Irving Langmuir |
En 1953, Irving Langmuir (Premio Nobel de Química en 1932) pronunció una conferencia sobre lo que él llamó ciencia patológica, nombre que aplicó al resultado de las investigaciones de científicos perfectamente honrados, entusiastas respecto a su trabajo… que se engañan completamente. Esta es la definición de Lagmuir de la ciencia patológica, que Milton Rothman bautizó en 1990 con el nombre alternativo de ciencia ilusa y John Horgan con el de ciencia irónica en 1996:
Son casos en los que no interviene la falta
de honradez, pero donde las personas se engañan obteniendo resultados falsos,
porque no comprenden hasta qué punto los seres humanos pueden dejarse engañar por
efectos subjetivos, ilusiones o interacciones en el umbral.
Langmuir señaló cinco casos de ciencia patológica:
- El efecto Davis-Barnes, con el que sus autores creyeron equivocadamente, en 1929, detectar
la fusión de una partícula alfa con un electrón libre.
- Los rayos N,
descubiertos en 1903 por Prosper-René Blondlot, que resultaron no existir.
- Los rayos mitogenéticos, propuestos en 1923, una forma de radiación misteriosa que emitirían
los seres vivos.
- El efecto Allison, publicado en 1929, que llevó al “descubrimiento” de media docena de
elementos nuevos (alabamina, virginio…) y varios isótopos de otros
elementos. Algunos años después el efecto fue considerado espúreo y todos
los elementos e isótopos “descubiertos” fueron retirados.
- Los experimentos de Rhine sobre percepción
extrasensorial (ESP). Langmuir cuenta
cómo Rhine se negó a publicar resultados negativos aduciendo que los participantes
lo habían hecho a propósito para fastidiarle.
Percival Lowell |
Rothman añade tres casos más,
igualmente famosos:
- Los canales de Marte, observados por Giovanni Schiaparelli, Nicolas Flammarion
y Percival Lowell, que resultaron no existir.
- La detección de un monopolo magnético por Blas Cabrera en 1982, que no ha podido confirmarse.
- La fusión fría, descubierta en 1989 por Stanley Pons y Martin Fleishmann, que lo
anunciaron en los medios de comunicación generalistas antes de haber pasado
por la revisión científica ordinaria, y que resultó no ser correcta.
Según Langmuir, estos son los
síntomas de la ciencia patológica:
- Los experimentos y observaciones están en el límite de la percepción
humana, por lo que unos observadores los ven y otros no. En
el límite, los datos se mezclan con el inevitable ruido de fondo, que los
científicos ansiosos por comprobar sus teorías confunden con observaciones
genuinas.
- El efecto no depende de la intensidad de la causa, y al estar cerca del límite de lo detectable, la significación estadística
de los resultados es escasa, lo que se presta a que los experimentos que
no se ajustan a la teoría sean desechados sin más.
- Las teorías asociadas a estos experimentos suelen ser contrarias a lo
esperado.
- Los defensores siempre tienen
respuesta a las críticas con excusas ad hoc
ideadas sobre la marcha.
- Suele haber tantos críticos de estas teorías como defensores.
Según Rothman, esta debería ser nuestra
actitud ante posibles casos de ciencia ilusa:
- No creas todo lo que leas u oigas.
- Mira con sospecha los estudios o
experimentos en los que distintos investigadores obtienen
resultados diferentes.
- Sé doblemente cauteloso si un “fenómeno”
parece violar alguna ley de la naturaleza, como la conservación de la
energía o del momento.
- Sé excéptico respecto a lo que opinan los
expertos de campos científicos diferentes.
- Ten cuidado con los
científicos que se enamoran de sus teorías.
Aunque todos los casos anteriores
se refieren a la experimentación y la observación, la ciencia teórica también
da lugar a algunos casos de ciencia ilusa. Mencionaré algunos:
- Las teorías de los multiversos. He hablado de ellas en varios
artículos de este blog.
- Los viajes en el tiempo. Cada cierto tiempo surgen teorías basadas en simulaciones, cálculos
matemáticos y simples elucubraciones que sostienen que los viajes en el
tiempo son posibles.
- La teoría del todo, según la cual, con el modelo estándar de física de partículas y el
modelo cosmológico estándar ya no nos queda nada por aprender.
A veces parece que la
física moderna está perdiendo el contacto con la realidad.
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