¿Azar o seudo-azar?


Gregory Chaitin
En la programación de ordenadores se utilizan desde hace tiempo, para simular el azar, ciertos algoritmos (llamados seudo-aleatorios) que generan series de números que cumplen las condiciones que exige la estadística para decidir sobre la aleatoriedad de una sucesión.
Sin embargo, esos algoritmos, por el hecho de ser algoritmos, han sido diseñados por alguien (el programador que los ideó). De hecho, no suelen ser aleatorios, en el sentido de que, si se ejecutan varias veces consecutivas, dan siempre los mismos resultados.
Tenemos un caso semejante con las cifras del número p. Se conocen diez billones de cifras de p, y el número de cifras conocidas crece constantemente. Hasta ahora, las cifras de p han cumplido todas las pruebas estadísticas de aleatoriedad. Sin embargo, es evidente que no pueden ser realmente aleatorias, sino que están diseñadas. Existen algoritmos bastante sencillos que las generan una tras otra, en el orden correcto.
Volvamos al experimento mental del artículo anterior de este blog. Si llegaran a surgir seres inteligentes en un experimento de vida artificial,
¿Serían esos seres capaces de distinguir entre el azar y el diseño como origen de su propia existencia?

Con otras palabras:
¿Serían capaces de distinguir entre el verdadero azar y el seudo-azar en los procesos evolutivos que han llevado a su aparición?
¿Serían capaces de averiguar que lo que pasa por azar en su evolución es realmente un algoritmo diseñado por alguien?
Mapa de bits seudo-aleatorios
En 1975 el matemático Gregory Chaitin demostró un teorema de incompletitud del mismo tipo que los teoremas de Gödel y de Turing, que demostraron que bajo ciertas circunstancias los sistemas axiomáticos que montamos para entender el funcionamiento de las matemáticas, si son consistentes (o sea, si no incluyen contradicciones) tienen que ser incompletos. Con otras palabras: partiendo de esos axiomas, hay cosas que no se pueden demostrar. El teorema de Chaitin dice, en esencia, lo siguiente:
La aleatoriedad de los números enteros es indecidible. Aunque la aleatoriedad se puede definir con precisión e incluso se puede medir, en general no se puede demostrar que un conjunto de números sea aleatorio. Esto establece un nuevo límite a lo que es posible en matemáticas. (Randomness and Mathematical Proof, Scientific American 232, No. 5, mayo 1975, pp. 47-52).
El teorema de Chaitin tiene consecuencias inesperadas. Por ejemplo, obliga a contestar negativamente a la pregunta que nos hemos hecho de varias maneras al principio de este artículo:
Nuestro hipotéticos seres inteligentes no podrían distinguir entre el azar y el seudo-azar (o sea, el diseño a través de un algoritmo) en su propia evolución.
En el año 2011, Fernando Sols señaló que el teorema de Chaitin demuestra que también es imposible distinguir entre el azar y el diseño en la evolución de la vida. (Heisenberg, Gödel y la cuestión de la finalidad en la ciencia, Simposio Internacional Ciencia y Religión en el sigloXXI: ¿diálogo o confrontación? Fundación Ramón Areces, noviembre 2011).
Volvamos a las tres opciones del artículo anterior:
  1. La teoría científica de la evolución, que está fuertemente contrastada con datos de otras ciencias, como la embriología, la anatomía comparada, la paleontología, la biogeografía, o la biología molecular (el análisis del ADN).
  2. La afirmación de que la evolución es consecuencia del puro azar. El teorema de Chaitin demuestra que esta afirmación no se puede demostrar por medio de la ciencia, por lo que esta afirmación no es científica, sino filosófica, aunque sus partidarios afirman –falsamente– que es científica.
  3. La afirmación de que la evolución es un ejemplo de diseño. El teorema de Chaitin demuestra que esta afirmación tampoco se puede demostrar por medio de la ciencia, por lo que tampoco es científica, sino filosófica. Cuando los partidarios del diseño inteligente sostienen que es una teoría científica, seguramente están equivocados.
En conclusión:
La ciencia no puede distinguir entre azar y seudo-azar, entre azar y diseño. Quienes sostienen una cosa o la otra están haciendo filosofía, no ciencia.
En otro sitio he intentado analizar el problema un poco más a fondo. He propuesto el nombre de evolución providencial para la teoría (filosófica) que sostiene que Dios dirige y controla la evolución del mundo y de la vida, pero por el teorema de Chaitin no es posible probarlo científicamente. Dicho de otro modo, lo que para nosotros es azar, quizá sea seudo-aleatorio para Dios.
¿Hay pruebas de esto? Hemos visto que no puede haberlas, sin salir del ámbito de la ciencia. ¿Hay indicios? Creo que los experimentos sobre vida artificial nos proporcionan uno muy fuerte.


