Bendición oscura

Walter M. Miller Jr.

The same post in English

Walter M. Miller Jr. fue un autor de ciencia-ficción estadounidense, conocido sobre todo por una sola obra que se ha convertido en clásica: A canticle for Leibowitz (Cántico a San leibowitz en español), posiblemente una de las mejores novelas de ciencia-ficción de todos los tiempos, al menos entre las que pertenecen al subgénero apocalíptico que describe lo que podría ocurrir después de una guerra nuclear total.
La novela se divide en tres partes: En la primera, Fiat Homo, el mundo apenas se está empezando a recobrar de la catástrofe. Como en los siglos subsiguientes a la caída del Imperio Romano de Occidente, la Iglesia católica se encarga de salvar lo poco que queda de la cultura clásica (la nuestra) a través de los monjes de una orden fundada por un tal Leibowitz, que antes de la conflagración nuclear era ingeniero electrónico. En la segunda, Fiat Lux, han pasado varios siglos, ha surgido una nueva civilización y entramos en un nuevo Renacimiento. En la tercera, Fiat Voluntas Tua, esa civilización ha llegado a su apogeo, vuelve el materialismo y la historia amenaza con repetirse. Pero esta vez Miller deja abierta una posible escapatoria: la colonización de la Galaxia.

El fenómeno humano

The same post in English

Pierre Teilhard de Chardin
Que el hombre tiene mente y consciencia es algo que sabemos por experiencia propia. Que los animales parecen tener más actividades mentales cuanto más próximos están a nosotros, también resulta evidente. Así, los mamíferos tienen más mente que los reptiles, los reptiles más que los peces, los peces más que los invertebrados (con la posible excepción de los cefalópodos). Todos los animales menos las esponjas tienen sistema nervioso, aunque algunos tengan muy poco: el nematodo Caenorhabditis elegans tiene sólo 300 neuronas. Las plantas no tienen sistema nervioso, pero sí alguna sensibilidad y son capaces de realizar movimientos lentos. Y cuando Antonie van Leeuwenhoek descubrió los microorganismos en el siglo XVII, al ver su actividad nadie dudó de que estos seres diminutos están vivos. Sólo con los virus, seres aún más pequeños, los biólogos aún no se han puesto de acuerdo sobre si están vivos o no. Sobre esto he hablado en otro artículo de este blog.

Cómo surgieron las sociedades de insectos

Abeja solitaria (Megachile) y social (Apis)
The same post in English

Entre los insectos del orden de los himenópteros existen bastantes especies que hacen vida independiente, pero también hay muchas que viven en común formando sociedades. La vida social ha surgido varias veces por evolución, tanto entre las hormigas (todas las cuales forman sociedades), como entre las abejas y las avispas, muchas de las cuales viven solitarias. De aquí ha surgido la necesidad de explicar por qué es tan frecuente entre estos insectos la vida social y cómo ha podido llegar a existir. Con otras palabras: qué ventajas evolutivas proporciona.
En las sociedades de insectos, la mayor parte de los individuos renuncian a reproducirse y dedican su vida a cuidar de la reina (la única que pone los huevos) y de sus hermanas y hermanos mientras son larvas. Normalmente existen al menos dos castas de individuos: los que son sexualmente activos (machos y hembras) y los neutros (usualmente hembras asexuadas). La diferencia entre las hembras activas y neutras la produce exclusivamente el tipo de alimentación que reciben durante la etapa larvaria.

El error de Malthus

Thomas Robert Malthus
The same post in English

Desde los albores del siglo XIX, los anuncios apocalípticos sobre el aumento imparable de la población mundial se han sucedido sin tregua. En 1798, Thomas Robert Malthus publicó Ensayo sobre el principio de la población, en cuanto afecta a la mejora futura de la sociedad. Este ensayo contiene la famosa cita:
Si aceptamos mis postulados, afirmo que el poder de la población es infinitamente mayor que el poder de la Tierra para producir subsistencia para el hombre.
La población, si no se controla, aumenta como una progresión geométrica. La subsistencia aumenta sólo en progresión aritmética. Un ligero conocimiento de los números mostrará la inmensidad de la primera potencia en relación con la segunda.
Curva logística
En 1838, como reacción contra el catastrofismo de Malthus, Pierre François Verhoult propuso en su Nota sobre la ley de crecimiento de la población que esta no aumenta en progresión geométrica, sino siguiendo una curva logística (véase la figura). En otros artículos de este blog he hablado ya de esa curva, que suele describir bien los procesos de crecimiento que se dan en la naturaleza.
A pesar de ello, en el primer informe del Club de Roma (Los límites del crecimiento, 1975) se volvió a tocar la nota del catastrofismo al mantenerse las previsiones de Malthus de crecimiento exponencial (en progresión geométrica), sin tener en cuenta los estudios de Verhoult.
En ese contexto, algunos políticos y movimientos sociales presentaron los medios anticonceptivos y el aborto provocado como medidas inevitables para salvar a la humanidad de la catástrofe de la superpoblación.
Sin embargo, las previsiones actuales son muy diferentes. En 2012 la ONU publicó los datos del crecimiento de la población mundial desde 1950 hasta 2010, en los que se constataba que últimamente la tasa de crecimiento ha venido disminuyendo, y que el punto de inflexión del crecimiento, que cada vez se parece más a la curva logística, se atravesó hacia 1985. Partiendo de esos datos, la ONU ha realizado varias estimaciones del aumento futuro de la población mundial, de las que la más optimista (la que corresponde a un valor menor) predice que hacia el año 2050 se alcanzaría un máximo de unos 8300 millones de personas y a partir de ahí empezaría a disminuir.
A partir de esos datos, y de otros previos menos detallados que cubren el lapso entre 1900 y 1950, los autores de este artículo hemos aproximado el crecimiento real de la población mundial y su extrapolación hasta 2050 mediante la siguiente expresión matemática:

La figura adjunta compara los datos de la ONU (reales y previstos, en rojo) con los que se obtienen de la ecuación anterior (en azul). Después hemos estimado cuál hubiera sido el desarrollo de la población mundial si no se hubiesen aplicado políticas antinatalistas desde los años setenta. Hemos obtenido los siguientes resultados: el punto de inflexión habría tenido lugar unos cinco años más tarde, en 1990. Y hacia 2075 la población habría alcanzado un máximo de unos 9000 millones: 700 millones de personas más, unos veinticinco años después.
La conclusión inevitable es que las políticas antinatalistas no dan los resultados previstos. Esto se ha hecho tan evidente en China, que les ha llevado a acabar con la política del hijo único. Los cientos de millones de niños sacrificados en el altar de Moloch no lo han sido para salvar a la humanidad, sino para que nos toque un poco más, durante un poco más de tiempo. No nos extrañemos si la posteridad nos acusa de barbarie por permitir el aborto provocado en contra de toda la evidencia científica, del mismo modo que nosotros acusamos de barbarie a nuestros antepasados por haber permitido la esclavitud.

Hilo Futurología: Anterior Siguiente
Manuel Alfonseca
Julio A. Gonzalo


Falacias lógicas

Stephen Hawking

The same post in English

En el artículo anterior mencioné que los defensores del materialismo cientificista incurren a menudo en falacias lógicas, aunque no suelen darse cuenta de ello, probablemente porque sus conocimientos de filosofía no son muy profundos. A menudo, por otra parte, desprecian la filosofía, sin darse cuenta de que la lógica (que es una parte de la filosofía) estudia nuestro modo de pensar, y que sin ella la ciencia se queda sin base de sustentación. Así, Stephen Hawking escribió al principio de su libro El gran diseño:
La filosofía ha muerto… Los científicos se han convertido en los portadores de la antorcha de los descubrimientos en nuestra búsqueda de conocimiento.
Y a partir de ahí se dedica a hacer filosofía en un libro de divulgación científica.
En mis debates con partidarios del cientificismo materialista, a menudo he tenido que señalar a mis adversarios que estaban incurriendo en alguna falacia lógica. Generalmente se resisten a reconocerlo, pero cuando se les explica acaban por hacerlo (supongo, porque usualmente la discusión termina ahí). Con esto no quiero dar a entender que yo esté exento de cometer falacias lógicas, porque todos somos humanos, pero al menos hasta ahora no me han señalado ninguna. Claro que es posible que las haya cometido, y quienes estaban debatiendo conmigo no se hayan dado cuenta.

Sobre la inteligencia


The same post in English

En su libro On intelligence Jeff Hawkins escribe esto:
Francis Crick escribió un libro sobre el cerebro titulado La hipótesis asombrosa. La hipótesis asombrosa era simplemente que la mente es una creación de las células del cerebro. No existe otra cosa, ni magia, ni una salsa especial, sólo neuronas y un baile de información... Al llamar a esto una hipótesis, Crick era políticamente correcto. Que las células de nuestro cerebro crean la mente es un hecho, no una hipótesis. Es necesario que comprendamos lo que hacen estos treinta mil millones de células y cómo lo hacen.
¡Maravilloso! Por un lado, se afirma que es un hecho, no una hipótesis, que las neuronas del cerebro crean la mente. Por otro, se reconoce que no sabemos qué hacen ni cómo lo hacen. Entonces, ¿por qué sabe Hawkins que es un hecho y no una hipótesis? ¿Por ciencia infusa? ¿Cómo ha sido capaz de detectar ese hecho? ¿En qué argumentos se apoya? No da ninguno, simplemente lo afirma. ¿Esto es ciencia?

El error de Einstein

The same post in English

Cuando Einstein formuló en 1915 la teoría de la Relatividad General, no tardó en aplicarla al universo entero, obteniendo la siguiente ecuación cosmológica:


Es curioso que esta ecuación sea idéntica a la ecuación que se obtendría a partir de la teoría de la gravitación de Newton. Tan sólo hay una diferencia entre las dos: la constante k representa, en el caso de Newton, la energía total del universo; en el caso de Einstein, su curvatura.
Cada término de esta ecuación contiene una constante universal. Aparte de k, G es la constante gravitatoria; L es la llamada constante cosmológica, cuya interpretación no está muy clara. Inicialmente Einstein pensó que podría eliminar ese término de la ecuación haciendo L=0. Así la ecuación se simplifica y es posible resolverla analíticamente. Entonces descubrió que la solución, en ese caso, era un cosmos en expansión continua. Como él creía que el universo tenía que ser estacionario, decidió asignarle a L un valor crítico Lc, para conseguir que lo fuera.

Más sobre el fin de la ciencia

Science News, 19 enero 2008
The same post in English

En un artículo anterior mencioné algunas pistas que parecerían indicar que el desarrollo científico se está decelerando. En este artículo voy a centrarme en un indicio adicional: el hecho de que la mayor parte de los nuevos descubrimientos que se realizan en casi todas las ciencias son casi siempre condicionales. Más que descubrimientos de verdad, suelen ser previsiones de posibles hallazgos que se podrían realizar en el futuro.
Para mostrar lo que me han llevado a pensar que esto puede ser verdad, voy a basarme en un número de la revista Science News, una de las más prestigiosas entre las que se dedican a la divulgación científica de alto nivel. En concreto, he tomado el número de esta revista del 19 de enero de 2008, que contiene 18 noticias. Veamos los titulares o sus primeras palabras, donde he realzado los términos que indican que los resultados de la investigación eran sólo provisionales o tentativos (a menos que les interesen los detalles, no es necesario que los lean, pueden saltar a los últimos párrafos):

Dostoievski y la función de una sola variable

Fiodor Dostoievsky
The same post in English

En su novela Los demonios (o Los endemoniados, pues hay dos versiones del título), publicada en 1872, Dostoievski demuestra ser un profeta político que exhibe un conocimiento profundo del comunismo y de la forma de pensar de los comunistas. En este libro predice correctamente, con 45 años de antelación, que Rusia sería el primer país donde se impondría el comunismo, una idea que Marx y Engels desecharon debido a la ausencia de proletariado industrial en ese país. Veamos cómo lo dice uno de los personajes de Dostoyevski:
Sabemos que un dedo misterioso apunta a nuestro delicioso país como la tierra más adecuada para la realización de la gran tarea.
Los comunistas del libro, los demonios o endemoniados, quieren conseguir los mismos objetivos que sus camaradas que triunfaron en la Unión Soviética, entre ellos acabar con la religión. Para ello proponen dos métodos diferentes. Oigamos las palabras que pone en su boca Dostoievski:

El error de Darwin

The same post in English

Charles Darwin
Consideremos estas palabras de Darwin en The descent of man (capítulo 5):
Entre los salvajes, los débiles de cuerpo o mente son rápidamente eliminados; y los que sobreviven suelen exhibir un estado de salud vigoroso. Nosotros, los hombres civilizados, por el contrario, hacemos lo posible por contrarrestar el proceso de eliminación; construimos asilos para los imbéciles, los tullidos y los enfermos; promulgamos leyes para proteger a los pobres; y nuestros médicos hacen lo que pueden para salvar la vida de todo el mundo hasta el último momento. Hay razones para creer que la vacunación ha salvado a miles de personas, que por su constitución débil habrían sucumbido a la viruela. Así, los miembros débiles de las sociedades civilizadas propagan su tipo. Nadie que haya observado la cría de animales domésticos dudará de que esto debe ser muy dañino para la raza humana.
Parece increíble, pero después de una vida entera dedicada casi exclusivamente a meditar sobre su teoría de la evolución, Darwin cometió el grave error de no saber aplicarla a la especie humana. Lo demuestra claramente en el párrafo que acabo de citar.

Inside out

The same post in English

La filosofía materialista atea tiene un problema importante: es incapaz de explicar la voluntad libre humana, sobre cuya existencia ha habido consenso casi universal entre los filósofos y los seres humanos individuales. Por eso se empeñan en negar su existencia (¿hay un modo más fácil de resolver un problema que negar que exista?) y aducen toda una serie de teorías para explicarla (los ingleses tienen un término mejor, pero intraducible: explain away). Citaré algunas:

  • Nuestra libertad es sólo una apariencia. Realmente somos juguete de nuestros sentimientos (alegría, tristeza, miedo, ira, asco…). La película de Disney y Pixar Inside Out (Del revés, en español) podría ser un ejemplo de esta postura filosófica.

No vivimos en una simulación: respuesta a Nick Bostrom

Simulación de una colisión de galaxias
The same post in English

En un artículo publicado en 2003 [1], Nick Bostrom propuso el siguiente razonamiento:
Una civilización “posthumana” tecnológicamente madura dispondría de un poder de computación enorme. Basándonos en este hecho empírico, el argumento de la simulación muestra que al menos una de las siguientes afirmaciones es verdad:
(1)   La fracción de las civilizaciones de nivel humano que alcanzan una etapa posthumana es muy próxima a cero.
(2)   La fracción de las civilizaciones posthumanas interesadas en ejecutar simulaciones de sus antepasados es muy próxima a cero.
(3)   La fracción de los pueblos con experiencia parecida a la nuestra que viven en una simulación es muy próxima a uno.

