Hay dos clases de límites en la investigación
científica:
1.
Límites teóricos o intrínsecos: cuando se dan estos límites, por muy grandes que sean los descubrimientos
científicos que se realicen en el futuro, dichos límites no se podrán rebasar.
2.
Límites prácticos: se presentan cuando, en teoría, un problema puede tener solución, pero
hay razones prácticas que hacen imposible descubrirla, al menos por el momento.
En estos casos no podemos afirmar que el problema no podrá resolverse en el
futuro.
A veces no se sabe si un límite determinado es teórico o práctico. En estos casos, lo que pueda ocurrir en el futuro queda abierto. Si el límite resulta ser teórico, jamás se sobrepasará. Si es práctico, que se sobrepase o no dependerá de que nuestras capacidades técnicas rebasen las necesidades técnicas para su resolución, siendo posible que dicho rebasamiento tampoco llegue a producirse. Piénsese, como ejemplo, en los problemas matemáticos intrínsecamente difíciles, de los que hablé en el artículo anterior.
Como señalé en otro
artículo, en los últimos siglos hemos descubierto que la urdimbre del
universo puede abordarse a distintos niveles. En cada momento, el último nivel alcanzado
no se puede explicar, solo se puede describir. A riesgo de repetirme, voy a resumir
sucintamente lo que dije allí:
·
Primer nivel: sustancias
químicas. El fundador de la química moderna (Anton Laurent
Lavoisier) escribió un libro, Traité élémentaire de Chimie (1789), que
puede considerarse como un catálogo de propiedades de las especies químicas entonces
conocidas. Se trata de una descripción, no de una explicación.
·
Segundo nivel: átomos de
los elementos químicos. La teoría atómica de John Dalton
explicó las propiedades químicas de las sustancias compuestas, pero las
propiedades de los átomos no podían explicarse, sólo podían describirse. La
tabla periódica de Mendeleev era un simple catálogo de átomos.
·
Tercer nivel: partículas
elementales. El modelo atómico de Ernest Rutherford explicó las propiedades
de los átomos, que están compuestos por tres tipos de partículas elementales: electrones,
protones y neutrones (estos últimos se descubrieron más tarde). Las propiedades
de las partículas elementales solo podían describirse. Nadie sabía por qué los
protones tienen carga positiva y los neutrones no tienen carga.
·
Cuarto nivel: quarks y
bosones. Para poner orden en el batiburrillo de las partículas
elementales que se iban descubriendo (bariones, mesones, positrones, electrones
pesados, neutrinos, fotones...), Murray Gell-Mann propuso en 1964 la teoría de
los quarks, que explica las propiedades de los hadrones, familia
de partículas elementales que incluye a los bariones y los mesones. Pero nadie
sabe por qué los quarks y la otra familia de partículas elementales, los leptones (que incluye al electrón y
al neutrino) tienen la carga que tienen. Solo podemos describirlos.
Lavoisier |
Estos son los cuatro niveles de la materia que conocemos en la actualidad: moléculas, explicadas por los átomos; átomos, explicados por las partículas elementales; ciertas partículas elementales (hadrones), explicadas por las partículas fundamentales (quarks y bosones); y partículas fundamentales que hasta ahora no pueden explicarse, sólo pueden describirse. A estas hay que sumar los leptones, que todavía están en el tercer nivel, porque su estructura y existencia aún no ha sido explicada.
¿Qué pasará
en el futuro? Quizá algún día seamos capaces de explicar el
comportamiento de los leptones, los quarks y los bosones descubriendo un nuevo nivel,
pero entonces ese nivel no podremos explicarlo, sólo podremos describirlo. Y
así sucesivamente. El último nivel nunca se podrá explicar hasta que se
descubra el siguiente.
La conclusión es evidente: la física jamás podrá explicarlo todo. Este es
un límite teórico, no práctico, porque siempre existirá ese nivel último o inferior
en nuestra comprensión de la materia. La teoría
del todo, de la que tanto hablan los físicos, está para siempre fuera
de nuestro alcance.
