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Acelerador LHC del CERN |
En las últimas décadas ha proliferado en los
países de la Unión Europea y los Estados Unidos la tendencia a dar preferencia a la investigación aplicada sobre la
investigación básica. Ya sé que existen convocatorias especiales de
financiación para proyectos de investigación básica, pero habría que aclarar
qué es lo que entienden por tal los organismos encargados de asignar los
presupuestos de investigación.
Esta es la definición que da la Wikipedia de la
investigación
básica: ciencia o investigación
científica que se lleva a cabo sin
fines prácticos inmediatos, sino con el fin de incrementar el conocimiento de
los principios fundamentales de la naturaleza o
de la realidad por
sí misma.
La investigación básica por excelencia es la
Matemática pura. Otro ejemplo de investigación básica es el
esfuerzo de los sistemáticos y taxonomistas por catalogar la biodiversidad. En
un mundo amenazado, en el que muchas especies vivas están en peligro de
extinción, apenas hemos catalogado la mitad de las existentes (algunos expertos
piensan que muchas menos). Se trata de un trabajo con aplicaciones prácticas
potencialmente enormes, pero no inmediatas, pues nos exponemos a perder muchas
especies que podrían proporcionarnos sustancias útiles.
Por otra parte, el trabajo de los investigadores (de todos, no
sólo de los que se dedican a la investigación básica) se está convirtiendo en
una carrera de obstáculos.
- Para ser bien evaluados, hay que publicar lo más
posible.
- Para mantenerse al día, hay que leer cada vez más artículos, en Internet o en revistas especializadas, cuyo número también prolifera.
- Hay que dedicar un tiempo considerable (algunos lo evalúan en el 50%) a
maquillar las propuestas de proyectos de investigación, de manera que se
adapten a lo que los gestores de los fondos de investigación quieren encontrar
en ellas.
No parece muy lejano el momento en que los investigadores no podrán
hacer otra cosa que leer y escribir artículos y realizar labores
administrativas, sin que les quede tiempo para investigar. Cuando esto ocurra,
la investigación científica se detendrá. La tecnología seguirá avanzando por
inercia durante bastante tiempo: hubo avances tecnológicos importantes durante la edad Media europea.
Todo esto se complica, porque los criterios
utilizados por los gestores de los fondos de investigación cambian con la misma
frecuencia que las personas que ocupan dichos cargos. En las últimas décadas,
hemos asistido al vaivén entre favorecer los grupos de investigación grandes
(que se supone aprovechan mejor los recursos) y pequeños (que pueden estar
menos esclerotizados). Por otra parte, la crisis económica ha afectado
negativamente los presupuestos dedicados a la formación, con lo que cada vez se
hace más difícil encontrar financiación para los doctorandos. La consecuencia es
que los grupos de investigación no se remozan ni rejuvenecen, un fenómeno que tiene
mayor impacto en los campos de investigación básica sin aplicación inmediata.
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Manuel Alfonseca