Vivir, o el poder de la abducción

Escena de Ikiru
The same post in English

Ikiru (Vivir) es una gran película de Akira Kurosawa, uno de los dos mejores cineastas japoneses de mediados del siglo XX (el otro es Yasihiro Ozu). Quizá no sea tan conocida como Los siete samuráis o Dersu Uzala, pero tiene muchos seguidores y su argumento se presta a algunas consideraciones curiosas.
El protagonista, Kanji Watanabe, lleva 30 años integrado en la burocracia del Ayuntamiento de Tokyo. Como dice el narrador al principio de la película, en esos 30 años no ha vivido. O en palabras de su joven empleada, Toyo, se ha comportado como una momia. Ahora, sin embargo, descubre que padece de cáncer de estómago y que le queda menos de un año de vida. Como mencioné en otro artículo de este blog, hacia 1952, año en que se estrenó la película, un diagnóstico de cáncer equivalía a una sentencia de muerte. Es entonces cuando Watanabe descubre el valor de la vida y empieza a vivir. ¿Cómo lo hace? Después de intentar ahogar su pena buscando placeres, sin conseguirlo, decide empezar una cruzada y pone todo su empeño en que el Ayuntamiento donde trabaja acometa el saneamiento de unos terrenos y la construcción de un parque infantil. Aunque le cuesta un gran esfuerzo, porque la burocracia se resiste con uñas y dientes, al fin lo consigue. Los últimos cincuenta minutos de la película están dedicados al funeral de Watanabe, con varios flashbacks que muestran su lucha contra la burocracia.

El misterio de las muchas variables

Teoría estándar de
física de partículas
The same post in English

En la actualidad están en vigor dos grandes teorías físicas:
·         Por un lado la mecánica cuántica, que se aplica primordialmente a los objetos muy pequeños (aquellos a los que la gravedad apenas afecta), y es la herramienta básica de la teoría estándar de física de partículas.
·         Por otro, la relatividad general, que se aplica a los objetos muy grandes (desde los planetas hasta el universo entero, para los que la gravedad es casi lo único que importa), y es la herramienta fundamental de la teoría cosmológica estándar (la del Big Bang).
Lamentablemente, las dos teorías no son compatibles entre sí, por lo que la física está muy lejos de haber resuelto todos sus problemas pendientes. Por otra parte, esas dos teorías dependen de muchas variables independientes: unas cuarenta, entre las dos. Muchos físicos piensan que cuarenta variables independientes son demasiadas. Significa que el espacio de configuración de la naturaleza tiene unas cuarenta dimensiones. Si no somos capaces de imaginar un espacio de cuatro dimensiones, ¡cómo será con cuarenta!

El pecado del científico

Isaac Asimov
The same post in English

En un artículo publicado en 1969 con el mismo título que este (The sin of the scientist),  Isaac Asimov planteó que la ciencia debe estar sujeta a limitaciones éticas, y analizó varios casos en los que un descubrimiento científico podría considerarse moralmente inaceptable. Voy a estudiar aquí algunos casos, no necesariamente los mismos que los de Asimov, y luego comentaré sus conclusiones.
  • Los experimentos con los judíos en los campos de concentración, por parte del Dr. Mengele y otros médicos nazis, o los de los japoneses con sus prisioneros estadounidenses. Incluso un caso tan flagrante como este podría tener cierta justificación ética por parte de sus perpetradores, que aducían que, puesto que sus víctimas eran seres inferiores que no tenían derecho a la vida, era correcto utilizarlos para realizar experimentos que podrían ser beneficiosos para otros seres humanos superiores que sí gozaban de tal derecho. Es una justificación inaceptable, pero a ellos les serviría, probablemente, para acallar su conciencia.

El fin de la ciencia

Servers at LAAS
by Guillaume Paumier
Licensed under CC BY 3.0
via Wikimedia Commons
The same post in English

En mi artículo anterior escribí esto: Habrá que ver si nuestra civilización científica resiste hasta el siglo XXII. Es a esto a lo que me refiero con el título de este artículo (el fin de la ciencia), no a la posibilidad de que la ciencia se acabe porque ya se ha descubierto todo lo que se puede descubrir, lo cual es muy improbable, como indiqué en otro artículo.
La ciencia ha sido parte integral de nuestra civilización desde hace muchos siglos, más de los que usualmente se cree, pues su actividad científica fue ya palpable durante la Edad Media. ¿No parece absurdo pensar que esa actividad pueda acabarse? ¿Por qué podría suceder esto? Aquí propongo algunas consideraciones, que distan de ser exhaustivas:

El efecto horizonte

The same post in English


Todos conocemos el efecto horizonte, que consiste en que, a medida que caminamos hacia el horizonte, este se aleja. En la ciencia, a veces parece que también se aplica este efecto. Veamos algunos ejemplos:
Mapa genético de Mycoplasma genitalium
  • Biología sintética: En 1960 se predecía que hacia 1970 sería posible fabricar células vivas en el laboratorio. En 2015, Craig Venter (1) no lo ve muy lejano, quizá para 2030. Es verdad que hemos avanzado mucho, que se han dado pasos de gigante, pero el objetivo final parece estar siempre a la misma distancia, o incluso un poco más lejos que antes. Por otra parte, el origen de la vida sigue siendo un misterio. El ser más sencillo capaz de hacer vida independiente (Mycoplasma genitalium) es enormemente complicado y está a años-luz del hipotético primer ser vivo.


