En el artículo anterior detallé
algunos de los avances recientes realizados en el campo de la biología
sintética y afirmé, sin decir por qué, que el objetivo de crear una célula viva
artificial no me parece tan próximo como opinan los investigadores más
optimistas, como Craig Venter.
Para explicar por qué pienso
esto, voy a establecer una comparación entre una célula viva y uno de los
artefactos más complejos que ha hecho el hombre: el ordenador. Un
ordenador consta de las dos partes siguientes principales:
- CPU (unidad central de proceso): como indica su nombre, es el centro de control y el sitio donde se ejecutan los programas. Uno de sus elementos fundamentales es el lenguaje de la máquina, un código binario relativamente complejo que los circuitos de la unidad interpretan y ejecutan. Todo programa, para poder ejecutarse, tiene que estar escrito en el lenguaje de la máquina.
- Memoria. La hay de
varios tipos: disco duro, donde se guardan los programas y los datos a
los que tiene acceso el ordenador, incluido el sistema operativo, aunque
muchos de ellos no se utilizarán jamás; memoria caché, más
rápida que el disco duro, donde se almacenan los programas y los datos que
se están ejecutando, para acelerar su proceso; memorias externas
(como la memoria flash), que sirve para transmitir datos y
programas de un ordenador a otro, o para guardar copias para el caso de
pérdida de información.
Pues bien: si establecemos
un paralelo entre el ordenador y la célula viva, el ADN de
la célula desempeña un papel equivalente al del disco duro de un ordenador.
En efecto, su principal papel es almacenar todos los genes y cadenas de datos
genéticos, pero no es capaz de ejecutar programas; para ello necesita de la
colaboración del resto de la maquinaria celular.
De igual manera, el ARN mensajero de una célula desempeña el papel de la
memoria caché, pues sirve de intermediario entre el ADN y la
maquinaria celular, trasladando del uno a la otra una copia de un solo gen.
Finalmente, la célula
contiene lo que llamamos maquinaria celular:
los ribosomas, que descifran la información contenida en el ARN y sintetizan
las proteínas, junto con otros corpúsculos, como las mitocondrias, que realizan
la oxidación completa de la glucosa para proporcionar energía a la célula, y
los cloroplastos, que llevan a cabo la función clorofílica en las células que los
contienen. Pues bien, es evidente que dicha maquinaria celular, aunque está descentralizada
entre numerosos orgánulos celulares, equivale a la unidad
central de proceso de un ordenador.
Craig Venter |
(Téngase en cuenta
que el paralelo anterior es una simplificación. Si la memoria de un ordenador
está totalmente contenida en el disco duro, en la célula viva el ADN no
contiene, ni mucho menos, la totalidad de la memoria de la célula. Además de los
datos genéticos, la célula utiliza otros, llamados epigenéticos, que están distribuidos por el citoplasma.
Por lo tanto, no basta con conocer el genoma (la lista de nucleótidos del ADN)
para poder reconstruir un ser vivo. Las elucubraciones sobre la construcción futura
de seres humanos a partir de sus genomas son, por consiguiente, algo imposible).
Analicemos ahora, a la luz
de este paralelo, los avances realizados por Craig Venter y su equipo en los
últimos años en el campo de la biología sintética:- Construcción artificial del ADN de un virus. Equivale a copiar la información contenida en un disco duro a
otro.
- Construcción artificial del ADN de un micoplasma. Lo mismo que en el caso anterior, pero el disco duro contenía
más cantidad de información.
- Trasplante del ADN de un micoplasma a una célula de una especie
distinta, aunque emparentada. Equivale a
sustituir el disco duro de un ordenador por otro disco duro procedente de
un ordenador que entienda el mismo lenguaje de la máquina, pero que
contenga un sistema operativo diferente (por ejemplo, Linux en lugar de
Windows). En principio, el ordenador con el disco duro trasplantado
debería funcionar con el nuevo sistema operativo.
- Trasplante a un micoplasma de una molécula de ADN generada
sintéticamente, ligeramente modificada respecto al ADN de una especie
diferente, aunque emparentada. Equivale al
caso anterior.
¿Qué falta para que podamos
hablar de síntesis de células vivas? En el
caso paralelo del ordenador, tendríamos que montar un ordenador nuevo a partir
de cero, con su unidad central de proceso, diseñada y construida a partir de
componentes elementales (esencialmente circuitos de transistores), capaz de
comprender un lenguaje de máquina coherente. Se observará que ese objetivo
estaría enormemente lejano si lo único que supiésemos hacer fuese cambiar
discos duros, como ocurre actualmente en el campo de la biología sintética. Con
otras palabras: lo que queda por hacer es, precisamente, lo más
difícil.
Como paso previo posible, teóricamente más fácil, podríamos intentar devolver la vida a una bacteria: conseguir que una bacteria muerta vuelva a funcionar como un ser vivo. Conseguir que su maquinaria celular, que ha dejado de funcionar, vuelva a hacerlo. No sería vida sintética, pero sí un avance en esa dirección.
