularmente, pero que el tiempo interno (nuestra sensación del paso del tiempo) es muy variable. Los dos no tienen por qué coincidir. A veces, para nuestro tiempo interno, parece que pasan horas en un minuto, mientras que otras veces las horas se nos pasan en un vuelo. Un poeta inglés, William Blake, lo expresó muy bien en un poema famoso:
Para ver un Mundo en un Grano de Arena
Y un Cielo en una Flor Silvestre,
Sostén el Infinito en la palma de la mano,
Y la Eternidad en una hora.
(Augurios de Inocencia, 1803?)
Hay una larga historia de obras literarias en las que un personaje entra en éxtasis, estético o religioso, o simplemente se duerme, y al volver a la realidad descubre que han pasado muchos años, a veces siglos. Este subgénero (llamado por los eruditos leyendas de durmientes) tiene representantes en muchas literaturas, como explica María Luisa Burguera Nadal en su libro De unitate speculorum. Estudios de literatura comparada. En la literatura española se plasma en la leyenda del monje y el pajarillo o leyenda de San Virila, asociada al monasterio de Leire, que aparece también en la cantiga CIII de las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio y en otras fuentes, como una versión de Ramón María del Valle-Inclán en Aromas de leyenda. En ella, un monje que entra en éxtasis mientras oye cantar a un pajarillo, descubre al despertar que han pasado tres siglos. Entre los lays franceses medievales hay una leyenda del caballero Guingamor, que llegó a una ciudad maravillosa y permaneció en ella tres días, y al salir comprobó que habían pasado tres siglos. Y en la literatura de los Estados Unidos es famoso el cuento de Washington Irving titulado Rip van Winkle, cuyo protagonista se queda dormido una noche y se despierta 20 años después.

Fred Saberhagen contra la Prueba de Turing


Alan Turing
En 1950, el matemático y químico inglés Alan Turing intentó definir las condiciones en las que sería posible afirmar que una máquina es capaz de pensar como nosotros. Para Turing, esto se conseguirá cuando la máquina sea capaz de engañar a los seres humanos, haciéndoles pensar que es uno de ellos. Esta prueba se llama el juego de la imitación. He hablado de esto en un artículo anterior de este blog.
En 1956, Arthur Samuel, de IBM, construyó un programa para jugar a las damas que guardaba información sobre el desarrollo de las partidas que jugaba y la utilizaba para modificar sus jugadas futuras (es decir, aprendía). En pocos años, tras un número suficiente de partidas, el programa fue capaz de vencer a su creador y desempeñaba un papel razonable en campeonatos oficiales.
Ese mismo año, durante un curso de verano celebrado en Dartmouth College, John McCarthy y otros pioneros de la informática acuñaron el término inteligencia artificial y, lanzando las campanas al vuelo, predijeron avances espectaculares para los diez años siguientes, que no tuvieron lugar en el tiempo previsto, sino mucho más tarde. De esto también he hablado en otro artículo.
En 1963, el escritor de ciencia-ficción Fred Saberhagen publicó el primer cuento de su famosa serie de los berserkers, fortalezas espaciales autónomas e inteligentes creadas por una antigua civilización extraterrestre para exterminar la vida inteligente dondequiera que aparezca en la galaxia. Este cuento, cuyo título inglés es Without a thought, es una respuesta a la Prueba de Turing y un mentís a las esperanzas desaforadas de los inventores del término inteligencia artificial. Este es el argumento del cuento:

La ley de Hubble-Lemaître



Georges Lemaître
Hagamos un poco de historia.
En diversos lugares del cielo, pero especialmente en la constelación de Cefeo, donde se descubrió la primera, existen estrellas cuya intensidad luminosa varía regularmente y que por ello se llaman cefeidas variables. En 1908, la astrónoma estadounidense Henrietta Swan Leavitt descubrió que el período de variación de estas estrellas está ligado con su luminosidad real. Cuanto mayor es ésta, más largo es el período. Por lo tanto, midiendo el periodo, se puede deducir su luminosidad real.
En 1913, el astrónomo estadounidense Vesto Melvin Slipher obtuvo el espectro de la entonces llamada nebulosa de Andrómeda (la galaxia gigante más próxima a la nuestra) y descubrió un corrimiento hacia el azul que indicaba (según el efecto Doppler) que la nebulosa se mueve hacia nosotros con una velocidad de unos 300 kilómetros por segundo, mucho mayor de lo que se esperaba. Slipher estudió entonces la luz de otras nebulosas espirales e hizo el inesperado descubrimiento de que la mayor parte de ellas, al revés que la de Andrómeda, presentan corrimientos hacia el rojo, es decir, se alejan del sistema solar con enorme rapidez, pues encontró velocidades de más de 1000 kilómetros por segundo.
En 1919, el astrónomo estadounidense Edwin Powell Hubble utilizó el telescopio de Monte Wilson para fotografiar varias nebulosas espirales, entre ellas la de Andrómeda, y demostró que, en realidad, no eran nebulosas, como se creía, sino gigantescas agrupaciones de estrellas. A partir de entonces ya no se les llamó nebulosas, sino galaxias, en honor de nuestra Vía Láctea, que también pertenece a la clase de las galaxias espirales. Galactos, en griego, significa leche.

Medidas de la Constante de Gravitación Universal



Sección vertical de la balanza de Cavendish
En 1798, el físico-químico inglés Henry Cavendish, fue el primero en medir la constante de gravitación universal (G) de Newton utilizando un método espectacularmente ingenioso, que apenas ha sido mejorado desde entonces. El método fue ideado por John Michell, quien murió sin conseguir llevarlo a cabo, siendo Cavendish quien realizó el experimento. En realidad, su objetivo no era medir la constante, sino la masa de la Tierra, pero el valor de la constante podía deducirse del resultado.
El instrumento de Cavendish era una balanza de torsión de la que pendían dos bolas idénticas de plomo. Junto a estas bolas, una a un lado y otra al otro, se colgaban otras dos esferas de plomo mucho más grandes, de 175 kg cada una, que al atraer a las dos primeras producían una ligera torsión de la balanza, que Cavendish pudo observar mediante un pequeño telescopio situado fuera del recinto, para evitar interferencias del observador. Así detectó un desplazamiento de sólo 4 mm, que midió con una precisión de ¼ mm. Esto le permitió calcular que la densidad de la Tierra era 5,448 veces mayor que la del agua, de donde se pudo deducir la masa de la Tierra y el valor de G:
G=6,674×10-11N.m2/kg2
Este es el valor oficial, que se conoce con una exactitud bastante baja (1 en 10.000), en comparación con otras constantes universales.

Ciencia o filosofía



Pierre Teilhard de Chardin
En un artículo anterior, hablando de la inteligencia, mencioné que existen cuatro teorías filosóficas incompatibles entre sí, que tratan de explicar el fenómeno de la consciencia humana. Las resumo brevemente aquí:
1.      Monismo reduccionista o funcionalismo biológico: la mente está totalmente determinada por el cerebro, y este por la red de neuronas que lo constituye. El pensamiento humano es un epifenómeno. La  libertad de elección es una ilusión. Somos máquinas programadas.
2.      Monismo emergentista: la mente es un producto evolutivo emergente con auto-organización, que ha surgido como sistema complejo a partir de sistemas más simples formados por las neuronas. Algunos sostienen que las estructuras subyacentes no pueden determinar por completo la evolución de los fenómenos mentales, pero que estos sí pueden influir sobre aquellas.
3.      Dualismo neurofisiológico: la mente y el cerebro son diferentes, pero están tan íntimamente unidos que llegan a constituir una unidad, son dos estados complementarios y únicos de un mismo organismo.
4.      Dualismo metafísico: la mente y el cerebro son dos realidades diferentes. La primera es una sustancia espiritual y no espacial, capaz de interaccionar con el cerebro, que es material y espacial. Ambas entidades pueden existir independientemente la una de la otra, aunque el cuerpo sin la mente acaba por descomponerse.

Más abusos del lenguaje científico


En un artículo anterior mencioné algunos abusos del lenguaje científico, que suelen perpetrar muchos periodistas y algunos de los propios científicos. En este artículo añado algunos más.
  • Oído en las noticias de la radio: La culpa de la extensión de este incendio la tiene la meteorología. Pues habrá que poner un pleito a los meteorólogos. Parece que decir que la culpa la tiene el calor excesivo o la sequedad del ambiente es demasiado vulgar, y hay que decir las cosas de modo que parezca más científico.
  • El ADN es el ácido desoxirribonucleico, que contiene la información genética de los seres vivos. La idea de identificarlo con las propiedades que definen a una entidad de otro orden, como una construcción cultural o una sociedad, es una metáfora ingeniosa, pero que por abuso y repetición se convierte en manida. ¿Cuántas veces al día oímos hablar del ADN de un club de fútbol, o del ADN de una empresa, o de la obra de un artista?
  • Una variante del caso anterior consiste en utilizar la palabra genoma en lugar del ADN con el mismo significado, como en este ejemplo, que apareció en un artículo de El País con el siguiente titular: El genoma del hogar: la nueva batalla del consumidor se libra en casa.

