Eclipse solar de 1919 |
Un
artículo reciente de la revista Science News tiene este título: Los eclipses demuestran que una física equivocada puede dar
resultados correctos. Afirma que la
física de Ptolomeo era incorrecta, porque suponía que la Tierra estaba en el
centro del universo, y a pesar de ello constata que la ciencia griega era capaz
de predecir las fechas de los eclipses.
Según
el artículo, la física de Ptolomeo era menos correcta que la de Copérnico, que
catorce siglos después cambió la situación al proponer que no era la Tierra,
sino el Sol, el que se encuentra en el centro del universo.
El
artículo de Science News hace un análisis completamente equivocado. La física
de Ptolomeo era exactamente la misma que la de Copérnico. Copérnico no propuso
ningún cambio en las teorías físicas que habían regido en la astronomía clásica
desde Hiparco (siglo II a.e.C.). Lo que hizo Copérnico fue proponer que, con
un
cambio en el sistema de coordenadas, y aplicando la misma física, los cálculos
son más fáciles de realizar y se obtienen –lógicamente– los mismos resultados.
Este
error es bastante frecuente. A lo largo de esos mil seiscientos años, hubo
cambios en la física (sobre todo en la Mecánica), pero no fueron realizados por
Copérnico, sino por Jean Buridan, Nicolás Oresme y los calculatores de Merton
College, dos siglos antes de Copérnico. Sin embargo, los avances realizados en
la Mecánica no se aplicaron a la Astronomía hasta tres siglos más tarde, cuando
Newton reconoció que las mismas leyes que rigen el movimiento de objetos sobre
la superficie de la Tierra se aplican también a los movimientos de los cuerpos
celestes.
Galileo Galilei |
Antes
de eso (pero después que Copérnico) Galileo formuló el principio de la relatividad, que sostiene que el movimiento es relativo y puede
describirse igual desde distintos sistemas de referencia, dando lugar a los
mismos resultados, a pesar de que los ejes de coordenadas sean diferentes.
Veamos cómo lo expresó Galileo:
Encerraos con un amigo en la cabina principal bajo la
cubierta de un barco grande, y llevad con vosotros moscas, mariposas, y otros
pequeños animales voladores... colgad una botella que se vacíe gota a gota en
un amplio recipiente colocado por debajo de la misma... haced que el barco vaya
con la velocidad que queráis, siempre que el movimiento sea uniforme y no haya
fluctuaciones en un sentido u otro... Las gotas caerán... en el recipiente
inferior sin desviarse a la popa, aunque el barco haya avanzado mientras las
gotas están en el aire... las mariposas y las moscas seguirán su vuelo por
igual hacia cada lado, y no sucederá que se concentren en la popa, como si se cansaran
de seguir el curso del barco...
Es
cierto que, como señaló Copérnico, si consideramos un sistema de coordenadas
centrado en el sol, los cálculos de los movimientos de los planetas resultan
más sencillos. Es cierto que, si partimos de un sistema centrado en la Tierra,
como hizo Ptolomeo, son más complicados. Pero los resultados con ambos sistemas
son los mismos, siempre que no cambie la teoría física subyacente. Cosa que
ocurrió, ya en el siglo XX, cuando Einstein modificó la física de Newton y el
principio de relatividad de Galileo, sustituyéndolo por los suyos: principios de relatividad especial y general.
Una
cuestión completamente diferente es si existe un sistema de coordenadas mejor
que otro para explicar la realidad. Ptolomeo creía que ese sistema
debía estar asociado a la Tierra, puesto que nuestro planeta estaba en realidad,
según él, en el centro del universo. Copérnico no llegó a afirmar que el Sol
estuviese realmente en el centro, aunque muchos de sus discípulos (entre ellos
Galileo) sí lo afirmaron. Al final, resultó que ni uno ni otro tenían razón,
pues como señaló Einstein, no debería haber ningún sistema de referencia
privilegiado. Lo cual, a su vez, hoy día está en entredicho, pues sí se ha
podido detectar un sistema de referencia cósmico ligado a la expansión del
universo y a la radiación cósmica de fondo, el objeto más antiguo que podemos
detectar directamente.
Es
sorprendente y decepcionante que los redactores de revistas de alta divulgación
científica como Science News caigan en semejantes errores de concepto.
Manuel Alfonseca
Publicado el 17 de octubre de 2017 en El Debate de Hoy
Sí señor !!!
ResponderEliminarAsí se habla !
Otro gallo nos cantara, si se estudiaran las cosas con profundidad.
¡Muchas gracias por esta excelente información!
ResponderEliminarEs el problema de estos tiempos, que tienden a tirar de tópicos, y de sensacionalismo, para seguir vendiendo periódicos. Recuerdo, que C.S. Lewis hablaba muy bien del Almagesto (la traducción al árabe de la obra de Ptolomeo), como bien ha demostrado el Señor Alfonseca en su artículo. Si hay avances en la ciencia no serán mañana, sino que dependerán de los esfuerzos de cada día.
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