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Respuesta al problema planteado en mi artículo anterior, del 4 de febrero de 2014:
Respuesta al problema planteado en mi artículo anterior, del 4 de febrero de 2014:
En el segundo escenario, lo que pasó fue esto:
A las 16:01, el Max original viajó al futuro en la segunda máquina del tiempo. Cuando llegó, encontró allí esperándole al segundo Max y la primera máquina del tiempo. Cambió de máquina y volvió al pasado, llegando a las 15:59. Después de cambiar de máquina otra vez, viajó al futuro en la máquina del tiempo original. Jamás regresó.
Solo son posibles estos dos escenarios. Cualquier otro que se intente construir sería inconsistente (podéis intentarlo y lo veréis).
Consecuencias:
Observad que la línea del tiempo para la máquina es la misma en los dos escenarios. Lo único que varía es la línea del tiempo del viajero.
- En el escenario 1, el viajero no cambia de máquina, ni en el presente, ni en el futuro.
- En el escenario 2, el viajero cambia de máquina en el presente y en el futuro.
Conclusión:
Nadie pone en duda que un ser humano es libre de tomar una decisión tan elemental como cambiar o no cambiar de silla.
Luego hay que deducir que los viajes en el tiempo (hacia el pasado) son imposibles.
Hilo El Tiempo: Anterior Siguiente
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Manuel Alfonseca
Curioso, le estuve dando alguna vuelta al problema pero no di con la solución, y no era tan difícil pero claro una vez se sabe la respuesta todo parece más sencillo.
ResponderEliminarJajajaja, sí que me pasé de enrevesado en mi solución. Impuse condiciones innecesariamente complicadas en aras de dar una respuesta consistente, pero sí, esencialmente se trataba de lo mismo (no vea lo mucho que me compliqué la existecia).
ResponderEliminarLa verdad es que es un tema escabroso este. Realmente si fuera posible implicaría que todo está "predestinado" (porque actos de versiones futuras de ti mismo condicionarían el presente... ocasionando ese futuro inevitablemente!!!) y el libre albedrío no sería más que una ilusión generada por "no saber" el futuro. Escalofriante.
Realmente me parece muy interesante su blog, señor Alfonseca. De parte de otro de sus muchos antiguos alumnos, un saludo y que sepa que tiene un nuevo suscriptor a su RSS.
Este tipo de problemas con los viajes en el tiempo siempre me han resultado un tanto artificiosos. Desde los tiempos de la paradoja del abuelo, está claro que un viajero en el tiempo no es libre, porque no puede matar a su abuelo antes de que éste concibiera a su padre (siempre que no se recurra a universos paralelos o a artificios todavía mayores).
ResponderEliminarLa clave de todas estas paradojas es considerar como verdad absoluta que una persona es siempre libre. Eso es lo que hace usted también cuando escribe "Nadie pone en duda que un ser humano es libre de tomar una decisión tan elemental como cambiar o no cambiar de silla. Luego hay que deducir que los viajes en el tiempo (hacia el pasado) son imposibles."
Es decir, usted toma como axioma el libre albedrío, cosa que yo por lo menos no tengo clara que se deba tomar como axioma. Quizás se tenga libre albedrío sólo en parte, por ejemplo siendo alguien que no viaja en el tiempo. O quizás no se tenga libre albedrío en absoluto (aunque nos guste pensar que sí).
Por otro lado, ¿por qué pone en la conclusión entre paréntesis que la imposibilidad es sólo hacia el pasado? Si hemos quedado en que "Lo que hace en el presente determina forzosamente lo que tendrá que hacer en el futuro", ¿no serían también imposibles también los viajes hacia el futuro? (De nuevo partiendo del supuesto de que siempre se puede obrar con libertad, claro).
La paradoja del abuelo surge también en los viajes hacia el futuro controlados desde el futuro. Si fuera posible coger a alguien del pasado y trasladarlo hacia el futuro, podría uno trasladarse a sí mismo (o a su abuelo) cuando todavía era niño, con lo que no podría haberlo hecho...
