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jueves, 22 de mayo de 2025

La ciencia no puede demostrar que Dios no existe

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En varios artículos he señalado que es imposible demostrar científicamente que Dios existe, como también es imposible demostrar científicamente que Dios no existe. La razón es que el objeto de la investigación científica es el mundo material, y Dios no es parte de ese mundo, y por tanto está fuera del alcance de la ciencia.

En un artículo anterior critiqué un libro que intentaba hacer lo primero, desde el punto de vista de autores creyentes. En este voy a criticar otro libro que intenta hacer lo segundo, desde el punto de vista ateo. Se trata de M-E: The God Within, cuyo autor es Joseph R. Abrahamson.

Aunque el autor dice que se apoya en los principios de la lógica y del método científico, comete errores importantes que indican que no conoce a fondo esas disciplinas. El argumento que presenta como demostración de que Dios no existe, aunque no aparece explícitamente en el libro, está difuso en él, se deduce de su lectura y puede resumirse así:

jueves, 29 de febrero de 2024

Distintos tipos de azar

Jacques Monod

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Cuando no sabemos por qué sucede algo, solemos decir que se debe al azar. Pero esta afirmación es ambigua, porque no hay un solo tipo de azar, sino dos:

  • El azar epistemológico, en el que lo que ocurre tiene causas perfectamente reconocibles, pero tan complejas que quedan fuera del alcance de nuestro conocimiento. Casi todos los juegos de azar (dados, ruleta, el bombo de la lotería) son ejemplos de este tipo de azar. Tirar un dado se ajusta a las leyes de la mecánica, pero las condiciones son tan complejas, que nos resulta imposible predecir el resultado de cada tirada. Este tipo de azar es el que Jacques Monod llamó incertidumbre operacional en su libro El azar y la necesidad (1970):

Se emplea este término… a propósito del juego de dados, o de la ruleta, y se utiliza el cálculo de probabilidades para prever el resultado de una jugada. Pero estos juegos puramente mecánicos y macroscópicos, no son «de azar» más que en razón de la imposibilidad práctica de gobernar con una precisión suficiente el lanzamiento del dado o el de la bola. Es evidente que un mecanismo de lanzamiento de muy alta precisión es concebible, y permitiría eliminar en gran parte la incertidumbre del resultado… Ocurre igual, como se verá fácilmente, en… numerosos fenómenos en los que se emplea la noción de azar y el cálculo de probabilidades por razones puramente metodológicas.

jueves, 30 de septiembre de 2021

¿Se opone la ciencia a la fe?

Charles Darwin
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La oposición entre la ciencia y la fe es una invención decimonónica. Y no fueron científicos los que la inventaron, pues la mayoría de estos eran creyentes. Los responsables fueron filósofos ateos como Marx, Feuerbach, Schopenhauer o Nietzsche. Cuento a Marx entre los filósofos, a pesar de que él abominaba de la filosofía, a la que consideraba muerta (lo dijo en los Manuscritos), igual que hizo Stephen Hawking siglo y medio después, como comenté en este artículo. Alguna vez he dicho que Marx se habría horrorizado de que hoy se le estudie en clases de historia de la filosofía, pues él no se consideraba filósofo, sino economista.

jueves, 21 de mayo de 2020

Literatura y Ciencia: Huxley y Heisenberg

Aldous Huxley
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En 1963, el año de su muerte, Aldous Huxley publicó un ensayo con el título Literatura y Ciencia. En él, plantea la existencia de dos lenguajes especializados distintos, el literario y el científico, diferentes de la lengua vulgar, cada uno de los cuales se dirige a un objetivo concreto:
  • La literatura tiene por objeto describir, de la mejor forma posible, las experiencias más privadas del hombre, especialmente las que afectan a nuestros sentimientos. Para ello crea un lenguaje específico, en el que la ambigüedad de las palabras es un elemento fundamental que le presta casi toda su fuerza. Para Huxley, el término literatura se aplica a todas las formas posibles del arte de escribir: poesía, drama, novela y ensayo, cuya relación con la ciencia analiza sucesivamente.
  • La ciencia, por el contrario, busca describir de forma unívoca las experiencias públicas (o menos privadas) del hombre, las que tienen que ver con la realidad objetiva. Para ello, el lenguaje científico debe estar en lo posible libre de toda ambigüedad. Cada término debe tener un sentido unívoco e inequívoco. En el mejor caso (como ocurre con la física) el lenguaje científico se reduce a fórmulas matemáticas.

jueves, 5 de marzo de 2020

¿Hay energía en el universo?

Georges Lemaître
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Durante los años 50 entraron en competencia dos teorías cosmológicas contrapuestas: la del Big Bang, propuesta por Georges Lemaître, y la del estado estacionario, propuesta por Hermann Bondi y Thomas Gold. Aunque la segunda tenía que renunciar al principio de la conservación de la energía, el más sagrado de la física, los cosmólogos ateos la preferían al Big Bang, porque les parecía que esta última teoría exigía aceptar la creación por parte de Dios. En palabras del astrónomo inglés Raymond Littleton, en su libro de divulgación The Modern Universe (1956):
Una teoría como esta [el Big Bang] que remonta la creación a un instante singular en el pasado remoto... para algunas mentes, es una objeción que implicaría eliminar del ámbito de la ciencia la cuestión del origen del material del universo... Esta consideración no significa, por supuesto, que la teoría de la explosión sea necesariamente errónea, pero pone el acto de la creación, como podríamos llamarlo, fuera del alcance de la ciencia.
Con otras palabras: Raymond Littleton pone objeciones a la teoría del Big Bang porque podría forzarnos a reconocer la existencia de un Dios creador. No se puede decir más claro.

jueves, 19 de octubre de 2017

Partículas virtuales

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Werner Heisenberg
El principio de incertidumbre de Heisenberg, una de las consecuencias de la mecánica cuántica, hace posible la aparición de partículas virtuales en el vacío, que aparentemente transgreden el principio de conservación de la energía, el más sacrosanto de la física. Esto se debe a que el principio de incertidumbre puede expresarse de varias formas, una de las cuales relaciona la incertidumbre en la energía con la incertidumbre en el tiempo:
DE.Dt≥ħ/2
Esta expresión se puede interpretar en el sentido de que un par de objetos, cada uno de ellos con energía E, puede aparecer espontáneamente a partir del vacío, siempre que dure como mucho un tiempo Dt<ħ/(2E). Estos pares de objetos se llaman partículas virtuales. Una de esas partículas es siempre materia, la otra antimateria, y su duración, de acuerdo con este principio, es ridículamente pequeña. Un electrón virtual, por ejemplo, duraría 1,3×10-21 segundos (poco más de una miltrillonésima de segundo). Cuanta más masa (energía) tenga la partícula virtual, menos tiempo durará. Al cabo de ese tiempo, las dos partículas se aniquilarán mutuamente y desaparecerán. Debido a su corta duración, la existencia de las partículas virtuales no ha podido comprobarse experimentalmente.
¿Es posible que estas partículas virtuales se conviertan en reales bajo determinadas circunstancias? Pues sí lo es, y se cree que hay por lo menos dos situaciones (algo drásticas, es cierto) en las que esto podría realizarse.

jueves, 8 de junio de 2017

La debacle del determinismo

Isaac Newton

A finales del siglo XVIII, la teoría de la gravitación universal de Isaac Newton estaba ya muy bien establecida. Como esta teoría permite predecir con gran exactitud las órbitas de los astros que forman parte del sistema solar, el astrónomo francés Pierre Simon de Laplace creyó tener razones suficientes para afirmar lo siguiente:
Una inteligencia que conociera todas las fuerzas que animan la naturaleza, así como la situación respectiva de los seres que la componen… podría abarcar en una sola fórmula los movimientos de los cuerpos más grandes del universo y los del átomo más ligero; nada le resultaría incierto y tanto el futuro como el pasado estarían presentes ante sus ojos.
Esta afirmación se convirtió en el dogma del materialismo determinista, una doctrina filosófica (no científica) que sostiene que lo único que existe es la materia (tomando el término en sentido amplio) y que toda la historia del universo está determinada: no existe, por tanto, la libertad humana, ni puede haber intencionalidad, ni hay causas finales en la naturaleza, sólo hay causas eficientes.
La afirmación de Laplace puede expresarse con otras palabras, en términos más modernos:
Si conociéramos la posición y el momento de todas las partículas del universo en un instante determinado, podríamos predecir todo su desarrollo pasado y futuro.

jueves, 1 de junio de 2017

La desigualdad de Bell y la causalidad

Niels Bohr
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Hace unos noventa años tomó forma la Mecánica Cuántica. Durante los años veinte, Niels Bohr y Werner Heisenberg formularon la interpretación de Copenhague de esa teoría, que añadía a su formulación matemática algunas consideraciones adicionales como las siguientes:
  • Los sistemas físicos con propiedades que pueden tomar valores concretos y opuestos (como dirección de polarización o spin) pueden encontrarse en determinadas circunstancias en un estado en el que esas propiedades no toman un valor definido, sino que mantienen abiertas todas las posibilidades simultáneamente. Por ejemplo, la dirección de polarización de un fotón puede ser simultáneamente norte-sur y este-oeste. El spin de una partícula puede ser simultáneamente hacia arriba y hacia abajo.
  • El acto de medir una de esas propiedades provoca el colapso de la función de onda, lo que quiere decir que el resultado de la medida sólo puede ser uno de los valores posibles. La función de onda nos da la probabilidad de obtener un valor u otro.
  • Es posible construir un sistema físico formado por dos o más partículas entrelazadas con respecto a alguna propiedad, lo que quiere decir que si una de las partículas colapsa con un valor determinado, la otra partícula no tiene más remedio que colapsar con el otro.

jueves, 4 de mayo de 2017

¿Existe el universo?

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La Wikipedia define así el universo:
El universo es la totalidad del espacio y del tiempo, de todas las formas de la materia, la energía y el impulso, y las leyes y constantes físicas que las gobiernan. Sin embargo, el término también se utiliza en sentidos contextuales ligeramente diferentes y alude a conceptos como cosmos, mundo o naturaleza. Su estudio, en las mayores escalas, es el objeto de la cosmología, disciplina basada en la astronomía y la física, en la cual se describen todos los aspectos de este universo con sus fenómenos.
Antes de aplicarse al universo, la palabra griega cosmos significaba orden y belleza. Obsérvese que este sentido se mantiene en una de sus derivadas, la palabra cosmética. La palabra latina mundus tiene también los dos significados: como sustantivo, el mundo, la totalidad. Como adjetivo, limpio, aseado, elegante. Es de suponer que el primer sentido lo copió de Grecia, y para traducir cosmos adoptaron la misma palabra que representaba en latín el otro significado, del que proviene el adjetivo inmundo. Finalmente la palabra naturaleza (physis en griego) tiene más bien connotaciones fenoménicas (o sea, más que al universo se refiere a lo que ocurre en él). De esta palabra provienen física (estudio de la naturaleza) y metafísica (más allá de la física).