Craig Venter |
Lo primero, una aclaración. Es preciso distinguir dos campos de investigación muy diferentes:
- Vida artificial:
pertenece a la ingeniería informática y consiste en construir programas
que emulan el comportamiento de los seres vivos, ya sean seres vivos
artificiales, o bien colonias de seres vivos, como hormigueros o colmenas.
- Vida sintética:
pertenece a la biología y consiste en construir células vivas artificiales
partiendo de sustancias químicas sencillas. De momento, esto no se ha
conseguido.
¿Será posible que algún día lleguemos
a fabricar vida en el laboratorio? Durante el
último medio siglo se han dado algunos pasos importantes al respecto.
- En 1967, Arthur Kornberg (Premio Nobel 1959 junto con Severo
Ochoa) utilizó las enzimas ADN polimerasa (descubierta por él) y ADN
ligasa para duplicar el ADN del virus fX174, que tiene 5386 nucleótidos, y demostró que la copia del virus podía infectar bacterias
igual que el virus original. Para quienes sostienen que los virus están
vivos, esta fue la primera generación de vida sintética, pero los autores
del experimento, que no compartían esa opinión, insistieron ante la prensa
en que su descubrimiento no se presentara así.
- En 1976, Frederick Sanger (única persona que ha obtenido hasta
ahora dos premios Nobel de química, en 1958 y 1980) consiguió secuenciar el genoma del virus fX174, es decir, obtener la
lista completa y ordenada de sus nucleótidos. Este fue el primer genoma
secuenciado con éxito.
- Después de su espectacular triunfo en el proyecto Genoma Humano, en el que una pequeña empresa privada consiguió resultados comparables a los trabajos multimillonarios de un proyecto patrocinado por el Gobierno de los Estados Unidos, el biólogo Craig Venter dedicó sus esfuerzos a la biología sintética. Lo que hizo fue construir artificialmente moléculas de ADN a partir de los nucleótidos que las componen, y conseguir que esas moléculas actúen como lo hacen sus modelos naturales en el interior de células vivas. En 2003, Venter y su equipo construyeron el primer “ADN artificial” generando el ADN del virus fX174 mediante máquinas sintetizadoras de ADN a partir de la lista de sus nucleótidos obtenida por Sanger. Este no era el primer virus construido artificialmente, pues en 2002 Eckard Wimmer y su equipo habían conseguido sintetizar el ARN del poliovirus que causa la poliomielitis a partir de su genoma (la lista de sus nucleótidos).
- Después de este logro, Venter y su
equipo pasaron a organismos más complejos, sobre los que no
hay duda de que son seres vivos, y para empezar escogieron el grupo de
células vivas con los genomas más pequeños que se conocen: los micoplasmas,
bacterias muy pequeñas sin membrana dura, lo que facilita su manipulación.
El genoma más pequeño pertenece a Mycoplasma genitalium y contiene
582,970 nucleótidos y 480 genes. Este genoma fue secuenciado por Venter y
su equipo en 1995, y en 2007 consiguieron sintetizarlo (con algunos
cambios, para facilitar su identificación) a partir de sus nucleótidos.
- El paso siguiente, finalizado en 2007, consistió en trasplantar el
ADN de una bacteria, insertándolo en otra de una especie relacionada,
aunque distinta, para ver si era capaz de expresarlo. Para ello eligieron
las especies Mycoplasma capricolum y Mycoplasma mycoides,
que tienen un genoma algo más grande: 1,010,023 y 1,083,241 nucleótidos,
respectivamente, que coinciden en un 91,5%, lo que hacía probable que el
genoma de una especie pudiese funcionar en una célula de la otra especie. Extrajeron
el cromosoma de M. mycoides, lo insertaron en
células de M. capricolum y las dejaron reproducirse, esperando que al
dividirse alguna de las células hijas se quedaría sólo con el genoma
trasplantado, como así sucedió. El ADN sacado de M. mycoides se
reprodujo correctamente en una célula que había salido de una estirpe de M.
capricolum, con lo que esta célula
había cambiado de especie.
