Arthur Eddington |
La naturaleza del mundo físico es el título de una obra señera en la historia de la divulgación científica. Publicada en 1928, recopila las conferencias Gifford pronunciadas en Edimburgo por su autor, Arthur Eddington, en 1927. Eddington era entonces famoso, por haber sido quien, en 1919, con ocasión de un eclipse solar, organizó la expedición que demostró una de las predicciones de la teoría de la Relatividad General de Einstein: la desviación de la luz al pasar cerca de una estrella. Se dijo de él que era una de las tres únicas personas en todo el mundo que entendían la Relatividad General. Además de esto, Eddington fue pionero de la investigación sobre el origen de la energía de las estrellas, pues fue el primero en proponer que procedía de la fusión del hidrógeno para formar helio.
En este
libro, Eddington hace un resumen de la ciencia de su tiempo, enfocando
principalmente hacia los grandes avances de finales del siglo XIX, y sobre todo
de principios del siglo XX, que habían revolucionado la física: la termodinámica, la teoría atómica de Rutherford, la teoría de la Relatividad, y la teoría cuántica.
Lo
primero que me ha llamado la atención de este libro es que, al revés que otros
divulgadores científicos, el más famoso de los cuales fue Stephen Hawking, Eddington
tiene las ideas muy claras y sabe distinguir perfectamente entre ciencia y
filosofía. Es sorprendente, y a la vez preocupante,
como en los más de 90 años transcurridos desde la publicación de este libro,
esta distinción tan importante se ha perdido, quizá como consecuencia del divorcio
entre los estudios humanísticos y los científicos en la enseñanza. Los
científicos actuales no saben casi nada de filosofía y meten la pata en cuanto
se meten en ese campo (a menudo ni se dan cuenta de que lo hacen), mientras que
muchos filósofos no saben casi nada de ciencia. Por eso es tan importante la
rama llamada filosofía de la ciencia, uno de cuyos pioneros fue precisamente
Eddington.
Otra
cosa sorprendente es que casi todo lo que dijo Eddington al resumir la ciencia
de su tiempo sigue siendo aplicable ahora. ¿Debemos deducir que la ciencia ha
avanzado poco en los últimos 94 años? La parte que se ha quedado más atrasada es
la teoría atómica, pues el neutrón no fue descubierto hasta 1931, y la teoría
de los quarks en los años sesenta. Eddington tampoco conocía en ese momento la teoría
de la expansión del universo y del Big Bang (propuestas por Georges Lemaître
en 1927 y 1931), o la radiación cósmica de fondo, descubierta en los años
sesenta, que volvió a introducir un marco de medida espacio-temporal absoluto. Sin
embargo, llegó a prever algunas de estas cosas, aunque no le gustaran, como se
ve en estas citas sobre cosmología del capítulo 4:
Viajando
hacia atrás, hacia el pasado nos encontramos con un mundo cada vez más
organizado. Si no hay una barrera que nos detenga antes, hay que llegar a un
momento en el que la energía del mundo esté totalmente organizada, sin ningún
elemento aleatorio. Es imposible retroceder más con el sistema actual de ley
natural. No creo que la frase "totalmente organizado" sea una
petición de principio. La organización que nos ocupa se puede definir con
exactitud, y hay un límite en el que llega a ser perfecta...
Como
científico, simplemente no creo que el orden actual de las cosas haya comenzado
con una explosión...
Me sentiría
más contento si el universo realizara un gran plan de evolución y, habiendo
logrado todo lo que pueda lograrse, volviera a caer en una inmutabilidad
caótica, y no que su propósito se banalice por la repetición continua. Soy
evolucionista, no multiplicacionista. Parece bastante estúpido hacer lo mismo
una y otra vez.
Albert Einstein |
Contra
las ideas de Einstein respecto al tiempo (Einstein pensaba que el transcurso del
tiempo es una ilusión), Eddington aduce el siguiente ejemplo: si mezclamos una
baraja de cartas, el orden desaparece. Si reordenamos la baraja, se restablece
el orden. Pero si invertimos el sentido del tiempo después de mezclar una
baraja, la situación no es simétrica, porque no existe la operación
"desmezclar". Las acciones (causas) de barajar y ordenar son
diferentes, no inversas. En la ordenación interviene la mente humana, en la
mezcla no. En esos casos, el tiempo no puede invertir su sentido, porque lo que
se obtiene no tiene sentido. En este contexto va esta cita tan conocida, también
del capítulo 4:
Si
alguien te dice que tu teoría favorita del universo está en desacuerdo con las
ecuaciones de Maxwell, tanto peor para las ecuaciones de Maxwell. Si la
observación te contradice, no te preocupes: quienes hacen experimentos, a veces
cometen errores. Pero si se descubre que tu teoría va en contra de la segunda
ley de la termodinámica, no puedo darte esperanzas; no te queda más remedio que
caer en la más profunda humillación...
Una
cita del capítulo 5 plantea el problema de los límites de la física:
Gracias
a los clarividentes pioneros del siglo pasado, la ciencia se dio cuenta de que
le faltaba algo [importante] si seguía exclusivamente el método del inventario
[(el reduccionismo)]… A pesar de que no cuadraba con ninguno de los
compartimentos, se reconoció la importancia de la entropía… gracias a ella, la
ciencia se ha salvado de una estrechez fatal. Si nos hubiéramos ceñido por
completo al [reduccionismo], no habría habido nada que representara el
"devenir" en el mundo físico. Y la ciencia, tras buscar por todas
partes, tal vez habría decidido que "devenir" es una ilusión mental
infundada, igual que [ha decidido sobre] la belleza, la vida, el alma, y otras
cosas que no puede inventariar.
En el
próximo artículo seguiré refiriéndome a este libro.
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Manuel Alfonseca
>> Por eso es tan importante la rama llamada filosofía de la ciencia, uno de cuyos pioneros fue precisamente Eddington.
ResponderEliminarY creo que habría que añadir la filosofía de la tecnología, porque no son lo mismo, aunque estén estrechamente relacionadas. Estrictamente hablando, la ciencia contempla la realidad "desde fuera"; la tecnología en cambio transforma la realidad, se implica en ella.
La filosofía de la tecnología es una interesante vía de escape al cientificismo positivista. Porque, lejos de ser una confirmación del éxito del positivismo, la tecnología es más bien su refutación como sistema filosófico empobrecido:
El positivismo no da cuenta de la racionalidad de la tecnología. La negación de la posibilidad de conocer la finalidad de cualquier ente –incluyendo por tanto a los artefactos humanos– hace imposible el conocimiento y diseño científico de artefactos. O sea, el positivismo hace inexplicable la revolución científico-tecnológica moderna; el positivismo, como interpretación reflexiva de la ciencia y la técnica, es epistemológicamente un fracaso.
Buenas don Manuel, recientemente en un artículo se indicaba que los científicos habían determinado que los pterodactilos fueron reptiles de vuelo muy lento. ¿Ud. cree que pueda ser posible llegar a conocer eso con solo estudiar unos fósiles? Por cierto esto que hicieron es detallar la esencia de un ser extinto. Por tanto, en cada una de las cosas que conocemos a través de la experiencia, hay una distinción real entre su esencia y existencia. No puede ser que las cosas de nuestra experiencia de algún modo se impartan la existencia a sí mismas, pues algo cuya esencia y existencia sean distintas no puede impartir existencia a su propia esencia, pues en tal caso tendría que existir antes de existir para causarse a sí misma, lo cual no tiene ningún sentido. Nada puede ser la causa de su propia esencia, como lo ha explicado Ud. en este blog a varios ateos. No puede ser que la existencia de un pterodactilo se siga de su esencia, porque ya están extintos. La causa primaria de una serie sólo puede ser algo cuya misma esencia sea idéntica a la existencia, lo que santo Tomás de Aquino llamó 'la existencia misma subsistente', o sea Dios mismo.
ResponderEliminarA lo largo del tiempo los paleontólogos han ido cambiando de idea respecto a la forma y el modo de comportarse de los reptiles extinguidos del Mesozoico. Las formas que les atribuyeron al principio, como se ve en las escultural del Crystal Palace de Londres, hoy nos parecen ridículas. Cuvier se equivocó cuando dijo que si le dieran un solo hueso de un ser extinto, él sería capaz de descubrir la forma de todo su cuerpo.
EliminarLo mismo pasa con las costumbres. Se ha dicho que los Pterosaurios no podían apoyarse en el suelo; que los Tiranosaurios no podían correr mucho; que debían de alimentarse sólo de carroña. Después esas ideas han ido cambiando.
Ahora dicen que los Pterosaurios volaban muy despacio. Yo me tomaría esta noticia con un sano escepticismo, o como dicen los ingleses, "con un grano de sal". Igual que ahora dicen eso, dentro de diez años podrían decir lo contrario. Hay que esperar y ver.
