En artículos
anteriores de este blog he mencionado mis experimentos sobre vida artificial: la simulación en un ordenador de procesos similares
a los que tienen lugar en los seres vivos. La vida artificial no debe
confundirse con la vida
sintética: construcción de seres vivos artificiales en el laboratorio.
Una de las herramientas más utilizadas en vida artificial (y en otros campos relacionados) son los algoritmos genéticos, que simulan la evolución biológica dentro del ordenador y la hacen actuar sobre los entes que son objeto de la investigación. En estos experimentos, se utiliza una mezcla de azar y necesidad (el título del libro de Monod mencionado en el artículo anterior). El azar se aplica usualmente con un generador de números seudoaleatorios que modifican el funcionamiento del resto del algoritmo, que al estar programado, representa la necesidad.
Mis
experimentos de vida artificial están diseñados por mí. Son un ejemplo claro de
diseño. Pero es un diseño que utiliza el azar; o, si quieren, el seudo-azar. Pero
Gregory Chaitin demostró en 1975 que azar y seudo-azar son indistinguibles
(véase este artículo).
Por lo tanto, podemos utilizar ambos términos indistintamente.
Mi
situación respecto a mis experimentos de vida artificial es especial, privilegiada.
Mientras uno de ellos se está ejecutando, yo puedo pararlo, analizar el estado
del sistema y actuar en consecuencia, modificando las condiciones. Para ello
puedo modificar el estado de uno o más de los entes simulados (lo que sería equivalente
a un milagro), o bien puedo alterar el funcionamiento del generador de números
aleatorios, saltándome uno o más de estos, forzando un nuevo punto de partida
del azar, o realizando muchas otras acciones que modifican la evolución del
sistema y que resultarían indetectables para los hipotéticos seres pensantes dentro
del mismo (y esto sería equivalente a la acción de la Providencia).
Supongamos
que en algún momento en el futuro surgieran seres inteligentes en uno de mis
experimentos de vida artificial. No teman, eso está tan lejos que, si fuera
posible, estoy seguro de que yo no voy a verlo, aunque la idea me ha servido
para escribir una novela de ciencia-ficción: La
escala de Jacob. Pero hagamos ese experimento mental. ¿Qué pensarían esos seres inteligentes sobre el mundo en el que
habrían surgido? ¿Qué su mundo había sido diseñado, o que era resultado del
azar?
Me da
igual lo que pensaran. Desde mi posición privilegiada, yo conozco la respuesta
a esa pregunta: su mundo habría sido diseñado y el azar es una de las
herramientas de ese diseño.
Pasemos
ahora a nuestro mundo. En él existen seres inteligentes (nosotros) y nos
planteamos la misma pregunta que mis hipotéticos seres inteligentes simulados.
Y sólo hay tres respuestas posibles:
- El
universo es resultado del azar. Queda por explicar cómo puede surgir algo por azar.
- El
universo ha sido diseñado y creado por Dios. En tal caso, lo que nosotros llamamos
azar quizá para Dios no lo sea. O acaso sí. Si yo puedo usar el azar en
mis diseños, ¿por qué Dios no podría hacerlo?
- Que el
universo haya sido diseñado por seres inteligentes distintos de Dios. O sea: que vivimos en una simulación.
Esta es la idea de Nick Bostrom y los que piensan como él. Escribí un
artículo sobre esa propuesta en este blog.
Thomas Nagel |
No
creo que ninguno de mis lectores dude sobre cuál es la solución que yo defiendo.
En mi opinión, la primera no resuelve nada, y la tercera es un simple vuelo de
fantasía, imposible de demostrar. En el artículo citado señalé que el planteamiento
de Bostrom es erróneo, porque no consideró una posibilidad mucho más probable
que las que sí tuvo en cuenta. Pero hay quienes prefieren esta alternativa, por
dos motivos: porque les gusta la ciencia-ficción; y porque están dispuestos a
aceptar cualquier cosa antes que la existencia de Dios. Thomas Nagel lo dijo en
su libro The Last
Word: Quiero que el ateísmo sea verdadero… No
es sólo que no creo en Dios y que, naturalmente, espero estar en lo correcto en
mi creencia. ¡Es que ansío que no exista ningún Dios! No quiero que exista un
Dios; no quiero que el universo sea así.
No es posible dialogar y llegar a
acuerdos cuando ambas partes dan por supuestas premisas de partida totalmente
contradictorias.
Hilo Vida Sintética y Vida Artificial: Anterior Siguiente
Manuel Alfonseca
Me pregunto si no habrá una cuestión previa a las tres opciones propuestas: ¿Es el azar, en ese entorno creado (En nuestro caso la naturaleza), posible?
ResponderEliminarPorque aunque sean indistinguibles, azar y pseudoazar no son lo mismo y aunque para nosotros (En nuestra condición de dioses de los sistemas de vida artificial que pudiésemos crear si supiésemos hacerlo. Yo non se hacerlo) lo sean, podría ser que pera el Dios creador de nuestra vida (Sea natural o artificial) sí fueran distinguibles.
Para mi, es un cuestión importante porque asistimos a enormes esfuerzos de científicos ateos, quizás del mismo club que Thomas Nagel, que se esfuerzan en que el universo surja de la nada y por azar, pero que cuando lo explican confunden (Quizás a sabiendas) la nada con el vacío y el azar con la asuencia de datos.
Como dije al final del artículo anterior a este (Distintos tipos de azar) el azar ontológico podría no existir. Y por supuesto, igual que he mencionado en otro sitio que Dios no tiene por qué estar sujeto al principio de incertidumbre, tampoco tiene por qué estar sujeto al teorema de Chaitin. Estas restricciones se nos aplican a nosotros, no a Dios.
EliminarEs cierto, si sitúas tus gustos y preferencias por delante poco espacio queda para el simple diálogo.
ResponderEliminarNunca había yo asociado los milagros y la acción de la Providencia a las acciones sobre el sistema de simulación que mencionas. Me parecen asociaciones muy apropiadas que describen muy bien la realidad.
ResponderEliminarThomas Nagel, sin embargo, está convencido de que el estudio de la consciencia acabará con la cosmovisión materialista en un par de generaciones... Qué pena no estar viva para verlo 😊
ResponderEliminarHola, don Manuel. He visto este artículo que le enlazo abajo, con ese titular tan sensacionalista y en seguida me he preguntado qué pensará usted al respecto 😊. Sé que la dificultad de que el ADN surgiera por sí mismo en la tierra primigenia es uno de los quebraderos de cabeza de los biólogos, pero parece que han "encontrado" una posible solución sin tener que apelar a una Inteligencia. Debo decir que yo no he entendido gran cosa, si usted tuviera a bien explicarnos este galimatías, yo se lo agradecería de corazón. Un abrazo, profesor, y gracias siempre por ilustrarnos.
https://www.esquire.com/es/ciencia/a46304414/como-aparecen-nuevos-genes-de-nada/
Es cierto, Ana, que a pesar de su ateísmo, Thomas Nagel se opone al reduccionismo materialista. Lo conté en este artículo: La mente y el cosmos.
EliminarGracias por la sugerencia. Estudio la cuestión y os la explico en otro artículo.
Muchísimas gracias!
EliminarRecomiendo al doctor Tony nader neurocientifico interesado en meditación y no es materialista de hecho habla de estados espirituales y conciencia no fisica
ResponderEliminarhttps://www.xataka.com/robotica-e-ia/revolucion-ia-general-tiene-capacidad-desencadenar-nueva-era-transistores-su-potencial-titanico/amp aquí hablan de que la inteligencia artificial general está en el horno
ResponderEliminarEn cambio, Ramon López de Mántaras dice en un comentario aquí (https://www.linkedin.com/posts/xferras_the-ten-key-messages-from-my-article-the-activity-7173298676742787075-pRKu) que "La IA generativa puede en ciertos casos ser útil, eso no lo he negado. Pero no es inteligente (y menos artificial de lo que parece) y no deberíamos antropomorfizarla. También creo que no es un paso hacia la IA general. Todo lo contrario, es un paso en la dirección opuesta, es decir que nos aleja del objetivo de la IA general."
EliminarOk https://www.clarin.com/new-york-times-international-weekly/ia-aprendiendo-significa-vivo_0_5b5noh7kyP.html que significa esta noticia de que la inteligencia artificial está aprendiendo a estar vivo?
ResponderEliminarSignifica que los medios siguen diciendo estupideces.
EliminarEsto es lo que dice Ramon López de Mántaras, del al respecto:
"La IA generativa puede en ciertos casos ser útil, eso no lo he negado. Pero no es inteligente (y menos artificial de lo que parece) y no deberíamos antropomorfizarla."