Einstein |
Otro problema físico sin resolver es la naturaleza del tiempo. La flecha del tiempo (el hecho de que el tiempo es una dimensión direccional, que siempre va del pasado al presente, y de este al futuro) está demostrada por la experiencia humana, por el segundo principio de la termodinámica, y por la existencia de procesos irreversibles. Sin embargo, en flagrante oposición a estos argumentos, científicos importantes como Einstein negaron la existencia de la flecha del tiempo, simplemente porque en su teoría el tiempo parece ser reversible. Esto nos proporciona un magnífico ejemplo de cómo incluso un genio científico puede olvidar que, en la ciencia, los hechos deben imponerse a las teorías.
¿Llegaremos algún día a entender
la naturaleza del tiempo? ¿Será este un límite teórico, o un límite práctico de
nuestras teorías? En este momento no me atrevería a afirmar ni una cosa ni la
otra.
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Manuel Alfonseca
Gracias Manuel por tu interesantísimo trabajo.
ResponderEliminarYo de hecho diría que la física, como disciplina de la ciencia, tiene como límite aquello que no puede trabajar el método científico. Por ejemplo: realidades subjetivas y cualitativas. En otras palabras: fenómenos que no se pueden medir. Por ejemplo: nuestra consciencia fenoménica. Por otro lado, aquello de lo que no podemos recabar evidencia empírica: por ejemplo que pasó antes del Big Bang, en el caso de que la teoría del Big Bang efectivamente fuera correcta.
No obstante, me gustaría presentar una objeción a algo que mencionas. Lo relativo a la teoría A del tiempo (el tiempo va hacia adelante). Como argumento para sostener esta afirmación dices: "está demostrada por la experiencia humana". Bueno, si toda la física correcta es la única "está demostrada por la experiencia humana", es decir "interpreto" por nuestros sentidos y la razón sin evidencia empírica, entonces me temo que encontraríamos serias dificultades con la mecánica cuántica, de la que sabemos que funciona por numerosa tecnología que implementa sus principios.
Sin saber mucho del asunto, me inclino a pensar que el tiempo es una dimensión y que el espacio-tiempo es lo que existe. Esto lo apoya la teoría de la relatividad, según la cuál el tiempo es una medida relativa y subjetiva diría yo de cada observador. Si yo estoy cerca de un agujero negro, entonces experimentaré el pasar del tiempo muy rápido, pero un observador en la tierra no. Luego el tiempo puede o haber pasado ya para siempre en una singularidad o vivir en el pasado en zonas sin gravedad. Esto apoya la idea del tiempo como una dimensión y como un fenómeno que crea nuestra consciencia.
En cualquier caso, creo crítico en estos tiempos escribir artículos como este y alertar a aquellos que adoptan posturas cientificistas. Pues está demostrado de sobra que la realidad no es solo objetiva y que otras disciplinas enriquecen mucho el conocimiento meramente científico. Y es algo de lo que pecan muchas facultades científicas y tecnológicas.
Muchísimas gracias de nuevo por su trabajo y un abrazo, espero que se encuentre bien.
Eduardo.
Del tiempo he hablado en varios artículos del blog, por ejemplo, en este: Tiempo A o Tiempo B, y hay un hilo entero sobre el tiempo, que se puede seguir a partir de ese artículo. Aquí sólo he puesto un resumen muy breve.
EliminarPor cierto salio una noticia de que en china estan logrando crear materia. Como compatibilizar eso con la filosofia teista. Si el teista dice que dios creo la materia ? Me hago un lio hehe
ResponderEliminarNo he visto esa noticia, pero supongo que se refiere a convertir en materia otras formas de energía. Usar ahí la palabra "crear" es un abuso del lenguaje.
Eliminarhttps://www.google.com/amp/s/tendencias21.levante-emv.com/china-roza-ya-la-creacion-de-materia.html/amp esta era la que me referia
ResponderEliminarEn efecto, es conversión de energía en materia, para eso necesitan ese "potente láser". O sea, que de creación nada.
EliminarDon Manuel, entonces santo Tomás de Aquino tenía razón. Que el universo haya sido creado en un instante inicial no se puede probar por la razón. El tiempo pudo haber sido creado y mantenido desde la eternidad por Dios.
ResponderEliminarClaro. Supongamos que hubo un Big Bang. ¿Podemos decir que antes no hubo nada? No podemos. Luego...
EliminarAunque algunas teorías actuales sostienen que, aunque el universo fuese cíclico, sería amortiguado, por lo que su duración no sería infinita. Pero claro, hay otras teorías.
Bruno, ya le he explicado muchas veces que el cerebro puede ser una herramienta como un aparato de radio lo es para escuchar lo que nos mandan desde una emisora. Tampoco hay nada sorprendente en que analizando las ondas que rodean al aparato de radio se pudiera generar un texto con el sonido detectado. Algo parecido puede hacerse con el cerebro.
ResponderEliminarAparte de todos los motivos expuestos, perfectamente válidos, hay otra razón por la que la física no puede explicar toda la realidad. En la física se explica todo a partir del pasado, por las relaciones de causalidad eficiente.
ResponderEliminarPero hay al menos un tipo de realidades para las cuales estas explicaciones son insuficientes, que son los artefactos tecnológicos. Los artefactos se explican no solo por la causalidad eficiente, sino también por la causalidad final, que, por decirlo de alguna manera, viene del futuro: un artefacto se entiende si y solo si se comprende su propósito; incluso si no lo cumple, si funciona mal.
¿Qué es un teléfono estropeado? No podemos definir un teléfono como aquello que de hecho hace llamadas, porque entonces un teléfono estropeado no es un teléfono, y no puedo llegar a la tienda a pedir que me lo arreglen. Un teléfono es aquello que tiene que poder hacer llamadas, aunque no las haga.
Un artefacto tiene que ser de determinada manera, lo sea o no lo sea de hecho. Por eso la filosofía positivista es un fracaso a la hora de explicar la tecnología, porque la tecnología no se puede entender como mera realidad fáctica.
La causalidad eficiente y la causalidad final son complementarias, no alternativas. Por eso el Diseño Inteligente no puede ser una alternativa válida a la evolución biológica.
Disculpa, Manuel, el despiste. Soy Gonzalo Génova.
EliminarEn efecto, estoy de acuerdo, y hablé de ello en este artículo: El problema de la intencionalidad humana.
EliminarSin embargo, en el artículo que enlazas me parece entender que defiendes que las explicaciones causales y finalísticas (intencionales) no son compatibles, y por eso nos vemos obligados a escoger una frente a la otra. Si es así como piensas, no estamos de acuerdo.
EliminarLa causa eficiente de mis actos son mis procesos neuronales, pero su causa final son mis intenciones. No son alternativas incompatibles, sino explicaciones complementarias. De modo análogo (no idéntico) a lo que ocurre en los artefactos, sometidos completamente a las leyes físicas, pero inexplicables si no conocemos su finalidad.
No es que sean incompatibles, sino que los materialistas pretenden que la "causa eficiente" es la única causa, reduciendo la "causa final" a la irrelevancia o a una ilusión.
EliminarPor supuesto que son compatibles. Si yo decido apretar un botón para encender la luz, la causa final es mi intención de dar la luz; pero la causa eficiente es el movimiento de mis dedos para apretar el botón. Pero ¿cuál fue la primera? Obviamente la intención; la eficiente es aquí subordinada. Esto es lo que los materialistas no aceptan.
Chesterton lo dijo de una forma muy gráfica (cito de memoria): "Un materialista se contradice cada vez que me pide que le pase la sal".
