La falacia del gato invisible

Isaac Newton

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En el capítulo 1 de su libro Astrología, ¿ciencia o creencia?, publicado en 1992, Manuel Toharia escribe lo siguiente:

Por muy sabio que sea para ciertas materias, siempre existe algún elemento que contradice el mito del genio perfecto. Porque, por ejemplo, también es sabido que Newton era hombre colérico, terriblemente antipático y probablemente homosexual reprimido. Para que no haya malentendidos conviene añadir inmediatamente que lo que nos parece mal en esta supuesta homosexualidad del sabio inglés es la represión que tuvo que hacer de ella lo que le convirtió sin duda en una persona amargada y, sin duda, con dosis mínimas de autoestima.

¿Probablemente homosexual reprimido? Y eso ¿cómo podemos saberlo, si es verdad que Newton lo reprimió? ¿O es que Toharia (o quien fuese su fuente original) dispone de información privilegiada, o quizá ha llegado a esa conclusión porque sabe que Newton sufrió al menos dos crisis psíquicas durante su vida, y considera que la causa tuvo que ser su homosexualidad reprimida? (Observen la repetición del calificativo sin duda). Si es así, su razonamiento sería un ejemplo de manual de la falacia del gato invisible:

Si sobre esa mesa hubiese un gato invisible, no veríamos nada.

No vemos nada.

Luego sobre esa mesa hay un gato invisible.

El gato de Cheshire,
famoso gato invisible

Es evidente que la conclusión de este silogismo no tiene por qué ser verdadera, aunque las dos premisas sí lo sean. ¿En qué consiste la falacia? Simplifiquemos al máximo el silogismo:

B es cierta si A es cierta.

B es cierta.

Luego A es cierta.

El error es bastante claro. Aunque la primera premisa sea correcta, B podría ser cierto sin que A lo fuera. Por eso la conclusión no se sigue de las premisas. Sí sería correcto, en cambio, el siguiente silogismo:

B es cierta sólo si A es cierta.

B es cierta.

Luego A es cierta.

El problema es ahora evidente. Se trata de una confusión entre lo que en Matemáticas se llama condición necesaria y condición suficiente. La frase B es cierta si A es cierta nos dice que la verdad de A es condición suficiente para la verdad de B. Suficiente, pero no necesaria. Para que se pueda aplicar el silogismo, la verdad de A tiene que ser condición necesaria de la verdad de B. Por eso el segundo silogismo sí es válido, porque en ese caso la verdad de A es condición necesaria de la verdad de B, aunque no es condición suficiente.

En el caso de Newton, ¿acaso esa probable homosexualidad reprimida fue condición necesaria de sus crisis nerviosas? En absoluto, hay otras explicaciones posibles. Por ejemplo, se sabe que su niñez fue infeliz, pues su madre se volvió a casar y lo dejó al cuidado de su abuela. Además, en 1979 se demostró que su cabello contenía una concentración de mercurio quince veces mayor que la normal, resultado muy probable de sus experimentos alquímicos. Dado que el mercurio es neurotóxico, este descubrimiento (anterior en 13 años a la publicación del libro de Toharia) proporciona una explicación mucho más plausible de las crisis psíquicas que una supuesta homosexualidad reprimida.

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Manuel Alfonseca