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| Louis Pasteur |
Louis Pasteur fue, sin duda, uno de los científicos
más grandes del siglo XIX. Su labor científica fue inmensa. Entre sus
descubrimientos más notorios destacan los siguientes:
1.
La isomería óptica. El hecho de que ciertas
sustancias se presentan en dos formas diferentes, con la misma composición
química, pero distintas propiedades físicas, pues hacen girar el plano de
polarización de la luz en sentidos opuestos.
2.
La fermentación alcohólica, acética, láctica
y butírica, que demostró se deben a la acción de bacterias o levaduras.
3. La generación espontánea, que en su época ya sólo se defendía para los microorganismos, y que Pasteur demostró que, en las condiciones actuales, es imposible.
4.
Las enfermedades del gusano de seda, que Pasteur demostró eran
producidas por bacterias, lo que le permitió salvar la industria de la seda en
Europa.
5.
La teoría germinal de las enfermedades, que afirma que las
enfermedades infecciosas son provocadas por microorganismos.
6.
Las primeras vacunas artificiales, formadas por gérmenes
debilitados artificialmente antes de inocularlos para proteger de la enfermedad
correspondiente. La primera fue la del carbunco del ganado lanar, a la que
siguieron otras, de las que la más conocida y famosa es la que protege contra
la rabia.
Las ideas religiosas de Pasteur han dado lugar a
polémica. Tanto creyentes como no creyentes han intentado apuntarse el tanto de
contarle entre los suyos, aduciendo anécdotas de dudosa credibilidad, como la
del joven que coincidió con él en un tren y se burló porque leía la Biblia. Esta
anécdota, por cierto, la da por verdadera el modelo de lenguaje del buscador de
Google (LLM, que algunos llaman “inteligencia artificial”), que como contestación a
la búsqueda Pasteur tren, entre otras cosas escribió
esto:
La
anécdota cuenta que, durante un viaje en tren, un joven y arrogante
estudiante se mofó de un anciano que leía la Biblia, tildándola de
"fábulas". El anciano, en respuesta, le dio una tarjeta de
presentación que reveló que era el ilustre Louis Pasteur. El joven, al
leerla y descubrir que se había ofrecido a dar lecciones científicas a un genio
como Pasteur, se sonrojó y quedó avergonzado…
La moraleja: La anécdota ilustra la importancia de la humildad y el conocimiento, así como la integración entre ciencia y fe. Demuestra que la verdadera ciencia no contradice a la fe, sino que, en muchos casos, ambas pueden coexistir y complementarse, como lo hizo Louis Pasteur, un científico que no ocultó su fe.
La realidad es que Pasteur no se definió claramente
al respecto, por lo que hay que recurrir a lo que han dicho sobre él sus amigos,
descendientes y otros parientes. Así, su nieto, Louis Pasteur Vallery-Radot,
escribió esto en 1939: Mi padre y mi madre
dijeron siempre que Pasteur no era practicante. En su Vida de Pasteur, mi padre habla de su
espiritualismo, no de su catolicismo.
Su sobrino-bisnieto y biógrafo, Maurice
Vallery-Radot, sostiene en su libro de 1994 que Pasteur era en el fondo
católico, aunque no asistiese regularmente a misa. Su amigo desde la infancia,
Charles Chappuis, dice que Pasteur asistía en Notre Dame de Paris
a los sermones de la Cuaresma.
En 1859, después de la muerte de su hija Jeanne a
los 9 años de edad, Pasteur escribió esto: Ella
acaba de irse al cielo para rezar por nosotros. Y en 1882, en su
discurso de ingreso en la Academia Francesa pronunció estas palabras:
¿Qué hay más allá de esa bóveda estrellada?
Más cielos con estrellas. ¡Sea! ¿Y más allá?... Cuando esta idea [del infinito]
se apodera del entendimiento, solo queda postrarse. Uno se siente dispuesto a
dejarse atrapar por la sublime locura de Pascal.
Salvo por la contribución del LLM de Google, este
artículo es un resumen breve del que escribí para el libro La cosmovisión de los grandes científicos
del siglo XIX, que reseñé en un
artículo de este blog.
Hilo Temático sobre Ciencia e Historia: Anterior Siguiente
Manuel Alfonseca


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