Mirror Self-Recognition (Steve Jurvetson, Menlo Park) |
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Una de las dificultades
más graves a los que se enfrentan los materialistas es el problema
de la consciencia, eso que a veces se llama autoconsciencia, la
consciencia del yo, de ser quien somos y no otra persona u otro objeto, la
sensación que tenemos de ser el mismo individuo desde nuestro primer recuerdo
hasta la muerte, aunque cada cierto número de años cambian todos nuestros átomos,
y por tanto la materia concreta de la que está hecho nuestro cuerpo.
Como la ideología
materialista parte de la base de que sólo existe la materia (en el sentido
amplio del término), se ve forzada a adoptar una postura reduccionista, según
la cual nuestra consciencia tiene que ser, por definición, un epifenómeno, el
resultado de la acción conjunta de nuestras neuronas. Es una postura dogmática,
sin apoyo científico, puesto que, en el estado actual de nuestros
conocimientos, la neurociencia no tiene la menor idea de cómo puede formarse la
consciencia.
La palabra consciencia
tiene, tanto en español como en inglés, dos acepciones distintas:
- La consciencia de sí mismo, eso que también llamamos autoconsciencia, a la que hace referencia este artículo.
- La consciencia de estar experimentando algo, como cuando decimos: soy consciente de haberte visto ayer.
Está claro que las
dos acepciones son completamente distintas. No debemos confundir la una con la
otra.
En
un artículo anterior comenté el libro de Jeff Hawkins On intelligence, haciendo
referencia a su profesión de fe reduccionista y cómo al hacerla incurrió en
la falacia petitio principii. En este artículo voy a comentar sus ideas
sobre la consciencia, vertidas en el mismo libro, y mostraré que al explicarlas
incurre en otra falacia, la del hombre de paja,
a la que también hice referencia en otro
artículo.
En el libro
mencionado, Hawkins se plantea el problema de la
consciencia, y aunque reconoce no ser experto en el tema (y lo
demuestra con lo que dice a continuación), dice que ha resuelto el problema,
que puede mostrar que la consciencia es un simple producto del juego normal de
las neuronas, que no es otra cosa que la memoria declarativa. Para argumentarlo
utiliza el siguiente experimento mental:
Imagina que existiera un interruptor que me permitiera hacer regresar
tu cerebro al estado físico exacto en que estaba en algún punto del pasado...
Cuando yo acciono el interruptor... todas tus sinapsis y neuronas regresan a un
estado temporal anterior. Al hacerlo, borro de tu memoria lo que ocurrió a
partir de aquel momento. Supongamos que vives el día de hoy y te despiertas
mañana... Acciono el interruptor y borro las últimas 24 horas. Desde la
perspectiva de tu cerebro, el día de ayer no existió... Es como si hubieses
sido zombi por un día, no fuiste consciente. Sin embargo, eras consciente
entonces. Tu creencia de que fuiste consciente desapareció cuando se borró tu
memoria declarativa.
¿Cuál es el problema
de este argumento? Que ha confundido las dos acepciones de la palabra consciencia.
El problema de la consciencia, tal como se
plantea en filosofía y en neurociencia, se refiere a la primera de las acepciones
mencionadas más arriba. El experimento mental de Hawkins, por el contrario,
hace referencia a la segunda, la consciencia de haber vivido una experiencia
concreta.
Por supuesto, si
durante cierto tiempo pierdes la memoria, lo que podría ocurrir si se interrumpe
el paso de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo, dejas de ser
consciente de algunas de las cosas que has vivido. Este es un síndrome muy bien
estudiado, del que Oliver Sacks, en su libro El
hombre que confundió a su mujer con un sombrero, pone algunos ejemplos.
Pero esto no tiene nada que ver con el problema de la
consciencia, sino con el hecho de que se puede perder la
consciencia de haber experimentado algo. Por lo tanto, el argumento de Hawkins,
que se basa en el experimento mental indicado, es un ejemplo clásico de la falacia del hombre de paja, pues equivoca el
objetivo al confundir el significado de la palabra que está tratando de
explicar.
Manuel
Alfonseca
Lo que único que demuestras Manuel es que el argumento de Hawkins no es correcto. Queda por demostrar que el que llamas materialismo reduccionista sea incorrecto... o no lo sea. Salvo que decidamos que todo lo que aun no está probado, pero tampoco refutado, sea falso. Feliz año
ResponderEliminarSí, por supuesto, lo que dices es cierto, pero yo sólo intentaba denunciar las falacias lógicas en que caen los materialistas cuando creen haber demostrado sus teorías.
EliminarPuesto que la neurociencia no tiene ni idea de cómo puede originarse la consciencia, científicamente no podemos demostrar nada, ni en un sentido ni en el otro. Contra lo que yo reacciono es contra la campaña que se está haciendo para hacer ver (falsamente) que la neurociencia ha demostrado la opción materialista.
