Escena de Ikiru |
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Ikiru (Vivir) es una gran película de Akira Kurosawa, uno de los dos mejores cineastas japoneses de mediados del siglo XX (el otro es Yasihiro Ozu). Quizá no sea tan conocida como Los siete samuráis o Dersu Uzala, pero tiene muchos seguidores y su argumento se presta a algunas consideraciones curiosas.
Ikiru (Vivir) es una gran película de Akira Kurosawa, uno de los dos mejores cineastas japoneses de mediados del siglo XX (el otro es Yasihiro Ozu). Quizá no sea tan conocida como Los siete samuráis o Dersu Uzala, pero tiene muchos seguidores y su argumento se presta a algunas consideraciones curiosas.
El protagonista, Kanji Watanabe, lleva 30 años
integrado en la burocracia del Ayuntamiento de Tokyo. Como dice el narrador al
principio de la película, en esos 30 años no ha vivido. O en palabras de su
joven empleada, Toyo, se ha comportado como una momia. Ahora, sin embargo,
descubre que padece de cáncer de estómago y que le queda menos de un año de
vida. Como mencioné en
otro artículo de este blog, hacia 1952, año en que se estrenó la película,
un diagnóstico de cáncer equivalía a una sentencia de muerte. Es entonces
cuando Watanabe descubre el valor de la vida y empieza a vivir. ¿Cómo lo hace?
Después de intentar ahogar su pena buscando placeres, sin conseguirlo, decide
empezar una cruzada y pone todo su empeño en que el Ayuntamiento donde trabaja acometa
el saneamiento de unos terrenos y la construcción de un parque infantil. Aunque
le cuesta un gran esfuerzo, porque la burocracia se resiste con uñas y dientes,
al fin lo consigue. Los últimos cincuenta minutos de la película están
dedicados al funeral de Watanabe, con varios flashbacks que muestran su lucha contra la burocracia.
Cuando la vi por primera vez, me sorprendió su
semejanza con un cuento popular clásico de la literatura japonesa, El
ogro de Rashomon. En este cuento, la puerta de Rashomon de Kyoto está
infestada por la presencia de un ogro, que de noche ataca a los viandantes. Un
caballero llamado Watanabe decide librar a Kyoto del monstruo, va de noche a la
puerta de Rashomon y le acomete. Después de una larga lucha, consigue
expulsarle para siempre.
Se observará que el nombre del protagonista de
ambas historias es el mismo. El monstruo al que consigue vencer el héroe se
parece también a la burocracia, el ogro que oprime a los ciudadanos con su vuelva usted mañana, o desviándolo a tal otro departamento. Pero ¿era esta la
intención de Kurosawa, director y co-guionista de Vivir? ¿Conocía el
cineasta la leyenda del ogro de Rashomon?
Cartel de Rashomon |
Es seguro que sí. Otra de sus películas es Rashomon,
que se estrenó dos años antes que Vivir y se enmarca en la puerta de
Rashomon, que le da título. El guión de esta película, en el que también
participó Kurosawa, se basa en dos cuentos, Rashomon y En el
bosque, de Ryanosuke Akutagawa, escritor japonés de principios del
siglo XX. En cierto momento de la película, uno de los personajes dice: En
esta puerta hubo hace mucho tiempo un ogro muy malo que huyó de un hombre.
Me parece, por lo tanto, que mi deducción de
la relación entre Vivir y el cuento popular japonés es plausible, aunque no he
visto referencias a ella en ninguna parte. ¿Conocen alguna los lectores? ¿Creen
que los indicios que aporto son suficientes para pensar que esa relación podría
ser un hecho histórico? Akira Kurosawa, que es el único que podría confirmarlo
o negarlo decisivamente, ya no puede hacerlo.
De paso, quisiera señalar la diferencia (muy
clara en este ejemplo) que existe entre los métodos de trabajo de las ciencias experimentales
y los de la historia. Mientras las matemáticas se apoyan esencialmente en un
método de razonamiento completamente seguro (la deducción) y las ciencias experimentales utilizan uno
menos seguro, pero muy fiable (la inducción), la historia y otras ciencias
humanas se apoyan principalmente en el menos seguro de todos, la abducción, que
consiste en sacar conclusiones de las semejanzas entre dos situaciones (como
acabo de hacer aquí) y de los documentos disponibles que puedan corroborarlas.
Es evidente que los hechos históricos no son repetibles ni se pueden someter a
la experimentación, pero sólo con métodos abductivos se puede alcanzar un grado
de convicción casi tan alto como en otras ciencias. ¿A alguien se le ocurriría,
por ejemplo, poner en duda el asesinato de Julio César?
Manuel
Alfonseca
Un interesante artículo, tendré que ver dicha peli.
ResponderEliminarTengo la película de "Los siete samuráis", creo que veré la que recomienda a ver que tal está.
Respondiendo la pregunta, nadie duda del asesinato del César, ni las campañas de Alejandro ni de la existencia de Sócrates, pero no vaya a ser Jesucristo del que se habla porque...
Creo que el negacionismo de la existencia de Jesús se puede deber a diversos factores.
Eliminar1.-Desconocimiento de la persona que lo afirma
2.-Dejarse influenciar por lo que otras personas del populacho dicen
3.-Influencia de blogs ateos o de sociedades escépticas de internet que creen que acabando con él colapsará el cristianismo y usan fuentes de dudosa procedencia (sin conocer las posturas a favor)
4.-Influencia de escritores como Pepe Rodríguez, Rius, Erhman, Dawkins, Deschner, Hitchens...
5.-Hablan por hablar
6.-Creencia de que es una copia de otros personajes históricos/mitológicos
Ups, confundía Erhman con otra persona
EliminarLa existencia histórica de Jesucristo la pusieron en duda a finales del siglo XIX, pero desde hace al menos tres cuartos de siglo ningún historiador serio lo hace:
Eliminarhttps://es.wikipedia.org/wiki/Historicidad_de_Jes%C3%BAs
Cierto, pero se ha vuelto un hoax muy popular (especialmente dentro del new atheism). La blasfemia no es un argumento, pero resulta divertido y atrayente para algunos.
EliminarYa se sabe (como se dice que dijo Goebbels) que una mentira repetida muchas veces se convierte en verdad. Los seres humanos somos fáciles de engañar (Evan Ackerman, 2014, comentando la prueba de Turing).
EliminarPor ejemplo, se repire una y otra vez que la religión es la fuente de toda violencia y el ateísmo es tolerante y pacífico. ¿Qué dicen los datos?
1. Que los hijos de la Ilustración (la Revolución Francesa) realizaron en un solo año (1793) aproximadamente el mismo número de ejecuciones que la Inquisición Española en 300.
2. Que el comunismo ateo ha provocado durante el siglo XX muchos millones de muertos (más de 50, sólo en Rusia, China y Camboya).
Y, sin embargo, se sigue repitiendo el mantra antirreligioso y la gente se lo cree.
Como antídoto contra la mentira es bueno estudiar historia.
Con tu permiso, Manuel, dejo enlace a la entrada de nuestro blog donde tratamos en profundidad el tema de la existencia histórica de Jesús y lo que la ciencia opina al respecto:
Eliminarhttp://frasesdedios.blogspot.com.es/2015/05/no-se-considera-cientifico-negar-la.html
Tu entrada genial, como siempre :-) Un abrazo!
Muchas gracias, Ana, está muy bien tu artículo y viene a cuento para la discusión que ha provocado éste, que por cierto, no era la intención con la que lo escribí.
EliminarUsualmente cuando uno menciona lo de los "Estados ateos" salen con cosas como estas:
Eliminarhttps://richarddawkins.net/2015/02/hitchens-does-atheism-motivate-governments-to-kill/
https://richarddawkins.net/2014/10/the-atheist-atrocities-fallacy-hitler-stalin-pol-pot/
http://www.patheos.com/blogs/wwjtd/2015/04/atheism-and-stalin/
Hay quienes creen que la cúspide de la evolución es el Estado ateo.
Suponiendo desde luego que entre ellos puedan soportarse y tolerar sus diferentes puntos de vista.
Sí, ya he visto esos argumentos. Suelen decir que los ateos nunca han matado en nombre del ateísmo. ¿Y Robespierre? No mataba en nombre de la diosa razón (otro nombre del ateísmo)? ¿Y las persecuciones religiosas en los países comunistas o en la guerra civil española? ¿No se hacían en nombre del ateísmo? ¿Entonces de qué?
EliminarDawkins dice que no se puede matar en nombre de algo que no existe (y pone por ejemplo los unicornios). A esto se puede contestar:
a) ¿Quién le ha dicho a Dawkins que no existen los unicornios? Por ejemplo, en otro planeta.
b) Matar en nombre del ateísmo no es matar en nombre de un Dios que no existe (para ellos), sino en nombre de la ideología atea, que sí existe.
Lo de los unicornios traería más problemas que soluciones, pero concuerdo con usted en lo segundo.
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