En cuanto a sus pensamientos sobre la esencia y la existencia, se encuadran bien en la filosofía aristotélico-tomista. Hoy los filósofos no suelen usar ese léxico, con algunas excepciones, como mi amigo Soler Gil.
También el gran filósofo Edward Feser utiliza esa terminología. Hoy algunos dicen que los razonamientos de santo Tomás de Aquino no convencen a nadie. Pues fueron capaces de convencer a Edward Feser, que pasó del ateísmo al tenemos. Así que nadie puede decir honestamente que la filosofía tomista no convence a nadie.
ResponderEliminarPor si acaso, una aclaración: no he dicho que la filosofía tomista no convenza a nadie, sino que los filósofos de hoy no suelen usar ese léxico.
EliminarDon Manuel Alfonseca no cree en esencias al modo aristotélico. Leyendo los artículos de este blog llego a la conclusión que él es un convencionalista. El convencionalista sostiene que la esencia de una cosa, aquello por lo cual es lo que es, es un producto de nuestro modo de pensar, o de nuestros hábitos lingüísticos, etc. Es, en resumen, dependiente de la mente. Pero eso tendría que ser verdad también para la mente humana misma (concedo que don Manuel no identifica la mente con el cerebro, sino con algo inmaterial). Es decir, lo que hace que la mente sea lo que ella es tendría que depender de la mente: de nuestros modos de pensar, convenciones lingüísticas, etc. Pero que algo dependa de la mente presupone, y por ende es posterior a la existencia de la mente. Pero la mente necesariamente será anterior a aquello que depende de ella y existe solo en relación a sus modos de pensar o hábitos lingüísticos. Por tanto, el convencionalista consistente tendrá que decir que la mente es tanto anterior como posterior a sí misma. Pero esto no tiene sentido.
EliminarPor tanto, no podemos adoptar coherentemente una visión convencionalista acerca de nuestra propia esencia, o al menos acerca de la esencia de nuestras mentes. Que hay al menos una esencia real, NUESTRA esencia, no puede ser negado.
Pues se ha equivocado usted completamente, Gerson, porque yo soy realista, no convencionalista. Creo haberlo demostrado multitud de veces en este blog (busque usted "realismo" en la búsqueda del blog) así como en este libro: Todo es número: ¿es matemática la realidad?
EliminarA pesar de lo claro que intento ser siempre, ya me han acusado de ser antivacunas (he defendido siempre la vacunación, y volveré a hacerlo, a pesar de lo que me pasó al vacunarme), de ser nominalista (cuando yo soy claramente realista, al estilo Aristotélico, si no el Platónico), y de no creer en la filosofía de Aristóteles, del que he leído varios libros, y con quien estoy de acuerdo en muchas cosas, aunque no en todas.
EliminarCualquier día me acusarán de ser ateo :-) Ya me han dicho que voy directo al infierno, en un comentario que no dejé pasar.
No haga caso don Manuel. Siga firme con este apostolado que realiza Ud. en este blog.
EliminarPD. También en un comentario anónimo lo acusaron de agnóstico. O sea ya tiene el esquema completo de calificativos:-)
Excelente entrada. Soy filósofo y una de mis grandes inquietudes es comprender la ciencia y sus implicaciones filosóficas (auténticas o no). Esa es de hecho, la razón por la que sigo su magnífico blog.¿Existe algún texto actual similar al de Eddington que Ud. recomiende? Muchas gracias.
ResponderEliminarAunque no alcancen el nivel del de Eddington, recomendaría los libros de divulgación científica de Paul Davies.
EliminarY entre los de autor español, "Universo Singular" de Sánchez Cañizares, al que dediqué un artículo del blog:
Universo Singular
https://www.abc.es/tecnologia/abci-amazon-presenta-astro-primer-robot-autonomo-inteligente-202109291016_noticia_amp.html?__twitter_impression=true disculpe las molestias esto inteligencia artificial debil o fuerte?porque este robot sabe diferenciar unos objetos de otros, con una camara vigila que todo este en orden si hay fuego manda un mensaje a los dueños con una alarma ,cuando detecta obstaculos los sortea para no caerse y sabe diferenciar objetos entre si y sortearlos y tiene iniciativa propia para avisar a los dueños de los problemas
ResponderEliminarNo diga usted bobadas, Bruno. Esto no es inteligencia artificial fuerte, y probablemente tampoco es inteligencia artificial débil, sino un simple programa informático donde todo está programado.
EliminarBruno, deje de mandarme mensajes. Le he entendido perfectamente, y lo que le he contestado es correcto.
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