¿Se enseña bien la ciencia en España?

Según casi todas las evaluaciones nacionales e internacionales, la enseñanza española, en los niveles elemental y medio, deja mucho que desear. Los estudiantes llegan a la universidad sabiendo menos que en planes anteriores, lo que obliga a rebajar también el nivel universitario o a utilizar remedios desesperados, como la implantación de cursos cero. En cambio, las editoriales de libros de texto parecen haberse lanzado a una carrera de contenidos. Se supone que el bachillerato debe proporcionar a los alumnos una formación general, no especializada. Sin embargo, en algunas materias, como química y biología, se les obliga a aprender cuestiones o a resolver problemas que deberían encontrarse en la universidad, varios cursos más tarde. Parece un contrasentido que se fuerce a los alumnos a aprender cada vez más, pero cada vez sepan menos.


Preguntas a los ateos materialistas

Steven Weinberg
The same post in English

Existe una página web (ateo en 10 preguntas) que propone a los creyentes 10 preguntas que, en opinión de su autor, deberían plantearse y meditar profundamente, y si lo hacen acabarán convenciéndose de que sus creencias religiosas son absurdas y que lo mejor que pueden hacer es convertirse al ateísmo. La verdad es que, después de leerlas, nos parecen lamentables y opinamos que ningún creyente se puede sentir amenazado por ellas. Sin embargo, la lectura de esta página nos ha sugerido la idea de que este tipo de aportaciones es un arma de dos filos, pues el mismo procedimiento puede utilizarse para demostrar lo contrario de lo que quería conseguir el autor, también se puede ser escéptico respecto al materialismo. Por eso planteamos aquí algunas preguntas y ofrecemos el enlace a la página en cuestión, para dar al lector la oportunidad de comparar imparcialmente ambos enfoques y sacar sus propias conclusiones.

1.      Considere esta afirmación: Sólo existe aquello con lo que la ciencia puede experimentar. ¿Cree usted esto por alguna razón científica, o es para usted un dogma?

¿Es el hombre un animal más?

The same post in English

Theodosius Dobzhansky
Es frecuente entre los biólogos modernos afirmar que el hombre no tiene nada de especial, que es una especie más entre todas las que existen. Así, por ejemplo, Colin Tudge escribe esto:
Filogenéticamente somos una avanzada, un pequeño producto de la vida, al igual que la Tierra es un cero a la izquierda cosmológico que ninguna otra forma de vida inteligente en el Universo se molestaría en poner en sus mapas celestes. (The variety of life, Oxford University Press, 2000).
Todo esto no es más que la aplicación indiscriminada de un dogma seudocientífico que pocos biólogos se atreven hoy a discutir, y que suele expresarse de alguna de estas formas equivalentes:
  • Todas las especies de seres vivos son equivalentes, ninguna es superior a las demás.
  • No existen criterios que permitan comparar la importancia de las especies.
  • El hombre no es superior a los chimpancés, las hormigas, las bacterias…
  • La evolución no tiene dirección.

Evolución y progreso

The same post in English

Friedrich Nietzsche
A finales del siglo XIX, muchos de los biólogos y pensadores ateos o agnósticos se apoyaron en las teorías de Darwin para construir unas escuelas filosóficas que combinaban la recién descubierta evolución con la idea dieciochesca del progreso para afirmar que la historia de la vida y del hombre en la Tierra mostraba las huellas de un claro progreso indefinido, y para predecir que dicho progreso continuaría indefinidamente hacia el futuro.
Entre los biólogos que se apuntaron a estas teorías destacaron T.H. Huxley y Ernest Haeckel. Los filósofos fueron muchos y cada uno dio lugar a una escuela propia, a menudo incompatible con las de los demás: Karl Marx (marxismo), Herbert Spencer (darwinismo social), Auguste Comte (positivismo) y Friedrich Nietzsche (nihilismo) fueron los más influyentes. En sus previsiones sobre el futuro de la evolución, el citado en último lugar fue el más exaltado, prediciendo que el hombre sería pronto sucedido y suplantado por una especie superior, el superhombre.

