Como suelo señalar en estos
artículos, los medios de comunicación generalistas, y a veces también las
revistas de alta divulgación, pueden ser poco acertados cuando hablan de
noticias científicas. Con los titulares, sobre todo, suelen cometer errores
importantes, porque se intenta darles el mayor atractivo posible, lo que
significa que también sufren las mayores distorsiones.
Veamos una noticia reciente.
El titular es este:
Descubren cómo ver el comienzo del universo
Leído el texto y eliminada la paja, vemos que esta noticia hay que leerla en el siguiente contexto:
- La radiación cósmica de fondo,
que según el modelo cosmológico estándar surgió unos 380.000 años después
del Big Bang, impide que podamos ver lo que pasó antes mediante ondas
electromagnéticas, porque actúa como una pantalla opaca para dichas ondas.
Esto significa que no podemos “ver” directamente nada de lo que ocurrió en
los primeros 380.000 años de la historia del universo, aunque sí podemos
inferirlo aplicando las ecuaciones cosmológicas de Friedman, que están basadas
en la teoría general de la relatividad de Einstein. Entrecomillo la
palabra “ver”, porque esta limitación no sólo se aplica a las ondas
luminosas, las que captan los telescopios ópticos, sino también a los
telescopios de ondas infrarrojas, ultravioleta, rayos X y rayos gamma, así
como a los radiotelescopios, que funcionan en la zona de las microondas.
- La materia del universo, cuando su edad era inferior a 380.000 años,
no estaba formada por átomos en estado gaseoso, sino en estado de plasma, es decir, por átomos
desprovistos de la corteza electrónica y reducidos a los núcleos. Los
electrones, por su parte, estaban sueltos. El plasma es opaco a las ondas
electromagnéticas. Por eso no podemos “ver” lo que hay dentro del sol, ni tampoco
lo que había antes de la radiación cósmica de fondo.
- El equipo de la universidad de Princeton que ha dado lugar a esta
noticia ha ideado un procedimiento
que podría servir para penetrar más allá en la zona desconocida del
universo utilizando ondas gravitacionales. Al no ser ondas electromagnéticas,
las ondas gravitacionales no están afectadas por la opacidad del plasma.
Quizá se podría diseñar un nuevo tipo de telescopio que utilice esas ondas
para penetrar en el plasma que hay detrás de la radiación cósmica de
fondo.
- De todas formas, hay que tener en cuenta que la investigación sobre la detección de ondas
gravitacionales está en pañales. Estas ondas, que fueron anunciadas
por Einstein aplicando la teoría general de la relatividad, no fueron
detectadas hasta 2015, un siglo después de la predicción. Por lo tanto,
estamos hablando de un diseño hipotético que exigiría avances tecnológicos
considerables. No es algo que vaya a suceder mañana.
La noticia en cuestión termina así: Según
los expertos, la propagación de ondas gravitacionales a través de la materia
debería producir una señal detectable que podría ofrecer a los científicos
una nueva forma de comprender los primeros momentos del universo.
Pero la cosa no es tan fácil. Quizá
consigamos detectar directamente algo de lo que ocurrió durante los primeros
380.000 años de la historia del universo, cosa que hasta ahora estaba fuera de
nuestro alcance. Pero llamar a esos 380.000 años los
primeros momentos del universo, me parece un poco exagerado.
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Manuel Alfonseca
Dedicado a
Bruno, que me sugirió este artículo
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