¡Hola, Manuel! Feliz año nuevo :-)
ResponderEliminarArtículo muy interesante como siempre, lo he compartido en Google+ con tu permiso. Casualmente vengo ahora de Tendencias21, donde el neurocientífico Francisco J. Rubia vuelve a dejarme patidifusa por su modo de sentar cátedra. El artículo que firma en esta ocasión está en este enlace, aunque supongo que ya lo conoces:
http://www.tendencias21.net/La-revolucion-neurocientifica-modificara-los-conceptos-del-yo-y-de-la-realidad_a7436.html?start=50#comments
Yo quería preguntarte, Manuel, qué piensas tú de don Francisco y de sus siempre fisicalistas conclusiones. Sabrás que es uno de los gurús del movimiento neo ateo y lo entiendo, no podía ser de otro modo; da igual del asunto que hable, siempre le dará un enfoque materialista con su consecuente conclusión también materialista. En este artículo que te enlazo arriba viene a decirnos que nos bajemos todos definitivamente de las nubes, porque la neurociencia ha atestado el golpe de gracia a nuestro afán de trascendencia ("la cuarta humillación" lo llama él), y parece hasta contento de ser humillado :-) que es lo que más me divierte de los ateos: cuánto más insignificantes nos dice la Ciencia que somos, más felices están ellos. Platón, que no entendía a los hombres que tienen miedo a la luz, alucinaría en colores, como dicen los jóvenes.
En fin, si alguna vez tienes tiempo y ganas, me gustaría que nos hablaras sobre este experto y si crees que sus ideas y conclusiones son tan lapidarias como él pretende.
Muchas gracias, un placer tenerte de nuevo por aquí tras las fiestas. Quiero que sepas que, deje o no cosntancia de mi paso, siempre te leo :-)
Un abrazo.
EliminarHola, Ana. Feliz año.
Dices: "da igual del asunto que hable, siempre le dará un enfoque materialista con su consecuente conclusión también materialista". Bueno, eso se nos puede decir a todos, a cada uno según su ideología. Lo importante es que seamos conscientes de que se trata de una ideología, no de una ciencia.
Está bien el artículo del que me mandas una reseña, porque es un buen resumen de la postura fisicalista respecto a la consciencia. Sin embargo, no presenta bien las posturas diferentes de la suya. Así, por ejemplo, menciona que hay filósofos compatibilistas (que en el fondo son también materialistas, aunque tratan de encontrar una solución de compromiso), pero no menciona que también hay filósofos no compatibilistas que afirman que existen en la naturaleza causas finales que actúan independientemente de las causas eficientes de la física. O sea, presenta una imagen parcial del estado actual de la cuestión que oculta la parte que no está de acuerdo con su postura.
Respecto a los experimentos de Libet, a los que hace referencia (sin nombrar a Libet) como argumento contra la voluntad libre, está contestado en un par de artículos del libro de "60 preguntas sobre ciencia y fe", y en la "Ideología materialista de la ciencia" de Soler Gil. Naturalmente, no menciona las contestaciones, se limita a repetir el mantra: "hay experimentos que demuestran que..." sin tener en cuenta las interpretaciones que no le convienen.
Muchas gracias por tu aportación.
Gracias a ti, Manuel, por contestarme. ¿Podrías darnos una lista de los filósofos no compatibilistas? Más que nada para ver si me agencio algo de ellos y los voy estudiando a fondo. La neurociencia no es un tema fácil de asimilar, al menos para mí :-) por eso no he leído mucho sobre ello, pero es fascinante.
EliminarVolviendo al artículo de Rubia, el problema, supongo, es que aparentemente son mayoría los materialistas (o son mayoría o la otra parte es silenciada y ridiculizada, por lo que no se toma en serio), lo que ha convertido al materialismo en paradigma. Algunos analistas aseguran que la tendencia se está revirtiendo. ¿Tú estás de acuerdo? Yo, al contrario, cada vez veo el materialismo más y más extendido, es raro encontrarte con un chaval joven que no esté subido a este carro. Aunque entre los chicos casi es comprensible.
En fin, muchas gracias por todo, Manuel. ¡Bendiciones!
Aparte de Soler Gil (en el título de cuyo libro se me escapó una errata, es "Mitología materialista de la ciencia"), te puedo citar a Agustina Lombardi y Juan Arana (que también son autores del libro de las 60 preguntas), y a Brigitte Falkenburg, y entre los médicos, aparte de Aquilino Polaino, a Hans-Ludwig Kröber.
