Mostrando entradas con la etiqueta ciencia y fe. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ciencia y fe. Mostrar todas las entradas

jueves, 20 de marzo de 2025

Indicios científicos y racionales sobre la existencia de Dios

The same post in English

En el artículo anterior mencioné que la ciencia no proporciona pruebas de la existencia de Dios, pero sí indicios. En un libro mío que se publicó en 2013 con el título ¿Es compatible Dios con la ciencia? Evolución y Cosmología presenté una lista de indicios. Aquí voy a resumir algunos de ellos. Los tres primeros son científicos, los demás no.

  1. El universo es un objeto físico. Durante el siglo XIX, algunos filósofos ateos negaron que el universo sea un concepto aplicable a un objeto concreto que existe fuera de nuestra mente. Usualmente se define el universo como el conjunto de todo lo que existe. Según esos filósofos, tal conjunto no existe, pues el concepto de universo es una pura elucubración de la mente humana, que no se corresponde con ningún objeto físico. Por lo tanto, no sería necesario buscarle origen (causa) fuera de nuestra mente. Este argumento cayó por tierra en el siglo XX: la teoría de la relatividad general de Einstein lleva a una ecuación cosmológica que se aplica al universo, lo que implica que el cosmos tiene existencia real, que es un objeto físico.

jueves, 13 de marzo de 2025

¿Pruebas científicas de la existencia de Dios?

The same post in English

Dos ingenieros franceses, Michel-Yves Bolloré y Olivier Bonnassies, han publicado un best-seller titulado en su traducción española Dios - La ciencia - Las pruebas: El albor de una revolución, en el que afirman que la ciencia ha demostrado la existencia de Dios. El libro es interesante, porque contiene numerosas anécdotas y citas de científicos, y algunos datos poco conocidos. No obstante, no estoy de acuerdo con su enfoque, que queda claro ya desde el título del libro.

¿Se puede demostrar mediante la ciencia la existencia de Dios? Como he dicho en este blog más de una vez, la respuesta a esta pregunta tiene que ser negativa. El objeto de la ciencia es el estudio del mundo material. Pero Dios no está en el mundo material, no es parte de él. Por lo tanto, no puede ser objeto de estudio por la ciencia. Esto significa que la ciencia jamás conseguirá demostrar la existencia de Dios, como tampoco conseguirá demostrar su inexistencia.

Como expliqué en otro artículo, el Papa Pío XII quizá se vio tentado a pensar que la ciencia había demostrado la creación, aunque se sospecha que Georges Lemaître, descubridor de la ley de Hubble-Lemaître y de la teoría del Big Bang, le disuadió de ello, porque el Papa, en un discurso posterior a la entrevista, dijo esto: la ciencia, aunque progresa a pasos agigantados, jamás estará en condiciones de responder a las preguntas finales, como la del origen de todas las cosas.

jueves, 28 de diciembre de 2023

Respuestas a un lector que rechaza el Cristianismo

The same post in English

Un lector muy fiel a mi blog, que alaba mi forma de tratar la ciencia, en cambio rechaza el Cristianismo, y parece que le molesta que de mis artículos se pueda deducir que yo soy católico creyente. En una andanada de comentarios que lanzó en uno de mis artículos, detalla sus argumentos. Allí no le contesté porque no era oportuno hacerlo, dada la longitud de sus comentarios, que en total contienen 3346 palabras, mientras que mi artículo sólo tiene 644 (más de cinco veces menos).

Creo que a este lector conviene calificarle más bien como agnóstico que como ateo, como parece deducirse de estas palabras:

Divagar sobre la posible existencia de Dios y caer del lado de "voy al 100% con que sí existe" no tiene nada de estúpido. El universo es TAN complejo que, mientras no haya ninguna prueba en contra, creer que puede existir alguien/algo que "diseñó" todo esto… no se puede tachar de "pensamiento estúpido".

Creo que las diversas críticas del lector pueden resumirse citando estas palabras, que también aparecen en su primer comentario:

El problema viene cuando se pretende utilizar todos estos razonamientos (que, en principio, hablan de Dios como algo completamente etéreo e impersonal) para tratar de validar la historia de Jesucristo, que parece que es la finalidad.

Está claro, ¿no? El lector acepta que yo hable de Dios, pero no de Jesucristo. Al parecer, le molesta profundamente que lo haga. He nombrado a Jesucristo en ocho artículos entre más de 450, aunque es posible que mi cristianismo se desprenda también de artículos en los que no le nombro. Y me acusa de tratar de llevar el agua a mi molino (o de barrer para casa). Se trata de un caso de libro de la falacia ad hominem. Ya sabemos que a esa falacia (que en este caso puede resumirse así: dices esto porque eres católico) se puede responder de la misma manera: dices eso porque eres ateo, o agnóstico, o lo que corresponda.

La mayor parte de sus comentarios (2092 palabras) se dirige contra la posibilidad de que haya milagros, y en particular contra el milagro de Fátima, al que he dedicado varios artículos de este blog. Sospecho que el lector piensa que sus argumentos contradicen lo que yo dije en esos artículos, pero en conjunto pienso que no ha hecho más que confirmarlo. Yo dije en su momento que:

  1. O bien ese hecho ocurrió de verdad, o sea, los testigos que lo atestiguan dijeron la verdad.
  2. O bien el hecho no ocurrió, y los testigos mintieron deliberadamente.
  3. O bien el hecho no ocurrió, pero los testigos no mintieron, simplemente estaban equivocados, o habían sido presa de una alucinación colectiva, o alguna explicación equivalente.

Y añadí:

Los escépticos sostienen que el milagro fue una alucinación colectiva, o bien un efecto óptico debido a la contemplación del sol. Los creyentes preferimos la primera opción.

G.K.Chesterton

¿Y qué hace el lector? Sostener que las únicas alternativas válidas de mi trilema son la segunda y la tercera. O sea, lo mismo que yo había previsto que haría quien esté en su caso. Un agnóstico o un ateo tiene que negar la posibilidad de que haya milagros, luego tienen que adoptar forzosamente las otras dos alternativas. Un creyente dispone de una alternativa más, la primera. (Los católicos no aceptamos automáticamente todo lo que se nos dice que es un milagro, como demuestran los cuentos de G.K. Chesterton agrupados en la colección La incredulidad del Padre Brown). Luego esas 2000 y pico palabras confirman lo que yo había previsto.

Por cierto, en el caso del milagro de Fátima, muchos protestantes se suman a los ateos y los agnósticos contra los católicos, porque uno de sus dogmas de partida (que la Virgen María no puede participar en nuestra salvación) les impide aceptarlo. Lo contrario ocurre con la resurrección de Cristo, que sí aceptan los protestantes.

Hay también alguna referencia al otro argumento que suelen usar los ateos para negar la existencia de Dios: el problema del mal. A este respecto dice:

Que los aviones que iban a impactar contra las Torres Gemelas se hubieran quedado congelados en el aire a 20 metros del impacto… hubiera sido alucinante, no hubiera habido explicación de ningún tipo y hubiera quedado registrado en vídeo… Sin embargo eso no ocurrió… Y murieron miles de personas. Y otras tantas sufrieron un impacto psicológico alucinante. Parece ser que los milagros sólo ocurren para hacer tonterías intrascendentes.

Este es el problema del mal humano, al que la respuesta usual es señalar que se está tratando de echar a Dios la culpa del mal que hacen los hombres. O como parece que dijo Mark Twain: Hay muchos chivos expiatorios, pero el más frecuente es la Providencia. En este caso concreto se echa en cara a Dios no haber realizado un milagro para evitar un acto humano de barbarie. Otros suelen nombrar Auschwitz. Esta exigencia de milagros delata un concepto mágico-mecánico de Dios, que sólo sería el corrector automático del mal que realizamos los seres humanos. Los tiempos no cambian; eso fue también lo que le dijeron a Cristo crucificado: ¡Sálvate a ti mismo bajando de la cruz! (Mc. 15:30).

Es curioso: antes de que el lector pusiera estos comentarios en mi blog, yo había utilizado argumentos parecidos en una discusión sobre la existencia de Dios entre dos inteligencias artificiales en mi última novela de ciencia-ficción: Operación Viginti. El debate termina en tablas, que es lo que suele ocurrir en este tipo de discusiones. Es casi imposible llegar a un acuerdo, porque ambas partes del debate parten de axiomas diferentes: uno afirma que Dios existe, el otro lo niega o lo pone en duda, y es difícil encontrar un argumento que sea capaz de convencerles.

Hilo Temático sobre Ciencia, Fe y Ateísmo: Anterior Siguiente

Manuel Alfonseca

jueves, 14 de septiembre de 2023

Richard Dawkins frente a John Lennox

Richard Dawkins
The same post in English

A la edad de quince años escribí mi primer libro, sin intención de publicarlo y para mi uso personal: una zoología sobre invertebrados en dos volúmenes. Todavía lo sigo consultando, aunque las clasificaciones han cambiado mucho desde entonces, con el auge de la cladística y el análisis de ADN.

En 1977, con el doble de edad y esta vez con intención de enviarlo a la imprenta, escribí en inglés otro libro bajo el título de Human cultures and evolution, en el que planteé la siguiente propuesta:

·         La evolución cultural es equivalente a la evolución biológica. Muchas de sus propiedades son comunes a ambos campos. Las civilizaciones humanas son equivalentes a las especies biológicas y describen curvas vitales semejantes. Existe una selección cultural, equivalente y muy parecida a la selección natural propuesta por Darwin para explicar el origen de las especies.

jueves, 18 de mayo de 2023

Roger Penrose frente a William Craig

Roger Penrose
The same post in English

Agradezco a Plácido Doménech Espí haber llamado mi atención hacia este debate realizado en 2019 entre Roger Penrose y William Craig, titulado El Universo: ¿Cómo llegó aquí, y por qué somos parte de él? (The Universe: How did it get here & why are we part of it?).

Roger Penrose saltó a la fama como cosmólogo cuando en 1970 demostró, junto con Stephen Hawking, un teorema según el cual, la aplicación de la teoría de la Relatividad General de Einstein al universo entero exige que haya al menos un punto singular en dicho universo (un punto en el que confluyen todas las geodésicas del universo). O sea, el Big Bang.

En 1989, Penrose se convirtió en uno de los divulgadores científicos más famosos al publicar La nueva mente del emperador (The emperor’s new mind), un libro con profundas implicaciones filosóficas, en el que, entre otras cosas, propuso la siguiente cuestión, inspirada en el teorema de Gödel: ¿cómo es que podemos demostrar que un teorema es verdadero, si no se puede demostrar matemáticamente a partir de un conjunto razonable de axiomas? Según él, esto podría indicar que la inteligencia humana es cualitativamente distinta de la de las máquinas computadoras.

En 2004 publicó otro libro, El camino hacia la realidad (The road to reality), esta vez de altísima divulgación, pues está plagado de ecuaciones, en el que propone una unificación de la relatividad general de Einstein con la mecánica cuántica (una teoría de la gravedad cuántica), de la que poco después surgió su teoría cosmológica, la Cosmología cíclica conforme (Conformal cyclical cosmology o CCC), según la cual el universo no comenzó con el Big Bang, que sólo sería el principio del eón actual, sino que habría una sucesión infinita de eones anteriores, cada uno de los cuales comenzaría en un Big Bang y evolucionaría hasta la muerte térmica, cuando lo único que quedaría en todo el universo serían fotones. En ese momento, (nadie sabe cómo) la entropía descendería súbitamente hasta un valor mínimo para dar comienzo a un nuevo ciclo.

William Craig ha propuesto el argumento cosmológico kalam, que puede resumirse así:

  1. Todo lo que empieza a existir posee una causa de su existencia.
  2. El universo empezó a existir.
  3. Luego el universo posee una causa de su existencia.

William Lane Craig

Craig sostiene que el Big Bang fue el comienzo de la existencia del universo, por lo que tiene que haber una causa de esa existencia: un Creador no causado, que existe sin principio, sin cambio, inmaterial, sin tiempo, sin espacio, y enormemente poderoso, y además omnisciente, para poder ser también el autor del mundo abstracto. O sea, Dios.

En el debate, Penrose empezó sosteniendo que hay tres componentes de la realidad: un mundo abstracto (las matemáticas); un mundo físico (el mundo material); y un mundo mental (el mundo de la consciencia). Además, señala la existencia de tres misterios, que se refieren a las relaciones entre estos tres mundos:

  1. La irrazonable efectividad de las matemáticas (Eugene Paul Wigner): ¿Por qué el mundo abstracto describe tan bien el funcionamiento del mundo físico?
  2. El origen de la consciencia: ¿Cómo surge la consciencia a partir del mundo físico?
  3. La capacidad de la mente para entender el mundo abstracto: ¿Por qué podemos entender las matemáticas y aplicarlas para describir fenómenos contrarios a nuestra intuición?

Craig estuvo de acuerdo con el análisis de Penrose, y añadió esta consideración:

El mundo abstracto no puede ser la causa de los otros dos mundos, el físico y el mental, porque no tiene poder causal y no puede tomar decisiones. No está claro que el mundo físico sea la causa del mundo mental: el propio Penrose reconoce que eso es un misterio. ¿Puede ser el mundo mental la causa del mundo físico y del mundo abstracto? Parece que sí: tenemos la experiencia de que nuestra mente es capaz de producir cambios físicos a través de la intencionalidad humana. ¿No podría haber una mente omnisciente que fuera la autora de los mundos físico y abstracto? Eso resolvería el problema del origen de los tres mundos.

A esto, Penrose sólo pudo responder que no le gusta la idea (se declara ateo), y que prefiere pensar que el mundo abstracto (o platónico) es primordial, aunque no sabe cómo podrían proceder los otros dos mundos de este.

La segunda parte del debate trató sobre el problema del ajuste fino. Craig indicó que existen tres soluciones al problema:

  1. Las constantes universales sólo pueden tener el valor que tienen.
  2. Nuestra existencia en un universo tan ajustado puede deberse al azar en el entorno de un multiverso.
  3. Nuestro universo ha sido diseñado por un Creador.

Penrose comenzó negando que exista el ajuste fino, aunque al final se declaró agnóstico al respecto. Propuso su teoría CCC como explicación del origen de nuestro universo. Craig señaló que esa teoría no es más que un multiverso en el tiempo en lugar de en el espacio, donde se supone que existen casi todos los multiversos que se han propuesto. Penrose, a quien parece que no se le había ocurrido esta idea, la abrazó con alegría y afirmó que su teoría está comprobada experimentalmente, cosa que casi ningún cosmólogo actual acepta.

Mi conclusión ante este debate es que Penrose estuvo casi todo el tiempo a la defensiva, y que no pudo ofrecer ningún argumento convincente en favor de su ateísmo.

Hilo Temático sobre Ciencia, Fe y Ateísmo: Anterior Siguiente

Manuel Alfonseca

jueves, 30 de septiembre de 2021

¿Se opone la ciencia a la fe?

Charles Darwin
The same post in English

La oposición entre la ciencia y la fe es una invención decimonónica. Y no fueron científicos los que la inventaron, pues la mayoría de estos eran creyentes. Los responsables fueron filósofos ateos como Marx, Feuerbach, Schopenhauer o Nietzsche. Cuento a Marx entre los filósofos, a pesar de que él abominaba de la filosofía, a la que consideraba muerta (lo dijo en los Manuscritos), igual que hizo Stephen Hawking siglo y medio después, como comenté en este artículo. Alguna vez he dicho que Marx se habría horrorizado de que hoy se le estudie en clases de historia de la filosofía, pues él no se consideraba filósofo, sino economista.

jueves, 3 de septiembre de 2020

El problema del mejor de los mundos


Campo de concentración de Auschwitz
En 1993, William Rowe propuso un argumento filosófico ateo para demostrar que Dios no existe, que aunque se basa en el problema del mal (como tantos otros argumentos ateos), le da un giro algo diferente. Por eso se le ha puesto nombre, el del título de este artículo. El argumento puede resumirse así:
Si Dios existe y ha creado el universo, tiene que haber creado el mejor de los mundos posibles, desde el punto de vista moral. Pero dado un universo, siempre es posible idear un mundo mejor que ese. De hecho, el mejor de los mundos posibles no existe, siempre es posible imaginar uno mejor. Además, nuestro universo contiene bastante mal moral y dista de ser uno de los mejores. Luego Dios no existe.
Es curioso que, en respuesta a este argumento, algunos filósofos creyentes (como Klaas Kraay y otros), hayan recurrido para rebatirlo a las teorías del multiverso, que fueron ideadas inicialmente por pensadores ateos para enfrentarse al problema del ajuste fino. Según estos filósofos, el problema del mejor de los mundos se resolvería si Dios hubiese creado, no un universo, sino un multiverso que contenga todos los mundos mejores posibles, quizá en número infinito. No me parece que el intento tenga mucho porvenir. Es fácil prever que el mismo argumento que se aplica al universo puede aplicarse también al multiverso, con lo que no se habría resuelto el problema, sólo se habría trasladado a un nivel superior.

jueves, 10 de enero de 2019

Cinco años de Divulciencia

El problema de Aquiles y la Tortuga

Este blog cumple cinco años desde su creación, que tuvo lugar a mediados de enero de 2014. En este tiempo, el número total de visitas a las páginas del blog, sumando las versiones en español y en inglés, supera las 425.000. Si restamos una estimación de las visitas realizadas por bots, las de los seres humanos sobrepasan las 300.000. Por otra parte, su número ha ido creciendo progresivamente, desde las 16.000 visitas del primer año, hasta las 120.000 del quinto.
En este momento, sin contar este, el blog contiene 230 artículos. Es un número bastante alto, suficiente para que el lector se pierda si intenta seguir temas concretos, pues el orden cronológico de los artículos no tiene nada que ver con su orden temático. Como expliqué en un artículo anterior, me ha parecido conveniente establecer una serie de hilos temáticos que permitan seguir los artículos asociados con un tema, desde el principio hasta el final. El trabajo asociado ha sido considerable, pues fue preciso modificar todos y cada uno de los artículos ya publicados, excepto unos pocos, como este mismo, que no pertenecen a ningún hilo.
El número total de hilos temáticos es 22. En el artículo anterior antes mencionado, figuraban los once primeros. Aquí voy a añadir los once restantes. Si no se dice lo contrario, el orden de un hilo es el cronológico de la publicación de los artículos en él incluidos. El enlace asociado al título conduce al primer artículo del hilo. Estos once hilos son los siguientes:

Hilo temático
Nº de artículos
Comentarios
16
Predicciones científicas. ¿Se cumplen? A veces sí, a veces no. ¿Hasta qué punto estamos haciendo ciencia? ¿O simplemente abrimos líneas de investigación que nunca se cierran?
8
Cuestiones relacionadas con la matemática pura. A la matemática aplicada le corresponde el hilo siguiente. Uno de estos artículos, El Problema de Aquiles y la Tortuga, es uno de los más leídos del blog, tanto en su versión española como en la inglesa.
9
Usos y abusos de la estadística.
6
Cuestiones relacionadas con lo enormemente pequeño. ¿Sabemos todo lo que se puede saber? Es evidente que no, y probablemente nunca se conseguirá.
10
¿Cómo se divulga la ciencia en los medios de comunicación y en la prensa especializada, como las revistas de alta divulgación? Generalmente mal, pues se cometen numerosos errores.
10
La lógica es la base fundamental de la ciencia, pero mucha gente no sabe usarla correctamente. Por otra parte, muchos científicos confunden la ciencia con la filosofía y se ponen a filosofar sin saber que lo están haciendo. Lo malo es que luego intentan hacer pasar por ciencia sus elucubraciones filosóficas.
6
Algunas cuestiones científicas relacionadas de uno u otro modo con la fe.
15
Los políticos y la opinión pública adolecen de una enorme ignorancia científica, y lo que es peor, tratan de esconder lo que dice la ciencia cuando se opone a su ideología.
17
Cuestiones científicas relacionadas con la ficción, en la novela y en el séptimo arte. Cuatro de los artículos incluidos en este hilo pertenecen al mismo tiempo a otro.
14
Artículos que no se refieren a una ciencia concreta, sino al método científico y a los problemas que encuentra.
8
Este último hilo es un cajón de sastre en el que he metido los artículos que no encajaban en otros hilos. Como justificación, puedo aducir que muchos de los abusos de lenguaje denunciados en algunos de mis artículos tienen que ver con la medicina. Alguno de estos artículos también está entre los más leídos del blog. Como es natural, el ordenamiento de este hilo no es cronológico, sino temático. Dos de los artículos incluidos en este hilo pertenecen al mismo tiempo a otro.

Abuso del lenguaje científico


Estos once hilos contienen 113 artículos, que con los 114 del artículo anterior suman 227. Doce de los artículos pertenecen simultáneamente a dos hilos distintos.
En lo sucesivo, como he venido haciendo desde noviembre, procuraré ir colocando los artículos nuevos en los hilos temáticos que les correspondan.




Hilo Efemérides y Organización: Anterior Siguiente
Manuel Alfonseca