Otra cuestión es si será posible hacer estas cosas alguna vez. Existen razones filosóficas que lo ponen en duda. Pero eso se queda para el próximo artículo.
Como paso previo posible, teóricamente más fácil, podríamos intentar devolver la vida a una bacteria: conseguir que una bacteria muerta vuelva a funcionar como un ser vivo. Conseguir que su maquinaria celular, que ha dejado de funcionar, vuelva a hacerlo. No sería vida sintética, pero sí un avance en esa dirección.
Otra cuestión es si será posible hacer estas cosas alguna vez. Existen razones filosóficas que lo ponen en duda. Pero eso se queda para el próximo artículo.
Manuel Alfonseca
Cuestión apasionante. Creo que la distancia entre un ordenador y una célula es inmensa y encima tiene un tamaño infinitamente más pequeño. La célula sabe relacionarse con el medio que le rodea, sea otras celulas en los seres pluricelulares o el medio en que está suspendida, casi siempre líquido en los unicelulares. Responde a estímulos que no conoce previamente. Reconoce "enemigos" y "amigos". Con frecuencia cambia sus funciones ante cambios de su entorno desconocidos hasta ese momento. Por otro lado, las células pueden vivir asociadas a otras y adquieren funciones especializadas en los seres pluricelulares. No digamos nada cuando adquiere funciones nuevas en animales y más todavía, si como ocurre en el hombre, desarrolla funciones superiores como inteligencia, voluntad, sentimientos, emociones etc.
ResponderEliminarCuestion importante: La vida de las células individualizadas SU VIDA PUEDE INTERRUMPIRSE Y REANUDARSE VARIANDO TEMPERATURA. ESTO ESTA COMPROBADO CON MULTIPLES EXPERIENCIAS. Creo que comparar la vida o la inteligencia de un ser vivo con un ordenador es una frivolidad por la inmensa distancia que hay entre ellos.
Por supuesto. La comparación que establezco en este artículo no significa que yo crea que un ordenador es equivalente a una célula. Se trata de poner las cosas en contexto, y hacer ver que los experimentos que hemos hecho hasta ahora en biología sintética son bastante triviales, si se comparan con lo que se puede hacer con un computador.
EliminarPor otra parte, usualmente se suele decir que un ordenador es un modelo del cerebro humano. Yo estoy aquí rebajando la cuestión y diciendo que como mucho es un modelo de una célula viva (y ni eso, porque el ordenador no está vivo).
Lo que dices, que la vida se interrumpe y se reanuda variando la temperatura, no es exactamente aplicable a lo que digo en el penúltimo párrafo. Las bacterias sometidas a esos cambios de temperatura no mueren, se ponen a sí mismas en estado de vida latente. Lo que digo en el penúltimo párrafo se refiere a tomar una bacteria muerta (no en estado de vida suspendida) y devolverle la vida. Eso no se ha hecho, ni parece que se pueda hacer en breve.
Interesantes reflexiones y analogías.
ResponderEliminarSe me ocurre que habríamos de definir vida y Vida. La vida puede reducirse a mecanismos bioquímicos? En este caso las nuevas criaturas serían criaturas del hombre? La criatura conllevara las limitaciones de su creador?
Si la vida es algo más que procesos bioquímicos, La réplica de la vida requerirá que su creador continúe avanzando en el camino de la vida a la Vida.
Quizá la tercera parte del artículo responda a alguna de tus preguntas. O quizá deje las cosas en el aire, como suele suceder (:-)
EliminarManuel, no conozco esa parte de la epigenética que dices que se encuentra en el citoplasma.
ResponderEliminar... "Además de los datos genéticos, la célula utiliza otros, llamados epigenéticos, que están distribuidos por el citoplasma" ...
¿Puedes explicarlo brevemente?
La parte de la epigenética que yo conozco es la que sigue transmitiéndose en los cromosomas, aunque no como parte de la secuencia del código genético del ADN sino que se transmite o bien en los tramos entre los genes (lo que se ha venido llamando "ADN basura") o en la forma en que el ADN se enrolla en las histonas antes de compactarse en los cromosomas. Esta última forma me parece menos "misteriosa" porque explica que al favorecerse puntos específicos del ADN sobre los que puede actuar la metilación (y otros procesos análogos) se puede modificar si se expresan o no unos genes concretos o la intensidad con que se expresan.
Una célula tiene mucho más ADN que el cromosómico, hay ADN ribosómico, y las mitocondrias tienen el suyo, con un código genético ligeramente diferente. Además hay efectos citoplasmáticos sobre la regulación genética (realimentación de proteínas sobre ADN, aparte de las histonas).
EliminarMás información: Epigénesis y epigenética.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4391566/
La Wikipedia dice esto: in addition to the maintenance and transmission of methylated DNA states, the same principle could work in the maintenance and transmission of histone modifications and even cytoplasmic (structural) heritable states