jueves, 25 de junio de 2015

¿Es el hombre un animal más?

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Theodosius Dobzhansky
Es frecuente entre los biólogos modernos afirmar que el hombre no tiene nada de especial, que es una especie más entre todas las que existen. Así, por ejemplo, Colin Tudge escribe esto:
Filogenéticamente somos una avanzada, un pequeño producto de la vida, al igual que la Tierra es un cero a la izquierda cosmológico que ninguna otra forma de vida inteligente en el Universo se molestaría en poner en sus mapas celestes. (The variety of life, Oxford University Press, 2000).
Todo esto no es más que la aplicación indiscriminada de un dogma seudocientífico que pocos biólogos se atreven hoy a discutir, y que suele expresarse de alguna de estas formas equivalentes:
  • Todas las especies de seres vivos son equivalentes, ninguna es superior a las demás.
  • No existen criterios que permitan comparar la importancia de las especies.
  • El hombre no es superior a los chimpancés, las hormigas, las bacterias…
  • La evolución no tiene dirección.

jueves, 18 de junio de 2015

Evolución y progreso

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Friedrich Nietzsche
A finales del siglo XIX, muchos de los biólogos y pensadores ateos o agnósticos se apoyaron en las teorías de Darwin para construir unas escuelas filosóficas que combinaban la recién descubierta evolución con la idea dieciochesca del progreso para afirmar que la historia de la vida y del hombre en la Tierra mostraba las huellas de un claro progreso indefinido, y para predecir que dicho progreso continuaría indefinidamente hacia el futuro.
Entre los biólogos que se apuntaron a estas teorías destacaron T.H. Huxley y Ernest Haeckel. Los filósofos fueron muchos y cada uno dio lugar a una escuela propia, a menudo incompatible con las de los demás: Karl Marx (marxismo), Herbert Spencer (darwinismo social), Auguste Comte (positivismo) y Friedrich Nietzsche (nihilismo) fueron los más influyentes. En sus previsiones sobre el futuro de la evolución, el citado en último lugar fue el más exaltado, prediciendo que el hombre sería pronto sucedido y suplantado por una especie superior, el superhombre.

jueves, 11 de junio de 2015

60 años después: predicciones científicas de George Thomson

George Paget Thomson
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En otro artículo en este blog expresé desconfianza hacia las predicciones realizadas por científicos y divulgadores sobre el futuro de la ciencia y la tecnología. La mayor parte de ellas no se cumplen. A veces pecan de excesivo optimismo, otras de demasiado pesimismo.
Sin embargo, algunas veces se acierta, aunque sólo sea en parte. En 1955, George Paget Thomson (premio Nobel de física por el descubrimiento de la difracción de electrones) publicó un libro de predicciones tecnológicas (The foreseeable future, Cambridge University Press). Resumo las conclusiones de su primer capítulo, que se refiere al futuro de la energía:
Mientras no se consiga detener el aumento de población, lo que no es previsible hasta el año 2050, el consumo de energía seguirá aumentando. De las distintas fuentes, la hidráulica alcanzará rápidamente sus límites prácticos; el carbón y el petróleo se agotarán más pronto o más tarde; la energía solar está demasiado dispersa y su aprovechamiento es demasiado caro; la energía eólica y la de las mareas nunca llegarán a ser mayoritarias; la única alternativa es la energía nuclear: de momento, la de fisión, hasta que la de fusión llegue a ser factible.

jueves, 4 de junio de 2015

Cómo se inventó el código genético

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Como se sabe, el código genético es la representación de la secuencia de aminoácidos de las proteínas por medio de cadenas de ADN. Ahora bien: en las proteínas de los seres vivos intervienen 20 aminoácidos diferentes. Sin embargo, sólo hay cuatro nucleótidos distintos en el ADN. ¿Se pueden representar 20 aminoácidos con sólo cuatro bases?
Con codones de dos nucleótidos sólo se podrían representar 16 aminoácidos. Como son 20, dos nucleótidos no son suficientes: hacen falta tres. Y en efecto, eso es lo que ha hecho la vida, representar cada aminoácido por codones de tres nucleótidos. Lo que pasa es que con tres nucleótidos se podrían representar 64 aminoácidos diferentes y sólo hay 20 (21, teniendo en cuenta que hay codones que representan el final de la cadena). ¿Qué solución hay? Evidentemente, algunos aminoácidos deben estar representados por varios codones (esto es lo que se llama degeneración del código genético).
Los cuatro nucleótidos del ADN se componen de un esqueleto de azúcar y ácido fosfórico con el que se combina una base nitrogenada.
En el ADN hay cuatro bases diferentes:
  • Dos purinas (P): adenina (A) y guanina (G).
  • Dos pirimidinas (Q): citosina (C) y timina (T).

jueves, 28 de mayo de 2015

El principio antrópico final y el antiCristo

Pierre Teilhard de Chardin
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En su libro de divulgación científica The Anthropic Cosmological Principle, publicado en 1986, los cosmólogos John Barrow y Frank Tipler plantean tres principios antrópicos diferentes:
1.      El principio antrópico débil o WAP (este es el que formuló Brandon Carter en 1973): la simple constatación de que el hecho de que estamos aquí impone ciertas restricciones al universo, como haber durado lo suficiente para que pueda aparecer en él la vida inteligente.
2.      El principio antrópico fuerte o SAP: la afirmación de que hacer posible la aparición de vida inteligente era un requisito necesario para el universo.
3.      El principio antrópico final o FAP: La afirmación de que la vida inteligente, una vez ha aparecido en el universo, ya no puede desaparecer.

jueves, 21 de mayo de 2015

¿Estamos solos en la galaxia?

Enrico Fermi
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En su famoso libro de divulgación científica “hard”, The Anthropic Cosmological Principle, publicado en 1986, los cosmólogos John Barrow y Frank Tipler “demuestran” que estamos solos en la galaxia utilizando una variante de la paradoja de Fermi (si hay inteligencias extraterrestres en la galaxia, ¿por qué no están aquí?) que puede resumirse así:
1.     En 100 años habremos conseguido crear vida en el laboratorio. No sólo vida, también seremos capaces de construir seres humanos completos a partir de sus componentes químicos y de la información sobre su genoma, que puede guardarse en una memoria digital.
2.      En 100 años habremos conseguido construir inteligencias artificiales tan inteligentes como los seres humanos, capaces de sustituirnos en cualquier sitio y circunstancia.
3.      Nuestra tecnología espacial actual nos permite alcanzar una velocidad de 0,0003 c (donde c es la velocidad de la luz). A esa velocidad, una nave espacial tardaría unos 50.000 años en alcanzar las estrellas más próximas.

jueves, 14 de mayo de 2015

Cómo surgieron las células eucariotas

Ejemplos de eucariotas
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Con el descubrimiento de que hay dos tipos principales de células vivas (procariotas y eucariotas) se produjo una revolución en la forma de clasificar los seres vivos. Aunque (como suele ocurrir) los biólogos no se ponen de acuerdo en una clasificación única, a mí me parece muy razonable la siguiente:
  1. Imperio procariota (bacterias). ADN libre en el protoplasma.
    1. Reino eubacterias (bacterias verdaderas). Utilizan lípidos acil-estéricos.
    2. Reino arqueobacterias (arqueas). Utilizan lípidos isoprenoidal-etéricos. Incluyen las sulfobacterias, metanobacterias y halobacterias.
  2. Imperio eucariota (células con núcleo). ADN contenido en el núcleo. Tienen citoesqueleto.
    1. Reino arqueozoos (eucariotas primitivos). No tienen orgánulos.
    2. Reino protozoos (eucariotas avanzados unicelulares). Tienen orgánulos simbióticos.
    3. Reino de los hongos.
    4. Reino de  los metafitos (plantas).
    5. Reino de los metazoos (animales).

jueves, 7 de mayo de 2015

El seguimiento de las noticias científicas en la prensa generalista

Ilustración de la noticia inicial
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A veces se acusa a la prensa generalista de abrir grandes expectativas sobre los descubrimientos científicos y olvidarse del asunto en cuanto la realidad echa el freno a esas expectativas. En otros artículos he criticado esta tendencia. Por eso ahora me alegro de poder presentar un ejemplo del seguimiento impecable de una noticia científica concreta, realizado durante una década por un medio de comunicación (el diario La Vanguardia).
La noticia inicial apareció el 9 de mayo de 2005 en las páginas 29 y 30 con los siguientes titulares:
El texto se hacía eco del descubrimiento de fármacos que actúan inhibiendo la acción de un gen (EGFR), del que una mutación nociva puede dar lugar a la aparición de un proceso canceroso (la multiplicación desordenada de las células afectadas).
A lo largo de los 10 años siguientes, esta noticia recibió el siguiente seguimiento en La Vanguardia:

jueves, 30 de abril de 2015

El mundo de v>c

Albert Einstein
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En 1967, el físico Gerald Feinberg dio el nombre de taquiones (del griego tacus, rápido) a unas partículas hipotéticas cuya posible existencia había sido propuesta cinco años antes por otros investigadores. Los taquiones tendrían una propiedad única: se moverían siempre a velocidades mayores que la de la luz. Su comportamiento matemático no transgrediría las limitaciones de la teoría especial de la relatividad de Einstein, que prohíbe que los cuerpos con masa alcancen la velocidad de la luz. Desgraciadamente surgirían otros problemas.
La idea de la posible existencia de los taquiones fue abrazada con alborozo por los escritores de ciencia-ficción, para quienes parecía ofrecer la posibilidad de realizar viajes interestelares en tiempos razonables. Bastaría para ello con poner en práctica el siguiente procedimiento:

jueves, 23 de abril de 2015

Sexo y especie, dos conceptos relacionados

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Categorías taxonómicas
La especie es la categoría taxonómica básica que sirve para clasificar los seres vivos. Las demás categorías (género, familia, orden, clase y phylum) se consideran artificiales y arbitrarias. La especie, en cambio, tendemos a considerarla como algo natural, evidente, parecida a un concepto cuando los objetos que éste representa son seres vivos. Pero no vamos a entrar aquí en el famoso problema de los universales, preguntándonos si los conceptos (y las especies) existen de verdad o si son meras construcciones de la mente humana.
La definición clásica de especie es esta: conjunto de seres vivos que comparten características comunes y son capaces de reproducirse entre sí, dando lugar a descendencia fértil. Se observará que se da por supuesto que los seres vivos en cuestión utilizan la reproducción sexual, porque si no la frase reproducirse entre sí no tendría sentido. Esto nos obliga a plantearnos si el concepto de especie debería estar restringido exclusivamente a los seres vivos con este tipo de reproducción, o si puede extenderse también a los que se reproducen de otra manera, como los procariotas y algunos eucariotas. Esta pregunta puede contestarse de varias maneras: