¿Trece meses en el año?

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Después de hablar del día y de la hora, le ha llegado el turno al mes. Como el día, corresponde a un ciclo natural: el movimiento de la luna alrededor de la Tierra. Sabemos que, vista desde la Tierra, la luna no gira alrededor de su eje, puesto que siempre nos presenta la misma cara. Sin embargo, si tomamos otro astro (el sol) como punto de referencia, sí se produce una rotación. Un observador situado en el sol vería sucesivamente todos los puntos de la superficie de la luna y considerará que ésta rota sobre sí misma. Observará también que su periodo de rotación coincide con el de traslación alrededor de la Tierra, como debe ser, si ha de presentar siempre la misma cara hacia nuestro planeta.

¿Cuánto tiempo tarda la luna en girar a nuestro alrededor? Depende del punto de referencia elegido. Si tomamos como punto de referencia una estrella y medimos el periodo de revolución de la luna alrededor de la Tierra como el tiempo transcurrido entre dos alineaciones sucesivas de nuestro satélite con la misma estrella, obtendremos un periodo de algo más de 27 días solares medios (véase la tabla adjunta). Este es el mes sidéreo, que coincide con el día sidéreo lunar. Si, por el contrario, medimos el periodo de la luna como el tiempo trascurrido entre dos alineaciones sucesivas de nuestro satélite con el sol, obtendremos un ciclo de algo más de 29 días y medio, el mes solar o mes sinódico, así llamado por las proclamaciones solemnes de su principio que en las civilizaciones antiguas realizaban los consejos sacerdotales, porque el mes solar es el ciclo de las fases de la luna, el que siguen muchos calendarios.


Tipo de mes

Duración (días)

 

Duración (días, horas, min, seg)

Mes sidéreo

27,32166

 

27 días 7 horas 43 min 11,42 seg

Mes anomalístico

27,55455

 

27 días 13 horas 18 min 33,12 seg

Mes sinódico

29,530588

 

29 días 12 horas 44 min 2,8032 seg

El mes solar fue una invención de la civilización mesopotámica, que lo usó para dividir el año en partes iguales. Lo malo es que el año solar no es múltiplo exacto del ciclo de la luna. Hoy sabemos que el primero dura 365,2421988 días, mientras que doce ciclos lunares duran 12×29,530588 = 354,367 días. Es decir, un año contiene doce ciclos lunares completos y casi once días más. Por lo tanto, si un año determinado comienza el día de la luna nueva, el siguiente debería empezar el día duodécimo del ciclo decimotercero, que corresponde casi a la luna llena.

Los sumerios resolvieron el problema intercalando un mes adicional cuando el adelanto de la fiesta de año nuevo ascendía a unos quince días. No tardaron en darse cuenta de que en los años de trece meses siempre ocurría alguna catástrofe en algún sitio. En los de doce meses también, pero, ¿quién iba a fijarse en eso? Por consiguiente, un año de doce meses era perfecto y venturoso. El año de trece meses era raro, imperfecto, infortunado. Esto ligó al trece una cualidad de número de mala suerte que aún conserva en nuestros días. Parece mentira que una leyenda que se originó en la estructura del calendario mesopotámico haya persistido más de dos mil quinientos años, pero así ha sido. 

Johannes Kepler

Como los sumerios y los babilonios, el astrónomo alemán Johannes Kepler pensaba que el sistema Tierra-Luna debería estar mejor diseñado. El número de días del año debería ser igual a 360, lo que ocurriría si el día solar durara 24 horas y 21 minutos. Y el número de meses en el año debería ser igual a 12, lo que ocurriría si el mes lunar durara 30 días, en lugar de algo más de 29 y medio. Así podríamos tener un calendario único para todos los años, en lugar de los catorce calendarios que tenemos ahora (véase este artículo).

La duración del mes sinódico o solar coincide con la del día solar medio en la superficie de la luna, también como consecuencia de que la posición de nuestro satélite con respecto a la Tierra está fija (nos presenta siempre la misma cara). Así pues, los periodos de luz y oscuridad duran en la luna algo más de dos semanas cada uno.

Existe otro ciclo relacionado con el movimiento de la luna, que depende de otro punto de referencia: el mes anomalístico, el tiempo trascurrido entre dos pasos sucesivos de la luna por el punto de su órbita más próximo a la Tierra (el perigeo). La órbita de la luna alrededor de la Tierra se desplaza con un periodo de unos nueve años, por lo que el perigeo va cambiando de posición de mes a mes y la luna se va retrasando en alcanzarlo, respecto al mes sidéreo.

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Manuel Alfonseca

¡Feliz Año Nuevo!

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