Problemas científicos en el Planeta de los Simios


En 1963, el escritor francés Pierre Boulle publicó una novela famosa de ciencia-ficción con el título El Planeta de los Simios, que en 1968 fue adaptada al cine por primera vez, con Charlton Heston en el papel del protagonista y guión de Michael Wilson y Rod Serling, famoso por la serie de televisión Dimensión Desconocida. Una década antes, Boulle había publicado otro best-seller, también adaptado con éxito al cine: El Puente sobre el Río Kwai.
La novela de Boulle cuenta la historia de tres astronautas que emprenden un viaje de dos años (medidos en tiempo propio relativista) hasta un planeta que gira alrededor de Betelgeuse (la estrella alfa de la constelación de Orión) y encuentran allí una civilización extraterrestre a un nivel parecido al nuestro a mediados del siglo XX, en la que los seres inteligentes son tres especies de simios (idénticos a los gorilas, chimpancés y orangutanes terrestres) mientras los seres humanos (también idénticos a nosotros) son animales desprovistos de razón. Como es lógico, el terrestre superviviente se enfrenta a grandes dificultades para convencer a los simios de que él es un ser inteligente.
La película es relativamente fiel al original, salvo porque los astronautas han realizado un viaje de tres mil años en estado de hibernación, y con la gran diferencia del golpe de efecto final, según el cual el planeta al que han llegado resulta ser la Tierra, donde una guerra nuclear ha acabado con nuestra civilización, reduciendo a los humanos supervivientes al estado salvaje, mientras los simios antropoides han evolucionado hasta convertirse en las nuevas especies inteligentes dominantes. Esta idea, hacer que los astronautas hubiesen vuelto a la Tierra sin saberlo, probablemente la sacó Serling del capítulo Disparé una flecha al aire, de la primera temporada de Dimensión Desconocida.
Tanto la novela como la película contienen errores científicos de bulto, que voy a comentar a continuación:
  • En el caso de la película, es posible que lleguemos a provocar el fin de nuestra civilización con una guerra nuclear, pero es totalmente imposible que una evolución del calibre de la que se propone pueda tener lugar en sólo tres mil años. Nosotros tardamos millones de años en alcanzar el nivel de evolución en el que ahora nos encontramos, a partir de un estado semejante al de los grandes simios actuales.
  • En el caso de la novela, la cuestión es muy diferente. Lo peor es que la estrella Betelgeuse es una supergigante roja con una masa 10 a 20 veces mayor que la del sol. Se estima que Betelgeuse nació como estrella estable de la secuencia principal hace unos ocho millones de años, y que pasó a la fase de gigante roja hace sólo unos cientos de miles de años, lo que hace imposible la aparición de la vida en su hipotético sistema planetario, y por ende la existencia de inteligencias extraterrestres. Se prevé que esta estrella se convertirá en supernova dentro de, a lo sumo, un millón de años más.
Pierre Boulle
Pero supongamos que, en lugar de Betelgeuse, que fue una mala elección de Pierre Boulle, se tratara de otra gigante roja, de masa semejante a la del sol, que por lo tanto habría permanecido miles de millones de años en la secuencia principal, antes de transformarse en gigante roja. ¿Podría entonces darse una situación como la que presenta la novela? Veamos diversas posibilidades:


1.      La vida inteligente pudo surgir alrededor de esa estrella durante la primera fase de su evolución, mientras estaba en la secuencia principal. Esto habría ocurrido en un planeta situado en la zona de habitabilidad inicial de la estrella. En ese caso, cuando esta se convirtiera en gigante roja, aumentando desmesuradamente de tamaño, dicho planeta habría sido absorbido por la estrella, con lo que su civilización sería destruida.
2.      La vida inteligente podría haber surgido en un planeta situado en la nueva zona de habitabilidad de la estrella, después de su transformación en gigante roja. Este caso puede considerarse imposible. No habría tiempo para que aparecieran seres inteligentes, pues las gigantes rojas del tamaño del sol permanecen en ese estado cierto número de millones de años, mientras que –si hemos de dar valor estadístico al único caso que conocemos, el de la Tierra- hacen falta miles de millones de años para que aparezca la inteligencia.

Charlton Heston y Linda Harrison
en El Planeta de los Simios
    3.  La vida inteligente pudo surgir en un planeta situado en la primera zona de habitabilidad, y cuando esa civilización, que habría alcanzado el nivel tecnológico necesario para realizar viajes interplanetarios, detectara que su estrella iba a convertirse en gigante roja, se habrían trasladado a un planeta situado en la nueva zona de habitabilidad. En tal caso habría que explicar por qué dicha civilización perdió su capacidad tecnológica, pues cuando transcurre la novela estaba al mismo nivel que nosotros a mediados del siglo XX, anterior a los viajes por el espacio. La novela no dice nada de esto. Es obvio que Boulle no lo sabía, o si lo sabía no le preocupó.

4.      Finalmente, la evolución descrita por la novela es poco plausible. Es extremadamente improbable que una evolución paralela realizada en otro planeta dé lugar a cuatro especies idénticas a las especies terrestres correspondientes, y menos aun a que todas ellas llegaran a ser inteligentes y una deje de serlo después, como plantea la novela, sin que esas diferencias dejen huella en el aspecto físico de las especies consideradas (la forma de la cabeza, o la presencia o ausencia de pelo corporal).
Aparte de eso, la novela propone una crítica acertada a ciertos experimentos realizados con grandes simios (los simios los realizan con seres humanos), plantea problemas interesantes, como la dificultad de entenderse con seres extraterrestres, y merece la fama que ha alcanzado a través de sus adaptaciones al cine.


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Manuel Alfonseca

5 comentarios:

  1. Hola. Ante todo felicitarte por tu excelente artículo como siempre. De todas formas como dices veo muy difícil que de un planeta pueda salir algo parecido a los simios actuales. Es evidente que Boulle escribió está novela, para concienciar a la gente en contra del maltrato animal, y no se preocupo de más. Oí rumores, de que Boulle era católico. No sé si abandono la fe, o no. La otra película el Puente sobre el Río Kwai permitió ganar a nuestro amigo Sir Alec Guiness el oscar (lamentablemente el único, que ha conseguido).

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  2. El profesor Alfonseca y yo hemos hablado, como este tema de divulciencia necesita (a pesar de su calidad, y de su interés) dinamismo he pensado más o menos comentar las películas del Planeta de los Simios, y que el Profesor Alfonseca me diga si lo que cuentan las películas es científicamente posible, o no.
    En un princiio se pensó otar chistes, pero ambos pensabamos, que no tendrían ninguna gracia, y que debido a la corección política, que reina las asociaciones de drecho animal habrían protestado, y se habrían ensañado con nosotros. Así que no voy a contar ningún chiste, sobre monos.
    Antes de empezar tengo una pregunta, para el autor. ¿Si piensa, que el tipo de novelas y películas del Planeta de los Simios. Haría feliz a gente como Singer, autor del Proyecto Gran Simio, y Mrs. Warnock, que están convencidos de la superioridad de cualquier animal frente a embriones, fetos, y niños recien nacidos?.
    Yo tampoco he visto el Planeta de los Simios, pero ahí va mi segunda pegunta, como comente con el autor. Cesar el moo, que lidera la rebelión (interpretado por Roddy MacDowell, y luego por Andy Serkis, para al que incluso se le llego a pedir una nominación (Andy Serkis es el inolvidable Gollum/Smeagol del "Señor de los Anillos", y del "Hobbit") en las pelis antiguas, cuando la civilización simiesca decae hay dos monos, que viajan al pasado y tienen a Cesar. Aunque los viajes en el tiempo el autor ya los ha tratado. ¿Cree posible este recurso?.
    Tercera pregunta en la versión de Tim Burton, muy atacada, y cuestionada en su momento, ni en la que ni un actor de talla como Tim Roth salió indemne (incluso al pobre Charlton Heston se le nominó al razzie a peor actor de reaparto. Algo injusto, porque Heston a pesar de ser de la asociación del Rifle es un actor de gran talento. Yo recomiendo su maravillosa el Señor de la Guerra, también del Director del Planeta de los Simios Schaeeffer). En la versión de Burton el personaje interpretado por Mark Whalberg al final de la película acaba en una ucronía según la cual sería una sociedad moderna, parecida a la nuestra, pero en lugar de hombres, estaría llena de simios. Recordaría un poco a "Soy Leyenda de Matheson". ¿Aunque me resulta muy difícil de creer sería esto posible científicamente?.
    Las últimas versiones la inteligencia de Cesar no se debería a que sus padres eran monos que viajaron del mundo del planeta de los simios a la tierra, y engendrarán a Cesar, sino, que el personaje de James Franco estaría trabajando en un medicamento, para curar el Alzheimer, y estaría experimentando con animales. ¿La pregunta, que hago es si sería posible algo así. Un medicamento, que aumentará la inteligencia de los animales, y estos pudieran desplazar al hombre, como especie hegemónica?.
    Nada más felicito al profesor Alfonseca por su magnífico artículo, y esperemos que alguien se anime, y quiera participar en nuestra discusión. Atentamente Fonch.

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  3. Se que no es el lugar adeacuado.Pero leí su artículo sobre el problema del mal y me gustó su razonamiento, solo me quedó una duda:
    ¿Por que Dios no hizo que nuestros cuerpos no puedan ser afectados por los malvados?

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    1. Como dijo C.S.Lewis, una afirmación que empieza "Dios puede XXX" no tiene sentido, si XXX no tiene sentido. ¿Es lógicamente posible que un ser vivo complejo esté exento del dolor provocado por otros seres vivos, cuando el dolor es una defensa contra la enfermedad y los accidentes? Lo dudo.

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