Fred Hoyle fue uno de los grandes científicos del siglo XX, así como uno de los más controvertidos, por las excéntricas teorías que defendía. Su descubrimiento científico más importante tuvo que ver con la nucleosíntesis de elementos en las estrellas, más pesados que el hidrógeno y el helio, que son los más sencillos y ligeros que existen. En particular, a partir de su teoría sobre la formación de los átomos de carbono, Hoyle dedujo una primera versión del ajuste fino, que le llevó del ateísmo a una postura vagamente teísta, como se ve en este párrafo de su artículo The universe: past and present reflections (Engineering & Science, 1981):
Es inevitable llegar a la siguiente conclusión: "Algún intelecto súper-calculador tiene que haber diseñado las propiedades del átomo de carbono, de lo contrario, la probabilidad de que yo descubra precisamente ese átomo como resultado de la acción de las fuerzas ciegas de la naturaleza sería minúscula… Una interpretación de los hechos basada en el sentido común sugiere que un súper-intelecto ha jugado con la física, junto con la química y la biología, y que en la naturaleza no vale la pena hablar de fuerzas ciegas. Los números que uno calcula a partir de los hechos me parecen tan abrumadores como para que esta conclusión esté casi fuera de toda duda."