Tiempo cíclico y tiempo lineal


Stephen Hawking
En un artículo publicado en 1999 en el volumen 879 de los Anales de la Academia de Ciencias de Nueva York, Pier Luigi Luisi plantea los dos modelos tradicionales del tiempo que han proliferado en la filosofía y la mitología tradicionales de las diversas civilizaciones históricas de la humanidad. No confundir con los dos modelos filosóficos originados en el siglo XX, el tiempo-A y el tiempo-B, de los que hablé en otro artículo de este blog.
  • El tiempo cíclico, predominante en las civilizaciones asiáticas y en el mundo greco-romano hasta que se impuso en él la visión cristiana del mundo. El origen de este modelo es evidente, pues muchos fenómenos naturales son cíclicos: la salida y la puesta del sol, las fases de la luna, los movimientos anuales de las estrellas, sincronizados con las estaciones y con muchos fenómenos biológicos...
  • El tiempo lineal, predominante en las tres religiones que se consideran descendientes de Abraham: judaísmo, cristianismo e Islam. Este modelo del tiempo se puede comparar con el transcurso de la vida de cualquier ser vivo, que empieza en el nacimiento, se prolonga con cambios durante cierto tiempo, y termina con la muerte.

¿Qué dice la ciencia sobre los milagros?


Victor Hugo
En su obra Quatrevingt-Treize, cuyo título se suele traducir como “Noventa y Tres” (se refiere a 1793, el año del Terror y de la Vendée), Victor Hugo introduce a un personaje llamado Cimourdain, un ex-sacerdote que ha perdido la fe por culpa de la ciencia:
La ciencia había demolido su fe; el dogma se había desvanecido en él... Lo sabía todo de la ciencia y lo ignoraba todo de la vida.
Aparte de que la segunda frase es muy discutible (nadie puede saberlo todo de la ciencia), la primera plantea el enfrentamiento entre ciencia y fe, que comenzó con la Ilustración y alcanzó el máximo efecto filosófico en el siglo XIX, el de Victor Hugo, que probablemente en esta cita proyecta sus prejuicios decimonónicos en un anacronismo histórico. 

El error de Sir Arthur Conan Doyle


Sir Arthur Conan Doyle
Conan Doyle es famoso por ser el autor del personaje de Sherlock Holmes, el detective que se apoya en la lógica para resolver los casos más abstrusos, como en la famosa cita del relato El soldado de la piel decolorada, incluido en la colección El Archivo de Sherlock Holmes:
Cuando se ha eliminado todo lo que es imposible, lo que quede, por improbable que sea, tiene que ser la verdad.
Aparte de las obras de misterio, también es bastante conocida su novela de ciencia-ficción El mundo perdido, publicada en 1912, cuyo protagonista es el profesor Challenger, un científico insoportable, que también aparece en otros cuentos cortos de Doyle. Este es el argumento de El mundo perdido:
Un grupo de exploradores consigue llegar a una mesa casi inaccesible, perdida en la selva amazónica, que está tan aislada, que allí sobreviven dinosaurios y otros animales extinguidos en el resto del mundo, además de dos razas de humanos o pre-humanos primitivos (pitecántropos y Homo sapiens). Cuando consiguen escapar y regresar a Inglaterra, Challenger da una conferencia sobre sus hallazgos, que nadie toma en serio hasta que exhibe un ejemplar de Pterosaurio, que consiguió sacar de la mesa en forma de huevo y luego incubó.

Tiempo (ir)reversible: ¿ilusión, o simplificación?

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Ilya Prigogine
Sabemos que Einstein creía que el paso del tiempo es una ilusión. En una carta de pésame que escribió en 1955 dijo esto: ...la distinción entre pasado, presente y futuro es sólo una ilusión, aunque persistente. Para afirmar esto se basaba en que las ecuaciones de la gravitación de Newton, las suyas propias de la Relatividad General, las de Maxwell (que se aplican a las ondas electromagnéticas) y la de Schrödinger (que calcula la función de onda de una partícula en el marco de la mecánica cuántica) son todas simétricas con respecto al tiempo.
¿Cómo se explica entonces que nos parezca tan evidente que el tiempo transcurre del pasado hacia el futuro? Usualmente, los físicos que creen que el tiempo es una ilusión lo explican diciendo que en el nivel microscópico el tiempo es realmente reversible, pero que al pasar al nivel macroscópico aparecen fenómenos nuevos, emergentes, uno de los cuales es la irreversibilidad del tiempo. Pongamos un ejemplo:
De acuerdo con las teorías usuales, el movimiento de las moléculas de un gas es perfectamente reversible. Si invertimos la dirección del tiempo, todas las partículas se comportan exactamente igual y siguen chocando unas con otras, sólo que sus movimientos se efectuarían en sentido contrario. Sin embargo, cuando consideramos todos los trillones de partículas que constituyen una masa de gas, vemos que surgen fenómenos irreversibles, como el hecho de que el gas tiende siempre a ocupar el mayor espacio posible, y es mucho menos probable que se acumule en un rincón del recipiente.
El problema es que nuestras teorías físicas se basan en aproximaciones. Las matemáticas son una herramienta muy importante para la física, pero en matemáticas existen varias clases de problemas muy diferentes, que difieren entre sí en la dificultad necesaria para resolverlos. Veamos algunos:

Libertad y censura previa

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Logo de la Wikipedia
El día 5 de julio de 2018 el Parlamento Europeo rechazó, por 318 votos en contra y 278 a favor, la propuesta de Directiva de Derechos de Autor en el Mercado Único Europeo. Los días previos a esta votación tuvieron lugar numerosas actividades públicas y privadas a favor y en contra de la propuesta, que después de esta derrota tendrá que volver a ser debatida en comisión, probablemente con numerosas enmiendas. Los puntos más controvertidos de la propuesta, los que acumularon mayor rechazo, estaban plasmados en dos artículos de la normativa:
  • Artículo 11: Establece lo que se ha dado en llamar la tasa Google. Obliga a los responsables de páginas web a pedir permiso, y si así lo desean los dueños de los derechos de autor, a pagar una tasa por el mero hecho de incluir un enlace a una noticia o titular que haya aparecido en cualquier medio de comunicación. Los más favorecidos por este artículo no son los autores particulares, sino los medios de comunicación de masas (especialmente la prensa en Internet), que son los principales defensores de esta medida.
Los eurodiputados que la han propuesto aducen que no afecta a las personas particulares ni a la Wikipedia, que se sintió amenazada hasta el punto de declarar una huelga por primera vez en su historia, cerrando el acceso a las versiones española, italiana y francesa durante el día anterior a la votación. El problema es que el artículo puede estar redactado de manera suficientemente ambigua como para que, aunque de momento no se aplique a los particulares o a la Wikipedia, no existan garantías de que en el futuro esto no pueda hacerse.

Los extraterrestres en la literatura


Los extraterrestres sólo pueden aparecer en dos tipos de obras literarias: en ensayos, o si hablamos de novelas, en el género de la ciencia-ficción. En cualquier otro tipo de novela, si apareciera un extraterrestre, se convertiría automáticamente en ciencia-ficción.
En la literatura de ciencia-ficción han aparecido numerosos tipos diferentes de extraterrestres:
  • Totalmente humanoides, como los hombre rojos de la serie de Marte de Edgar Rice Burroughs, que son tan humanoides que incluso son fértiles al cruzarse con los terrestres, como demuestran los dos hijos de John Carter y Dejah Thoris, y eso a pesar de que las mujeres marcianas son ovíparas (!!!). A este grupo pertenecen también los extraterrestres de la serie El Pueblo (The people), de Zenna Henderson, que sólo se distinguen de nosotros por sus capacidades mentales, y los de Perelandra de C.S.Lewis, también conocido por el título de Viaje a Venus.
  • Parcialmente humanoides, como los de Cita Galáctica (Star Ways), de Poul Anderson, cuyas mujeres también son capaces de enamorar a los terrestres. Esta novela desarrolla un argumento típico de Anderson, el de las especies extraterrestres que difieren culturalmente de nosotros porque tienen una visión del mundo más ecológica, pero que están condenados a la derrota en su enfrentamiento con unos terrestres mucho más activos y agresivos que ellos.

La física, ¿ciencia o literatura?

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Freeman Dyson, que propuso un sistema
para extraer energía de las estrellas
Se supone que la física es la más rigurosa de las ciencias experimentales, la más próxima a las matemáticas, que sirven de base fundamental a todas las ciencias. Sin embargo, algunos desarrollos recientes hacen dudar de ello. En otros artículos he hablado de algunos: las teorías del multiverso, los viajes en el tiempo, que suelen proporcionar titulares con gancho en los medios de comunicación, pero que no pueden considerarse teorías científicas, no porque no se puedan comprobar, sino porque es imposible demostrar que sean falsas.
Un artículo reciente publicado en la revista de alta divulgación Science News puede clasificarse dentro de este grupo, y en mi opinión añade leña al fuego, poniendo en peligro el prestigio de la física como ciencia rigurosa y convirtiéndola más bien en literatura de ciencia-ficción. Esta publicación hace referencia a un artículo recientemente publicado en arXiv, cuyo título es bastante significativo: La vida frente a la Energía Oscura: Cómo una Civilización Avanzada podría resistirse a la Expansión Acelerada del Universo. Este artículo ha sido clasificado en la categoría Cosmology and Nongalactic Astrophysics.

Cuándo es buena una novela histórica


Batalla de Borodino, por Louis-François Lejeune
En el artículo anterior mencioné Guerra y Paz de León Tolstói, como ejemplo paradigmático de la buena novela histórica. En mi opinión, las tres reglas de oro para escribir buenas novelas históricas son las siguientes:
1.      Los personajes principales son ficticios: En el caso de Guerra y Paz esos personajes son Pierre, Natacha, el príncipe Andrés y sus familiares, amigos y cónyuges.
2.      Los personajes reales son secundarios: En Guerra y Paz los personajes reales son Napoleón, Alejandro I de Rusia y el general Kutúzov. Estos personajes actúan en la novela exactamente igual que lo hicieron en realidad. Respecto a ellos, no se inventan hechos, se interpretan.
3.      Las vidas de ambos grupos de personajes se entrelazan perfectamente.

La historia, ¿ciencia o literatura?



Alegoría de la Ciencia, por Sebastiano Conca
Las ciencias no son todas iguales. Unas son más rigurosas y tienen gran poder de predicción, otras lo son menos, otras casi nada. Veamos una clasificación de las ciencias:
·         Ciencias formales: Parten de unos axiomas o postulados más o menos inatacables y utilizan la deducción como principal método de razonamiento. Algunas desempeñan el papel de base fundamental para todas las demás ciencias. Entre las ciencias de este grupo destacan las matemáticas, la lógica y la informática teórica.
·         Ciencias naturales: Utilizan la inducción como principal método de razonamiento. Su objetivo es descubrir leyes fundamentales que expliquen el funcionamiento del mundo. Para desarrollarse, se apoyan más o menos en la lógica y las matemáticas. Entre ellas destacan (por orden de rigor decreciente) la física y la astronomía; la química; la biología, geología y paleontología.
·         Ciencias sociales: Utilizan la abducción como principal método de razonamiento (véase un artículo anterior en este blog). Su objeto de estudio es el hombre o la sociedad. Entre ellas destacan la psicología, la economía, la sociología, la antropología, la política, la arqueología y la historia.
·         Finalmente, las ciencias aplicadas, cuyo objetivo es desarrollar aplicaciones prácticas a partir de los conocimientos teóricos proporcionados por las ciencias experimentales y sociales. En conjunto suelen asociarse bajo el nombre de tecnología, aunque hay algunas disciplinas que quedan fuera de ese paraguas, como las ciencias jurídicas, la economía aplicada, la medicina, o la psicología aplicada.

