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jueves, 2 de marzo de 2023

La manipulación del lenguaje científico

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Hay varias formas de manipular el lenguaje científico:

  • Si se intenta aprovechar el prestigio de la ciencia, donde no viene a cuento aplicarlo, para obtener beneficios de algún tipo. Por ejemplo: cuando se anuncia un producto o un plan como resultado de un estudio científico que en realidad no ha tenido lugar. A lo largo del tiempo, este efecto suele concretarse en el uso incorrecto de los términos científicos más avanzados del momento. A finales del siglo XIX, muchos productos llevaban adjetivos relacionados con el telégrafo o la radiodifusión; a principios del siglo XX, se usaron mucho el elemento radio y la radioactividad, antes de que se descubrieran sus efectos nocivos; a mediados del siglo XX estaba de moda la palabra atómico; a finales del siglo XX, los términos computerizado, electrónico y biotecnológico; y a principios del siglo XXI los términos más utilizados han pasado a ser ecológico, sostenible y respetuoso con el medio ambiente. El valor científico de todos estos calificativos es prácticamente nulo.

jueves, 4 de noviembre de 2021

¿Inteligencia artificial o algoritmos informáticos?

John MacCarthy
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Hablar de inteligencia artificial está de moda. Cada vez es más frecuente la aparición de este término en los medios de comunicación. Se suele usar cuando se quiere hablar de una aplicación informática que se comporta de un modo que a algunos les parece inteligente. Pero ¿realmente lo es? ¿O estamos asistiendo a un desplazamiento de sentido, a la aplicación de un término con más gancho a algo que realmente no es nuevo?

El término inteligencia artificial lo inventó John MacCarthy en 1956, con ocasión de un seminario que tuvo lugar en el Dartmouth College de Hanover, U.S.A. Por entonces se hicieron predicciones exageradas de los avances inminentes que se podían esperar en este campo, algunos de los cuales aún no se han cumplido de forma totalmente satisfactoria después de 65 años. Ahora las predicciones son mucho más ambiciosas, pero es muy probable que ninguna se cumpla a corto plazo, y que algunas no lleguen a cumplirse nunca.

jueves, 10 de diciembre de 2020

Errores egregios en la investigación científica

Venus, fotografiado 
por la sonda Mariner 10
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Los errores no son algo nuevo en la investigación científica. Los ha habido desde que el hombre hace ciencia (es decir, desde que el hombre es hombre). A menudo la ciencia avanza siguiendo el método de prueba y error, lo que quiere decir que se intenta algo, se constata que es equivocado, y se intenta otra cosa. Desde ese punto de vista, cometer errores y constatar que lo son es uno de los procedimientos del método científico y nadie debe ser criticado por utilizarlo.

Lo que pasa es que últimamente ha cambiado la forma de hacer públicos los resultados de una observación o de un experimento. Antes se escribía un artículo bien fundamentado, que se sometía a la crítica de cierto número de científicos del ramo, y se publicaba en una revista, lo que servía para difundirlos. Ahora se sigue haciendo esto, pero a menudo se recurre a los medios de comunicación de masas, antes o después de la publicación del artículo, para difundir el "descubrimiento" mucho más deprisa y a mucha más gente. Teniendo en cuenta que el conocimiento de la ciencia en los medios de comunicación de masas suele ser ridículamente pequeño, las noticias suelen salir acompañadas por titulares (y a veces textos) engañosos, como he denunciado más de una vez en artículos anteriores de este blog.

Desde que la divulgación de los descubrimientos científicos se hace así, el público en general suele enterarse del supuesto "descubrimiento", pero no de su refutación, porque esta no es noticia y los medios no suelen publicarla. Por ello los supuestos "descubrimientos" quedan grabados en la mentalidad popular, y es muy difícil erradicarlos.

Veamos algunos ejemplos de errores egregios cometidos en la investigación científica:

  • El descubrimiento de la poliagua: a finales de los sesenta, algunos químicos soviéticos afirmaron haber descubierto una nueva forma de agua líquida polimerizada, que surgiría espontáneamente al hacer pasar el agua normal por tubos capilares muy estrechos. Por aquel entonces, los medios no lo difundieron mucho. Por ejemplo, La Vanguardia sólo publicó un artículo el 21 de octubre de 1969, donde decía esto:

La sorpresa la ha dado ahora el agua porque parece que existe también una poliagua. Que un líquido tan sencillo, que nos es tan familiar y que ha sido tan estudiado, puede darnos todavía sorpresas parecerá a algunos muy raro.

Otra noticia, publicada el 26 de marzo de 1972, es una reseña de una conferencia pronunciada por Luis Miravitlles, en la que introdujo algunas sospechas sobre la existencia de la poliagua con estas palabras:

A pesar de los numerosos resultados obtenidos hasta hoy... es aún imposible decidir si la poliagua es un verdadero polímero o un artefacto producido por las condiciones de preparación.

La segunda alternativa resultó ser la verdadera. Experimentos realizados en todo el mundo demostraron que las propiedades de la poliagua eran consecuencia de la presencia de impurezas en el agua ordinaria. Pero La Vanguardia no volvió a publicar otro artículo sobre el tema, por lo que la refutación final no recibió la misma difusión que la noticia original.

  • El descubrimiento de la fusión fría: 20 años después de la poliagua, este nuevo "descubrimiento" recibió mucha más atención por los medios. En la Hemeroteca de La Vanguardia, por ejemplo, aparecen decenas de noticias relacionadas con él, la primera de la cuales se publicó el 13 de abril de 1989. Esto se debió a que, por primera vez en la historia de la ciencia, un "descubrimiento" científico se difundía mediante una conferencia de prensa, antes de publicarlo en ninguna revista. Y como, desde el principio, la mayor parte de los físicos consideraron imposible el "descubrimiento", los medios se hicieron eco, y apenas un año después ya lo daban casi todos por erróneo.

Molécula de Talidomida.
Un error científico
con consecuencias fatales

Veamos algunos casos más recientes, que no hace tanto obtuvieron grandes titulares y luego se esfumaron:

  • Una bacteria que utiliza arsénico en vez de fósforo en su ADN: Anunciado a bombo y platillo por la NASA en diciembre de 2010, este "descubrimiento" fue retirado del acervo científico menos de dos años después.
  • Neutrinos más rápidos que la luz. La noticia saltó en 2011, pero fue desmentida en breve por los mismos investigadores, que descubrieron un cable suelto que había roto el sincronismo entre el punto de partida y el de llegada de los neutrinos.
  • Ondas gravitacionales en la radiación cósmica de fondo. Anunciado en 2014, se suponía que el "descubrimiento" de esas ondas confirmaba la teoría inflacionaria del universo primitivo (algunos dijeron incorrectamente que confirmaba la existencia del multiverso). En menos de un mes se comprobó que el efecto detectado había sido producido por el polvo de nuestra galaxia. Sigue sin observarse en la radiación de fondo.
  • Presencia de fosfano en la atmósfera de Venus, noticia del 2020, que podría considerarse como un indicio de la posible existencia de vida microscópica. Análisis posteriores no han confirmado la presencia del fosfano.

Hilo Temático sobre Ciencia en General: Anterior Siguiente

Manuel Alfonseca

jueves, 5 de octubre de 2017

Problemas científicos en el Planeta de los Simios


En 1963, el escritor francés Pierre Boulle publicó una novela famosa de ciencia-ficción con el título El Planeta de los Simios, que en 1968 fue adaptada al cine por primera vez, con Charlton Heston en el papel del protagonista y guión de Michael Wilson y Rod Serling, famoso por la serie de televisión Dimensión Desconocida. Una década antes, Boulle había publicado otro best-seller, también adaptado con éxito al cine: El Puente sobre el Río Kwai.
La novela de Boulle cuenta la historia de tres astronautas que emprenden un viaje de dos años (medidos en tiempo propio relativista) hasta un planeta que gira alrededor de Betelgeuse (la estrella alfa de la constelación de Orión) y encuentran allí una civilización extraterrestre a un nivel parecido al nuestro a mediados del siglo XX, en la que los seres inteligentes son tres especies de simios (idénticos a los gorilas, chimpancés y orangutanes terrestres) mientras los seres humanos (también idénticos a nosotros) son animales desprovistos de razón. Como es lógico, el terrestre superviviente se enfrenta a grandes dificultades para convencer a los simios de que él es un ser inteligente.

jueves, 16 de junio de 2016

El error científico de Cube

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Cube es una película de horror dirigida por Vincenzo Natali y estrenada en 1997. La película se inspira en uno de los episodios de la famosa serie de televisión de los años sesenta, The twilight zone, título traducido al español como La dimensión desconocida o En los límites de la realidad. El episodio en cuestión, emitido el 15 de diciembre de 1961, se titulaba Cinco personajes en busca de una salida, título que a su vez se inspira en el de la obra de teatro Seis personajes en busca de autor, de Pirandello. Este es el resumen del argumento de Cube:
Seis personajes se encuentran sin saber cómo en un lugar desconocido, formado por espacios cúbicos conectados entre sí. A medida que los exploran descubren que hay 17576 de esos espacios, que en conjunto forman un cubo más grande de 26 cubos pequeños de lado, que cada espacio está numerado con tres números de tres cifras, y que algunos de los cubos (aquellos en que uno al menos de sus números es primo, o la potencia de un primo) contienen trampas mortales, mientras que los cubos señalados sólo por números compuestos (producto de primos diferentes) son seguros. Antes de ser trasladados al cubo (no sabemos cómo) los seis personajes se dedicaban a actividades diferentes: un policía, un delincuente especializado en escapatorias, una médico, una estudiante de matemáticas, un genio autista y el arquitecto del cubo. El autista tiene la capacidad genial de descomponer números en sus factores primos, con lo que les ayuda a pasar sólo por celdas seguras, ya que, como dice la estudiante, descomponer un número en sus factores primos es muy difícil. Al final, sólo el autista consigue salir vivo del cubo.

Algunas veces, en mis clases, planteaba a mis alumnos el siguiente problema:
¿Cuál es el error científico de Cube?

jueves, 9 de junio de 2016

El error científico de Matrix

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Empecemos por un resumen del argumento de la famosa película de ciencia-ficción Matrix, dirigida en 1999 por los hermanos Wachowsky y origen de una trilogía:
Durante el siglo XXI, como consecuencia de una guerra total entre los seres humanos y las máquinas con inteligencia artificial, los humanos son vencidos. A consecuencia de la guerra, la Tierra es presa de un invierno nuclear y la luz del sol no puede llegar a su superficie. Para encontrar una fuente de energía alternativa, que necesitan para asegurar su funcionamiento, las máquinas recogen a los seres humanos supervivientes y los mantienen en estado de animación suspendida para extraer energía de sus cuerpos, distrayendo sus mentes con un programa de realidad virtual (Matrix) que les hace vivir en un mundo parecido al de 1999. Algunos seres humanos escapan de ese destino y llevan a cabo una guerra de guerrillas contra las máquinas, utilizando los algoritmos de Matrix para obtener superpoderes en el mundo de la realidad virtual. Uno de los humanos libres (el protagonista, un hacker excepcional representado por el actor Keanu Reeves) consigue manipular el programa de Matrix, y al final de la película es saludado como el elegido, que ha sido enviado para salvar a la humanidad de la esclavitud a la que le han reducido las máquinas.
Durante los últimos cursos en que di clase, solía plantear a mis alumnos el siguiente problema:
¿Cuál es el error científico más importante de Matrix?