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jueves, 21 de diciembre de 2017

Qué pasó en realidad en la historia de la cosmología


Para completar el artículo de la semana pasada, voy a hacer aquí un resumen de la historia de la Cosmología, desde los griegos hasta el cambio de paradigma que tuvo lugar en los siglos XVI y XVII.
Elementos básicos de la astronomía de Ptolomeo, con un planeta en un epiciclo (círculo de puntos pequeño), un deferente (círculo de puntos grande), el excéntrico (X) y el ecuante (punto negro).
  • La cosmología griega (con la excepción de Aristarco de Samos) puso a la Tierra en el centro del universo. Platón y, sobre todo, Aristóteles establecieron la idea de que, como el cielo es perfecto, las órbitas de los planetas tenían que ser exactamente circulares, pues para ellos la circunferencia es la curva más perfecta de todas.
  • El modelo griego explicaba bien los movimientos del sol y la luna, y por tanto permitía predecir los eclipses, pero tuvo un problema con los movimientos retrógrados de los planetas entonces conocidos (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno). Tres siglos antes de Cristo, Apolonio de Pérgamo propuso que las órbitas de esos planetas son epiciclos, circunferencias centradas en otra circunferencia (el deferente), que a su vez gira alrededor de un punto situado cerca de la Tierra, pero fuera de su centro (el excéntrico).

jueves, 29 de septiembre de 2016

Materia oscura o nueva teoría

Urbain Le Verrier
The same post in English

La ciencia estudia hechos concretos y trata de explicar por qué ocurren. Las teorías científicas son tanto más creíbles cuantos más hechos explican o predicen. Basta que un hecho se oponga a la teoría, o que esta dé lugar a una predicción no confirmada, para que haya que plantearse revisarla. En el método científico, las teorías nunca son definitivas y los hechos tienen precedencia.
Un ejemplo clásico es la teoría de la gravitación universal de Newton, que permitió explicar hechos como la caída de los cuerpos y el movimiento de los astros. Su primer logro, realizado por el propio Newton,  fue la deducción matemática de las tres leyes experimentales de Kepler, que las obtuvo empíricamente a partir de la observación de las órbitas de los planetas. Pero su mayor éxito fue una predicción correcta, cuando se detectaron discrepancias entre la órbita de Urano predicha por la teoría y la observada en la realidad. Cuando ocurre algo así, el problema se puede resolver de dos maneras: