El emperador Marco Aurelio |
Los seres humanos tenemos una
tendencia irresistible a culpar a otros de nuestras desgracias y de nuestros
errores. En realidad, es un síntoma de escasa
madurez, y se ve muy claro en los niños, que cuando les pillan in
fraganti haciendo algo que no deben, siempre tratan de justificarse
echándole la culpa a alguien. Pero la tendencia es tan generalizada, que no
sólo se aplica a los niños, sino a la mayor parte de los seres humanos.
En el caso particular de las
pandemias, esto se ve con bastante claridad. Las
enfermedades epidémicas eran casi desconocidas antes de la invención de las
ciudades, que tuvo lugar hace unos diez mil años. Pero para que fuera posible
una pandemia (una epidemia que afectara a una parte considerable del mundo)
hubo que esperar a que se formaran grandes imperios, con muchas relaciones
comerciales interiores y exteriores.