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jueves, 7 de noviembre de 2024

Éxitos y fracasos de la conservación biológica y ambiental

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Usualmente, cuando los medios hablan de la conservación ambiental y de las especies en peligro, las noticias que dan suelen ser casi siempre negativas: todo va muy mal; cada vez hay más especies en riesgo de extinción; las actividades humanas corrompen el medio ambiente; nuestro planeta está en peligro de convertirse en un erial incompatible con la vida… En realidad, al decir la frase resaltada, estamos utilizando el tropo llamado sinécdoque, en la versión que consiste en nombrar el todo por la parte, pues no es el planeta el que está en peligro, sino nosotros, los seres humanos, junto con otros muchos seres vivos.

Acabo de leer un libro publicado en 2012, escrito por Andrew Balmford y titulado Wild hope: on the front lines of conservation success, que intenta poner énfasis en todo lo contrario: no todas las noticias son negativas; últimamente se están produciendo algunos éxitos en la conservación de especies animales en peligro de extinción, o de entornos amenazados por la voracidad humana. El análisis que realiza de estos casos señala deficiencias en los procesos de conservación ambiental dirigidos por los políticos, que a veces consiguen exactamente lo contrario de lo que se proponían, como indiqué en este blog en un artículo publicado hace casi seis años, titulado La ignorancia ecológica de los ecologistas.

jueves, 2 de junio de 2016

El antropomorfismo de los animalistas

Bandera de los animales en
Animal Farm, de George Orwell
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Hace un año publiqué un artículo en el que demostraba con múltiples argumentos que el hombre no es un animal más, a pesar de los intentos de los materialistas por rebajarlo a ese nivel. En cambio, muchos animalistas parecen hacer exactamente lo contrario: sin darse cuenta, elevan a los animales al nivel humano. Lo hacen incluso con los insectos, como cuando hablan del horror que sufre una oruga al ser devorada por la larva de un himenóptero, aunque reservan especialmente su compasión para los animales superiores: las aves y los mamíferos.
En su campaña contra los espectáculos con animales en los circos, los animalistas utilizan el siguiente lema:
El circo es una cárcel
Suelen decir lo mismo de los parques zoológicos, a pesar de que los más modernos no tienen nada que ver con los que había a principios del siglo XX, las así llamadas casas de fieras.