Errores en la divulgación científica mediática: Stephen Hawking no lo hizo todo


Stephen Hawking
Stephen Hawking ha sido durante décadas un icono científico para los medios de comunicación. Su penosa situación personal le ha convertido en una figura mediática, que atrae indefectiblemente la atención. Por ello, dichos medios tienen cierta tendencia a exagerar su labor científica, atribuyéndole logros que él no había conseguido y que sería el primero en repudiar, si estuviera aún entre nosotros.
Por ejemplo, con ocasión de su muerte, en diversos medios han aparecido los siguientes titulares:

Gödel y el realismo


Kurt Gödel
Kurt Gödel (1906-1978) fue uno de los matemáticos más importantes del siglo XX. En 1931, cuando tenía 25 años, saltó a la fama al demostrar matemáticamente que el intento de construir un sistema axiomático completo a partir del cual pueda deducirse toda la aritmética de los números naturales, o cualquier sistema equivalente, está condenado al fracaso.
Su primer teorema de incompletitud dice esto:
Todo sistema formal consistente y con potencia semejante a la de la aritmética elemental, no es completo (contiene proposiciones verdaderas indecidibles).
Veamos una demostración informal simplificada:
Sea el Teorema G, que dice lo siguiente: Este teorema G no se puede demostrar partiendo de los axiomas y las reglas del sistema S.
  • Si suponemos que el teorema G es falso, el sistema S es inconsistente, pues a partir de los axiomas y reglas de S se podría demostrar un teorema falso.
  • Luego si S es consistente, G tiene que ser verdadero, y por tanto no se puede demostrar a partir de los axiomas de S.
El teorema de Gödel demuestra que toda formalización axiomática de la aritmética, o bien es inconsistente (permite demostrar teoremas falsos), o bien es incompleta (contiene teoremas verdaderos que no se pueden demostrar).

La cifra número 528 de Pi

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Gotfried Wilhelm von Leibniz
Hace dos artículos mencioné que la mejor aproximación fraccionaria sencilla del valor de p es 355/113 = 3,14159292..., que fue descubierta en Occidente durante el siglo XVI. A partir de ahí se obtuvieron otras aproximaciones mejores, pero ya no en forma de fracción, sino de serie. Se conocen varias series infinitas de términos cuya suma es p. Por lo tanto, basta con sumar un número suficientemente grande de términos para obtener tantas cifras de p como queramos, siempre que tengamos tiempo de hacer las sumas. El primero en proponer una de esas series fue el matemático francés François Vieta. Como su serie era muy complicada, damos aquí la que propuso en 1673 el matemático y filósofo alemán Gotfried Wilhelm von Leibniz, que es mucho más conocida:

Cuantos más términos sumemos de esta serie, más nos aproximaremos al valor de p. La tabla siguiente muestra los avances realizados a lo largo del tiempo en el cálculo de sus aproximaciones sucesivas, utilizando series, fórmulas o procedimientos muy variados.

El misterio de la Gran Pirámide


La Gran Pirámide de Guiza, llamada también Pirámide de Keops o Pirámide de Jufu, fue construida para ser la tumba del faraón Jufu (llamado por los griegos Keops), de la cuarta dinastía, punto culminante del Imperio Antiguo Egipcio. El reinado de Jufu se suele fechar en el siglo XXVI antes de Cristo, hace más de 4500 años.
La altura actual de la Gran Pirámide es de 138,8 metros, pero la pirámide está truncada, porque ha perdido el vértice superior. Es fácil calcular que su altura original era unos 8 metros mayor: 146,7 metros, o 280 codos egipcios. La base de la pirámide es un cuadrado de 230,34 metros de lado, o 440 codos egipcios.
Observemos un detalle curioso: el semi-perímetro de la pirámide (el doble del lado de la base) es igual a 880 codos. Si lo dividimos por la altura de la pirámide, obtenemos lo siguiente:
(880/220) = (22/7) = 3,142857...

¿Existen las cifras de Pi?


Martin Gardner
En un artículo publicado en la revista Discover en 1985, Martin Gardner escribió esto:
Da la casualidad de que la cifra decimal número mil de pi es 9... La cuestión es: ¿Era verdadera [esta afirmación] antes de que fuera descubierta en 1949? Para los partidarios de la escuela realista, el enunciado expresa una verdad intemporal, la conozca alguien o no... [Otros] prefieren pensar que los objetos matemáticos carecen de toda realidad independiente de la mente humana.
Este problema es muy antiguo, pues llevamos más de dos mil años discutiendo sobre él. La pregunta sobre si los objetos matemáticos existen realmente o son pura creación de nuestra mente es un caso particular del problema, mucho más general, que plantea si las ideas y los conceptos (como la especie perro) existen en la realidad, o sólo existen este perro y aquel perro. Es el problema de los universales, famoso en la Edad Media, que aún no se ha resuelto a satisfacción de todos. De hecho, en la actualidad este debate es más virulento que nunca.