- Los trabajos sucesivos, que finalizaron en 2010, tuvieron por
objeto sintetizar artificialmente ADN de M. mycoides e
insertarlo en células de M. capricolum, para comprobar si
el cambio de especie podía hacerse, no a partir de ADN de una célula viva,
sino de una copia generada artificialmente. También
este experimento terminó con éxito.
El propio Venter reconoce
que sus
experimentos no han dado lugar a la síntesis de células vivas. En todos
los casos se ha partido de células preexistentes y se ha sustituido su ADN por
otro, ya sea de otra célula, o generado artificialmente. Para poder decir que
se ha fabricado vida, sería necesario diseñar ADN sintético e introducirlo en
una membrana artificial, con un contenido también artificial, consiguiendo que la
célula sintética se reproduzca. Hasta que no se consiga esto, el problema de
la síntesis de vida en el laboratorio no se habrá resuelto. Aunque Venter no se
arriesga a predecir la fecha en que esto se habrá conseguido, el objetivo no le
parece demasiado lejano.
Creo que se equivoca. Quizá
no deberíamos ser tan optimistas. Recordemos el
efecto horizonte. En el próximo artículo explicaré por qué.
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Manuel Alfonseca
Lo primero, felicitarte por este artículo, claro y riguroso. Es verdad que no sería la primera vez que una predicción peca de optimista, pero creo que no se trata de "inventar" la vida sino de "copiarla". Puesto que tenemos el modelo ante nosotros, sólo hay que encontrar la manera de reproducirlo (más fácil de decir que de hacer por supuesto) y, para eso es posible que no falte tanto tiempo. Por otra parte, saliéndome un poco del tema principal, hay intentos de reproducir parcialmente estructuras vivas o,al menos, modelarlas, como hace poco se ha publicado en el artículo: "A scalable pipeline for designing reconfigurable organisms" de Sam Kriegmana,Douglas Blackistonb,Michael Levinb y Josh Bongarda, en el que presentan un intento de modelar sistemas biológicos. Esto podría ser una aproximación "top down" a la síntesis de la vida, complementaria al "bottom up" que comentas en el artículo
ResponderEliminarComo dije al final del artículo, "continuará..."
EliminarDecir que el asunto y artículo son interesantes, en el caso del profesor Alfonseca es reiterarse; aun así, lo digo... ;-)
ResponderEliminarAparte de ello, lo que quería comentar es que estas técnicas puede que abran el camino a la clonación de especies extintas, como el mamut (una de mis fijaciones irracionales, pido disculpas...). Los intentos de rusos y coreanos hasta ahora han chocado con la dificultad (¿imposibilidad?) de encontrar núcleos celulares intactos, o al menos cadenas completas de ADN. Pero si se sintetiza ADN a partir de una secuenciación del genoma del mamut (cosa que entiendo más factible, al poder combinar información parcial de diferentes cadenas), esto podría permitir insertarlo en células embrionarias del elefante asiático y allanar el camino... ¿qué opina, profesor?
Sí, la recuperación del mamut está propuesta desde hace mucho tiempo, aunque hasta ahora no ha sido posible. Quizá no sería tan fácil como algunos piensan, porque no se trata sólo de trasplantar el ADN, hay que conseguir que la maquinaria celular lo entienda (epigenética). De todas formas, esto tampoco sería vida sintética en sentido estricto, porque el embrión de elefante asiático estaría vivo, y no habría síntesis de vida.
EliminarMuchos años atrás de conocer lo que tan bien define el "efecto horizonte", era común decir: "a medida que crece la isla de mis conocimientos, aumenta el litoral de mi ignorancia". O más burdamente: "cuanto más sé, menos se".
ResponderEliminarPor lo menos hasta hoy parecen conceptos irrefutables.-
Excelente post. En la última serie de Star Trek "Picard" se habla de vida sintética y existe una variedad de individuo con estas características.
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