Isaac Newton |
Como dije en el
artículo anterior, en
el Diccionario Espasa 1.000 grandes científicos
(1996) y un libro inédito he propuesto una cuantificación objetiva de la
importancia de los científicos, utilizando medidas como el número de líneas que
les dedican diversas enciclopedias. En estos estudios quedaron empatados con la
máxima puntuación seis científicos: uno griego (Aristóteles), de quien ya hemos
hablado, y cinco de Occidente (Descartes, Newton, Darwin, Freud y Einstein).
Entre estos cinco, ¿hay alguno a quien pueda considerarse como el científico
más grande de nuestra civilización?
En 1964,
Isaac Asimov realizó otro estudio (The Isaac Winners)
sobre la importancia relativa de los hombres de ciencia, que dio como resultado
una lista de los (en su opinión) 72 mejores científicos de todos los tiempos. Esta
lista es simplemente cualitativa y no establece un orden relativo entre los
nombres que aparecen en ella, a pesar de lo cual Asimov no renuncia a afirmar
que (de nuevo en su opinión) Isaac Newton, que casualmente era su tocayo, fue
el científico más grande de todos los tiempos.
Veamos
en este contexto algunos de los logros de Newton:
- Hizo avanzar la Mecánica,
cuyos orígenes modernos se remontan a la edad Media. En el siglo XIV, Jean
Buridan presentó el concepto de ímpetu, primer paso hacia la
idea de la inercia, mientras los Calculatores del
Merton College de Oxford definieron el movimiento uniforme,
el movimiento uniformemente acelerado y la velocidad
media, y enunciaron el teorema de la velocidad media, que
afirma que un cuerpo uniformemente acelerado que parte del reposo recorre
la misma distancia que un cuerpo que se mueva a una velocidad constante
igual a la mitad de la velocidad final del cuerpo acelerado. La
demostración de este teorema, que ha sido atribuida indebidamente a
Galileo, se debe en realidad a Nicolás de Oresme, obispo de Lisieux (siglo
XIV), que también fue el primero en representar gráficamente la velocidad
en función del tiempo y en afirmar que el espacio recorrido es el
área encerrada bajo la gráfica. A principios del siglo XVI, Domingo
de Soto afirmó que los cuerpos pesados caen en el vacío
con movimiento uniformemente acelerado. Galileo Galilei lo demostró
experimentalmente en 1608. Lo que hizo Newton en este campo fue formular
las tres leyes fundamentales de la dinámica, poniendo orden en
un conjunto de teoremas y descubrimientos que hasta entonces estaba
desordenado. Por eso dijo aquella frase famosa: Si
he logrado ver más lejos es porque me he alzado en hombros de gigantes. Esas tres leyes son:
- Ley de la inercia: un
objeto en reposo permanece en reposo a menos que actúe sobre él alguna
fuerza. Un objeto en movimiento permanece en movimiento en la misma
dirección y con la misma velocidad, a menos que actúe sobre él alguna
fuerza.
- Cuando una fuerza actúa
sobre una masa, el movimiento de dicha masa se acelera. La aceleración
obtenida es proporcional a la fuerza empleada.
- A toda acción le
corresponde una reacción igual en sentido opuesto.
- Revolucionó la
Física clásica y la Astronomía con la teoría de la gravitación
universal, que obtuvo resultados espectaculares al unificar
fenómenos tan aparentemente diferentes como la caída de los cuerpos y el
movimiento de los astros. También se debe a esta teoría el descubrimiento
del planeta Neptuno, cuya existencia y posición fueron predichas en el
siglo XIX por Adams y Le Verrier a partir de las anomalías detectadas en
la órbita de Urano, que se desviaba unos pocos segundos de arcos de la
posición que debería ocupar según la ley de Newton. La publicación de esta
ley provocó la aceptación generalizada de la teoría cosmológica de
Copérnico, que en realidad no fue demostrada experimentalmente hasta el
siglo XIX, cuando el astrónomo y matemático Bessel detectó la paralaje de
una estrella próxima, probando así por primera vez que la Tierra se
desplaza alrededor del sol a lo largo del año. La teoría de Newton
permaneció intacta durante más de dos siglos, hasta que Albert Einstein la
retocó en 1916 con su teoría de la relatividad general.
- Fue el padre de la Óptica
moderna al descubrir la descomposición de la luz blanca al
pasar a través de un prisma de vidrio transparente, lo que le llevó a lanzar
una teoría corpuscular de la luz que durante más de dos siglos compitió
con la teoría ondulatoria propuesta por Huygens, en vida de Newton, hasta
que en el siglo XX el problema se resolvió con la dualidad onda-partícula,
que afirma que ambas teorías son correctas, cada una en circunstancias
determinadas.
- Revolucionó las Matemáticas
al crear el cálculo diferencial (o infinitesimal) al mismo tiempo que
Leibniz, lo que provocó una gran controversia entre ambos. Hoy se piensa
que los dos llegaron independientemente al mismo resultado, aunque la
notación de Leibniz es más conveniente y ha sido universalmente aceptada.
- Por si lo anterior no fuera suficiente, también
fue un gran tecnólogo, pues construyó los primeros telescopios de
reflexión.
Gottfried Leibniz |
Menos
éxito tuvo Newton en sus estudios sobre la alquimia, que aún no había alcanzado
el rango de ciencia, para lo que tuvo que esperar hasta el siglo XVIII. También
estudió a fondo la cronología bíblica y los escritos de los Padres de la
Iglesia, y escribió artículos sobre sus estudios teológicos, algunos de los
cuales se publicaron durante su vida y otros permanecieron inéditos hasta
después de su muerte.
Newton
era un creyente convencido. En relación con su propia teoría de la gravitación
universal, dijo esto:
La gravedad explica los
movimientos de los planetas, pero no puede explicar quién puso los planetas en
movimiento..`. [Dios] gobierna todas las cosas y sabe todo lo que ocurre o lo
que puede ocurrir.
Manuel Alfonseca
Publicado el 21 de
abril de 2017 en El Debate
de Hoy
Le felicito sinceramente por la mayoría de los artículos científicos en los cuales es capaz de seguir los criterios científicos tan defendidos por usted. En cada uno de dichos artículos hay un claro (y muy agradecido) aporte al tema identificado perfectamente en su título. Sin embargo hay otro tipo de artículos, como éste en concreto, donde no encuentro tanto el aporte científico, sino una intencionalidad comunicativa de otorgar carácter científico a la creencia religiosa. Me refiero que publicar un artículo "Newton, el científico más grande de nuestra civilización", incluir un cuerpo sobre la vida y aportes científicos de Newton con contenido ampliamente documentado y conocido, y cerrar el artículo con el carácter religioso de Newton en negrita y con su frase sobre Dios. Si el artículo siguiera un carácter científico no daría total protagonismo al carácter creyente de Newton. Supongo que Newton tendría ideas muy alineadas con su época sobre temas tales como: la esclavitud, el papel de sus mujeres en su vida y en su sociedad, la justicia social, etc, que siendo el "científico más grande de nuestra civilización, también podrían ser interesantes.
ResponderEliminarUna discusión abierta y clara sobre el carácter científico de la creencia en Dios no me parece mal, y me parece muy sano, pero en el contexto de un artículo con un título que aborde clara y explícitamente esta idea y no a base cuñas comunicativas. Le remito a su artículo "Titulares y contenidos": "http://divulciencia.blogspot.com.es/2017/03/titulares-y-contenidos.html"
A mí sí me parece pertinente el último párrafo. En cuanto a los otros temas que usted cita, los dejo abiertos para que otros (usted, por ejemplo, o yo mismo en otro artículo) pueda abordarlos.
EliminarEn mi opinión es muy pertinente ese último párrafo.
ResponderEliminarEl común de los mortales tiende a creer que cuanto más avanza un científico en el conocimiento de las cosas menos creyente en Dios se va convirtiendo.
Y es falso, hay muchos científicos creyentes y muchos y muy importantes que abordaron ese asunto como parte fundamental de su trabajo y su legado, Planck por ejemplo.
Y eso no solo es importante, yo diría que es fundamental.
En base a su comentario reitero mi idea. Efectivamente el párrafo puede resultar interesante, ya que proviene de "el científico más grande de nuestra civilización" tal y como enuncia el título y que yo no discuto en absoluto. Otra cosa es que resulte pertinente, no como parte del discurso comunicativo, sino como hecho "científico" a destacar. Ya que el artículo se engloba en un contexto que intenta ser especialmente pulcro en este sentido. Como ya he dicho, aparte de su creencia religiosa y su opinión en este campo, seguro que hay otras opiniones y campos en los que también pude resultar interesante conocer la opinión de Newton, que están muy alineadas con el parecer de su época, y que hoy resultarían incomprensibles y que seguro no las destacaría como "parte fundamental de su legado". Quizá no se añaden porque, siendo elementos poco representativos desde un punto de vista científico, desdibujarían la intención del artículo.
EliminarRespecto a su alegato en favor de los científicos creyentes, estoy totalmente de acuerdo. Cuanto más científica sea una persona no tiene que significar una menor creencia en Dios. Nunca la fe ni los creyentes se verán amenazados por la ciencia o por lo científico.
No me deja de sorprender, que sigamos adorando como científico a Darwin. Muchos científicos actuales ya reconocen el trabajo de Darwin, como un "bodrio" científico. Hay quien ha analizado su Origen de las especies, párrafo a párrafo, desmontándolo. Plagios, falta de rigor, retórica, inobservancia, especulación, tergiversación... en fin, el lobbie Darwinista está bien engrasado.
ResponderEliminarEstaesla vida de newton, excelente.
ResponderEliminarSaludos