60 años después: predicciones científicas de George Thomson

George Paget Thomson
The same post in English

En otro artículo en este blog expresé desconfianza hacia las predicciones realizadas por científicos y divulgadores sobre el futuro de la ciencia y la tecnología. La mayor parte de ellas no se cumplen. A veces pecan de excesivo optimismo, otras de demasiado pesimismo.
Sin embargo, algunas veces se acierta, aunque sólo sea en parte. En 1955, George Paget Thomson (premio Nobel de física por el descubrimiento de la difracción de electrones) publicó un libro de predicciones tecnológicas (The foreseeable future, Cambridge University Press). Resumo las conclusiones de su primer capítulo, que se refiere al futuro de la energía:
Mientras no se consiga detener el aumento de población, lo que no es previsible hasta el año 2050, el consumo de energía seguirá aumentando. De las distintas fuentes, la hidráulica alcanzará rápidamente sus límites prácticos; el carbón y el petróleo se agotarán más pronto o más tarde; la energía solar está demasiado dispersa y su aprovechamiento es demasiado caro; la energía eólica y la de las mareas nunca llegarán a ser mayoritarias; la única alternativa es la energía nuclear: de momento, la de fisión, hasta que la de fusión llegue a ser factible.

Cómo se inventó el código genético

The same post in English

Como se sabe, el código genético es la representación de la secuencia de aminoácidos de las proteínas por medio de cadenas de ADN. Ahora bien: en las proteínas de los seres vivos intervienen 20 aminoácidos diferentes. Sin embargo, sólo hay cuatro nucleótidos distintos en el ADN. ¿Se pueden representar 20 aminoácidos con sólo cuatro bases?
Con codones de dos nucleótidos sólo se podrían representar 16 aminoácidos. Como son 20, dos nucleótidos no son suficientes: hacen falta tres. Y en efecto, eso es lo que ha hecho la vida, representar cada aminoácido por codones de tres nucleótidos. Lo que pasa es que con tres nucleótidos se podrían representar 64 aminoácidos diferentes y sólo hay 20 (21, teniendo en cuenta que hay codones que representan el final de la cadena). ¿Qué solución hay? Evidentemente, algunos aminoácidos deben estar representados por varios codones (esto es lo que se llama degeneración del código genético).
Los cuatro nucleótidos del ADN se componen de un esqueleto de azúcar y ácido fosfórico con el que se combina una base nitrogenada.
En el ADN hay cuatro bases diferentes:
  • Dos purinas (P): adenina (A) y guanina (G).
  • Dos pirimidinas (Q): citosina (C) y timina (T).

El principio antrópico final y el antiCristo

Pierre Teilhard de Chardin
The same post in English

En su libro de divulgación científica The Anthropic Cosmological Principle, publicado en 1986, los cosmólogos John Barrow y Frank Tipler plantean tres principios antrópicos diferentes:
1.      El principio antrópico débil o WAP (este es el que formuló Brandon Carter en 1973): la simple constatación de que el hecho de que estamos aquí impone ciertas restricciones al universo, como haber durado lo suficiente para que pueda aparecer en él la vida inteligente.
2.      El principio antrópico fuerte o SAP: la afirmación de que hacer posible la aparición de vida inteligente era un requisito necesario para el universo.
3.      El principio antrópico final o FAP: La afirmación de que la vida inteligente, una vez ha aparecido en el universo, ya no puede desaparecer.

¿Estamos solos en la galaxia?

Enrico Fermi
The same post in English

En su famoso libro de divulgación científica “hard”, The Anthropic Cosmological Principle, publicado en 1986, los cosmólogos John Barrow y Frank Tipler “demuestran” que estamos solos en la galaxia utilizando una variante de la paradoja de Fermi (si hay inteligencias extraterrestres en la galaxia, ¿por qué no están aquí?) que puede resumirse así:
1.     En 100 años habremos conseguido crear vida en el laboratorio. No sólo vida, también seremos capaces de construir seres humanos completos a partir de sus componentes químicos y de la información sobre su genoma, que puede guardarse en una memoria digital.
2.      En 100 años habremos conseguido construir inteligencias artificiales tan inteligentes como los seres humanos, capaces de sustituirnos en cualquier sitio y circunstancia.
3.      Nuestra tecnología espacial actual nos permite alcanzar una velocidad de 0,0003 c (donde c es la velocidad de la luz). A esa velocidad, una nave espacial tardaría unos 50.000 años en alcanzar las estrellas más próximas.

Cómo surgieron las células eucariotas

Ejemplos de eucariotas
The same post in English

Con el descubrimiento de que hay dos tipos principales de células vivas (procariotas y eucariotas) se produjo una revolución en la forma de clasificar los seres vivos. Aunque (como suele ocurrir) los biólogos no se ponen de acuerdo en una clasificación única, a mí me parece muy razonable la siguiente:
  1. Imperio procariota (bacterias). ADN libre en el protoplasma.
    1. Reino eubacterias (bacterias verdaderas). Utilizan lípidos acil-estéricos.
    2. Reino arqueobacterias (arqueas). Utilizan lípidos isoprenoidal-etéricos. Incluyen las sulfobacterias, metanobacterias y halobacterias.
  2. Imperio eucariota (células con núcleo). ADN contenido en el núcleo. Tienen citoesqueleto.
    1. Reino arqueozoos (eucariotas primitivos). No tienen orgánulos.
    2. Reino protozoos (eucariotas avanzados unicelulares). Tienen orgánulos simbióticos.
    3. Reino de los hongos.
    4. Reino de  los metafitos (plantas).
    5. Reino de los metazoos (animales).

El seguimiento de las noticias científicas en la prensa generalista

Ilustración de la noticia inicial
The same post in English

A veces se acusa a la prensa generalista de abrir grandes expectativas sobre los descubrimientos científicos y olvidarse del asunto en cuanto la realidad echa el freno a esas expectativas. En otros artículos he criticado esta tendencia. Por eso ahora me alegro de poder presentar un ejemplo del seguimiento impecable de una noticia científica concreta, realizado durante una década por un medio de comunicación (el diario La Vanguardia).
La noticia inicial apareció el 9 de mayo de 2005 en las páginas 29 y 30 con los siguientes titulares:
El texto se hacía eco del descubrimiento de fármacos que actúan inhibiendo la acción de un gen (EGFR), del que una mutación nociva puede dar lugar a la aparición de un proceso canceroso (la multiplicación desordenada de las células afectadas).
A lo largo de los 10 años siguientes, esta noticia recibió el siguiente seguimiento en La Vanguardia:

El mundo de v>c

Albert Einstein
The same post in English

En 1967, el físico Gerald Feinberg dio el nombre de taquiones (del griego tacus, rápido) a unas partículas hipotéticas cuya posible existencia había sido propuesta cinco años antes por otros investigadores. Los taquiones tendrían una propiedad única: se moverían siempre a velocidades mayores que la de la luz. Su comportamiento matemático no transgrediría las limitaciones de la teoría especial de la relatividad de Einstein, que prohíbe que los cuerpos con masa alcancen la velocidad de la luz. Desgraciadamente surgirían otros problemas.
La idea de la posible existencia de los taquiones fue abrazada con alborozo por los escritores de ciencia-ficción, para quienes parecía ofrecer la posibilidad de realizar viajes interestelares en tiempos razonables. Bastaría para ello con poner en práctica el siguiente procedimiento:

Sexo y especie, dos conceptos relacionados

The same post in English

Categorías taxonómicas
La especie es la categoría taxonómica básica que sirve para clasificar los seres vivos. Las demás categorías (género, familia, orden, clase y phylum) se consideran artificiales y arbitrarias. La especie, en cambio, tendemos a considerarla como algo natural, evidente, parecida a un concepto cuando los objetos que éste representa son seres vivos. Pero no vamos a entrar aquí en el famoso problema de los universales, preguntándonos si los conceptos (y las especies) existen de verdad o si son meras construcciones de la mente humana.
La definición clásica de especie es esta: conjunto de seres vivos que comparten características comunes y son capaces de reproducirse entre sí, dando lugar a descendencia fértil. Se observará que se da por supuesto que los seres vivos en cuestión utilizan la reproducción sexual, porque si no la frase reproducirse entre sí no tendría sentido. Esto nos obliga a plantearnos si el concepto de especie debería estar restringido exclusivamente a los seres vivos con este tipo de reproducción, o si puede extenderse también a los que se reproducen de otra manera, como los procariotas y algunos eucariotas. Esta pregunta puede contestarse de varias maneras:

Cómo surgió la reproducción sexual

Cromosomas X e Y
The same post in English

La reproducción sexual es la forma de reproducción más extendida entre los seres vivos eucariotas, que incluyen a los pluricelulares. Después de miles de millones de años de reproducción asexual entre los procariotas, que para compartir información genética intercambian plásmidos (pequeños fragmentos de ADN), apareció de pronto un nuevo tipo de reproducción. Hay que suponer que, si tuvo éxito, es porque presentaba alguna ventaja sobre el otro procedimiento.
La reproducción sexual puede definirse como la alternancia entre dos ciclos vitales para un mismo tipo de organismo:
  • Ciclo haploide, en el que cada célula tiene una sola copia de cada cromosoma.
  • Ciclo diploide, en el que cada célula tiene dos copias de cada cromosoma.
En los eucariotas, el ciclo haploide es siempre unicelular; el ciclo diploide puede ser unicelular (en los eucariotas unicelulares) o pluricelular (en los pluricelulares). Los individuos del ciclo haploide se llaman gametos.
¿Por qué llegó a establecerse esta alternancia? Se cree que pudo ser consecuencia de la alternancia entre dos medios ambientes diferentes. Las células haploides y las diploides no tienen las mismas propiedades. Por ejemplo, las diploides son más voluminosas, pues tienen duplicados muchos orgánulos, por lo que la relación de la superficie al volumen suele ser más grande que en la célula haploide (alrededor de 1,25 veces mayor). Como la absorción de alimentos por las células depende de su superficie, las haploides tienden a crecer más deprisa que las diploides.

