Alegoría de la ciencia Atribuido a Sebastiano Conca |
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua define así la ciencia:
Conjunto de conocimientos obtenidos mediante
la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que
se deducen principios y leyes generales con capacidad predictiva y comprobables
experimentalmente.
Esta definición es muy completa,
porque abarca las
tres ramas en que se clasifica normalmente el conocimiento científico:
teoría (razonamiento), observación y experimentación. Falta la ciencia aplicada
(tecnología), que a menudo se clasifica aparte.
Por otro lado, define así la
palabra cientificismo:
Teoría según la cual los únicos conocimientos válidos son los que se adquieren mediante las ciencias positivas.
Esta definición es incompleta. Le
falta el adjetivo metafísica, a
continuación de la palabra teoría,
porque es preciso establecer una distinción: el cientificismo no es una teoría
científica, puesto que no se puede deducir ni inducir únicamente a partir de la
observación y la experimentación. Por lo tanto, según su propia definición, el
cientificismo no sería un conocimiento válido, puesto que no se puede adquirir
mediante las ciencias positivas, sino mediante razonamientos metafísicos, que
no son ciencias positivas.
Además de contradecir su propia
definición (como casi todas las afirmaciones relativistas modernas), el
cientificismo demuestra su inutilidad por el hecho de que deja fuera de la
definición del conocimiento válido casi todas las actividades humanas,
incluidas las que más nos afectan personalmente, las más importantes para
nuestra vida. Por ejemplo:
- La metafísica, que como
su nombre implica, estudia cosas que están más allá de la física (o sea,
de la ciencia).
- La poesía, un juego
puramente humano con palabras, metáforas y figuras de dicción que, por construcción,
se encuentra fuera del alcance de la ciencia, pero que nos afecta profundamente.
- La música, un juego con sonidos,
que también está fuera del alcance de la ciencia. Y eso lo digo yo, que he
investigado en el campo de la generación automática de música. Algunas de
mis publicaciones en este campo están entre los más citados de mis artículos.
- Las artes plásticas, pues
el estudio científico no puede capturar el efecto que producen sobre
nuestra visión.
- El amor y la amistad. ¿Alguno de ustedes ha utilizado alguna
vez procedimientos científicos para decidir a quién debe amar o quién debe
ser su amigo?
- El sentido de la vida:
les recomiendo que lean a Viktor Frankl contando su experiencia en un
campo de concentración nazi.
- El ansia de inmortalidad
aquí y ahora, una constante humana que, a pesar de los transhumanistas, va
frontalmente en contra de la ciencia, que afirma que la inmortalidad es
imposible, porque el universo no será perpetuamente apto para la vida, como
lo es ahora. Véase este
artículo de mi blog, que aborda el tema desde fuera de la ciencia.
- La religión: Como he
dicho muchas veces en estos artículos, Dios
está fuera del alcance de la ciencia. No se puede demostrar
científicamente ni que Dios existe, ni que Dios no existe. Sin embargo, la
religión es una de las fuerzas básicas que conforman la historia humana,
que no tiene sentido si se intenta ignorarla.
G.K. Chesterton |
¿De verdad hay alguien que crea que
una vida exclusiva y plenamente cientificista merecería la pena de ser vivida? ¿No
será, más bien, que muchas personas son cientificistas de boquilla, pero en
cuanto se trata de relacionarse con las cosas más importantes de la vida actúan
como si no lo fueran? Pasa exactamente lo mismo que con la voluntad libre:
quienes la niegan, lo desmienten continuamente, porque en su vida normal actúan
constantemente como si creyeran en ella. Como dijo Chesterton: …el atrevido pensador determinista… no es libre… ni
siquiera para decir “gracias” por la mostaza. (Orthodoxy).
Pero hay algo aún peor que el cientificismo, que al menos sostiene que el conocimiento que proporciona la ciencia es válido. Es aun peor poner a una ideología anticientífica por encima de la ciencia; negar que un aborto provocado es un homicidio; negar que el 99% de los seres humanos nacen varones o hembras, y que su sexo es un dato fijo y definitivo. Decir estas cosas no es cientificismo. En el mejor caso, es ignorancia.
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Manuel Alfonseca
Magnífico artículo Manolo. El cientifismo y el reduccionismo intentan desterrar de la vida al espíritu, que siempre permanece como resto de unas ecuaciones que no pueden nunca cuadrar en cifra exacta.
ResponderEliminarEs que segun el cientifismo la vida humana es absurda porque excluye lo espiritual lo subjetivo etc y estamos en esa sociedad
ResponderEliminarHay una diferencia importante entre la ciencia y la tecnología (o ciencia aplicada): la ciencia describe la realidad; pero la tecnología no se conforma con describir, quiere transformar.
ResponderEliminarLa ciencia solo describe. En cierto modo "le da igual" que las cosas sean de una manera u otra, lo único que le importa es describirlas bien, de modo preciso y verificable.
En este sentido, el positivismo es insuficiente para explicar la tecnología: la tecnología no es en realidad una confirmación del éxito del positivismo, sino más bien su refutación en tanto que sistema filosófico empobrecido.
Por otra parte, la tecnología quiere transformar la realidad, y proporciona los medios para hacerlo, pero no puede decir qué cosas tenemos que cambiar, en la naturaleza, en la sociedad humana. La tecnología plantea una pregunta que que solo la ética puede responder. La tecnología impulsa, pero no sabe hacia dónde debe impulsar. La tecnología está ciega, es como un bote con mucha fuerza de remeros pero sin timonel para dirigirlo.
La tecnología es una herramienta, y como cualquier herramienta puede usarse bien o mal. Pero la ciencia propiamente dicha también tiene consecuencias éticas y puede usarse bien o mal. Así, por ejemplo, la ciencia nos dice desde hace siglo y medio que la vida humana comienza en el momento de la fecundación del óvulo por el espermatozoide. Esta afirmación puede ignorarse, o puede tergiversarse de varias maneras para "justificar" el aborto. Saber algo y no aplicarlo es también éticamente injustificable.
EliminarLa ciencia es una herramienta.
Por supuesto, la ciencia en tanto que actividad humana se realizará de forma ética o no, como en el caso que explicas del aborto.
EliminarMás bien quiero decir que la ciencia en el sentido estrecho de método científico no nos dice qué tenemos que hacer con lo que sabemos; no ya desde el punto de vista ético, sino ni siquiera desde el punto de vista tecnológico.
Es por así decir un argumento "interno" que puede hacer pensar a personas con mentalidad cientifista/positivista.
Totalmente de acuerdo, con el desarrollo y con las conclusiones de artículo. El último párrafo: definitivo. Muchas gracias
ResponderEliminarEfectivamente,, la definición que mencionas debería incluir la palabra "metafísica" o "epistemológica". Pero es que, además, no aclara qué se entiende por "válidos" (¿no serán "útiles"?). La realidad es que, por ejemplo, en nuestro día a día, necesitamos mucho más de sutiles conocimientos sociales para interaccionar unos con otros y lo hacemos inconscientemente. Me niego a creen que estos conocimientos que desarrollamos con la experiencia no sean absolutamente válidos.
ResponderEliminarEn efecto, la palabra "válido" debe ser interpretada. Yo la interpreto en el sentido de que un conocimiento válido es el que es verdadero. Ya sé que, como dices, muchos prefieren sustituir "útil" en vez de "verdadero", pero el uso de la palabra "útil" plantea nuevos problemas. Esta palabra no resuelve ningún problema, porque un conocimiento o una tecnología puede utilizarse bien o mal, como dije en mi respuesta al comentario de Gonzalo Génova.
EliminarNeurocientificos como rubia afirman que dios es una ilusion cerebral y nuestro yo tambien y que el cerebro nis hace creer en dios el mas alla por sustancias alucinogenas y por electrodos que estimulan areas cerebrales y nos hacen creer que vamos a transcender
ResponderEliminarPor favor, no ponga Anónimo como nombre. A esto que pregunta he respondido varias veces en este blog. Por ejemplo, en estos dos artículos:
EliminarEl dilema entre determinismo y libertad
Determinismo o libertad (2ª parte)