Hay dos clases de límites en la investigación
científica:
1.
Límites teóricos o intrínsecos: cuando se dan estos límites, por muy grandes que sean los descubrimientos
científicos que se realicen en el futuro, dichos límites no se podrán rebasar.
2.
Límites prácticos: se presentan cuando, en teoría, un problema puede tener solución, pero
hay razones prácticas que hacen imposible descubrirla, al menos por el momento.
En estos casos no podemos afirmar que el problema no podrá resolverse en el
futuro.
A veces no se sabe si un límite determinado es teórico o práctico. En estos casos, lo que pueda ocurrir en el futuro queda abierto. Si el límite resulta ser teórico, jamás se sobrepasará. Si es práctico, que se sobrepase o no dependerá de que nuestras capacidades técnicas rebasen las necesidades técnicas para su resolución, siendo posible que dicho rebasamiento tampoco llegue a producirse. Piénsese, como ejemplo, en los problemas matemáticos intrínsecamente difíciles, de los que hablé en el artículo anterior.