Problemas pendientes en la historia de la vida

Gregor Mendel
The same post in English

En un artículo anterior hablé del origen de la vida y de los problemas que plantea. Este es sólo el primero de los problemas pendientes que nos quedan en relación con la evolución, pues hay bastantes más, estamos muy lejos de saber explicar todo lo que pasó durante la historia de la vida.
La teoría de la evolución a través de la selección natural fue planteada inicialmente por Darwin y afinada por sus seguidores a medida que se descubrían fenómenos biológicos nuevos que iban resolviendo algunos de los problemas planteados desde el principio:
1.      Las leyes de la herencia (Mendel, 1865).
2.      Las mutaciones (Hugo de Vries, 1900).
3.      Las leyes de la genética (Thomas Hunt Morgan, principios del siglo XX).
4.      La teoría sintética de la evolución (Simpson, Dobzhansky y otros, hacia 1930)
5.      La transmisión de la herencia a través del ADN (Oswald Avery, 1944).
6.      La estructura del ADN y el desciframiento del código genético (Watson, Crick, Rosalind Franklin y otros).
7.      La teoría neutralista de la evolución (Motoo Kimura, 1968).
8.      La evolución en equilibrio puntuado (Stephen Jay Gould, 1972).
9.      Epigenética (principios del siglo XXI).
Rosalind Franklin

La maldición de Chalion: una novela de fantasía basada en la historia de España

The same post in English

La maldición de Chalion, escrita por Lois McMaster Bujold, es una de las mejores novelas de fantasía de los últimos años. Pertenece a esa categoría rara, a la que también pertenecen El Señor de los Anillos de Tolkien, Perelandra de C.S. Lewis, Cántico a San Leibowitz de Walter M. Miller Jr. u Órbita ilimitada de Poul Anderson, que combinan una interesante trama de aventuras con importantes dilemas éticos y preguntas profundas sobre la naturaleza del hombre y de Dios.
En esta novela, tan hábilmente diseñada como su saga de Vorkosigan, Lois McMaster Bujold ha llevado más lejos los límites de la sub-creación, tal como la define Tolkien en su artículo On fairie stories. Nos presenta, no sólo un universo imaginario coherente, sino también un Dios extraño, que en lugar de tres personas tiene cinco, junto con importantes diferencias respecto al Dios del que normalmente hemos oído hablar.
Cazaril, el héroe, es claramente una figura de Cristo. Su muerte se convierte en la puerta entre los mundos, a través de la cual una de las personas divinas entra en el mundo de la materia para levantar la maldición de Chalion, una especie de pecado original. En cierto sentido, incluso, resucita. Este paralelo, sin embargo, no fuerza la lógica de la novela, sino que se incrusta en ella de forma natural. Se podría decir que ocurre al revés: la trama define el mensaje y hace que tome la forma apropiada para el mundo que describe, demostrando la maestría literaria de la autora.

Sobre el problema del mal

campo de concentración de Auschwitz
The same post in English

En un artículo anterior sobre los himenópteros cazadores mencioné el problema del mal, también llamado a menudo problema del dolor, título del conocido libro de C. S. Lewis. Aquí quiero volver sobre este asunto, que aunque es más bien ético o filosófico, tiene también alguna relación con la ciencia, como se verá al final de este artículo.
Se distinguen dos tipos diferentes de problema del mal:
  1. El mal humano, el que provoca el hombre. El campo de concentración de Auschwitz se ha convertido en el paradigma más mencionado.
  2. El mal natural, el hecho de que los procesos naturales provocan mucho dolor al hombre y a otros seres vivos.

¿Está a nuestro alcance la inmortalidad?

Arthur C. Clarke
The same post in English

En 1965 Arthur C. Clarke publicó un cuento corto, titulado Dial F for Frankenstein, que después se publicó en la colección The wind from the sun: stories of the space age. En ese cuento Clarke proponía el siguiente escenario:
Cuando todos los sistemas telefónicos mundiales queden conectados a través de satélites geoestacionarios, el número de componentes de dicho sistema será superior a la del cerebro humano. Como el sistema tendrá acceso a la información contenida en todos los ordenadores del mundo, que estarán conectados a la red, tendremos un sistema muy complejo provisto de una cantidad de información elevadísima. Si la consciencia surge de modo automático de un sistema como ese, dicha red de ordenadores conectados telefónicamente debería ser consciente y, al ser muy superior a cualquier cerebro humano, tomará el control de la Tierra.

¿Qué es la vida?

Saccharomyces cerevisiae
The same post in English

Después de un siglo discutiendo sobre el origen de la vida, no estamos más cerca de saber lo que pasó. A mediados del siglo XX, cuando Stanley Lloyd Miller realizó el famoso experimento en el que obtuvo aminoácidos tras someter a descargas eléctricas una mezcla de metano, hidrógeno, amoniaco y agua, los científicos lanzaron las campanas al vuelo y anunciaron la inminencia de la fabricación de vida artificial en el laboratorio. Este tipo de previsiones suele pecar de optimista. En este caso lo fue.
La primera cuestión que se plantea es definir qué se entiende por ser vivo. Al considerar este problema con atención, se constata que existen seres que claramente están vivos y otros que sin duda no lo están. Nosotros, las plantas y los animales estamos vivos. Las piedras, el agua destilada, el dióxido de carbono, no lo están. En estos casos extremos no cuesta trabajo decidirse. Cuando Antony van Leeuwenhoek (1632-1723) descubrió los microorganismos (levaduras, infusorios, bacterias, espermatozoides y glóbulos rojos) tampoco se dudó de que están vivos. Pero las cosas no siempre son tan sencillas.