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Manuel Alfonseca

25 comentarios:

  1. Me ha encantado
    Me recuerda lo que explicaste en Oviedo, que me pareció excelente, aunque los memos del periócico no solo no se enteraran de nada, sino que dijeron lo contrario. Por supuesto pedí la rectificación de palabra y por escrito y hasta el día de hoy.
    Con todo hay dos cosas que tenia que haber puesto como comentarios al artículo anterior y al final se me pasó. 1ª Creo, personalmente, que Darwin (y seguidores) subestiman el papael de la colaboracion entre especies en la evolución. 2ª Si yo he entendido bien a la Prof. Moratalla Darwin explica bien la diferenciación dentro de una raza, pero no el paso de una raza a otra que muy probablemente implique cambios multiples a la vez (simplificando, no solo cambios genéticos sino epigenéticos) y que si los cambios no son viables el "engendro" muere.

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    1. Respondo a tus preguntas:

      1ª Existen explicaciones teóricas de la cooperación entre individuos (la desigualdad de Hamilton). Aún así, los cambios de nivel en la evolución de la vida siguen siendo un misterio, como mencioné aquí: Problemas pendientes en la historia de la vida.

      2ª También toqué ese tema en otro artículo: La selección natural es más complicada de lo que se pensaba. De todos modos, Darwin no podía saber nada de esto, pues en su época no existían ni la genética, ni la epigenética (:-)

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  2. (I)

    Finalizada, al parecer, esta serie de artículos, indicaré mi opinión sobre cuestiones expuestas con las que no estoy en total acuerdo siendo más bien la tendencia al desacuerdo.

    1) No existe una “teoría científica de la evolución” separada del concepto de aleatoriedad, por lo que la supuesta cientificidad de tal teoría es inexistente según sus propios postulados. No cabe inventarse tal teoría, que nadie mantiene ni se encuentra expuesta por la comunidad científica, ya que esta incluye como condición inapelable e indiscutible que la variabilidad se obtiene básicamente por el azar, y por tanto es inexistente una teoría sin esta premisa; no se puede crear algo que se adapte a nuestros deseos y hacerlo pasar por aceptado en el mundo real. Por tanto si se considera que algo que se base en el azar no tiene la categoría de científico, cualquier opción basada en ello tampoco la tendrá y por tanto es inexistente la teoría “científica” de la evolución siguiendo sus razonamientos, aunque la quiera hacer pasar por existente y científica.

    2) En general, su concepto de lo que es o no científico contiene contradicciones; la ciencia plantea hipótesis, las somete a prueba y la naturaleza decide cual es la más probable o aceptable, sin certeza absoluta. Por tanto incluso sin tener en cuenta el tema azar, su “teoría científica de la evolución” no es científica, puesto que no puede ser sometida a prueba, aún en caso de ser cierta es solo un hecho histórico, sin posibilidad de someterse a prueba y no será porque no lo han intentado.

    También debería hacer predicciones susceptibles de comprobación, lo cual está totalmente descartado incluso por los más recalcitrantes defensores; de hecho ni quieren mencionar este asunto. ¿Es esto científico?

    Las teorías científicas nunca son definitivas y pueden ser tomadas como tales teorías que sean más plausibles que otras y que a la vez puedan ser sometidas a prueba y puedan predecir, al menos en determinadas circunstancias, como las mejores teorías físicas, aunque se saben no perfectas. Por tanto el que alguna no tenga confirmación total (imposibilidad esencial de la ciencia) no la excluye como científica y puede hacerla mucho más probable que otra, por lo que a falta de refutación, puede ser tomada como base científicamente siempre que reúna las características señaladas de falseamiento y predicción. Nada de ello es contenido ni por asomo por ninguna teoría evolutiva y por tanto no son científicas en modo alguno.

    //………………..

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  3. (II)

    3) Sobre el discernimiento azar/diseño, la posibilidad de vida inteligente artificial y por tanto de su ejemplo aún solo como hipótesis, etc. ya no quiero entrar puesto que esto se haría interminable.

    4) Respecto a la vida artificial estoy en total desacuerdo de que nos pueda señalar algo sobre el proceso evolutivo, la generación de la vida o ninguna otra cosa importante a este respecto, por lo que solo lo veo de alguna utilidad en mundos muy restrictivos y solo para someter a prueba el encontrar mínimos globales de alguna función o similar; el pretender que pueda demostrar algo referido al diseño es erróneo puesto que el sistema y sus algoritmos han sido diseñados previamente y lo que pretendemos demostrar o siquiera mostrar no puede entrar previamente en el sistema como presupuesto básico; es igual que pretender definir algo y que entre en la propia definición, una tautología en sí mismo.

    El pretender que pueda demostrar algo sobre la evolución azarosa es erróneo puesto que todo sistema de vida artificial conlleva funciones de elección, presupuestos y valores de base y procedimientos de manipulación y finalización determinados y por tanto totalmente teleológicos o con finalidad, todo lo contrario de lo que es la evolución admitida, neodarwinismo, teoría sintética o como se quiera llamar.

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    1. Su comentario es tan largo, que responderlo significaría escribir un nuevo artículo. Lo pongo en cola para el futuro.

      Supongo que le parecerá muy científica su afirmación "Respecto a la vida artificial estoy en total desacuerdo de que nos pueda señalar algo sobre el proceso evolutivo, la generación de la vida o ninguna otra cosa importante a este respecto". Pues bien, yo estoy en total desacuerdo con esa afirmación suya, que no es más que eso, una afirmación sin base alguna.

      También estoy en desacuerdo con esta otra afirmación suya: la evolución "debería hacer predicciones susceptibles de comprobación, lo cual está totalmente descartado incluso por los más recalcitrantes defensores". Sin entrar en detalle, la evolución ha hecho (entre otras muchas) una predicción con éxito: que el ADN de especies clasificadas como próximas (por ejemplo, dos mamíferos cualesquiera) difiere entre sí menos que la de dos especies distantes (por ejemplo, un mamífero y un insecto). Esta predicción llega a niveles mucho más detallados que lo que he dicho aquí.

      En conclusión: si usted está en desacuerdo con muchas cosas que digo yo, yo lo estoy con muchas de las que dice usted.

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    2. Claramente usted se ha molestado con mi comentario pero debemos admitir que no todo deben ser parabienes y puede que alguien exponga motivos disonantes y totalmente fundados, distintos a sus opiniones.

      Si, mis apreciaciones son totalmente científicas y más que fundadas, de hecho espero todavía cualquier apreciación en contrario; respecto a mi “opinión” sobre la vida artificial se encuentra totalmente esclarecida en mi comentario, con argumentos tanto sobre la imposibilidad de resultados en evolución como en diseño; quedo a la espera de la refutación de esos comentarios y argumentos, que no se pueden despachar obviándolos.

      En todo caso usted puede demostrar el error, como experto en ese campo de vida artificial, mostrando un resultado o diseño (aún teórico) no solo suyo, sino de cualquier investigador, que muestre resultados novedosos o que haya realizado algún descubrimiento o demostración rigurosa en cualquiera de los dos campos, tanto evolución como diseño. Por ejemplo demostrar que bajo los presupuestos reales de la teoría evolutiva se dan resultados emergentes (no previamente implícitos en la programación) cualitativamente diferentes, comprobables en la naturaleza o descripciones de esta que posteriormente se hayan encontrado.

      En el campo de la teoría del diseño todavía va a resultar más complejo, puesto que se deberá demostrar algo de lo que se parte, una autentica tautología.

      Sobre su ejemplo de “predicción” de la teoría evolutiva no tiene ningún misterio y eso mismo lo sabe un niño al que se le plantease tal cuestión; pero vamos a ver, sin prueba ninguna y sin ninguna teoría, evolutiva, creacionista ni de ningún tipo, cualquiera sabe desde siempre que el esqueleto de un chimpancé se parece más al de un hombre que al de una hormiga; pues su ejemplo es lo mismo pero poniéndose la medallita los evolucionistas, que para eso tienen todos los medios de comunicación y de presión. Por supuesto si se descubre posteriormente el ADN o cualquier otra cosa, el de un hombre siempre tendrá mayor parecido con el de un chimpancé que el de una hormiga ¿y eso es una predicción de la evolución?

      Vamos a ver, predicción es, por ejemplo: “Dado el entorno X, las condiciones Y, el sujeto o grupo Z.. (condiciones varias)…Se producirá como resultado el efecto novedoso A (no implícito o latente en el potencial del genoma del grupo), los cambios genotípicos B, los fenotípicos C, los comportamentales D, las estructuras novedosas E, las funciones F, etc. …lo que nos dará como resultado la nueva especie XX”.

      Esto es una predicción y no lo que usted sugiere, que podría haber sido hecha con la misma certeza por cualquier otro prejuicio, por ejemplo el creacionista.

      Un creacionista puede argumentar: “Dios hace el mundo tan perfecto que ha creado las criaturas en escala y similitud hasta el hombre y por tanto predigo que un hombre tendrá esqueleto, ADN o cualquier otra característica más parecida a la de un chimpancé que a la de una hormiga”. ¡Y habría acertado totalmente! ¿Eso demuestra el creacionismo? ¿Eso es una predicción del creacionismo?

      Vamos a ser serios y a argumentar con razones y no con desaires.

      En todo caso seguiré atento al “reto” de la vida artificial ya que la carga de la prueba le corresponde a usted mostrando resultados que avalen su validez para la ciencia en estos campos, como verdadero avance y descubrimiento científico, no como simple descripción, entornos simples o juego.

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    3. Como le he dicho, sus comentarios son demasiado largos y complejos para responderlos en un comentario. Intentaré responderlos en futuros artículos, aunque ahora no puedo predecir cuándo saldrán.

      Entretanto, puesto que usted pide un ejemplo de un experimento sobre vida artificial que haya descubierto algo sobre evolución, le propongo este trabajo mío:
      Two-level evolution of foraging agent communities, donde se dan indicios de que alterando las condiciones se favorece el altruismo sobre el egoísmo y viceversa.

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    4. Mis comentarios tienen cierta longitud porque cuando se tratan cuestiones serias con argumentaciones serias no se pueden “liquidar” con dos palabras. Demasiado escuetos son.

      En todo caso quedo a la espera de sus noticias, artículos y argumentaciones sobre estos temas.

      No quiero alargarme demasiado pero quiero comentar algo del artículo que me enlaza.

      1) Lo que es prioritario, de hecho debería ser único, en evolución es entender la génesis de la vida y de su fundamento, la información, con la condición de su procedencia del azar, pilar básico de las teorías evolucionistas “consensuadas”. Sin esto es fútil todo lo demás.

      2) El articulo nos lleva a un experimento no exento de “belleza informática” que puede agradarnos en su concepción, programación e interfaz de resultados, pero basado en conocimientos, métodos, respuestas y estrategias del mundo natural, por tanto nos sitúa en un mundo ya existente lo que nunca puede decirnos nada sobre los problemas fundamentales de la evolución.

      3) Aun aceptando ese mundo sus seres están dotados de teleología, finalidades especificas y rasgos que de modo natural hacen que unos prevalezcan sobre otros, como ya sabemos por la misma naturaleza, por tanto no existe ningún descubrimiento en ello, ninguna habilidad nueva, ningún desarrollo “orgánico” emergente (no implícito en las reglas) y novedoso, ninguna nueva especie cualitativamente diferente, ninguna novedad en suma.
      Por ejemplo, es muy claro que si aumenta el total de nidos y sujetos aumentará la agresividad, cuestión natural ya sabida; en el programa simplemente al ser más sujetos se producen más encuentros y mayor total de “robos”; al ser la comida elemento que puede ayudar en el aumento de vida y reproducción (notar que todo es teleología y conocimientos que ya tenemos y hemos implementado) se incrementa en los cambios de genoma, sea por azar o cruce, el % del gen de agresividad al reproducirse estos, con lo que sucesivamente se observará su mayor frecuencia en algunas poblaciones. Cálculo normal de probabilidades.

      4) A pesar de todo es de notar los experimentos clausurados o no dados por validos, o los simplemente no decisivos o “neutrales”. Y es que en programación si damos condiciones iniciales y reglas puede pasar de todo, siempre implícito y sujeto a esas reglas. Todo normal. Si pensamos en un juego como el ajedrez y sus reglas (un mundo en sí mismo) su desarrollo contiene autenticas maravillas, como la Inmortal de Andersen p.e., que podrían haberse o no desarrollado y millones más que nunca se jugarán y por tanto desarrollaran, pero el que surjan no nos descubre nada sobre el origen del juego y sus reglas, sobre su verdadera esencia, ni es nada emergente, puesto que ya se encuentran implícitamente en la misma definición del juego. Pues eso sucede con estos experimentos. A lo sumo nos confirman lo que ya sabemos y eso porque implícitamente ya les hemos dado ese conocimiento que explayan en su desarrollo. No hay evolución ni creación en ello.

      Bueno, que luego me dice que me alargo en demasía. En todo caso buen experimento.

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    5. Gracias por su interés en mi artículo. Coincido con su análisis en algunas cosas, pero en otras no. Por ejemplo, cuando dice que estas simulaciones no pueden enseñarnos nada. Por el contrario, pueden enseñarnos bastantes cosas sobre la evolución biológica, que antes no sabíamos. Por ejemplo, el altruismo siempre ha sido un problema para la teoría de la evolución, no está claro por qué aparece. Ha habido teorías diversas para explicarlo. Las simulaciones pueden distinguir entre ellas, lo cual nos enseña cosas sobre la realidad.

      Por otro lado, cuando dice que el azar es el pilar básico de las teorías evolucionistas "consensuadas", precisamente lo que yo estoy diciendo en estos artículos es que ese pilar básico no es científico, sino filosófico, que los partidarios de esas teorías "consensuadas" lo llevan consigo a partir de su axioma ateo, pero que es posible re-elaborar la teoría científica de la evolución sustituyendo el azar por seudo-azar como base filosófica. Esta serie de cuatro artículos no tiene otro objetivo que señalarlo.

      Cuando usted dice que la teoría científica de la evolución no se sostiene sin ese pilar básico del azar, ahí diferimos.

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    6. Pensaba que habíamos aclarado temas pero parece ser que no del todo, a pesar de que se encuentran explayados anteriormente de modo meridianamente claro.

      1) NO digo que la teoría de la evolución no se mantenga sin el elemento básico del azar, sino que la comunidad científica y la misma definición de teoría neodarwinista lo tiene como principio básico, que es otra cosa. Esto es incuestionable y por tanto si se desea trabajar en este campo dentro de la comunidad científica se debe partir de esa base; el no hacerlo supondría su eliminación sin contemplaciones de cualquier entorno científico actual y su ridiculización absoluta. ¿Es equivocada esta actitud? Pues sí, pero es lo que sucede en el mundo actual y la teoría que actualmente se contempla, no porque yo lo diga, lo asume la ciencia imperante.

      2) Sobre el tema del altruismo y similares me remito a comentarios anteriores, con igual validez metodológica para este caso.

      3) Es claro dónde quiere usted llegar con esta serie de artículos, al concepto de seudo-azar que no es otra cosa que diseño con distinta palabra. Cuidado con esto, no lo incluya como premisa en ningún trabajo “evolutivo” porque será censurado sin remisión. Por otra parte es claro que si existe diseño no existe evolución, puesto que esta no sería más que el desarrollo y “desplegamiento” de potencialidades ya planificadas e implícitas en el diseño (información) inicial, y por tanto podría parecer “evolución” pero no lo es, solo el desplegamiento de potencialidades ya señaladas, que pueden desarrollarse o no según el entorno y sus condiciones u otras causas; por ejemplo, este concepto puede muy bien explicar la “explosión cámbrica”.

      4) Sobre el término “vida artificial” para dicho campo puede no estar nada bien elegido, pues condiciona psicológicamente tanto a sus desarrolladores como a sus entusiastas y al público en general, haciendo pensar que su importancia y lo que allí ocurre es mayor de la que realmente tiene. En principio está bien para impresionar pero a la larga puede ser contraproducente, al igual que el término “Inteligencia Artificial”, siempre tendente a confusión. Se deberían dar ya otras acepciones a lo que es desarrollo de algoritmos, POO, y similares, mejor adaptadas a la resolución de máximos/mínimos globales y al tratamiento de información experto, pero alejadas de las posibilidades del mundo natural, por lo que funcionan mejor en entornos artificiales y su simulación, ya sea esta económica, incluso medica, etc. adaptadas a las reglas humanas.

      Espero no haber sobrepasado la extensión deseable y su paciencia.

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    7. Estoy de acuerdo en casi todo lo que dice en su último comentario.

      1) Es cierto que la mayor parte de los biólogos (aunque no todos) sostienen que el hombre es un animal más, que la evolución no tiene dirección y que se basa en el azar puro y duro. Es cierto que se penalizan las publicaciones que no se adaptan a la "norma". Lo mismo pasa, por cierto, con el modelo cosmológico estándar, donde las "herejías" no suelen tener connotaciones religiosas, como en Biología.

      3) No es cierto que si hay diseño no hay evolución. Yo he diseñado algoritmos genéticos que simulan la evolución para obtener resultados que no estaban previstos al principio. Mis algoritmos están diseñados, y a la vez son evolutivos. Por otra parte, en el tercer artículo de esta serie mencioné que hay un elemento fundamental de la evolución que normalmente se ignora, pero que es esencial para ella, y es el conjunto de las leyes básicas del universo. La evolución de la vida tiene que adaptarse a esas leyes, que vienen pre-establecidas, como usted dice, y hacen que ciertas cosas sean posibles y otras no. Pero esto no lo negaría ningún científico actual.

      4) Tiene toda la razón: "Vida artificial" no es un buen término. Por su culpa, la verdadera vida artificial (la creación de vida en un laboratorio, no dentro de un ordenador) ha tenido que llamarse de otro modo: Biología Sintética. Pero los nombres son los que son, y una vez establecidos es dificilísimo cambiarlos. Del mismo modo, como he dicho en otra serie de cuatro artículos que publiqué aquí entre noviembre y diciembre, lo que hoy se llama "Inteligencia Artificial" es lo que antes se llamaba Informática.


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  4. Me ha gustado mucho el artículo.

    El teorema de Chaitin tiene otras implicaciones incluso más inesperadas: es imposible conocer "científicamente" el diseño de un artefacto. Digo que es inesperado, puesto que la ciencia y la tecnología modernas están íntimamente unidas, por lo que parecería obvio que el diseño se conoce científicamente.

    No obstante, el método científico moderno excluye de partida cualquier consideración de la finalidad; se limita a estudiar las regularidades en los fenómenos observables, sin plantearse si esas regularidades obedecen a algún tipo de diseño intencionado.

