En mi primer día de clase en la titulación de Ingeniería de Telecomunicación solía decirles esto a mis alumnos:
No os creáis ninguna noticia científica de las que se
publican en la prensa o en otros medios de comunicación generalistas. La mayor
parte son falsas o han sido mal entendidas.
En artículos anteriores he mencionado varios casos de noticias tergiversadas por los medios, aunque a veces la culpa no es del periodista, sino del propio científico, que trata de colar como si fuesen ciencia sus ideas filosóficas basadas en el materialismo reduccionista. En este artículo voy a comentar tres noticias relativamente recientes, y trataré de explicar lo que realmente hay detrás de ellas.
1. Referencia
Titular: "Señales
de un universo cuántico": la investigación de un científico uruguayo que
puede ayudar a revelar el origen de las galaxias.
Texto: El físico uruguayo Rafael Porto estudia
lo que pudo haber ocurrido en la primera fracción de segundo después de que
nuestro universo comenzara a existir.
Lo que realmente hay detrás de la noticia: Los físicos Daniel Green y Rafael Porto han
recibido un premio como consecuencia de un artículo en el que proponen
un nuevo método para distinguir los efectos cuánticos de los clásicos, que se basan
en la Relatividad General de Einstein. El método propuesto se basa en la teoría de campos
eficaces, que se utiliza en física de partículas para estudiar
la influencia de la fuerza fuerte en las colisiones que se producen en los
aceleradores de partículas.
Se sabe que la teoría de la
Relatividad General de Einstein deja de ser aplicable para estudiar lo que pasó
en el universo, cerca del Big-Bang,
en los primeros 10-43 segundos de su existencia (el tiempo de Planck).
Durante ese tiempo dominaron los efectos cuánticos, y habría que aplicar una
teoría de gravedad cuántica de la que no disponemos. Algunos piensan que este nuevo
procedimiento podría ayudar a desarrollar una nueva teoría de gravedad cuántica
que tenga más éxito que las varias que ya se han propuesto con escasos
resultados, así como diseñar experimentos que permitan comprobarla.
Es fácil ver que el titular,
con su referencia a las galaxias, no tiene mucho que ver con la realidad,
aunque el texto citado está más acorde a la noticia.
2. Referencia
Titular: Logran, por
primera vez, medir la «nada absoluta». Un ingenioso experimento permite empezar
a comprender la esquiva naturaleza cuántica del vacío.
Texto: El vacío, en el sentido de ausencia total de
cualquier cosa, ya sea materia o energía, no existe. Incluso si en una región determinada de espacio
consiguiéramos no toparnos con nada, ni siquiera con una única partícula
solitaria que lo cruce, seguiría habiendo allí una serie de «fluctuaciones»,
diminutas ondas de naturaleza cuántica que, apareciendo y desapareciendo
continuamente, harían que ese espacio burbujeara de energía.
Lo que realmente hay detrás de la noticia: En primer lugar, la confusión de siempre entre
la nada
y el vacío.
La nada no existe. El vacío sí, porque posee propiedades como espacio, tiempo,
y energía. Hablé de esto en otro
artículo, en el que describí varios métodos que se han propuesto para
detectar las partículas virtuales que se supone aparecen y desaparecen
continuamente en el vacío como consecuencia del Principio de Incertidumbre de Heisenberg.
Detrás de esta noticia hay otro método nuevo que se ha propuesto para conseguir
ese objetivo, aunque a decir verdad, en vez de detectar partículas virtuales,
se trata simplemente de ver si el paso por el vacío afecta de algún modo a los
fotones de la luz.
3. Referencia
Titular: Creados minicerebroides humanos modificados genéticamente para parecerse a los neandertales. El biólogo brasileño Alysson Muotri afirma que quiere “reconstruir la mente” de la especie extinta.
Lo que realmente hay detrás de la noticia: Se trata de una investigación en la que se han
cultivado in vitro células nerviosas humanas modernas manipuladas genéticamente
para introducirles un gen que originalmente perteneció al hombre de
Neanderthal. Al parecer, las conexiones nerviosas que se establecen entre estas
células manipuladas no son las mismas que se producen entre las mismas células no
manipuladas del hombre actual, por lo que dichas conexiones estarían afectadas
por el gen en cuestión. Sin embargo, decir, como al parecer ha dicho el
investigador, que de este modo se va a "reconstruir la mente" de los
Neandertales, es una barbaridad científica, que sólo deja
claros sus principios filosóficos basados en el materialismo reduccionista.
Como he explicado varias veces en
estos artículos, la afirmación de que la mente no es más que una propiedad
del cerebro, explicable totalmente en función de las descargas de sus neuronas,
es una
afirmación filosófica y no científica, aunque hay científicos
que se empeñan en colarla como si fuese ciencia.
Texto: En este caso, sin embargo, el periodista que ha informado sobre la noticia no se la ha tragado, como demuestra porque en el texto de su artículo ha escrito las siguientes palabras: Muotri habla de “reconstruir la mente neandertal en una placa de laboratorio”, pero el resultado, en realidad, es una pelotita de células del tamaño de un grano de sal gorda.
¿La materia piensa? Evidentemente que no. La mente reside en el espíritu, como siempre lo ha dicho la filosofía realista (metafísica).
ResponderEliminarFrank, si me lo permites, eso que planteas es un falso dilema. El sujeto del pensar no es la materia ni el espíritu, sino la persona. El ser humano es indisolublemente material y espiritual. Lo que planteas se parece más al dualismo cartesiano que a la metafísica realista.
Eliminarhttps://demaquinaseintenciones.wordpress.com/2019/12/16/la-materia-y-el-espiritu-no-son-cosas-sino-aspectos/
Gonzalo, considero que existen al menos tres puntos de diálogo entre la neurociencia y la religión: la cuestión del alma y su relación con el cerebro, las experiencias religiosas ordinarias y las experiencias religiosas psicóticas. La primera cuestión, desde el punto de vista filosófico, es simple: alma y cuerpo (no cerebro) se relacionan como materia y forma mediante una unión substancial. Esta es la manera habitual de evitar el monismo materialista y el dualismo cartesiano salvando que en el hombre hay un componente espiritual que explica nuestra libertad y capacidad de conocimiento abstracto. Sin embargo, para que esto pueda ser aceptado es necesario que la materia (en este caso las neuronas, sus sinapsis u otras estructuras cerebrales) tengan propiedades que permitan una correlación alma-cuerpo. Una hipótesis sobre como este contacto puede darse es la propuesta por Beck y Eccles en 1994, quienes desarrollaron un modelo cuántico para un proceso de la exocitosis en las sinapsis cerebrales basándose en el efecto túnel de los electrones. Una física no determinista como es la cuántica posibilitaría la acción del «yo» en el cerebro. Para ser honestos hay que decir que este modelo no ha sido universalmente aceptado, pero la hipótesis es sugerente. La neurociencia actual indaga otras líneas de investigación para explicar los fenómenos conscientes del hombre y busca sus mecanismos. En general saca como conclusión que la postura que se debe mantener es la de un monismo emergentista. La mente sería el resultado de la interacción de miles de millones de neuronas a través de sus sinapsis en el cerebro y del cerebro con otros órganos del cuerpo y con el mundo que nos rodea. Este sería, en resumen, el modo como el cerebro crea la mente o, en otras palabras, como la mente emerge del cerebro.
EliminarYo sostengo que la opción por el monismo en base a unos datos científicos es una opción más filosófica que científica. El ánima es el principio que anima un cuerpo vivo, lo que distingue un ser inanimado de un ser animado. Por ello, ánima es lo que hace que exista vida. Y también el ánima es lo que da forma a la materia, esto es su in-formación. Por ello, no es incompatible conocer los mecanismos con los que se maneja la información en el cerebro y los mecanismos de la vida humana y creer en el alma tal como se concibe en la filosofía aristotélica: por medio de la causalidad formal. Es más, no me terminan de convencer las propuestas monistas para explicar el más sagrado de los elementos del hombre: su libertad. Por todo esto no veo ninguna incompatibilidad entre la neurociencia y la existencia de Dios.
