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jueves, 24 de noviembre de 2022

Predicciones de Arthur C. Clarke hasta 2020 (y más allá)

Arthur C. Clarke
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En un artículo anterior señalé que las predicciones a corto plazo son peligrosas, porque la fecha prevista no tarda en llegar, y el “profeta” corre el riesgo de que alguien (como yo) guarde las predicciones y compruebe si realmente se cumplieron.

En este artículo voy a aplicar el mismo principio a las predicciones a largo plazo, en las que el efecto resulta aún más espectacular. Claro es que es más difícil que esas predicciones se recuerden, pero siempre hay alguien (como yo) que guarda recortes de prensa de 1963 y puede comprobar si dichas predicciones se cumplieron.

jueves, 20 de octubre de 2022

Predicciones de Ray Kurzweil para 2020

Ray Kurzweil
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Las predicciones a corto plazo son peligrosas, porque la fecha prevista no tarda en llegar, y el “profeta” corre el riesgo de que alguien (como yo) guarde las predicciones y compruebe si realmente se cumplieron.

El 13 de diciembre de 2009, el periódico New York Daily News publicó un artículo con el siguiente titular:

El máximo futurista, Ray Kurzweil, predice cómo cambiará la tecnología a la humanidad para 2020

jueves, 11 de noviembre de 2021

La increíble gente menguante

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Como mencioné en el artículo anterior, Isaac Asimov escribió la novela Viaje Alucinante (Fantastic  Voyage en inglés) basándose en el guion de la película de ciencia-ficción del mismo título; no al revés, como mucha gente cree. En la película y en la novela, un submarino y su tripulación son reducidos a tamaño microscópico e inyectados en una arteria de un ser humano en coma, para realizar desde dentro una operación en su cerebro que sería imposible desde fuera.

¿Será posible alguna vez en el futuro hacer algo así? ¿O existen límites para lo que la tecnología puede conseguir?

jueves, 19 de noviembre de 2020

Previsiones científicas para 2020

Arthur C. Clarke
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Ya se sabe que las previsiones de futuro son tanto más arriesgadas cuanto más lejos apunten. Los lectores de mi blog deben saber que me encanta guardar previsiones científicas de futuro, para poder comprobarlas cuando llegan las fechas correspondientes. A veces he llegado a esperar medio siglo para realizar esas comprobaciones, que en general suelen ser fallidas, generalmente por exceso de optimismo, aunque a veces se acierta alguna. En este artículo anterior apliqué las comprobaciones a algunas de las predicciones realizadas por divulgadores tan eximios como Arthur C. Clarke e Isaac Asimov.

Las tres predicciones que voy a analizar hoy son todas para el año 2020, y se hicieron con menos tiempo por delante: 25 años en la primera, sólo 10 años o poco más en las otras dos. Veámoslas:

jueves, 3 de enero de 2019

Seguimiento de las noticias científicas futurológicas



 En un artículo anterior mencioné que  muchas de las noticias científicas que se publican no son realmente descubrimientos nuevos, sino previsiones de futuro. En otro artículo posterior hice un estudio más completo, analizando 56 revistas de seis años diferentes y comprobando que el número de noticias científicas que podríamos llamar futurológicas parece ir creciendo a lo largo del tiempo, habiendo pasado en poco más de 20 años de una de cada tres a una de cada dos, aproximadamente.
Se me ha ocurrido que sería interesante saber qué ha pasado con esas noticias futurológicas al cabo de algún tiempo. Para cada noticia concreta pueden haber ocurrido tres cosas:
  1. Se ha confirmado la previsión de un posible descubrimiento.
  2. No se ha confirmado, pero se ha abierto un campo de investigación y la noticia en cuestión sigue siendo considerada como posible ciencia futura.
  3. O no se ha confirmado, y la noticia en cuestión ha caído en el olvido.

jueves, 27 de diciembre de 2018

Predicciones científicas de Julio Verne para 2889



Julio Verne
En un cuento de ciencia-ficción publicado en inglés en los Estados Unidos en 1889, titulado En el Siglo XXIX y subtitulado La Jornada de un Periodista Americano en 2889, Julio Verne propuso varias predicciones científicas que, según él, tardarían casi un milenio en llevarse a la práctica. Veamos algunas de las más interesantes:
·         La media de longevidad de la población humana habrá subido desde los 37 años que era en 1889, hasta los 68 que será en 2889. Según datos de la ONU, esta media de longevidad mundial se superó en el quinquenio de 2005 a 2010, es decir, casi nueve siglos antes de las previsiones de Verne, que aquí, como en otros puntos, se quedó bastante corto.
·         Los viajes terrestres y marítimos del siglo XIX habrán sido sustituidos en el XXIX por viajes aéreos, o a través de tubos neumáticos submarinos intercontinentales. En la actualidad, poco más de un siglo después del cuento de Verne, aunque los viajes aéreos han alcanzado una gran primacía, los terrestres y marítimos siguen existiendo, y para distancias inferiores a mil kilómetros hacen la competencia con éxito a los viajes aéreos. Los tubos neumáticos intercontinentales, por el contrario, siguen siendo ciencia-ficción, aunque ya hay algunos indicios en esta dirección.

jueves, 4 de enero de 2018

¿Se han cumplido las predicciones para 2017?


Drone
Al final de cada año se suelen hacer predicciones sobre lo que va a ocurrir en el año siguiente. Esto se aplica especialmente a la política y al campo tecnológico. En este blog no nos interesan las predicciones políticas, así que hablaremos un poco de las tecnológicas. ¿Se han cumplido o no las que se hicieron, para el año 2017, a finales de 2016?
Es un poco difícil dar una respuesta satisfactoria ( o no) a esta pregunta, porque los que hacen las predicciones suelen hacerlas a propósito de forma un poco ambigua, para curarse en salud y al año siguiente poder decir que acertaron. Por ejemplo:

jueves, 20 de abril de 2017

Otra predicción fallida

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Como sabéis, me encanta señalar los errores que cometen quienes hacen predicciones de futuro. Desde que era poco más que un adolescente, he ido guardando recortes de prensa y de revistas científicas en los que se hacían pronósticos más o menos razonables sobre la evolución de la ciencia y la tecnología. En algún artículo anterior he señalado que dichas predicciones rara vez se cumplen, incluso cuando las hacen personas que son a la vez científicos expertos y visionarios, autores famosos de ciencia-ficción, como Arthur C. Clarke o Isaac Asimov.
Acabo de desenterrar un artículo publicado por Alexander Kusko en la revista IEEE Spectrum en abril de 1968, con el siguiente título:
Predicción del desarrollo de los sistemas de energía entre 1968 y 2030
Y el siguiente subtítulo:
Si predecimos las tendencias en el diseño de los sistemas de energía de los próximos 60 años, estaremos mejor equipados para resolver algunos de los problemas técnicos y sociológicos a los que esa industria debe enfrentarse hoy.
Las suposiciones en que se basaron las predicciones de Kusko fueron las siguientes:
  1. La población se triplicará. ¿Qué pasó en realidad? La población mundial en 1968, según datos de la ONU, era de unos 3.500 millones de personas. La población mundial en 2015 era de 7.350 millones. De acuerdo con las previsiones de la ONU, la población mundial en 2030 ascenderá a un número comprendido entre 8.200 y 8.800 millones de personas. Muy lejos de los 10.500 millones previstos por Kusko.

jueves, 26 de enero de 2017

Futurología

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En un artículo anterior mencioné que muchas de las noticias científicas que se publican no son realmente descubrimientos nuevos, sino previsiones de futuro. Lo que hice fue analizar un número concreto de la revista Science News y comprobé que, de 18 noticias que contenía, sólo tres correspondían a descubrimientos concretos.
A sugerencia de uno de mis lectores (Manuel Cebrián), realicé un análisis más significativo revisando, no una sola revista, sino 56 en total, de seis años diferentes, para ver si el efecto se mantiene constante o va cambiando con el tiempo. Los resultados fueron estos:
Año
Nº de artículos
revisados
% artículos
futurológicos
1990
176
32
1995
162
33
2001
177
47
2006
167
40
2008
161
48
2016
111
49

jueves, 3 de noviembre de 2016

Más sobre la inmortalidad

Ray Kurzweil
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Ray Kurzweil se hace llamar futurólogo, con lo que quiere decir que sabe predecir el futuro de la tecnología. En realidad, lo que sabe es ir ajustando sus predicciones a medida que pasa el tiempo y ve que no van a cumplirse, como expliqué en un artículo sobre el efecto horizonte, donde mencionaba sus predicciones sobre la inteligencia artificial.
Últimamente, las predicciones de Kurzweil han ampliado su campo de acción hacia la medicina. Una de sus obsesiones es que estamos a punto de alcanzar la inmortalidad. Al principio lo asoció con la posibilidad de descargar nuestra consciencia en la memoria de un ordenador y seguir viviendo dentro de este después de la muerte biológica. Hace unos años predijo que esto tendría lugar antes del año 2035.
Quizá ya no confía tanto en esa predicción (el año 2035 está a la vuelta de la esquina). Ya no espera que seamos inmortales hasta poco antes del 2050, cuando él cumpliría 102 años, por lo que, a medida que retrasa el cumplimiento de sus profecías, empieza a arriesgarse a no llegar a verlo.

jueves, 26 de mayo de 2016

Decepción ante las previsiones excesivamente optimistas

Arthur C. Clarke
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El futuro es impredecible. La revolución informática que comenzó en los años 80 con el auge del ordenador personal, siguió en los 90 con la expansión mundial de Internet, y continuó en la primera década de este siglo con los teléfonos móviles inteligentes, cogió por sorpresa a casi todos los futurólogos. Hace medio siglo, todos predecían que en el futuro los ordenadores serían cada vez más grandes. En realidad, se hicieron cada vez más pequeños. En 1965, algo parecido a Internet parecía una predicción para finales del siglo XXI (véase el cuento de Arthur C. Clarke, Dial F for Frankenstein). Mirando hacia el pasado, muchos de los avances científicos del siglo XX fueron sorprendentes. ¿Por qué entonces nos empeñamos en hacer predicciones, si luego no se cumplen?
El número de marzo de 2016 de la revista Investigación y Ciencia contiene un artículo titulado Neurociencia: cómo evitar el desengaño, del catedrático de Valladolid Alfredo Marcos, en el que revisa algunas de las predicciones modernas de los investigadores sobre el cerebro humano, que considera demasiado optimistas. Si estas previsiones no se cumplen, como es de esperar, la decepción de la opinión pública y los gobiernos que patrocinan y financian estos esfuerzos científicos podría dar lugar a una ola de excesivo escepticismo. Veamos algunas de sus palabras:
Por mucho que aprendamos sobre el cerebro, no esperemos que nos brinde la curación inmediata de todos nuestros males médicos y sociales, desde el alzhéimer hasta la violencia, ni mucho menos las claves de la existencia humana.

jueves, 14 de abril de 2016

Estamos locos por predecir el futuro

E.F.Schumacher
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Veamos esta cita de E.F.Schumacher en su libro Small is Beautiful: Economics as if People Mattered (1973), traducido al español como Lo pequeño es hermoso (1979, 2011):
Nunca ha habido tantos futurólogos, planificadores, pronosticadores y constructores de modelos como los hay hoy, y el producto más intrigante del progreso tecnológico, el ordenador, parece ofrecer posibilidades incalculables. La gente habla de máquinas que van a ‘predecir el futuro’. ¿No son esas las máquinas que estábamos esperando? Todo ser humano, en todos los tiempos, ha deseado conocer el futuro.
Estas palabras son ciertas, más de cuatro décadas después de haber sido escritas. Lo que es más, hoy se aplican especialmente a la ciencia y la tecnología, dos campos de la actividad humana que a primera vista deberían estar más libres de la fantasía y con los pies pegados a la tierra.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Más sobre el fin de la ciencia

Science News, 19 enero 2008
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En un artículo anterior mencioné algunas pistas que parecerían indicar que el desarrollo científico se está decelerando. En este artículo voy a centrarme en un indicio adicional: el hecho de que la mayor parte de los nuevos descubrimientos que se realizan en casi todas las ciencias son casi siempre condicionales. Más que descubrimientos de verdad, suelen ser previsiones de posibles hallazgos que se podrían realizar en el futuro.
Para mostrar lo que me han llevado a pensar que esto puede ser verdad, voy a basarme en un número de la revista Science News, una de las más prestigiosas entre las que se dedican a la divulgación científica de alto nivel. En concreto, he tomado el número de esta revista del 19 de enero de 2008, que contiene 18 noticias. Veamos los titulares o sus primeras palabras, donde he realzado los términos que indican que los resultados de la investigación eran sólo provisionales o tentativos (a menos que les interesen los detalles, no es necesario que los lean, pueden saltar a los últimos párrafos):

jueves, 11 de junio de 2015

60 años después: predicciones científicas de George Thomson

George Paget Thomson
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En otro artículo en este blog expresé desconfianza hacia las predicciones realizadas por científicos y divulgadores sobre el futuro de la ciencia y la tecnología. La mayor parte de ellas no se cumplen. A veces pecan de excesivo optimismo, otras de demasiado pesimismo.
Sin embargo, algunas veces se acierta, aunque sólo sea en parte. En 1955, George Paget Thomson (premio Nobel de física por el descubrimiento de la difracción de electrones) publicó un libro de predicciones tecnológicas (The foreseeable future, Cambridge University Press). Resumo las conclusiones de su primer capítulo, que se refiere al futuro de la energía:
Mientras no se consiga detener el aumento de población, lo que no es previsible hasta el año 2050, el consumo de energía seguirá aumentando. De las distintas fuentes, la hidráulica alcanzará rápidamente sus límites prácticos; el carbón y el petróleo se agotarán más pronto o más tarde; la energía solar está demasiado dispersa y su aprovechamiento es demasiado caro; la energía eólica y la de las mareas nunca llegarán a ser mayoritarias; la única alternativa es la energía nuclear: de momento, la de fisión, hasta que la de fusión llegue a ser factible.

jueves, 19 de marzo de 2015

¿Está a nuestro alcance la inmortalidad?

Arthur C. Clarke
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En 1965 Arthur C. Clarke publicó un cuento corto, titulado Dial F for Frankenstein, que después se publicó en la colección The wind from the sun: stories of the space age. En ese cuento Clarke proponía el siguiente escenario:
Cuando todos los sistemas telefónicos mundiales queden conectados a través de satélites geoestacionarios, el número de componentes de dicho sistema será superior a la del cerebro humano. Como el sistema tendrá acceso a la información contenida en todos los ordenadores del mundo, que estarán conectados a la red, tendremos un sistema muy complejo provisto de una cantidad de información elevadísima. Si la consciencia surge de modo automático de un sistema como ese, dicha red de ordenadores conectados telefónicamente debería ser consciente y, al ser muy superior a cualquier cerebro humano, tomará el control de la Tierra.

jueves, 10 de julio de 2014

La predicción del futuro social y la corrección política

2001, una odisea del espacio
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Los científicos suelen equivocarse al predecir el futuro de la ciencia. Los escritores de ciencia-ficción también, especialmente cuando tratan de predecir avances técnicos. Considérese la película 2001, una odisea del espacio. Casi todos los avances que propone para ese año resultaron equivocados. Trece años después de la fecha del título, no tenemos una base en la luna, ni viajes tripulados a Júpiter, ni inteligencia artificial propiamente dicha, ni hibernación de seres humanos...

Viene a cuento recordar la tercera ley de la futúrica, formulada por Isaac Asimov, que dice que más importante que predecir acertadamente los avances científicos futuros es predecir sus consecuencias sociales. No habría sido una buena historia de ciencia-ficción la que se hubiese limitado a predecir el automóvil sin prever el problema del aparcamiento.

miércoles, 22 de enero de 2014

La predicción del futuro científico

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El hombre siempre se ha interesado por predecir el futuro. Los científicos somos seres humanos. Por ello, no es raro ver, especialmente en medios de amplia difusión, predicciones de los avances que podrían realizarse en diversos campos de investigación en los próximos años, décadas y a veces incluso siglos.
¿Tienen las predicciones científicas más probabilidades de cumplirse que las demás? Podríamos pensar que sí, ya que la ciencia es la rama más racional del conocimiento humano. Lo mejor sería aplicar el método científico a las predicciones: se aguarda hasta que pase el tiempo previsto y se comprueba si se han cumplido o no. Este tipo de estudios no suele realizarse. A todo el mundo le gusta predecir, pero pocos se molestan en comprobar si las anticipaciones han llegado a hacerse realidad.
Sin embargo, existen casos claros que todos recordamos. En 1956, el Dartmouth Summer Research Project on Artificial Intelligence (que acuñó el término Inteligencia Artificial) afirmó que en menos de diez años se dispondría de programas de ordenador capaces de ganar al campeón del mundo de ajedrez o de traducir perfectamente entre dos lenguas humanas cualesquiera. El fracaso de la predicción salta a la vista, sin más que considerar que el primer objetivo tardó en cumplirse 41 años en vez de 10, mientras el segundo aún no se ha conseguido, después de más de medio siglo.

sábado, 18 de enero de 2014

Por qué la ciencia no puede explicarlo todo

La dificultad de explicarlo todo no se debe a nuestra debilidad mental, sino a la estructura misma del universo. En los últimos siglos hemos descubierto que la trama del cosmos puede abordarse en varios niveles diferentes. Mientras no se descubre el siguiente nivel, lo que ocurre en el anterior no se puede explicar, sólo puede describirse. En consecuencia, para el último nivel que se conoce en cada momento nunca hay explicaciones, sólo puede haber descripciones.

Veamos un poco de historia: