Claude Elwood Shannon |
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Entre los argumentos
que utilizan los neurocientíficos deterministas para aducir que la libertad
humana no existe, destacan estos dos:
- Las lesiones cerebrales y las alteraciones
mentales afectan a
la mente y a la consciencia de diversas maneras, según la parte del
cerebro afectada. En el peor caso, la consciencia puede perderse por
completo. De ahí deducen que la consciencia de sí mismo es un epifenómeno que
puede proporcionar algunas ventajas evolutivas, pero que en el fondo es
una ilusión sin realidad objetiva.
- Por otra parte, es posible provocar
estados mentales de todo tipo (incluso experiencias
místicas) mediante estímulos electromagnéticos aplicados a distintas
partes del cerebro. De ahí deducen que los estados mentales sólo dependen
del estado eléctrico de nuestras neuronas y que las experiencias místicas,
cualquiera que sea su origen, son todas alucinatorias. Ya he hablado sobre
esto en otro
artículo.
Ante esta situación,
se me ha ocurrido un paralelo bastante sugerente, que me lleva a plantearme si
estos argumentos materialistas tienen realmente algún peso o están basados sobre
el vacío.
De acuerdo con la
teoría de la información de Shannon, un sistema de
comunicaciones está formado por las siguientes componentes:
Sistema de comunicaciones |
- Una fuente de información, que genera un mensaje.
- Un transmisor, que codifica el mensaje traduciéndolo a otro
equivalente que usualmente toma la forma de una señal electromagnética.
- Un canal de comunicaciones, por el que la señal es
transmitida a otro punto del espacio. Por el camino, la señal puede ser
alterada por la inclusión de ruido.
- Un receptor, que decodifica el mensaje traduciéndolo a un
formato normalmente equivalente al del mensaje de partida. Aquí es posible
realizar operaciones que minimicen los efectos del ruido y recompongan el
mensaje de partida.
- Un destinatario del mensaje, que lo recibe al final del proceso.
Aparte del ruido, en
un sistema de comunicaciones como el descrito pueden ocurrir fenómenos que
distorsionen el mensaje recibido de muy diversas maneras. Consideremos dos:
- Distintos fallos del receptor provocan
distorsiones diferentes sobre el mensaje recibido. En el peor caso, el mensaje puede
perderse por completo. En casos menos graves, puede quedar irreconocible,
en todo o en parte.
- A través del receptor, utilizando
procedimientos electromagnéticos, es posible hacer llegar al destinatario
mensajes espurios, que no proceden de ninguna fuente legítima.
Si un determinista
razonable aplicara a un sistema de comunicaciones como el descrito los mismos
razonamientos reduccionistas que utiliza para justificar su afirmación de que
la libertad no existe y la consciencia es una ilusión, llegaría a las
siguientes conclusiones:
- La fuente u origen de la información no es más
que una ilusión producida por la estructura del receptor. Lo único que existe es el receptor, y
los mensajes recibidos se generan espontáneamente o se inducen en él.
- Del hecho de que sea posible introducir
mensajes espurios en el receptor mediante manipulaciones
electromagnéticas, se sigue que todos los mensajes que recibimos son
igualmente espurios.
No he oído jamás a
ningún materialista sostener algo así. ¿A qué se debe esta diferencia de
tratamiento entre los dos sistemas considerados aquí?
Es verdad que, en el
caso de un sistema de comunicaciones, sabemos por experiencia propia que la
fuente de información y los mensajes que nos envía existen de verdad. Pero
también sabemos por experiencia propia que tenemos consciencia y algunas
personas tienen experiencias místicas sin haber recibido estimulación alguna.
¿Por qué en un caso se admite y en el otro se niega la importancia de la
experiencia? Pienso que la analogía entre estos dos casos disminuye
considerablemente la probabilidad de que la ideología reduccionista sea
verdadera.
Termino como en el
artículo anterior, con una pregunta a los divulgadores de la ideología
determinista:
¿Por qué se empeña usted en escribir libros para divulgar su
postura materialista? ¿Para convencer a otras personas? Pero si es verdad lo
que usted dice, esas personas no pueden evitar pensar como piensan, porque no
son libres. Entonces, ¿por qué perder el tiempo y dedicar tanto esfuerzo? Por otra parte, aunque alguna persona
cambiara de parecer después de leer su libro, ese cambio no se debería a los
esfuerzos de usted, sino al estado del cerebro de esa persona. Como a pesar de todo usted sigue escribiendo, sólo puedo llegar a la
conclusión de que, en el fondo, y diga lo que diga, usted cree que somos libres
y actúa en consecuencia.
Manuel Alfonseca
Si señor y compañero escritor, Alfonseca,usted lleva muy adentro de su alma, una experiencia que hace dilucidar con cierto entusiasmo su manera de pensar..FELICITACIONES.
ResponderEliminarLa manera que pienso es, tener Fe en algo que ha sido mi propia existencia...El hombre sigue elaborando sofisticadas armas que hacen dudar ,pero para destruir...Yo entrego mis humildes conocimientos en la "CIENCIA ESPÌRITUAL" el Bien es la diferensaciòn del error (Mal--).Dios os siga bendiciendo su causa.Atte, Gerson T.Ramos C.
Gracias, Gerson.
ResponderEliminarEste es el artículo número 100 en este blog. Gracias a todos por vuestro interés.
ResponderEliminarHola, Manuel. Acabo de publicar el artículo que te dije sobre B. Falkenburg y la consciencia, con un poco de retraso, porque al final decidí meter dos artículos en uno (el de Juan Arana y su último libro) y ha sido más laborioso. Te he citado y he incluido, por supuesto, enlaces a tus artículos como te prometí. Mis lectores agradecerán tus explicaciones, porque las mías, si lees mi entrada, verás que se quedan muy cortas :-)
ResponderEliminarMuchas gracias por todo y felicidades por esos 100 posts. Ojalá vengan muchos más. Un abrazo fuerte.
Gracias, Ana, por la felicitación y por citarme. Acabo de leer tu artículo, que encaja perfectamente con los míos sobre este tema. Por cierto, al elegir esa cita de Brigitte Falkenburg has vuelto a adelantarte (tangencialmente) a uno de mis próximos artículos (preveo publicarlo durante el mes que viene). Parece que tu blog y el mío han emprendido una carrera de relevos...
EliminarEstaré a la espera para leerlo y enlazarlo desde mi sitio, Manuel, :-) así mis lectores también podrán leerlo. Siempre es un placer aprender contigo. Un abrazo.
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