Frank, en tu respuesta creo que refutas tanto el monismo emergentista como el dualismo de Beck y Eccles, por lo tanto no puedo estar más de acuerdo. En mi opinión, la física cuántica no tiene tampoco nada que aportar a la cuestión, porque el alma no es indeterminación, sino un tipo muy particular de determinación: es la "forma" del viviente. Es contradictorio pretender que el Yo puede "aprovecharse" de una verdadera indeterminación física para producir una determinación no física.
EliminarEl paradigma aristotélico ayuda a entender mucho mejor la cuestión. No puede haber correlación alma-cuerpo, ni contacto alma-cuerpo, porque alma y cuerpo no son cosas que puedan interaccionar, sino aspectos de una única cosa o ser, el viviente: son el aspecto formal y el aspecto material. Por lo mismo, tampoco es correcto hablar de la acción del Yo en el cerebro.
Todo esto son formas de hablar más propias de una mentalidad dualista de la que nos es muy difícil escapar, porque permea toda nuestra cultura occidental. No solo conviente evitar el dualismo en sus conclusiones, sino en su mismo planteamiento del problema.
Lo he explicado con mucho detalle en el artículo de mi blog que he enlazado en mi anterior comentario, que creo que te resultará muy interesante.
Gonzalo, la teoría aristotélica tiene una pega: si el alma y el cuerpo no son cosas, sino dos aspectos de lo mismo, entonces el alma debería morir con el cuerpo, ¿no?
EliminarPor otra parte, y de acuerdo con Aristóteles (De Anima, Libro. III, cap. V), en el alma existe un intelecto (episteme) separable... una vez separado es y únicamente esto es inmortal y eterno...
¿No parece dualista Aristóteles en este texto?
Manuel, la dificultad que planteas no es pequeña.
EliminarYo pienso que desde el planteamiento de Aristóteles no es fácil demostrar la inmortalidad del alma. Todo lo contario que desde el dualismo cartesiano, donde la inmortalidad ni siquiera hace falta demostrarla, puesto que es prácticamente el punto de partida de todo su edificio conceptual. Por eso es tan tentador, para un creyente en la vida eterna, caer en el pensamiento dualista y aferrarse a él como tabla salvadora.
El problema es que el precio por asegurar la espiritualidad humana es elevadísimo. Se concibe al humano como un espíritu puro encerrado en un cuerpo material; cárcel o, si lo prefieres, nave pilotada, que es una visión algo más optimista. Pero la antropología queda completamente desgajada de la corporalidad. Soy mi mente, mi espíritu; mi cuerpo es un accesorio, no soy yo. Todo lo que tiene que ver con la corporalidad (afectividad, sexualidad; pero también pensamiento procesual, en el tiempo) se hace radicalmente incomprensible.
Digo que desde un planteamiento aristotélico no es fácil demostrar la inmortalidad. Pero esto no es lo mismo que decir que la inmortalidad queda refutada. El enfoque clásico es mostrar que el ser humano realiza operaciones mentales que no pueden explicarse solo desde un punto de vista material, mecanicista. Singularmente, las operaciones de entender y querer.
He escrito sobre esto en multitud de artículos en mi blog, ahora cito uno nuevo: ¿Inteligencia sin libertad? Así que el ser humano no se puede entender al modo mecanicista. ¿Implica esto necesariamente que el alma sea inmortal? En mi opinión, no, no es una implicación necesaria, pero queda abierta la posibilidad.
Respecto al posible dualismo aristotélico y la dificultad de interpretar De Anima, tuve una encendida discusión con un comentarista en mi blog, por no alargarme pongo solo el enlace.
Gonzalo, yo pienso que el problema de estas interpretaciones se debe en gran parte a que somos incapaces de imaginarnos a nosotros mismos fuera de este tiempo. Pero si al morir pasáramos a otra vida que no tuviera lugar en este universo, cualquier referencia a nuestro tiempo, que es una propiedad del universo, sería innecesaria. No habría necesidad de hablar de un alma sin cuerpo, esperando a que llegue el momento de la resurrección, en algún instante posterior de este tiempo.
EliminarHablé de esto en mi artículo El multiverso teológico.
En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros. (Juan 14:2)
EliminarEsto es lo que cree el cristiano. La antropología dualista es fácilmente compatible, pero no por ello necesaria. La antropología aristotélico-tomista es más problemática -quiero decir, llena de matices- y no se deduce de ella inmediatamenente la inmortalidad, aunque contiene indicios.
La imaginación -y por tanto todas las representaciones artísticas: literatura, pintura, escultura, cine- nos hace muy difícil concebir la vida eterna sin lugar y sin tiempo. Si no te entiendo mal, lo que tú haces justamente es buscar una forma de entender la inmortalidad en esa línea, superando los condicionamientos de la imaginación.
Entonces aqui entraria tambien la noticia de crear conciencia en laboratorio una noticia mal intencionada sin sentido para colar ka filosofia reduccionista
ResponderEliminarSí.
EliminarGracias por tu trabajo Manuel. ¿Hasta que punto una noticia "científica" nos "informa" sobre la verdad cuando todo el avance "científico" es por definición transitorio hasta que un nuevo avance "científico" lo actualice / desmienta? Creo que existe mucha confusión en la sociedad actual sobre qué preguntas puede la ciencia responder y los límites de la ciencia (vease filosofía de la ciencia). Muchas gracias de nuevo.
ResponderEliminarEn efecto, todo avance científico es transitorio y puede ser desmentido, pero en conjunto, y poco a poco, la ciencia nos permite avanzar en el conocimiento de la verdad. Así, la teoría de Newton supuso un avance, y cuando quedó invalidad por la precesión de Mercurio no quedó invalidada en su totalidad, sino sólo en determinadas circunstancias (cerca del sol). La teoría de Einstein vino a sustituirla y a hacerla más aproximada. Así es como avanza la ciencia.
EliminarUn avance muy importante seria que se entendiera de una vez que la ciencia y la espiritualidad son compatibles y que el reduccionismo es enfermizo y perjudicial para la humanidad porque crea vacios existenciales y es deprimente
ResponderEliminarQue yo sepa no hay enunciado científico que desmienta que ciencia y espiritualidad (o fé) son incompatibles. Por favor, corregidme si mi ignorancia se pone aquí de manifiesto. En cuanto al nihilismo ocasionado por el materialismo reduccionista, concuerdo contigo. Por otro lado, la fé no necesita de la razón sino del amor para manifestarse. Al fin y al cabo: ¿qué fé necesita de hechos para ser confirmada? Eso no sería fé, sino razón. "Dichosos los que no han visto y han creído" (Jn 20,29). Dado que ese sufrimiento que mencionas es epistémico y subjetivo en la terminología de Searle, la ciencia nunca lo aliviará, sino la fé o las creencias de cada uno.
EliminarAl menos hay cientificos con una mentalidad mas abierta y experanzadora que tiene respeto por el ser humano y busca otras posibilidades y aclaran las manipulaciones a las que esta sometida la humanidad con los medios
ResponderEliminarhttps://tendencias21.levante-emv.com/crean-robots-que-detectan-su-ubicacion-en-el-espacio.html esto que significa?
ResponderEliminarPara un robot autónomo, es importante saber dónde se encuentra, tanto él como todas sus partes en relación con el entorno. De lo contrario podría tener un accidente. El MIT lleva décadas investigando en esto. Ahora han mejorado sus algoritmos utilizando redes neuronales artificiales, de las que hablaré en un artículo próximo.
Eliminarhttps://tendencias21.levante-emv.com/un-algoritmo-reconoce-las-emociones-que-suscitan-las-obras-de-arte.html?outbrain-link=tendencias21.levante-emv.com esto ya es pasarse
ResponderEliminarEsto no son más que simulaciones. El programa no tiene emocionas, sólo las simula para engañar a los seres humanos. Y como dijo alguien, "es muy fácil engañar a los seres humanos".
Eliminar