Más cosas sobre dietética

The same post in English

En un artículo anterior puse en duda que la dietética sea una ciencia, porque parece seguir con mucha frecuencia lo que podría considerarse como las alternancias de la moda, y aduje algunos ejemplos. En este artículo voy a añadir algunos más, junto con alguna consideración general.

• La fecha de caducidad de los yogures. Hace unos años se escribían libros y se pronunciaban discursos defendiendo la recomendación de que no debe consumirse un yogur desde el día siguiente a su fecha de caducidad. Además, por supuesto, ningún alimento caducado debería utilizarse para ayudar a personas en dificultades económicas. Sin embargo, cualquier experto en calidad sabe que las fechas de caducidad incluyen siempre un margen de seguridad que a veces puede ser bastante largo (días, semanas o incluso meses). Por lo tanto, algunos alimentos recién caducados probablemente estén comprendidos dentro de ese margen de seguridad y pueden consumirse sin problemas. Sin hablar del hecho de que hay productos (como los yogures) que no deberían caducar, porque su composición hace que no se estropeen, aunque puedan llegar a perder características nutritivas o de sabor. Por eso últimamente en este tipo de productos ya no se habla de fecha de caducidad, sino de fecha de consumo preferente.
• Los efectos favorables o desfavorables de beber un poco de vino en las comidas. Primero se dio como comprobado que beber medio vaso de vino en cada comida (lo que forma parte de la dieta mediterránea) es muy bueno para evitar problemas cardíacos. Luego este efecto favorable se redujo a los varones mayores de 50 años. Después se publicó otro estudio que sostiene que el consumo de alcohol es desfavorable, porque puede aumentar el riesgo de cáncer. Supongo que se seguirán realizando estudios y publicando resultados. No sé hasta qué punto la situación actual puede considerarse definitiva. Sin embargo, en un análisis reciente sobre los consejos dietéticos divulgados en los telediarios de TVE se dice lo siguiente: Uno de los mantras citados por RTVE es que tomar una o dos copas de vino al día es beneficioso. Pero nada más lejos de la realidad: el consumo moderado y saludable de alcohol es un gran mito, que no previene los problemas cardiovasculares y que, de hecho, puede aumentar el riesgo de enfermedades como el cáncer. Es curioso, porque el enlace que proporcionan para apoyar lo que dicen se limita a decir que los efectos beneficiosos del consumo de alcohol sobre la salud cardiovascular probablemente han sido exagerados, y en relación con el cáncer señala que debe reducirse el uso excesivo de alcohol, una frase bastante ambigua.
• Los efectos nocivos o inocuos de los aditivos alimentarios. En el mismo análisis citado en el punto anterior se asegura que TVE habla mal de los aditivos en sus telediarios, pese a tratarse de sustancias seguras que ayudan a mejorar el aspecto o textura de los [alimentos] y a conservarlos mejor. Ya sabemos que existen muchos controles sobre los aditivos alimentarios, pero también es verdad que las empresas a veces abusan de ellos, introduciendo gran número de colorantes, conservantes, saborizantes, edulcorantes, emulgentes, espesantes, estabilizadores, acidificantes y antioxidantes, cuya utilidad podría ser discutible. Tanto más cuanto que algunas empresas ponen a la venta los mismos productos sin aditivos o con un mínimo de aditivos, con lo que atraen la atención del público para inducirle a comprarlos. De hecho, existe un mercado floreciente de este tipo de productos.

No estoy diciendo que estas cosas sean incorrectas. Puede que todas sean correctas. Lo que digo es que es arriesgado tomar como definitivas cosas que la historia nos demuestra que pueden cambiar bruscamente de la noche a la mañana.

Una parte del problema puede ser que a veces se tiende a presentar como definitivos resultados científicos provisionales. Y ya sabemos que la aplicación de la estadística a la medicina suele plantear dificultades considerables, que no siempre se resuelven bien. La mayor parte de estos estudios se basan en el análisis de cierto número de casos concretos, que se comparan con un número equivalente de casos de control, y luego se aplican criterios estadísticos que no siempre están bien justificados. He visto noticias supuestamente científicas, no ya en medios de comunicación de masas, sino en revistas profesionales, que decían cosas parecidas a esta:

Se trató con tal medicamento tal enfermedad en 20 pacientes; a otros 20 se les proporcionó un placebo. En el primer grupo murieron tres; en el segundo cuatro. Por lo tanto, este medicamento reduce la mortalidad de esa enfermedad en un 25%.

Matemáticamente el resultado puede ser correcto, pero su significación estadística es nula.

Hilo Lingüística y Medicina: Anterior Siguiente

Manuel Alfonseca