Georges Lemaître |
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Esta pregunta ha apasionado a los científicos desde que el astrónomo, físico y sacerdote belga Georges Lemaître formuló en 1931 la teoría del átomo primitivo, que a partir de 1950 pasó a llamarse teoría del Big Bang. De acuerdo con esta teoría cosmológica, si el universo se está expandiendo, moviéndonos hacia atrás en el tiempo llegamos a la conclusión de que en cierto momento (hace 13.800 millones de años, nos dicen los cosmólogos) habría pasado por una singularidad, en la que el universo era mucho más pequeño, con un volumen que tendería a cero y una densidad y presión que tenderían a infinito. ¿Pudo ser este el principio del universo?
Esta pregunta ha apasionado a los científicos desde que el astrónomo, físico y sacerdote belga Georges Lemaître formuló en 1931 la teoría del átomo primitivo, que a partir de 1950 pasó a llamarse teoría del Big Bang. De acuerdo con esta teoría cosmológica, si el universo se está expandiendo, moviéndonos hacia atrás en el tiempo llegamos a la conclusión de que en cierto momento (hace 13.800 millones de años, nos dicen los cosmólogos) habría pasado por una singularidad, en la que el universo era mucho más pequeño, con un volumen que tendería a cero y una densidad y presión que tenderían a infinito. ¿Pudo ser este el principio del universo?
En 1951 el papa Pío XII, en un discurso ante la Academia
Pontificia de Ciencias, pronunció estas palabras:
Una
mente iluminada y enriquecida por los modernos conocimientos científicos, que
valore serenamente este problema, se ve llevada a romper el círculo de una
materia totalmente independiente y autóctona, ya sea por no haber sido creada,
o porque se haya creado a sí misma, remontándose a un Espíritu creador...
Parece en verdad que la ciencia de hoy, remontándose de un salto a millones de
siglos atrás, haya conseguido dar testimonio del “Fiat lux” primordial, en el
que surgió de la nada con la materia un mar de luz y de radiaciones, mientras
las partículas de los elementos químicos se rompían y se reunían en millones de
galaxias.
Estos
cálculos apuntan a la conclusión de que hubo un tiempo, hace nueve o diez mil
millones de años, antes del cual el cosmos, si existía, existía en una forma
totalmente diferente de todo lo que conocemos, y esta forma constituye el último
límite de la ciencia. Quizá podamos llamarlo creación, sin caer en impropiedad... Si esta conclusión se
confirmara mediante investigaciones futuras, podría considerarse como el mayor
descubrimiento de nuestra época, pues representa un cambio fundamental en la
concepción científica del universo, similar al realizado hace cuatro siglos por
Copérnico.
Obsérvese que Whittaker no dice que antes del Big
Bang no hubo nada, sino que antes de ese momento
el universo, si existía, era radicalmente distinto.
Se ha dicho, basándose en este discurso, que Pío XII pensó
que la teoría del Big Bang podía ser una demostración científica de la creación,
y que durante algún tiempo jugó con la idea de presentarla así. Se sabe también
que en 1952, con ocasión de un discurso que estaba preparando para la asamblea
de la Unión Astronómica Internacional, el papa se reunió en una audiencia
privada con Lemaître, que por entonces era miembro de esta asociación
astronómica y de la Academia Pontificia de ciencias. Aunque no se sabe de qué
hablaron, se supone que el sacerdote belga aconsejó al papa que redujera el
triunfalismo científico de su discurso. El hecho es que Pío XII se limitó a
señalar en su discurso que la ciencia,
aunque progresa a pasos agigantados, jamás estará en condiciones de responder a
las preguntas finales, como la del origen de todas las cosas.
Esto cuadra con las ideas de Lemaître, que había afirmado que nunca se podrá reducir el Ser Supremo a una hipótesis
científica.
Santo Tomás de Aquino |
Esta controversia es mucho más antigua de lo que muchos
piensan. Hace unos 750 años, Tomás de Aquino escribió esto en su Summa Theologiae (I parte, pregunta 46):
No se
puede probar mediante una demostración que el mundo no ha existido siempre.
O sea, que según Aquino, la creatio
originans (que el mundo tuvo principio) es indecidible para la
razón humana. Es de notar, sin embargo, que la creatio
ex nihilo (que el mundo fue creado) sí estaría al alcance de
nuestra razón. La diferencia entre ambas es que ese mundo creado podría tener
una duración infinita. Dicho con otras palabras: podemos llegar a la conclusión
de que el mundo fue creado, pero nunca podremos demostrar si tuvo principio o
no.
John C. Mather |
El día 11 de octubre de 2016, en una
entrevista en La Vanguardia, el premio Nobel John Mather dice esto:
Si el universo no empezó con un bang,
¿empezó de algún modo?
No
empezó. No existe un momento cero, porque debería ser un momento de densidad
infinita, lo cual no es posible. Todo lo que hacemos en física tiene que ver
con procesos. Debe haber algo que ya exista y que se transforme en algo
diferente. No podemos decir que no había nada y después había algo.
Mather niega que el Big Bang fuese una singularidad.
Supongo que, siendo coherente, también negará la singularidad de los agujeros
negros, en cuyo interior la Relatividad General de Einstein también predice la
existencia de puntos de densidad infinita. O sea, que lo que pone en duda
Mather es la forma actual de la teoría de la Relatividad. Quizá su afirmación (no existe un momento cero) sea demasiado
drástica (sería difícil demostrarla), pero obsérvese que lo que dice no es muy
distinto de lo que decían Tomás de Aquino, Whittaker y Lemaïtre.
Stephen Hawking ha intentado extraer de la posible
inexistencia del tiempo cero la conclusión de que no necesitamos a Dios. Cree,
por tanto, que toda creación sería creatio originans,
y que negando el principio niega la creación. Lo que hace en realidad, es
demostrar una vez más su insondable ignorancia sobre cuestiones filosóficas,
como ya he señalado en algún otro
artículo.
En el próximo artículo revisaré algunas de las alternativas que ofrece actualmente
la física al Big Bang como principio del universo.
Manuel Alfonseca
Es muy interesante este artículo. De todas formas yo ya lo vi en "Oraculos de la ciencia", dónde Karl Giberson, y Mariano Artigas se contaban este mismo hecho. Lo hicieron para refutar a Hawking, que no distinguía entre origen, y creación. Felicidades por el artículo. Es tan bueno, como siempre.
ResponderEliminarEl escrito me parece fantàstico ya que en èl estamos demostrando las inquietudes de todos los mejores cientìficos fìsicos existentes y otros no ya existentes....Digo èsto porquè?...Porque La Ciencia Espìritual en la cuàl se estudia èste principio, se observa:Todo era fluido Eterno, Dios CREA Espìritus por una sòla vez de (Ùnica),Somos esencia de aquella Energìa---Creados con Atributos--Amor--Inteligencia y Libertad!...Una vez separados de la Eternidad sucede algo parecido ( o lo que los cientìficos fìsiccos,llaman Big--Bag--)...y de allì se desprende los ordenamientos por y para la Naturaleza..en donde aparece el primer elemento--(posiblemente àtomos)...hasta aparecer el ser en condiciòn humana....Cientìficos encuentran evidencia de la existencia de "Ondas gravitacionales generadas durante el Origen del UNIVERSO"...Atte, gersontrc534
ResponderEliminarUna vela encendida desde siempre significaría dos cosas: que la llama es creada (por la vela); y que la llama no tuvo un comienzo absoluto (está ahí desde la eternidad). Es decir, es concebible que algo sea creado y a la vez de duración infinita.
ResponderEliminarPregunto: ese "comienzo absoluto" ¿es la creatio originans de Sto Tomás?