Arthur C. Clarke |
En un
artículo anterior señalé que las predicciones a corto plazo son peligrosas,
porque la fecha prevista no tarda en llegar, y el “profeta” corre el riesgo de
que alguien (como yo) guarde las predicciones y compruebe si realmente se
cumplieron.
En este artículo voy a aplicar el mismo principio a las predicciones a largo plazo, en las que el efecto resulta aún más espectacular. Claro es que es más difícil que esas predicciones se recuerden, pero siempre hay alguien (como yo) que guarda recortes de prensa de 1963 y puede comprobar si dichas predicciones se cumplieron.
A principios de los años 60,
Arthur C. Clarke se hizo famoso por una predicción cumplida, pues en 1945, en
una carta al editor de la revista World titulada Peacetime
uses for V2, había predicho las comunicaciones mundiales a través
de tres satélites geoestacionarios, que por entonces empezaban a ponerse en
práctica. Eso le animó a realizar más predicciones del futuro científico.
Lanzando las campanas al vuelo, Clarke predijo, década por década, todo el
desarrollo de la ciencia hasta el año 2100. Estamos ya en 2022, por lo que
podemos comprobar si algunas de esas predicciones se cumplieron. Veámoslas:
- Predicciones para 1970:
- Laboratorio espacial. La Estación
Espacial Internacional se puso en marcha oficialmente en el año 2000. Durante
los años 70 hubo algunos precedentes, como Skylab y Salyut, por lo que esta
predicción puede considerarse relativamente confirmada.
- Aterrizaje en la Luna. Esta
predicción se cumplió con un año de antelación, aunque eso era
predecible, teniendo en cuenta que Estados Unidos había puesto en marcha
en 1960 el proyecto Apolo.
- Traducción automática. Esta
predicción está empezando a cumplirse ahora, con 50 años de retraso, y de
hecho aún se tardará bastante antes de que las traducciones automáticas
puedan usarse sin realizar correcciones a mano. Hablé de esto en otro
artículo.
- Baterías muy eficientes. Como en el
caso anterior, esta predicción está empezando a cumplirse ahora.
- Comprensión del lenguaje de los cetáceos. Medio siglo después de la fecha prevista estamos tan lejos de
conseguirlo como entonces.
- Predicciones para 1980:
- Aterrizaje en Marte. Se entiende,
tripulado. 40 años más tarde se vuelve a hablar de ello, pero no estamos
muy cerca de conseguirlo.
- Radio individual. Esta predicción
puede considerarse cumplida por el teléfono móvil, aunque se puso en
práctica de modo global con 20 años de retraso.
- Fusión nuclear. Desde 1980,
se asegura una vez y otra que estamos a punto de conseguirla, pero hasta
ahora las predicciones no se han cumplido. Es un caso de libro de lo que
yo llamo el
efecto horizonte.
- Robots humanoides. Ahora empieza
a haberlos, con 40 años de retraso, pero no son demasiado inteligentes.
- Unificación de la gravedad con las interacciones nucleares y
electromagnética. No estamos mucho más
cerca de conseguirlo que entonces.
- Predicciones para 2000.
- Colonización de Marte. Si no hemos
llegado a desembarcar en Marte, difícilmente podremos colonizarlo.
- Inteligencia artificial. Se entiende
que se refiere a la
versión fuerte, que está tan lejos de haber sido conseguida como lo
estaba entonces. Quizá sea imposible.
- Estructura subatómica. Aquí Clarke
se quedó corto, porque la teoría de los quarks se impuso durante los años
70, un cuarto de siglo antes de lo previsto por él.
- Predicciones para 2010.
- Viaje al centro de la Tierra. Obviamente
Clarke se dejó llevar aquí por su faceta de escritor de ciencia-ficción y
retrocedió a la época de Julio Verne.
- Control del tiempo atmosférico. Ni
siquiera hemos conseguido predecir el tiempo atmosférico con confianza mucho
más allá de unos pocos días.
- Predicciones para 2020.
- Cápsulas automáticas a las estrellas. De momento, no. Los Voyager no cuentan, porque no se dirigen a ninguna
estrella.
- Robots inteligentes. Es evidentemente
una combinación de la inteligencia artificial fuerte con los robots
humanoides. Se le aplica lo que se dijo sobre la inteligencia artificial.
Veamos, por último, algunas de
las predicciones de Clarke que aún no podemos comprobar:
- Para 2030: Contactos con extraterrestres;
minas en los asteroides; ingeniería biológica. Las dos primeras están
ahora mucho más lejanas, si es que son posibles; en la última se quedó
corto, porque la bioingeniería empezó con fuerza hacia los años 80, medio
siglo antes de lo que pensaba Clarke.
- Para 2040: Hibernación humana
indefinida.
- Para 2050: Descarga de la memoria
humana a un ordenador.
- Para 2060: Terraformación de Marte y
otros planetas.
- Para 2070: Vehículos capaces de
viajar casi a la velocidad de la luz.
- Para 2080: Viajes interestelares;
máquinas superiores al hombre.
- Para 2100: Encuentros con
extraterrestres; manipulación de estrellas; cerebro mundial único.
En conjunto, yo diría que Clarke pecó de demasiado optimista en casi todas sus predicciones, incluso en aquellas en las que acertó (como el teléfono móvil), excepto en un par de casos (la bioingeniería y la teoría de los quarks), que se realizaron antes de lo que él suponía. Pero en conjunto podemos decir que pocas de las cosas que anunció se han cumplido, y que lo más probable es que tampoco se cumplan las predicciones pendientes.
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Manuel Alfonseca
Publicado en La
Nueva Razón el 27/10/2022
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