La historia del mono número 100 es un buen ejemplo de cómo surgen y se propagan las seudociencias.
Las colonias de macacos japoneses (Macaca fuscata) han sido estudiadas durante años por los etólogos. Durante los años 50 y 60 del siglo XX, una colonia de macacos de la isla de Kōjima fue cuidadosamente estudiada por un equipo de investigadores japoneses. Para facilitar la investigación, los monos eran alimentados por los investigadores con batatas y otros productos, que les dejaban en la playa de la isla y otros lugares. En 1953, una mona joven descubrió que las batatas de la playa, que estaban incrustadas de arena, eran más sabrosas si las lavaba en el mar antes de comerlas. El descubrimiento fue propagándose lentamente entre los macacos de la colonia, especialmente los más jóvenes. Los más viejos, sin embargo, no aprendieron esta nueva conducta.