Después de hablar del día y de la hora, le ha llegado el turno al mes. Como el día, corresponde a un ciclo natural: el movimiento de la luna alrededor de la Tierra. Sabemos que, vista desde la Tierra, la luna no gira alrededor de su eje, puesto que siempre nos presenta la misma cara. Sin embargo, si tomamos otro astro (el sol) como punto de referencia, sí se produce una rotación. Un observador situado en el sol vería sucesivamente todos los puntos de la superficie de la luna y considerará que ésta rota sobre sí misma. Observará también que su periodo de rotación coincide con el de traslación alrededor de la Tierra, como debe ser, si ha de presentar siempre la misma cara hacia nuestro planeta.