    ¿Significa esto que no podemos conocer el diseño? Claro que no. Lo que significa es que el método científico, en sentido estricto, no solo es insuficiente para entender el arte, la metafísica, la ética y la religión: ¡también es insuficiente para entender la tecnología! Hay otras formas de conocer, que no se pueden encerrar dentro del método científico, y que son imprescindibles incluso para la tecnología.

    He tratado este asunto con mayor extensión en el siguiente artículo académico, que aparecerá próximamente publicado, y cuyo enlace incluyo con permiso de don Alfonso:

    Gonzalo Génova, Ignacio Quintanilla Navarro. Discovering the principle of finality in computational machines. Foundations of Science.
    https://gonzalogenova.files.wordpress.com/2018/01/discovering-the-principle-of-finality-in-computational-machines.pdf

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    1. Perdón, quería decir "don Manuel", por supuesto.

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    2. Totalmente de acuerdo. La ciencia no puede probar científicamente que 'El Quijote' es una buena novela haciendo análisis de la calidad del papel y la tinta con que está escrito. Existen otras formas de conocer. Por eso el Dr. Francis Collins y otros científicos son creyentes devotos y consideran que su fe no está reñida con su actividad científica. El genoma humano es el lenguaje de Dios, como lo afirmó en uno de sus libros.

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    3. Interesante artículo. En cierto modo dice cosas parecidas a las mías. Pero supongamos que recibiéramos un mensaje desde Alfa Centauro formado por bips agrupados como el primer millón de números primos. ¿No llegaríamos a la conclusión de que ese mensaje ha sido diseñado? Porque no vemos ninguna manera en que una acción casual pueda dar lugar a ese resultado. De hecho, estamos intentando recibir un mensaje así de alguna inteligencia extraterrestre, lo que indica que no es imposible, en un caso concreto, detectar lo artificial y distinguirlo de lo natural. Sólo es imposible en general.

      Lo que dice mi artículo es que esa situación no se produce en la evolución de la vida, que no tenemos datos para deducir que hay diseño, pero tampoco para deducir que todo es azar.

      Por cierto, es curioso que su artículo hable sobre la intencionalidad humana. Tengo escrito un artículo sobre el mismo tema, que saldrá en mi blog durante el mes de marzo. Por casualidad hemos coincidido (:-)

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    4. Si recibiéramos ese mensaje de Alfa Centauro, claro que deberíamos llegar a la conclusión de que ha sido diseñado; sería muy poco inteligente no hacerlo.

      Ahora bien, esa conclusión es fruto de una modalidad de razonamiento que va más allá de lo que se puede comprobar con un experimento (inducción) o con una demostración matemática (deducción). Técnicamente se llama "razonamiento abductivo".

      La abducción, la inferencia hacia la hipótesis explicativa, es esencial no solo en la ciencia, sino en la vida cotidiana. Lo interesante es que al razonar así, los humanos vamos más allá de lo que supuestamente es el método científico. Es una forma más, entre otras, de mostrar que la razón no puede encerrarse dentro de lo empíricamente verificable (véase el famoso discurso el cardenal Ratzinger en la Universidad de Ratisbona).

      Estoy de acuerdo en que en el caso de la vida no podemos concluir empíricamente que hay diseño, ni que no lo hay. Pero eso no quiere decir que no podamos llegar a esa conclusión, tan solo que no podemos verificarla científicamente.

      En el caso de los artefactos la conclusión acerca del diseño suele ser más verosímil porque ya conocemos otros artefactos, y en general el contexto tecnológico de origen. Además, podemos conocer directamente la intención del fabricante si le preguntamos, o si leemos el manual de instrucciones, etc. Pero, y esto es importante, estas dos formas de conocimiento no encajan estrictamente dentro del método científico.

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    5. Esta frase suya: Estoy de acuerdo en que en el caso de la vida no podemos concluir empíricamente que hay diseño, ni que no lo hay. Pero eso no quiere decir que no podamos llegar a esa conclusión, tan solo que no podemos verificarla científicamente expresa exactamente lo que quiero decir con este artículo.

