William Blake |
Todos sabemos que el tiempo
físico transcurre regularmente, pero que el tiempo interno (nuestra sensación del paso del tiempo) es muy variable. Los dos no
tienen por qué coincidir. A veces, para nuestro tiempo interno, parece que
pasan horas en un minuto, mientras que otras veces las horas se nos pasan en un
vuelo. Un poeta inglés, William Blake, lo expresó muy bien en un poema famoso:
Para ver un
Mundo en un Grano de Arena
Y un Cielo
en una Flor Silvestre,
Sostén el
Infinito en la palma de la mano,
Y la
Eternidad en una hora.
(Augurios de Inocencia, 1803?)
Hay una larga historia de obras literarias en las que un personaje
entra en éxtasis, estético o religioso, o simplemente se duerme, y al volver a
la realidad descubre que han pasado muchos años, a veces siglos. Este subgénero
(llamado por los eruditos leyendas de durmientes) tiene representantes en
muchas literaturas, como explica María Luisa Burguera Nadal en su libro De unitate
speculorum. Estudios de literatura comparada. En la literatura
española se plasma en la leyenda del monje y el pajarillo o leyenda de
San Virila, asociada al monasterio de Leire, que aparece también en
la cantiga CIII de las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio y en otras
fuentes, como una versión de Ramón María del
Valle-Inclán en Aromas de leyenda. En ella, un monje que entra
en éxtasis mientras oye cantar a un pajarillo, descubre al despertar que han
pasado tres siglos. Entre los lays franceses medievales hay una leyenda del caballero
Guingamor, que llegó a una ciudad maravillosa y permaneció en
ella tres días, y al salir comprobó que habían pasado tres siglos. Y en la
literatura de los Estados Unidos es famoso el cuento de Washington Irving
titulado Rip
van Winkle, cuyo protagonista se queda dormido una noche y se
despierta 20 años después.
Entre los numerosos casos de ilusiones ópticas, hay uno que llena de
perplejidad a los investigadores, pero que podría arrojar luz sobre las diferencias
entre el tiempo físico y el tiempo interno. Me refiero al experimento o
fenómeno cromático Fi, que consiste en lo siguiente:
Se coloca a una persona ante una pantalla, y en la parte
superior se ilumina un punto azul. Después se apaga dicho punto, se mantiene la
pantalla a oscuras durante 90 milisegundos, y al final de ese tiempo se ilumina
un punto rojo en la parte inferior de la pantalla. Pues bien: las personas
sometidas a este experimento afirman ver un punto luminoso azul que se mueve hacia
abajo por la pantalla, y que hacia la mitad del recorrido cambia bruscamente de
color y se transforma en un punto rojo.
Lo que se muestra |
Este
experimento plantea un problema importante, pues parece oponerse a la
causalidad. En efecto, el cambio de color del punto luminoso percibido, del
azul al rojo, parece tener lugar antes de que se ilumine en la pantalla el
punto rojo. ¿Cómo sabe el ojo que el punto va a cambiar de color y de posición
antes de que esto ocurra?
El filósofo Daniel Dennett se basa en este experimento para negar que
haya zonas específicas del cerebro asociadas a cada una de nuestras
experiencias conscientes. En cambio, Francisco F. Varela, en un
artículo publicado en 1999 en el volumen 879 de los Anales de la Academia de Ciencias de Nueva York, saca una conclusión diferente, y afirma que este experimento demuestra que el tiempo interno no es isomórfico con el tiempo físico, que en realidad existen dos tipos distintos de tiempo, y que no hay una correlación sencilla (lineal) entre ambos. Varela sostiene que existen tres tipos de escalas de tiempo diferentes en el tiempo que percibimos, en contraposición al tiempo físico:
Lo que se percibe |
- La escala 1/10, en la que tienen lugar los sucesos básicos o elementales, como la descarga de las neuronas. Esta escala influye en el intervalo de fusión de las percepciones, es decir, la distancia temporal mínima para que dos sucesos independientes sean percibidos como diferentes. Estos intervalos suelen caer entre 10 y 100 mseg.
- La escala 1, que permite la integración a gran escala
de los sucesos percibidos y no estaría dirigido por neuronas aisladas,
sino por conjuntos de células
nerviosas.
- La escala 10, que corresponde a nuestras
descripciones y narraciones.
Varela trata de explicar las percepciones conscientes como resultado
emergente de la acción de esos conjuntos de neuronas cuya existencia postula, y
afirma que nuestra experiencia del tiempo interno y del presente está ligado a
la escala 1, la segunda.
Para mí, en cambio, todo esto significa que el asunto está
todavía muy verde, y que nuestro conocimiento de la base
neuronal de los fenómenos conscientes es muy fragmentario y enormemente
incompleto.Hilo El Tiempo: Anterior Siguiente
Manuel Alfonseca
A parte de los ejemplos mencionados en la literatura en la segunda parte del Quijote está el caso de Don Quijote, cuando entra en la cueva de Montesinos, en el que le ocurrieron muchas cosas, pero en su mundo a penas había transcurrido el tiempo.
ResponderEliminar>> pues parece oponerse a la causalidad. En efecto, el cambio de color del punto luminoso percibido, del azul al rojo, parece tener lugar antes de que se ilumine en la pantalla el punto rojo. ¿Cómo sabe el ojo que el punto va a cambiar de color y de posición antes de que esto ocurra?
ResponderEliminarSi no he entendido mal el experimento, no hay ninguna violación del principio de causalidad. Es importante ser muy preciso en la descripción de lo que ocurre. Tal como yo lo entiendo, el cambio de color azul-rojo se percibe antes de percibir conscientemente el punto rojo, pero no antes de aparecer físicamente el punto rojo, o de percibirlo inconscientemente.
Es decir, mi explicación es que después de haber percibido inconscientemente el punto rojo, la imaginación completa la secuencia de percepciones azul..rojo con una interpolación: azul..azul/rojo..rojo, y esto es lo que llega a la percepción consciente.
No puedo saber si es esto exactamente lo que ocurre, pero por los tiempos involucrados me parece bastante plausible.
Gonzalo, en el artículo de la Wikipedia cuyo enlace puse en el artículo dice esto: The existence of the color phi phenomenon poses an interesting philosophical problem. When asked to describe their experience, subjects report seeing the abrupt color change before the second dot is presented. However, it is impossible for a subject to actually experience the color change before the second dot has been presented.
EliminarEs decir: los sujetos del experimento aseguran que han visto el cambio antes de que tenga lugar. Ahí estaría la transgresión aparente de la causalidad. Sabemos (o creemos saber) que han debido equivocarse, y que la aparición del segundo punto tuvo que ser la causa de la experiencia, pero ellos lo niegan. ¿Por qué? Ahí está el problema.
Obsérvese que este experimento tiene cierta semejanza con los experimentos de Libet y otros semejantes, que también ponen en entredicho la causalidad, aunque de otra manera.
>> subjects report seeing the abrupt color change before the second dot is presented
EliminarEsta descripción me parece poco precisa, y se puede entender de dos maneras:
1. subjects report seeing the abrupt color change before they see the second dot is presented
2. subjects report seeing the abrupt color change at a certain time before the real time the second dot is presented
La primera es compatible con mi explicación, y no es más que una sutil ilusión óptica. La segunda es más difícil, pero desde luego no hay que precipitarse en extraer conclusiones filosóficas (como de hecho se hace con los experimentos de Libet).
Pues Daniel Dennett ha sacado conclusiones filosóficas, como digo en el artículo.
EliminarComo dicen los chavales "alucinante" :-) Thomas Nagel vaticinó que el resultado de las investigaciones sobre la consciencia dará al traste con el materialismo científico en dos generaciones, ¿estás de acuerdo, Manuel?
ResponderEliminarUn gran abrazo y muchísimas gracias, como siempre, por compartir tus conocimientos.
Pues no sé si estoy de acuerdo, Ana, porque, como dijo el famoso jugador de béisbol Jogi Berra, "es difícil hacer predicciones, especialmente sobre el futuro" (:-)
EliminarA veces es difícil hasta sobre el pasado, jaja :-DD Un abrazo, profesor!!
Eliminar