EliminarPero en los viajes hacia el futuro controlados desde el pasado no surgen paradojas. De hecho, todos viajamos hacia el futuro a razón de 24 horas al día. También sería posible viajar hacia el futuro poniéndose en estado de hibernación o realizando un viaje relativista. En ninguno de esos casos hay paradojas.
De la cuestión del libre albedrío y los viajes en el tiempo hay mucho que hablar. De hecho, es uno de los temas abiertos de la filosofía actual. Mi paradoja es una forma de abordar ese problema.
En los viajes hacia el futuro controlados desde el pasado no surgen paradojas, pero sí que dan al traste con el libre albedrío (me refiero a viajes "verdaderamente" hacia el futuro: en un viaje relativista como el de la paradoja de los gemelos, lo que sucede es que el marco de referencia es distinto para ambos).
ResponderEliminarTrataré de explicarme: supongamos que hay un único universo (nada de universos paralelos ni similares) y que en ese universo tanto yo como el resto de individuos tenemos libre albedrío en todo momento. Supongamos también que invento una máquina del tiempo y que mi mujer está embarazada, y que viajo hacia el futuro "de verdad", a un punto en el que mi hijo debería haber nacido ya (es decir, que me planto en ese futuro mientras mi mujer sigue embarazada, no como con el caso de los gemelos).
Bien, entonces en el universo pueden suceder dos cosas: que mi hijo nazca o que no. Pero, dado que es un universo consistente, si nace yo eso lo podré ver en el futuro.
Si yo viajo hacia el futuro y me encuentro con mi hijo, entonces elimino en ese mismo momento el libre albedrío de mi mujer embarazada (que no podrá abortar ni morir mientras esté embarazada) como de mi hijo (que no podrá morir durante su primer mes de existencia). A su vez, elimino el libre albedrío de todo aquel que pudiera decidir matarlos. Es decir, "transmito" hacia el pasado que ciertos sucesos no se pueden dar. Y además para esto no necesito volver atrás en la máquina del tiempo.
Si en cambio no nace, está claro que en el futuro no podré encontrármelo. Pero claro, podría argumentarse que no tengo una manera fehaciente de comprobar en el futuro que mi hijo no existe, así que no podría transmitir a pasado el hecho de que mi hijo no puede nacer. De todas maneras, con alguien me tengo que encontrar, y en cuanto me encuentre con alguien pasa lo que con mi hijo en el primer caso: transmito a pasado que esa persona tiene que existir, y que por tanto no puede suceder algo que impida que exista.
Discrepo de tu análisis. El caso que presentas no entra en modo alguno en conflicto con la libertad de nadie. Si saltas al futuro y tu hijo ha muerto, te encontrarás que ha muerto, y si no, te lo encontrarás vivo. El hecho de que te lo encuentres de una u otra forma solo indica que eso es lo que ha ocurrido durante tu "viaje" en el tiempo.
EliminarTu análisis es igualmente aplicable si te quedas en coma durante un año. El hecho de que al despertar descubras que tu hijo vive o no no afecta para nada a la libertad de nadie.
No es igual que el caso del coma, porque cuando yo me despierto del coma ha pasado un año tanto para mí como para el resto. Por eso digo que tiene que ser un viaje hacia el futuro de forma que cuando yo llego allí, la gente a la que dejé en el pasado todavía no lo haya hecho.
EliminarSi asumimos que esto es absurdo e imposible, y que cuando yo llegue al futuro el resto también lo ha hecho, entonces está claro que o me lo encuentro vivo o me lo encuentro muerto y no hay conflicto ninguno. Pero entonces realmente no he "viajado" en el tiempo, en el sentido de que el flujo de tiempo no se ha alterado.
Sí, por supuesto, lo que dices en el primer párrafo es absurdo e imposible y no corresponde a la idea clásica del viaje en el tiempo, sea hacia el pasado o hacia el futuro, donde, cuando el viajero llega a su objetivo, las demás personas ya están allí, y el flujo de tiempo intermedio no se ha alterado. Por eso no hay paradojas en los viajes hacia el futuro controlados desde el pasado, pero sí puede haberlas en cualquier otro caso.
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