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Fecundación del óvulo por el espermatozoide |
En el artículo anterior vimos que
a principios del siglo XIX la teoría de la epigénesis parecía haber ganado la
partida. Sin embargo, a partir de 1850, y durante algo más de un siglo, una
cascada de nuevos descubrimientos inclinó de nuevo la balanza hacia la teoría
de la preformación. Veamos cuales fueron:
- La existencia de un núcleo dentro de las
células animales y vegetales.
- La
constatación de que, en la fecundación, los
núcleos de los gametos masculino y femenino se funden. Esto
acabó con el espermismo y el ovismo y dejó claro que el
nuevo ser empieza en el zigoto.
- La
constatación de que, durante la reproducción celular, en el interior del
núcleo de la célula aparecen unas estructuras (los
cromosomas) que parecen desempeñar un papel muy importante.
Se averiguó, además, que en la dotación cromosómica del zigoto, la mitad
de los cromosomas tienen origen paterno y la otra mitad origen materno.
- Una
nueva ciencia (la Genética), originada en los
experimentos de Thomas Hunt Morgan, que demostró que los
cromosomas están ligados con la herencia mendeliana.
- Los
trabajos de Oswald Avery, que demostraron que el
ADN, un ácido nucleico que forma parte de los cromosomas, es la base de la herencia mendeliana.
- El descubrimiento de la estructura en doble hélice del
ADN, realizado a principios de los 50 por Francis Crick,
James Watson y Rosalind Franklin.
- El desciframiento del código genético,
que tuvo lugar durante los años 50 y 60 del siglo XX.