Pierre Duhem, antecesor de Popper


Karl Popper
En un artículo anterior de este hilo, mencioné cómo define Karl Popper lo que es, y lo que no es, una teoría científica:
Una teoría es científica si y sólo si es posible diseñar un experimento que demuestre que esa teoría es falsa.
También recordé que, según Popper, una teoría científica nunca puede considerarse completamente confirmada. O sea, nunca podremos estar absolutamente seguros de que sea verdad
Después de escribir aquel artículo, que publiqué hace casi un año, he descubierto que estas dos ideas fundamentales de Popper ya habían sido anticipadas por Pierre Duhem, a quien dediqué el artículo anterior de este blog.
En efecto: Popper expresó sus ideas en su obra La Lógica de la Investigación Científica, publicada en alemán en 1934 y en inglés en 1959, ambas versiones escritas por su propia mano. Duhem, en cambio, las había anticipado en 1913, en una carta dirigida a Réginald Garrigou-Lagrange, que este publicó en su libro Dieu. Son existence et sa nature (1914), cuando Popper tenía unos 12 años. ¿Leyó Popper a Duhem? Quizá esta carta no, aunque otras obras seguro que sí, puesto que en La Lógica de la Investigación Científica le cita cinco veces, generalmente para mostrar su discrepancia. El problema es que es fácil entender mal a Duhem. Para evitarlo, probablemente hay que leerle entero, lo que no está al alcance de todo el mundo.

Pierre Duhem: ¿Realista o anti-realista?

Pierre Duhem

Pierre Duhem (1861-1916) puede ser considerado con justicia como uno de los últimos físicos decimonónicos. Especialista en Termodinámica, la rama de la física que dominó la segunda mitad del siglo XIX, introdujo a la vez que William Gibbs la idea del potencial químico, que se expresa en la ecuación de Gibbs-Duhem, que relaciona el potencial químico con magnitudes como volumen, presión, entropía y temperatura de una mezcla química. Por estos trabajos se le considera uno de los creadores de la fisicoquímica y fue nominado dos veces para el Premio Nobel de Física.
En sus trabajos científicos, Duhem se enfrentó a Marcellin Berthelot, a cuyo principio del trabajo máximo se oponía Duhem, lo que llevó a que le rechazaran una tesis doctoral y le impidieran obtener una plaza de profesor en la Universidad de París. Al final se demostró que Duhem tenía razón, pues el principio de Berthelot no es de aplicación  general, ya que tiene numerosas excepciones.

Respuestas anti-realistas al argumento del no milagro



Hilary Putnam
El artículo anterior describía el argumento del no milagro, propuesto por Hilary Putnam. El artículo terminaba así:
¿Qué dicen los anti-realistas ante este argumento? ¿Les ha convencido?
Supongo que los lectores habrán supuesto que la respuesta a la segunda pregunta es negativa. De lo contrario, se habría terminado el debate entre realismo y anti-realismo. Veamos, por lo tanto, la respuesta a la primera pregunta. Ante el argumento abductivo del no milagro, los anti-realistas responden de dos maneras diferentes:
1.      Bas van Fraassen es un filósofo estadounidense anti-realista que ha criticado el argumento de Putnam aduciendo que las teorías científicas tienen éxito porque las que no lo tienen han sido eliminadas por la selección natural (o sea, los científicos las han descartado). Por lo tanto, preguntarse por qué la ciencia tiene éxito es semejante a preguntarse por qué los jugadores de baloncesto son altos: porque han sido seleccionados. Veamos cómo describe Fraassen su teoría, que se llama empirismo constructivo:

La abducción y el argumento del no milagro



El gato de Cheshire,
famoso gato invisible
En un artículo anterior de este blog expliqué con un ejemplo el modo de razonamiento basado en la abducción que, aunque no tiene tanta fuerza como la deducción y la inducción, permite alcanzar altos grados de confianza en campos como la historia, la crítica del arte y otros, menos científicos que las matemáticas o las ciencias naturales.
En otro artículo publicado en marzo de 2016 describí la falacia del gato invisible, que consiste en confundir una condición suficiente para que ocurra algo, con una condición necesaria, pero no suficiente. Esta situación se presenta cuando existen varias causas posibles que pueden haber dado lugar al mismo fenómeno.
En algunos casos, si aplicamos la abducción a una situación donde podría darse la falacia del gato invisible, sí se puede llegar a alguna conclusión. Pensemos en el caso que propuse para describir dicha falacia: