Utilizo el término seres conscientes, porque el de máquinas conscientes tiene connotaciones materialistas que no comparto, y el de inteligencia artificial está quemado, por el abuso que los medios generalistas suelen hacer de él.
Antes de entrar en materia quiero
hacer unas aclaraciones previas:
- Ya somos capaces de construir seres conscientes: nuestros hijos. Cuatro mil millones de años de evolución han llevado
a la aparición de unos seres (nosotros) dotados de autoconsciencia y
capaces de reproducirse. Se trata de un proceso natural, que no hemos desarrollado nosotros
mismos, sino que nos ha venido dado desde antes de nuestra existencia.
Cuando se plantea una pregunta como la del título de este artículo,
usualmente se interpreta así: ¿seremos capaces de construir seres conscientes
artificiales, construidos por
medios diferentes de los naturales, ideados y desarrollados exclusivamente
por nosotros mismos?
- La respuesta actual a esta pregunta es un NO
contundente. Nuestra tecnología no está actualmente, y tardará
mucho en estar (si es que alguna vez llega) a ser capaz de construir seres
conscientes. Las técnicas que utilizamos para construir máquinas “inteligentes”
(computadoras o robots) no permite otra cosa que ejecutar algoritmos preprogramados,
desarrollados por seres humanos, que actúan exactamente como han sido
programados y en los que la inteligencia no está en la máquina, sino en la
mente de su programador.
- Para construir máquinas autoconscientes haría falta
un cambio total del paradigma científico-tecnológico. Desde el punto de vista científico, no tenemos ni idea de lo que es
la consciencia, mucho menos de cómo generarla (excepto a través de
procesos naturales). Y desde el punto de vista tecnológico,
no bastará con realizar ajustes menores. Ni siquiera la computación
cuántica, cuando sea factible y práctica, conseguirá cambiar la situación
a este respecto. Ya expliqué en otro
artículo que la computación cuántica sólo permitirá resolver más
deprisa algunos de los problemas que ya podemos resolver con la
computación clásica, pero no será capaz de resolver problemas nuevos, que
hoy están completamente fuera de nuestro alcance. En este momento, un cambio
total del paradigma científico-tecnológico es impredecible, por lo que toda previsión a este respecto no es ciencia, sino
ciencia-ficción.
Pasemos, pues, a la
ciencia-ficción. Voy a dividirla en dos tipos diferentes:
- Ciencia-ficción divulgativa: El 9 de octubre de 1988 La Vanguardia publicó un
artículo mío que tenía el siguiente título: ¿Llegarán a pensar las máquinas? Lo
menciono para que se vea que llevo ya muchos años pensando sobre esto, y
no sólo novelando sobre ello. Este artículo termina con las siguientes
palabras:
Desde mi punto de vista, no debería
asustarnos la posibilidad de que el hombre llegue a fabricar algún día seres
inteligentes artificiales. Al fin y al cabo, desde hace millones de años
estamos fabricando hombres nuevos. La Iglesia católica afirma que nosotros sólo
construimos el cuerpo y que Dios infunde un alma inmortal a cada uno de esos
nuevos seres en el instante de su concepción. ¿Qué impide, pues, que si algún
día fabricáramos una máquina realmente inteligente Dios pudiera infundirle
también un alma? Pero esta es una especulación que, afortunadamente, está aún muy
lejos de ser realizable, si es que es posible.
- Novelas de ciencia-ficción: He escrito dos sobre esta cuestión, y en ambas supuse que el
objetivo ya se había alcanzado, bien en forma de simulaciones, o de robots
inteligentes. En el último capítulo de una de mis novelas aparecen los dos
párrafos siguientes:
Natural, artificial... ¿en qué se diferencian
esos dos conceptos? Los usas como si fuesen opuestos, pero no lo son. El hombre
es parte de la Naturaleza. Cuando construye algo, aplica las leyes del
universo, así que todo lo que hace es también parte de la Naturaleza. Lo artificial
es un concepto incompleto. Tiene utilidad práctica, se aplica a las cosas que
fabrica el hombre, pero no se opone a lo natural, porque todo lo que ocurre en
el cosmos como consecuencia del juego de las causas naturales es natural, y el
hombre es una de esas causas.
Los seres vivos evolucionaron durante miles
de millones de años hasta que aparecieron seres inteligentes, con consciencia
de sí mismos. Los creyentes pensamos que, cuando eso ocurrió, Dios les concedió
la inmortalidad. De igual manera, cuando los hombres intentaron construir una
inteligencia artificial, los primeros intentos fallaron, pero en cuanto
lograron fabricar seres como tú y como yo, con consciencia de sí mismos, yo
creo firmemente que Dios nos concedió la inmortalidad. ¿Por qué iba a negárnosla,
si no se la niega a los hombres?
En conclusión: no creo que la inteligencia artificial (o la fabricación de seres
conscientes artificiales) esté a punto de llegar. Desde luego, no la veo en el
siglo XXI. Pero si alguna vez llegara, no creo que eso constituya un problema
para la visión cristiana del mundo.
Estupendo post, marca de la casa, que viene a sumarse a la veintena larga de artículos sobre (o relacionados con) la IA escritos por Manuel Alfonseca, divulgador científico riguroso, prolífico y pedagógico. Aprovecho este comentario para apuntar un par de ideas. (1) Creo que la expresión "inteligencia artificial" permanecerá por tratarse de una de esas etiquetas publicitarias que son tan del gusto del público incuato como, por ejemplo, "derecho a decidir", "sanidad pública gratuita" o "elígelo todo". (2a) Por otra parte, opino que se conseguirá antes crear un ser consciente que comprender por completo lo que quiera que sea la inteligencia humana, si es que la inteligencia humana es lo que nos sirve para comprender (e interaccionar con) el mundo. En fin, no sé. Esto último no pasa de ser una mera conjetura inspirada en los teormeas de incompletitud de Gödel. (2b) Lo que sí me parece evidente es que en el camino hacia la construcción de un ser consciente, estamos recogiendo como principal fruto un creciente conocimiento de nosotros mismos. Gracias, como siempre, Manuel, por tu labor
ResponderEliminarVeo que eres optimista. ¿Conoces algún invento humano que haya sido diseñado sin conocer a fondo lo que se trataba de implementar?
EliminarEl ala de un avión. Que yo sepa, todavía no está claro por qué vuelan los aviones...
EliminarLuis
¡Vamos, Luis, seamos serios!
EliminarEl ala de un avión no es un ejemplo serio, desde luego.
EliminarPero más allá de ese ejemplo, creo que se pueden distinguir dos aspectos en un invento: (1) diseñarlo teniendo claro qué es lo que se pretende conseguir; y (2) diseñarlo entendiendo perfectamente cómo se consigue el efecto deseado.
Respecto a lo primero, está claro que el propósito, el problema que se quiere resolver, es la guía de la invención y construcción. Es cierto que a veces se descubren o inventan cosas por accidente, pero luego se entra en un proceso de refinamiento de la solución donde el propósito perseguido vuelve a tomar las riendas.
En cuanto a lo segundo, pienso que sí hay casos en los que no se entiende perfectamente cómo se logra el efecto perseguido, quizás particularmente en el caso de algunos medicamentos. Se sabe el efecto producido, pero no el mecanismo preciso por el que se produce.
El caso de los medicamentos no me parece válido como ejemplo de lo que estamos discutiendo. Uno de los procedimientos de búsqueda de medicamentos es el método exhaustivo: probar una sustancia tras otra hasta encontrar una que produzca el efecto deseado. Cuando se encuentra un medicamento efectivo para alguna enfermedad, a veces no se sabe por qué funciona. Pero no creo que este método sea aplicable para construir un ser consciente, que es de lo que estamos hablando.
EliminarSí, estoy de acuerdo. Si queremos "fabricar" consciencia, tenemos que saber qué es la consciencia, y eso es justamente lo que no sabemos.
EliminarHice la distinción de los dos aspectos porque el comentario de Luis realmente los mezcla. Incluso si fuera verdad que no sabemos por qué (o más bien cómo) vuelan los aviones, lo que sí sabemos es que tienen que volar. Sabemos cuál es el propósito perseguido.
Realmente, si repasáis la Historia, casi todos los inventos han sido sin comprender muy bien el fundamento. El tema del ala de un avión es mi preferido porque todavía no hay una teoría satisfactoria. Las teorías de circulación y el "boundary layer" no sirven para aviones de papel (J. Hoffman, "The secret of flight") ni para aviones que vuelan invertidos. Es un diseño al que se llegó por casualidad. De hecho, el vuelo de un abejorro es muy complicado de explicar. Podemos pensar otros ejemplos: el hormigón romano, la fermentación del vino, la metalurgia se desarrollaron por prueba y error sin un soporte teórico. Igual puede pasar con la consciencia, no veo diferencia
EliminarLuis
Pues yo sí veo una diferencia, y muy grande. Veamos: el hormigón se obtiene mezclando arena y otras sustancias. Es evidente que en ese caso se sabe lo que se quiere conseguir (un material de construcción resistente) y cómo conseguirlo (mezclando diversas proporciones de las sustancias componentes y probando el resultado para ver si cumple las condiciones buscadas). Los otros ejemplos que aduces van en la misma línea.
EliminarEn el caso de la consciencia, sin embargo, la cuestión es muy diferente, porque ni sabemos lo que es la consciencia, ni cómo conseguirla.
Luis, creo que es mejor que dejemos esta discusión, porque veo que no vamos a llegar a un acuerdo.
Y que opinais sobre el gpt3 es un chatbot que entiende si le ordenamos escribir una historia solo dandole determinadsas frases o incluso ella por si misma es capaz de escribir historias y poemas coherentes incluso. En diferentes contextos y mantener conversaciones coherentes con usuarios de hecho acaba de salir publicada la conversacion entre un humano y el gpt3 y era bastante creible se expresaba con mucha fluides incluso es capaz de asociar ideas si estaban conversando sobre un determinado tema el gpt3 es capaz de recordar o seguir el hilo de la conversacion
ResponderEliminarEsencialmente no es muy distinto de Google Translate (aunque es algo más avanzado). O sea, que es un programa que utiliza la información que hay en Internet (libros, etc.) para formar frases parecidas. No se preocupe, no hay ninguna consciencia detrás de este programa, excepto la de los programadores que lo diseñaron.
EliminarBruno me manda una copia íntegra de este artículo, sin citar título, autor, ni procedencia:
ResponderEliminarhttps://www.abc.es/ciencia/abci-como-luca-primer-vivo-tierra-aparecio-nada-202112040119_noticia.html
Espero que no vuelva a hacerlo. Además, ¿qué tiene esto que ver con lo que estamos discutiendo aquí? ¿Y por qué le preocupa? Todo esto lo sabemos todos los que tratamos, profesionalmente o de forma divulgativa, con el origen de la vida.
Le ruego que deje de tratar de informarme sobre lo que lee por ahí. Le aseguro que no necesito esa información.
En conclusión: no creo que la inteligencia artificial (o la fabricación de seres conscientes artificiales) esté a punto de llegar. Desde luego, no la veo en el siglo XXI. Pero si alguna vez llegara, no creo que eso constituya un problema para la visión cristiana del mundo. No entiendo si se lograran seres inteligentes artificiales si se lograra eso como se podria compatibilizar ? Eso no es monismo?
ResponderEliminarNo, Bruno, eso no es monismo. Lea con atención el artículo, especialmente las citas de mi artículo y mi novela, y lo verá.
Eliminar¿No ha visto este párrafo? "¿Qué impide, pues, que si algún día fabricáramos una máquina realmente inteligente Dios pudiera infundirle también un alma?" ¿Dónde ve aquí el monismo?
EliminarPero todo esto es ciencia-ficción. Quizá nunca llegue a suceder...
Lo del monismo lo digo porque en este articulo usted mencionaba la idea de que si se lograra un ser conciente artificial no supondria problema alguno para el cristianismo pero es que hacer un ser conciente artificial conllevaria a materialismo porque crear ser inteligente artificial solo se podria con materia
ResponderEliminar¿Y cómo hacemos a nuestro hijos? ¿Sin materia?
EliminarPero los hacemos de forma natural mientras que lo otro seria hacer un ser artificial conciente o sea no humano y para hacer un ser artificial conciente tendria que ser cierto el materialismo no?
ResponderEliminarNo necesariamente. Pero Bruno, estamos hablando de ciencia-ficción, y esto es algo que no va a ocurrir durante mi vida ni la de usted. Si no le convence lo que digo, no lo acepte, deje de preocuparse por ello, y pasemos a otra cosa.
EliminarOk pues me gustaria leer un articulo sobre como compatibilizar la neurociencia con la espiritualidad si los neurocientificos explican lo espiritual como fallos cerebrales alucinaciones etc
ResponderEliminarYa he escrito sobre eso en este blog:
EliminarAlucinaciones
El dilema entre determinismo y libertad
Determinismo o libertad (2ª parte)
Estimado Manuel, aunque tengo poco tiempo (ya sabe mis nuevas responsabilidades) sigo leyendo siempre sus post, eso sí, cuando puedo, y contestar aun lo tengo más complicado. Solo quería señalar que en este párrafo
ResponderEliminar(En conclusión: no creo que la inteligencia artificial .. Pero si alguna vez llegara, no creo que eso constituya un problema para la visión cristiana del mundo.
Obvio, creo que ha apostado a lo seguro, no se me ocurre ninguna tecnología que, por avanzada que sea, constituya ningún problema para la visión cristiana (ni musulmana, ni judía) del mundo.. Siempre existe el argumento que esa tecnología, a lo sumo, lo que ha hecho es desentrañar, encontrar o aplicar lo que estaba ya en la mente de un creador. Es decir, si alguna vez la inteligencia artificial iguala a la inteligencia humana actual, o a la inteligencia humana de dentro de x siglos, lo único que podemos afirmar es que hemos sido capaces de entender los mecanismos reales de la inteligencia (aun no lo somos), y que somos capaces de reproducirlos (que obviamente, tampoco lo somos), sean estos mecanismos fruto del diseño de un ser superior (para los creyentes sí),, o no (para los ateos, no).
Un fuerte abrazo.
Estoy de acuerdo, Guillermo.
EliminarPara concretar mi pregunta: para hacer un ser artificial conciente de si mismo de sus acciones etc no tendria que ser cierto el materialismo?
EliminarNo. Y deje de acosarme. En dos horas ha intentado poner comentarios seis veces. Además, le he contestado tantas veces a sus preguntas que ya no quiero hacerlo más. En este mismo artículo le he contestado ya, pero usted insiste en no aceptar mis respuestas. ¿No ha leído el párrafo citado que empieza así?: "Natural, artificial... ¿en qué se diferencian esos dos conceptos? Los usas como si fuesen opuestos, pero no lo son. El hombre es parte de la Naturaleza..."
EliminarBruno, está abusando usted de mi paciencia. Le he dicho mil veces que es muy probable que jamás se consiga construir robots conscientes. Si no le sirve este artículo, olvídelo, pero no vuelva a mandar más comentarios. A partir de ahora borraré sistemáticamente todos los que me mande.
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