Te recomiendo el libro de Victor Reppert, que analiza la cuestión desde varios puntos de vista.
Gracias, estamos de acuerdo entonces. Conocí a Reppert a través de uno de tus artículos y me gustó mucho.
EliminarLa compatibilidad y simultaneidad de los distintos tipos de causas es justamente lo que me hace rechazar el dualismo cartesiano. La causa final no es ningún "sustituto" de la causa eficiente cuando ya no encontramos causas eficientes que puedan explicar los fenómenos observados (como por ejemplo las intenciones libres, la consciencia, etc.).
Esta forma tan simplista de entenderlas lleva continuamente a buscar formas de "interacción" entre la mente y el cuerpo, o, en otro orden de cosas, entre Dios y el mundo. Son callejones sin salida.
Pero no ser dualista no implica ser monista, tal como se suele entender, en sentido reduccionista-materialista. Es más bien un monismo no reduccionista, que afirma que la sustancia es una, y que la materia y el espíritu no son cosas, sino aspectos.
No estamos hechos de dos "piezas" que encajan e interaccionan, alma y cuerpo. Estamos hechos de una sola pieza, que no se puede entender exclusivamente bajo el prisma de las interacciones materiales ni tampoco como una racionalidad desencarnada (espíritu puro encerrado en un cuerpo).
Yo en cambio voy más bien por la línea del dualismo neurofisiológico, al estilo de Eccles y Popper.
Eliminarhttps://tendencias21.levante-emv.com/una-nueva-tecnologia-anticipa-nuestras-preferencias-ocultas.html esto para que sirve?
ResponderEliminarEsta es la traducción al español del resumen del artículo en cuestión:
Eliminar"El filtrado colaborativo es una técnica común en la que los datos sobre la interacción de gran número de usuarios se utilizan para recomendar cosas a un individuo, que el individuo quizá podría preferir, pero con las que no ha interactuado. Los enfoques anteriores han logrado esto usando diversas señales del comportamiento, desde el tiempo de permanencia y las tasas de clics hasta las calificaciones proporcionadas por los propios usuarios. Sin embargo, tales señales son meras estimaciones de las preferencias subyacentes reales de los usuarios. Aquí, utilizamos la interfaz cerebro-ordenador para inferir las preferencias directamente del cerebro humano. Luego utilizamos estas preferencias en un entorno de filtrado colaborativo, e informamos sobre los resultados de un experimento en el que las preferencias inferidas desde el cerebro se utilizan en un marco de filtrado colaborativo neuronal. Nuestros resultados demuestran, por primera vez, que la interconexión cerebro-ordenador puede proporcionar una alternativa viable para las preferencias de comportamiento y auto-proporcionadas en escenarios de recomendación realistas. También discutimos las implicaciones más amplias de nuestros hallazgos para sistemas de personalización y para la privacidad del usuario."
O sea, que hacen lo que ya se venía haciendo por otros medios, directamente a partir de una interfaz cerebro-ordenador. Las extrapolaciones del artículo de Levante son palabrería típica como la que suele acompañar la divulgación de este tipo de investigaciones.
https://amp-20minutos-es.cdn.ampproject.org/v/s/amp.20minutos.es/noticia/4707367/0/hallan-molecula-clave-origen-vida-etanolamina-cuatro-elementos/?amp_gsa=1&_js_v=a6&usqp=mq331AQFKAGwASA%3D#amp_tf=De%20%251%24s&aoh=16219096776078&csi=1&referrer=https%3A%2F%2Fwww.google.com&share=https%3A%2F%2Fwww.20minutos.es%2Fnoticia%2F4707367%2F0%2Fhallan-molecula-clave-origen-vida-etanolamina-cuatro-elementos%2F
ResponderEliminarEste comentario vendría mejor en mi próximo artículo :-)
EliminarQue la etanolamina (HO-CH2-CH2-NH2) sea un paso para la vida es pura conjetura. En cierto modo, en el próximo artículo lo contesto.