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jueves, 7 de marzo de 2019

La abducción y el argumento del no milagro



El gato de Cheshire,
famoso gato invisible
En un artículo anterior de este blog expliqué con un ejemplo el modo de razonamiento basado en la abducción que, aunque no tiene tanta fuerza como la deducción y la inducción, permite alcanzar altos grados de confianza en campos como la historia, la crítica del arte y otros, menos científicos que las matemáticas o las ciencias naturales.
En otro artículo publicado en marzo de 2016 describí la falacia del gato invisible, que consiste en confundir una condición suficiente para que ocurra algo, con una condición necesaria, pero no suficiente. Esta situación se presenta cuando existen varias causas posibles que pueden haber dado lugar al mismo fenómeno.
En algunos casos, si aplicamos la abducción a una situación donde podría darse la falacia del gato invisible, sí se puede llegar a alguna conclusión. Pensemos en el caso que propuse para describir dicha falacia:

jueves, 1 de septiembre de 2016

La falacia de la vida en Marte

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Imagen en mosaico de Marte tomada desde el orbitador Viking 1
En un artículo anterior hablé sobre la falacia del gato invisible, cuya causa era la confusión entre una condición suficiente y una condición necesaria, tal como indica la tabla siguiente:

Deducción correcta:
condición necesaria
Deducción falaz:
condición suficiente
B es cierta sólo si A es cierta.
B es cierta.
Luego A es cierta.
B es cierta si A es cierta.
B es cierta.
Luego A es cierta.

Pues bien, hay otra falacia muy parecida, que también consiste en confundir condición necesaria y suficiente, pero al revés. En este caso, los silogismos correcto e incorrecto son los que indica esta otra tabla:

Deducción correcta:
condición suficiente
Deducción falaz:
condición necesaria
B es cierta si A es cierta.
A es cierta.
Luego B es cierta.
B es cierta sólo si A es cierta.
A es cierta.
Luego B es cierta.

Veamos un ejemplo de esta falacia, aplicable a la existencia de vida en Marte:
El agua es necesaria para la existencia de la vida.
En Marte hay agua.
Luego en Marte hay vida.

jueves, 31 de marzo de 2016

La falacia del gato invisible

Isaac Newton
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En el capítulo 1 de su libro Astrología, ¿ciencia o creencia?, publicado en 1992, Manuel Toharia escribe lo siguiente:
Por muy sabio que sea para ciertas materias, siempre existe algún elemento que contradice el mito del genio perfecto. Porque, por ejemplo, también es sabido que Newton era hombre colérico, terriblemente antipático y probablemente homosexual reprimido. Para que no haya malentendidos conviene añadir inmediatamente que lo que nos parece mal en esta supuesta homosexualidad del sabio inglés es la represión que tuvo que hacer de ella lo que le convirtió sin duda en una persona amargada y, sin duda, con dosis mínimas de autoestima.
¿Probablemente homosexual reprimido? Y eso ¿cómo podemos saberlo, si es verdad que Newton lo reprimió? ¿O es que Toharia (o quien fuese su fuente original) dispone de información privilegiada, o quizá ha llegado a esa conclusión porque sabe que Newton sufrió al menos dos crisis psíquicas durante su vida, y considera que la causa tuvo que ser su homosexualidad reprimida? (Observen la repetición del calificativo sin duda). Si es así, su razonamiento sería un ejemplo de manual de la falacia del gato invisible: