Categorías taxonómicas |
La especie es la categoría taxonómica básica que sirve para
clasificar los seres vivos. Las demás categorías (género, familia, orden,
clase y phylum) se consideran
artificiales y arbitrarias. La especie, en cambio, tendemos a considerarla como
algo natural, evidente, parecida a un concepto cuando los objetos que éste representa
son seres vivos. Pero no vamos a entrar aquí en el famoso problema de los
universales, preguntándonos si los conceptos (y las especies) existen de verdad
o si son meras construcciones de la mente humana.
La definición clásica de especie es esta: conjunto de seres vivos que comparten características comunes
y son capaces de reproducirse entre sí, dando lugar a descendencia fértil.
Se observará que se da por supuesto que los seres vivos en cuestión utilizan la
reproducción sexual, porque si no la frase reproducirse entre
sí no tendría sentido. Esto nos obliga a plantearnos si el
concepto de especie debería estar restringido exclusivamente a los seres vivos con
este tipo de reproducción, o si puede extenderse también a los que
se reproducen de otra manera, como los procariotas y algunos eucariotas. Esta pregunta puede contestarse de varias
maneras:
- Las especies existen siempre que hay
vida: todos los seres
vivos pertenecen a alguna especie que difiere claramente de las demás.
- Las especies existen sólo cuando ocupan nichos
ecológicos distintos: por
ejemplo, diversas especies de insectos que se alimentan de plantas o
animales diferentes.
- Las especies existen sólo cuando hay
reproducción sexual: la
definición de especie dada más arriba no tiene sentido para los seres
vivos que se reproducen asexualmente, luego en esos seres no hay especies.
Los biólogos no están de acuerdo en cuál de
estas alternativas debemos adoptar, aunque algunas observaciones sobre seres
asexuales parecen favorecer a la tercera sobre las otras dos.
Escherichia coli |
- Los
procariotas se
dividen por bipartición. Al cabo de cierto tiempo, un solo individuo se
convierte en dos. Tradicionalmente se les ha clasificado en especies
siguiendo la nomenclatura usual, por ejemplo: Escherichia coli.
Sin embargo, aunque pertenezcan a especies muy distintas, las bacterias son capaces de intercambiar información
genética en forma de plásmidos, pequeñas cadenas circulares de ADN. También hay bacterias clasificadas
tradicionalmente en géneros diferentes (como Escherichia y Shigella) que contienen información genética tan parecida que quizá deberían
considerarse pertenecientes al mismo grupo, a pesar de que una de ellas es
usualmente benigna (y convive con nosotros en nuestro intestino) y la otra
es patógena (produce shigellosis o
disentería bacilar). Algunos biólogos creen que el conjunto de todas las
bacterias forma un continuo genético, un campo de
la vida sin divisiones evidentes en especies distintas.
- Las
plantas partenogenéticas. En muchos grupos existen los dos tipos de reproducción, pero en
la rosácea Alchemilla, que suele reproducirse asexualmente, se
distinguen 300 especies que se diferencian entre sí en muy pocos detalles.
Se piensa que en realidad podrían formar un continuo genético y que se
podría pasar de una especie a otra con unos pocos cambios en el ADN. Entre
las plantas hay otros ejemplos parecidos.
- Los
animales partenogenéticos. Son pocos y suelen originarse como híbridos de especies que se
reproducen sexualmente, por lo que suelen ser tan distintos unos de otros
como sus progenitores.
En conclusión: parece que el concepto de
especie está ligado de algún modo con la reproducción sexual. Cuando no la hay,
más que especies suelen formarse continuos genéticos cuya división en especies podría
ser arbitraria. Pero los datos son a menudo contradictorios y se encuentran
contraejemplos de casi todo. Por ejemplo, también hay grupos con reproducción
sexual que forman continuos genéticos. Hay mucho campo abierto a la
investigación.
Manuel Alfonseca
Hola Alfonseca. Como comentas, hasta una mera clasificación natural-artificial puede superar nuestra limitada y humana capacidad. La realidad es siempre muy compleja y casi siempre supera a la ficción. Yo he tonteado con hacer nuevos esquemas de clasificación y cansado de errar he optado por abandonarlos. Creo que existen un sinfin de posibilidades de diferenciación, de las que en este mundo solo hemos utilizado unas pocas alternativas concretas. Cuando se descubra vida fuera de la Tierra, seguramente la clasificación se hará más compleja y los conceptos en los que se basa serán más y más evolucionados, porque no solo el mundo material evoluciona, también evolucionan los conocimientos, la ciencia, la ética y los conceptos-ideas e ideales de todo tipo.
ResponderEliminarEn efecto, todos los sistemas de clasificación tendrán siempre problemas, pero por otro lado necesitamos clasificar para entender el mundo, así que a menudo hay que aguantarse con lo que se tiene. Pero no pensemos que lo que tenemos es perfecto, siempre queda sitio para mejorar.
Eliminar