Pitirim Sorokin |
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Sobre la cuestión de la violencia y el mal en la sociedad hay tres teorías fundamentales:
Sobre la cuestión de la violencia y el mal en la sociedad hay tres teorías fundamentales:
- Cada ser humano es un campo de batalla entre el bien y el
mal y lleva dentro de sí fuertes tendencias hacia el mal y
la violencia. Es preciso educarle en valores morales para enseñarle a
controlar sus impulsos.
- El hombre es bueno por naturaleza, la sociedad lo hace
malo. Es preciso educarlo de tal manera que se le mantenga lo
más posible en su estado natural original, el buen salvaje. Esta es la
teoría de Jean-Jacques Rousseau.
- El hombre es bueno por naturaleza, todo lo malo que hace
es consecuencia de una educación mal enfocada. La solución
es educarle en la ideología de género, la ideología dominante en la
actualidad.
¿Qué dice al respecto la ciencia
(en este caso, la Sociología)?
Uno de los sociólogos más
importantes del siglo XX, el estadounidense de origen ruso Pitirim Sorokin,
escribió esto en su libro Society, Culture and Personality
(cap. VI, Factores de Solidaridad y Antagonismo, traducido al español por
editorial Aguilar):
Tomadas en sí mismas... las siguientes características de
las partes en interacción no son factores importantes en la generación de la
solidaridad o del antagonismo:
1) El sexo de la parte, en el sentido de que ninguno de
los sexos es más solidario o antagónico que el otro.
2) La raza de la parte, en el sentido de que per se ninguna de
las razas es más antagónica ni más solidaria que las otras.
...
6) La inteligencia elevada o baja, brillantez o torpeza
mental, con la posible excepción de defectos mentales... [que] hacen del
enfermo mental un ser peligroso para las otras partes.
7) Presencia o ausencia del alfabetismo o analfabetismo
en las partes; de la educación escolar, ya sea elemental, secundaria o
superior, cuando la educación consiste principal o exclusivamente en un cultivo
del intelecto, sin entrenamiento en las formas de conducta, sean estas
cooperativas o altruistas o competitivas y egoístas.
...
10) La tecnología de las partes, su vida en una época
agrícola, pastoril o industrial...
...no podemos decir que las personas de buena salud o de
alta inteligencia o de determinado sexo, edad o raza muestren... mayor
solidaridad o mayor antagonismo... Los estudios estadísticos sobre la
correlación entre la alta o baja inteligencia y la cooperación... no arrojan de
una manera consecuente altos índices de correlación... Los alumnos... más
despejados de la escuela elemental, secundaria o de la enseñanza superior, no
muestran... [un] altruismo más grande que los alumnos más torpes; tampoco
muestran un antagonismo mayor. Lo mismo puede afirmarse de los cultos y
analfabetos. Tampoco la inducción histórica autoriza la opinión vastamente
aceptada de que un aumento de la cultura elemental, descubrimientos
científicos, inducciones tecnológicas y democracia, reduzcan los antagonismos
sociales. Desde el siglo XIII hasta el siglo XX, las escuelas, descubrimientos,
invenciones, cultura de la población y democracia han aumentado conjuntamente;
en el siglo XIX y XX... aumentaron en proporciones enormes, y, no obstante, las
guerras, las revoluciones, los conflictos entre los grupos y los crímenes
demuestran que los antagonismos han experimentado un crecimiento sin precedentes...
Por otra parte, tampoco estos datos autorizan a nadie a afirmar que estos
factores generan antagonismos.
Jean-Jacques Rousseau |
Parece que los datos sociológicos
no demuestran la
afirmación de la ideología dominante, que la
violencia [doméstica] tiene su origen en un problema educacional, de siglos de
una cultura patriarcal (véase el
punto 10 en la cita de Sorokin). A medida que se impone la educación en
la ideología dominante, la violencia machista no disminuye, quizá incluso
aumente. ¿Es esto consecuencia de dicha ideología, o de la resistencia social
ante ella? Sería preciso realizar estudios serios para comprobarlo, pero la
ideología dominante se niega a que se realicen esos estudios. Sus afirmaciones
son verdaderas por definición y no pueden ponerse en duda.
La ideología dominante no admite
que nadie, especialmente los jueces y los gobernantes, piense de otra manera.
Se pone así fin a la libertad de pensamiento y de expresión, que supuestamente
son principios fundamentales de la democracia, y que han sido sustituidos por
este:
Todo el mundo tiene derecho a pensar como quiera, siempre que
piense como nosotros. Y si no lo hace, se convertirá en un paria social.
La ideología dominante ha impuesto una censura asfixiante, una mordaza.
Quien no se adscriba a ella, si desempeña algún papel en la sociedad, no puede
expresarse con libertad, y si lo hace, los partidarios de esa ideología caen
sobre él y le obligan a desdecirse o a abandonar sus cargos.
Manuel Alfonseca
Lo primero, que deseo es felicitar nuevamente al señr Alfonseca por este artículo. Dónde como siempre da en la diana. Estos son temas, que hemos estado tratando en nuestra correspondencia ;-).
ResponderEliminarYa vemos que Sorokin dice las "características de las partes en interacción que no son factores importantes en la generación de" violencia.
ResponderEliminarPero ¿apunta alguna hipótesis sobre el actual aumento de violencia?.
Me ha gustado el artículo, pero no he sabido despejar esta incógnita.
En el apartado siguiente al que he comentado, Sorokin establece los siguientes factores de solidaridad y antagonismo que sí tienen efectos inmediatos sobre el grado de violencia de una sociedad:
Eliminar1. Carácter de las convicciones éticas y jurídicas.
2. Concordancia o discordancia entre las normas jurídicas y éticas.
3. Grado de consecuencia entre las convicciones y las acciones.
En resumen, la violencia aumenta cuando las normas éticas se alejan de la regla de oro; si las normas éticas y jurídicas son distintas para unos y para otro; y si reina la hipocresía.
Es difícil resumir este trabajo, porque el análisis de la solidaridad y el antagonismo abarca 84 páginas del libro.