Qué es una teoría científica

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Karl Popper
Aunque esté de moda decir que las teorías de Karl Popper sobre la evolución de la ciencia están pasadas de moda, su definición de lo que es una teoría científica es inapelable:
Una teoría es científica si y sólo si es posible diseñar un experimento que demuestre que esa teoría es falsa.
Un caso paradigmático es la Interpretación de Copenhague de la Mecánica Cuántica. En 1935, Einstein, Podolsky y Rosen diseñaron un experimento que podría echar abajo dicha teoría. Unos meses más tarde, Niels Bohr publicó otro artículo en la misma revista, en el que respondía al artículo anterior. Casi 30 años después, como expliqué en otro artículo de este blog, el experimento EPR, que hasta entonces había sido mental, pudo llevarse a cabo y confirmó las predicciones de Bohr, en lugar de las de Einstein. Como esta teoría fue capaz de resistir un intento de demostrar su falsedad, debe ser considerada como una teoría científica.
Eso sí, este éxito de la teoría no implica que automáticamente deba considerase correcta o verdadera. Las teorías científicas (siempre según Popper) nunca llegan a serlo. Esta ha resistido con éxito un intento de echarla abajo, pero el próximo podría conseguirlo.

El modelo cosmológico estándar

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Mapa de la Radiación Cósmica de Fondo
En 1927, el sacerdote y astrónomo belga Georges Lemaître descubrió la ley de Hubble.
Sí, es correcto. Hubble no descubrió la ley hasta 1929. Lo que pasó fue que Lemaître lo publicó en francés en una revista de poco impacto (Annales de la Société Scientifique de Bruxelles), mientras Hubble, que lo publicó dos años más tarde en inglés en los Proceedings of the National Academy of Sciences, recibió mucha más publicidad y su nombre quedó asociado al descubrimiento.
Combinada con la ecuación cosmológica de Einstein, la ley de Lemaître-Hubble implica que el universo está en expansión. En un artículo publicado en 1931 en Nature, Lemaître sacó las consecuencias de esto proponiendo la teoría del Big Bang, así llamada en burla por su opositor Fred Hoyle en 1950. El nombre cuajó.
En 1948, Ralph Alpher, George Gamow y Robert Herman hicieron dos predicciones sorprendentes, partiendo de la teoría del Big Bang: la composición media de la masa del cosmos (tres cuartas partes de hidrógeno y una de helio), y la existencia de la radiación cósmica de fondo. Ambas fueron comprobadas durante los años sesenta. A partir de ahí, la teoría del Big Bang se convirtió en la teoría cosmológica estándar.

La evolución en el siglo XXI


Hace poco más de treinta años, durante los años ochenta, algunos de los conceptos fundamentales de la evolución parecían estar muy claros. Citemos algunos:
  • El ADN de cada ser vivo es un mensaje cifrado que describe perfectamente cómo construir el fenotipo correspondiente (el individuo adulto). Toda la información está en los genes. (Reduccionismo mecanicista).
  • La mayor parte del ADN es innecesaria (ADN basura) y se ha ido acumulando a base de errores y repeticiones en la transcripción del genoma de los seres vivos.
  • La mejor metáfora para representar la organización de un genoma es un conjunto de cuentas ensartadas en un cordel.
  • Los genes son los depositarios de la herencia, y cada gen especifica una función biológica.
  • Los procesos evolutivos tienen lugar a través de mutaciones aleatorias que actúan sobre un solo gen, que se ven sometidas a la selección natural, lo que da lugar a pequeños aumentos graduales en la adaptación al medio.

El fin del gen egoísta



El alemán August Weismann (1834-1914) fue uno de los biólogos más influyentes de finales del siglo XIX. Su aportación más importante fue la teoría del plasma germinal, también llamada en su honor Weismannismo, según la cual en todos los organismos vivos pluricelulares existen dos clases de células (véase la figura 1):
Figura 1
  • Células somáticas, representadas en la figura por una S, que componen la mayor parte del cuerpo y no desempeñan papel alguno en la herencia.
  • Células germinales, representadas en la figura por una G: los gametos, óvulos y espermatozoides, que pasan la información genética a la generación siguiente.