EliminarEn cuanto a si la tendencia hacia el materialismo se está revirtiendo, yo no lo creo. Quizá entre los mejores pensadores sí (no lo sé, no tengo datos), pero desde luego, entre la gente común, que en mi opinión cada vez es más ignorante (porque no le enseñan historia, ni filosofía, ni literatura, ni muchas otras cosas que los viejos sí aprendíamos), no lo veo en absoluto.
En cuanto al artículo de Rubia (cuyos títulos suelen ser siempre tajantes), está en la línea actual. La neurociencia se está convirtiendo en la tercera pata del materialismo, cada vez con más fuerza, a medida que las otras dos patas (la evolución y la cosmología) se les van adelgazando. La cosmología atea, por ejemplo, ha dejado de ser ciencia para convertirse en ciencia-ficción (no es raro que la primera aparición del multiverso fuese en un cuento de ciencia-ficción).
EliminarGracias, Manuel. Estoy contigo en que la gente es cada vez más ignorante, y no me sorprende... Buscando información para nuestro blog me encuentro con "esto" de abajo. Mira cómo plantean el debate ciencia-fe en la web de filosofía de un Instituto de Secundaria de Mérida:
http://filosofiayciudadaniaparacavernicolas.blogspot.com.es/2015/02/discotecas-divinas-y-laboratorios.html
Ese post es un monumental homenaje al hombre de paja y otras cuarenta falacias más. Si adoctrinan así a los críos, ¿qué podemos esperar de los hombres del mañana? :-(
No te molesto más, un abrazo.
Señorita Ana, leí su link y estoy sin palabras. ¿Podríamos considerar esto como una forma de adoctrinamiento o la implantación de un prejuicio en los jóvenes?
EliminarYo que creía que en mi país teníamos una educación deficiente, ahora veo que también sucede en el primer mundo.
Espero que por lo menos alguno de los alumno no haya tenido miedo y le hiciera ver los errores a su profesor. :/
Todos los intentos de considerar la consciencia como producto de la actividad cerebral han resultados inútiles. La aportación de la Física Quántica de que la materia es simplemente una forma de manifestación de la Energía ya dejó en entredicho el "carácter substancial", básico, de la materia. Las aportaciones de Jung con su descubrimiento del inconsciente colectivo y las más recientes de la Psicología Transpersonal han llevado a considerar como caducas las tesis materialistas. En realidad la Consciencia, lo escribo ahora en mayúscula, es lo primario, lo irreductible, aquéllo que no puede decirse propiamente qué es porque no se puede acudir a otra referencia primaria. Nuestro cerebro, con su compleja estructura neuronal queda reducido a un papel instrumental para que la Consciencia se haga manifiesta.
EliminarQué casualidad Ana! Mi hermano trabaja en Tendencias21. Aunque no conozco al señor J. Rubia, ni he leído nada suyo.
ResponderEliminarFeliz año a todos! :-)
Muy interesante el artículo, como siempre. Gracias, Manuel.
Sí que es casualidad, Pablo :-) ¿En qué sección colabora tu hermano?
EliminarUn abrazo y feliz año.
Pues colabora en todas las secciones, aunque principalmente telecomunicaciones y transferencia de tecnología. Te copio el enlace a un artículo suyo:
Eliminarhttp://www.tendencias21.net/Steve-Wozniak-Hay-que-dejar-elegir-vocacion-a-los-ninos-cuando-son-pequenos_a41216.html.
Muchas gracias, Ana!
¡Gracias, Pablo! Me guardo el enlace y lo leo en cuanto tenga un rato. Un abrazo :-)
EliminarHola, me gusta mucho este blog, es muy interesante. Estoy creando un blog de ciencia y me preguntaba si me podríais aconsejar sobre ello. Esta es la dirección:
ResponderEliminarhttp://blogescienciadetodos.blogspot.com.es/
Eliminé uno de los dos comentarios, porque estaba duplicado.
EliminarHe visto el blog, pero aún no tienes ningún artículo publicado.
Respecto a la cita que pones de Einstein:
Algo he aprendido en mi larga vida: que toda nuestra ciencia, contrastada con la realidad, es primitiva y pueril; y, sin embargo, es lo más valioso que tenemos.
Podría contestarse con esta otra cita:
The Second Law of Thermodynamics is nothing more than a working hypothesis suitable for various types of scientific research. On the other hand -- a work by Shakespeare: teeming with the most vital ideas about the inner development of man, showing the whole grandeur and misery of a human existence. How could these two things be equivalent?
E.F.Schumacher, Small is beautiful
Sí, la ciencia es muy importante, pero ¿es lo más importante que tenemos? ¿Es más importante que la poesía? ¿La música? ¿Las artes plásticas? ¿El amor? ¿La religión?
Hablaré de esto en mis próximos artículos.