      Ya escribí un artículo en mi blog sobre la abducción, este:
      Vivir, o el poder de la abducción

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  5. Para los estándares de inmediatez habituales en estas tareas, me sumo con retraso a los comentarios a este y al anterior artículo.

    Gracias Manuel por estimular el debate sobre estas cuestiones, y por hacerlo con la claridad expositiva y honestidad intelectual que te caracterizan.

    Opino lo siguiente:

    1. La argumentación de ambos artículos está condiciona por el empleo de la conjunción disyuntiva "o":
    - "¿Azar o diseño?"
    - "¿Azar o seudo-azar?"

    2. Yo creo que otra forma de entender la evolución del universo es mediante el empleo de la conjunción copulativa "y":
    - "Azar y diseño"
    - "Azar y seudo-azar"

    3. Yo creo que en la evoluución del universo se alternan la necesidad Y el azar, los momentos deterministas Y los momentos regidos por el caos creador (que gobierna cuando el sistema se ha alejado suficientemente de las condiciones de estabilidad)

    4. Una fuente de confusión se debe a que utilizamos la misma palabra (azar) para designar dos cosas diferentes:
    4.1 Relacionada con la ignorancia del observador
    4.2 Relacionada con el comportamiento caótico de la naturaleza (inexplicable para el observado aunque conociera sin error todas las condiciones iniciales, etc.)

    5. Otra fuente de equívicos (recurrentemente comentada en este interesantísimo blog de Manuel Alfonseca) es caer en el error categorial que supone aplicar la fe a la ciencia o viceversa.

    No dejes de escribir, Manuel.
    Un abrazo, Felipe.

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    1. Yo diría que hay tres fuentes de confusión en vez de dos:
      4.1 Relacionada con la ignorancia del observador (no es verdadero azar).
      4.2 Relacionada con el comportamiento caótico de la naturaleza.
      4.3. Indeterminación intrínseca, si la interpretación de Copenhague de la mecánica cuántica tiene razón.

      Por cierto, Felipe, el año pasado me pediste un artículo sobre la teoría de las catástrofes. Está al caer (:-)

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  6. Que tal Manuel soy asiduo lector de su blog desde hace un par de años, en esta ocasión me surge una duda en ésta publicación ¿El teorema de Chaitin tendría repercusiones similares en el ajuste dino del universo? Es decir ¿Tampoco es posible que puede llegar a explicarse de manera científica?

    Me gustaría que pudiera realizar una publicación al respecto.

    Saludos

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  7. He disfrutado tanto con el artículo, como con las intervenciones y el debate. Soy filósofo más que científico porque encanta especular "más allá de la ciencia" pero intentando no entrar en contradicción con ella. Soy creyente en el "Dios de los Filósofos", una esencia infinita, continua y casi imperceptible que llena "todo el multiverso" y que crea e impulsa la evolución de todas las cosas limitadas que existen, necesariamente inmersas en él, el Dios Uno-Todo. Comparto que "entre creación y evolución, no hay oposición absoluta" y apoyo el término evolución providencial como distinción para compatibilizar está idea.

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  8. Seguir negando el multiverso y pensar que un ser superior es el arquitecto de los acontecimientos y fenomenos físicos no es más que otra limitación de nuestro entendimiento de la naturaleza. El acto de conocer aplica a todos los razonamientos que el hombre se pone delante de su consciencia. Seguramente lo erroneo es pensar en terminos de evolución/involución , limite/infinito , ciencia/teologia, emoción/razón, etc. Teniendo en cuenta la cantidad de neuronas que tiene un cerebro adulto sano no creo posible seguir reduciendo la discusión en que solo un ente superior maneja los destinos de la evolución del universo.

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    1. Que yo sepa, nadie aquí ha negado el multiverso. Usted parece creer que multiverso y Dios creador son incompatibles, cuando no lo son. En cuanto a su última frase, es un ejemplo excelente de la falacia "non sequitur".

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