Predicciones científicas de Julio Verne para 2889



Julio Verne
En un cuento de ciencia-ficción publicado en inglés en los Estados Unidos en 1889, titulado En el Siglo XXIX y subtitulado La Jornada de un Periodista Americano en 2889, Julio Verne propuso varias predicciones científicas que, según él, tardarían casi un milenio en llevarse a la práctica. Veamos algunas de las más interesantes:
·         La media de longevidad de la población humana habrá subido desde los 37 años que era en 1889, hasta los 68 que será en 2889. Según datos de la ONU, esta media de longevidad mundial se superó en el quinquenio de 2005 a 2010, es decir, casi nueve siglos antes de las previsiones de Verne, que aquí, como en otros puntos, se quedó bastante corto.
·         Los viajes terrestres y marítimos del siglo XIX habrán sido sustituidos en el XXIX por viajes aéreos, o a través de tubos neumáticos submarinos intercontinentales. En la actualidad, poco más de un siglo después del cuento de Verne, aunque los viajes aéreos han alcanzado una gran primacía, los terrestres y marítimos siguen existiendo, y para distancias inferiores a mil kilómetros hacen la competencia con éxito a los viajes aéreos. Los tubos neumáticos intercontinentales, por el contrario, siguen siendo ciencia-ficción, aunque ya hay algunos indicios en esta dirección.

Procesos irreversibles



Los físicos partidarios de considerar la flecha del tiempo como una ilusión tienen un problema: no toda la física es compatible con un tiempo reversible, como parecen indicar las ecuaciones y teorías mencionadas en un artículo anterior de este blog. Desde mediado el siglo XIX se conoce el segundo principio de la termodinámica, que se remonta a 1850, cuando Clausius introdujo el concepto de entropía y se constató que el valor de esta magnitud física aumenta siempre, si se mide en un sistema aislado que no intercambia materia ni energía con el exterior. Dado que el universo lo es, disponemos al menos de una magnitud física que permite señalar inequívocamente la dirección del flujo del tiempo.
Conscientes de este problema, los físicos partidarios de la reversibilidad del tiempo han respondido de distintas maneras: se ha dicho que el segundo principio de la termodinámica es una ley ficticia, subjetiva, que no se ajusta a la realidad; una ilusión mental; una aproximación; un efecto de las condiciones iniciales del universo. Se ha formulado la hipótesis de que, si el universo fuese cíclico, la flecha del tiempo podría invertirse durante la etapa de contracción. (Esta teoría ha sido abandonada). Para escapar del problema, Stephen Hawking propuso un universo sin condiciones iniciales en su Breve Historia del Tiempo. Es curioso ese deseo de defender a toda costa la reversibilidad temporal, puesto que fue Hawking precisamente quien propuso la existencia de una flecha del tiempo en los agujeros negros, que en lugar de ser permanentes podrían desintegrarse.
En 1928, un año después de proponer el término la flecha del tiempo, Arthur Eddington desafió a los físicos que adoptan estas posturas con las siguientes demoledoras palabras: Si tu teoría se opone al 2º Principio de la Termodinámica… la espera el colapso en la más profunda humillación (The Nature of the Physcal World, 1928).

La ciencia y las civilizaciones



En mi libro Evolución biológica y evolución cultural en la historia de la vida y del hombre, al que hice referencia en un artículo anterior en este blog, analizo la historia cultural de 23 civilizaciones para comparar su evolución. En el caso particular de la ciencia, escribí esto:
...las civilizaciones de primera generación (Mesopotamia, Egipto y las americanas) alcanzaron su máximo desarrollo científico en las matemáticas y la astronomía. Egipto y Mesoamérica sumaron a esas ciencias la medicina. Una civilización de segunda generación (la greco-latina) y una de tercera (el Islam) practicaron también las ciencias de la naturaleza. En cuanto a Occidente, constituye un caso único y sin precedentes, pues su desarrollo científico ha sido abrumador.
...la astronomía [fue] la primera ciencia que se cultivó... Paralelamente [emergieron] las matemáticas... Pronto se comprobó que [ambas] ciencias estaban relacionadas, pues las matemáticas prestaban apoyo a la astronomía, permitiendo a sus practicantes realizar cálculos y predicciones complejos.
Las religiones paganas... entraron en el campo de la predicción del futuro, utilizando para ello animales sacrificados, [lo que] llevó a una acumulación de conocimientos anatómicos que no tardó en aplicarse al hombre, y que mezclado con conocimientos antiquísimos sobre las propiedades de las plantas medicinales, dio lugar a la formación de un corpus de doctrinas médicas.
Por el contrario, el desarrollo de las ciencias físicas, químicas y biológicas tenía menos urgencia... por lo que sólo fue abordado por las [civilizaciones] que habían alcanzado un nivel suficiente como para liberar de las necesidades de supervivencia gran parte del tiempo de trabajo humano... Esto ocurrió por primera vez en Grecia, cuna de la filosofía y de la mayor parte de las ciencias modernas.

Hilos temáticos en Divulciencia


En este momento, y sin contar este, el blog Divulciencia contiene 225 artículos. Hace cosa de un mes uno de mis lectores, José Manuel Ramos Gascón, me señaló un problema que voy a parafrasear con las siguientes palabras:
Este blog tiene ya muchos artículos que han sido publicados sin seguir ninguna línea argumental, por lo que forman una ristra cronológica y es difícil orientarse entre ellos. Por ello te sugiero que establezcas un sistema de categorías base que permita clasificar las entradas y seguirlas de forma más ordenada de lo que ahora es posible.
Me pareció una idea excelente. Naturalmente, establecer esos hilos temáticos que permitan seguir los artículos asociados con un tema desde el principio hasta el final supone bastante trabajo, pues es preciso modificar todos y cada uno de los artículos previamente publicados en el blog, añadiendo al final del artículo información sobre el hilo al que pertenece, con enlaces a los artículos anterior y siguiente dentro del mismo hilo. Por eso voy a hacerlo progresivamente, a medida que encuentre tiempo para ello.
De momento, tengo ya preparados once hilos temáticos. Si no se dice lo contrario, el orden de un hilo es el cronológico de la publicación de los artículos incluidos en él. El enlace asociado al título conduce al primer artículo del hilo. Dichos hilos son los siguientes: