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jueves, 23 de abril de 2015

Sexo y especie, dos conceptos relacionados

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Categorías taxonómicas
La especie es la categoría taxonómica básica que sirve para clasificar los seres vivos. Las demás categorías (género, familia, orden, clase y phylum) se consideran artificiales y arbitrarias. La especie, en cambio, tendemos a considerarla como algo natural, evidente, parecida a un concepto cuando los objetos que éste representa son seres vivos. Pero no vamos a entrar aquí en el famoso problema de los universales, preguntándonos si los conceptos (y las especies) existen de verdad o si son meras construcciones de la mente humana.
La definición clásica de especie es esta: conjunto de seres vivos que comparten características comunes y son capaces de reproducirse entre sí, dando lugar a descendencia fértil. Se observará que se da por supuesto que los seres vivos en cuestión utilizan la reproducción sexual, porque si no la frase reproducirse entre sí no tendría sentido. Esto nos obliga a plantearnos si el concepto de especie debería estar restringido exclusivamente a los seres vivos con este tipo de reproducción, o si puede extenderse también a los que se reproducen de otra manera, como los procariotas y algunos eucariotas. Esta pregunta puede contestarse de varias maneras:

jueves, 18 de diciembre de 2014

Cómo clasificar los seres vivos: cladística o niveles de complejidad

El árbol de la vida
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Desde los tiempos de Aristóteles, los seres vivos se han clasificado en reinos. Al principio se distinguían dos: el vegetal, formado por seres poco capaces de cambiar activamente de posición, y el animal, que en su inmensa mayoría sí son capaces de ello.
Cuando Antony van Leeuwenhoek descubrió los microorganismos, se intentó mantener la dicotomía integrándolos, unos entre los animales (amebas y paramecios), otros entre las plantas (bacterias, algas y hongos microscópicos). Pero a ese nivel la separación entre animales y plantas se difuminaba hasta tal punto, que a mediados del siglo XX se decidió añadir un tercer reino a los dos existentes: el de los protistos, los seres vivos unicelulares.
Poco después, los biólogos llegaron a la conclusión de que el reino vegetal debía dividirse en dos: por un lado, los hongos; por otro, todas las demás plantas (los metafitos). Hacia 1975, por consiguiente, se hablaba de cuatro reinos.