En otro
artículo de este blog, clasificado en el mismo hilo que este, he hablado
sobre las cuatro teorías con las que la filosofía ha intentado resolver el
problema de la mente humana: ¿Qué es la inteligencia? ¿Qué es la consciencia?
¿Qué es la libertad? ¿Somos libres, o estamos determinados y sólo somos máquinas
de carne?
A finales del año pasado, Javier Pérez Castells publicó un libro en el
que aborda algunas de estas cuestiones desde el punto de vista científico y
filosófico. Su título es el mismo que el de este artículo. En particular, el
capítulo 8 del libro describe algunos de los modelos con los que varios científicos
y filósofos han intentado explicar cómo tomamos decisiones más complejas que las
que estudian los experimentos de Libet, Fried y Haynes, que no van mucho más
allá de apretar un botón o levantar una mano. Esos modelos se llaman de dos etapas,
porque intentan explicar nuestras decisiones suponiendo que se realizan en dos
fases: la primera más o menos aleatoria, en la que el cerebro genera las
alternativas de que disponemos, seguida por otra en la que realmente tomamos una
decisión, después de sopesarlas.