En otros artículos he hablado del
caos
de los derechos de autor y de los libros
electrónicos, piratas o no, que pueden descargarse gratis de Internet. En
este artículo voy a añadir algunas ideas mías al respecto.
- En la actualidad, la Unión Europea y los Estados Unidos aplican la
norma de que los derechos de autor duran
hasta 70 años después de la muerte del autor, o sea, casi
tres generaciones. Como los autores suelen morir en la actualidad en
edades bastante avanzadas, eso significa que los derechos sobre sus libros
duran hasta la cuarta o la quinta generación después de la suya. ¿De
verdad creen ustedes que los tataranietos y sus hijos deben seguir cobrando
derechos de autor por lo que hizo un antepasado remoto?
- Es evidente que el objetivo de esta
duración tan larga no es beneficiar a los autores, sino a las editoriales,
muchas de las cuales son muy poderosas, dominan medios de comunicación de
gran difusión, y los utilizan para presionar a los gobiernos para que
alarguen la duración de los derechos de autor en su beneficio, extendiéndolos
hasta alrededor de un siglo. Me parece un abuso, y los gobiernos no
deberían haber cedido ante esas presiones. Considero que los derechos de
autor deberían perderse, lo más tarde, 25 años después de la muerte de su
autor.
Veamos cómo se distribuyen los
costes de la edición de un libro en el caso de los libros de papel:
- Por un lado, hay costes fijos,
que no dependen del número de páginas ni del número de ejemplares del
libro, como el coste de la administración de la editorial, el pago a mano
alzada al ilustrador (si lo hay), etcétera. Llamémosle x.
- Por otro lado, están los costes variables:
papel, tinta, amortización de las máquinas de impresión, revisión y maquetado
del texto, composición, almacenaje, etcétera. Llamaremos y
al coste por página del libro.
- El coste total del libro
será aproximadamente igual a C=x+y.n.p, donde n es el número de ejemplares
de la tirada y p el número de páginas del libro.
- El precio de venta al público
del libro se suele calcular como seis veces más que el coste por ejemplar,
o sea: P=6.C/n. Este precio se distribuye ordinariamente así:
- El vendedor final (normalmente el librero) se queda el 30%
- El distribuidor (transportista) se queda el 20%
- El autor cobra el 10%
- La editorial se queda el 40% restante. Como la editorial suele
adelantar el coste de fabricación del libro (que es un 17%, según se ha
dicho) la ganancia de la editorial suele ascender al 23%
Pongamos un ejemplo: supongamos que un libro editado en papel tiene p=225 páginas, que se tiran n=2000 ejemplares, y que el precio de venta al público de cada ejemplar es igual a 21€. Por lo tanto, su coste aproximado es igual a 3,5€, lo que significa que el coste total de la tirada es C=2000.P/6=1167€.
En el caso de los libros
electrónicos, todos los costes son fijos,
porque sólo hay que fabricar un ejemplar. Todos los que se vendan se copian sin
problemas a partir del original. Tampoco existe el coste de almacenaje. Por
otra parte, actualmente en la mayor parte de los casos se carga al autor con la
responsabilidad de corregir y maquetar el libro, e incluso a veces se le exige
que lo presente ya en un formato electrónico estándar, como epub, por lo que parte
de los costes fijos también desaparecen.
Es evidente que el coste total de un libro en formato electrónico es mucho
menor que el del mismo libro en papel. En algunas empresas, como
Amazon, que permiten autopublicar libros en papel (para venta bajo pedido) y en
formato digital, el coste por cada ejemplar de un libro de 225 páginas en papel
puede ser igual a $3,60, mientras que en formato electrónico el coste es cero,
puesto que se supone que quien proporciona el libro lo entrega ya perfectamente
maquetado y preparado para su distribución.
Aunque algunas editoriales
rebajan considerablemente el precio de los libros electrónicos comparados con
los de papel, otras cobran casi el mismo precio en ambos casos. No
me parece razonable. Cuando el precio de un libro en papel es de 20€ y el de formato
electrónico 18€, la editorial abusa del comprador del libro electrónico. Pienso
también que, cuando una persona ha comprado un libro en papel, debería tener derecho
a recibir gratis el mismo libro en formato electrónico.
Por estas y otras razones, creo que
la oferta y la descarga de libros electrónicos gratuitos a través de Internet debería
estar permitida en los siguientes casos:
- Cuando el libro ya no devenga derechos de
autor, porque ha pasado el tiempo legal. (Esto ya está en
vigor).
- Cuando el libro en papel está agotado y
descatalogado, y no ha sido puesto a la venta en formato
digital. (Es decir, cuando sea la única forma de conseguirlo).
- Cuando se adquiere o ya se posee el
libro en papel.
- Cuando el precio del libro electrónico por
parte de una editorial es abusivo. Deberían establecerse
límites para esos precios. Creo que el precio de cada libro electrónico no
debería ser superior a la mitad del precio del libro en papel.
Muchas gracias por la claridad de la exposición. Estoy bastante de acuerdo con tus argumentos aunque hay un punto que no veo del todo claro.
ResponderEliminarDices "creo que la oferta y la descarga de libros electrónicos gratuitos a través de Internet debería estar permitida en los siguientes casos"
En el caso 1 y 2 ¿quién tendría que ser el responsable de asegurar la disposición del libro en Internet? No tengo claro como gestionan portales como Project Gutenberg (https://www.gutenberg.org) que pone a disposición libros que cuyos derechos de autor ya han expirado.
Saludos
Existen muchos portales que proporcionan libros electrónicos gratuitos, que son legales si los libros ya no tienen derechos de autor. El Proyecto Gutenberg, por ejemplo, se financia mediante donaciones y utiliza el trabajo de voluntarios (https://www.milibrodigital.com/todo-lo-que-debes-saber-sobre-el-proyecto-gutenberg.html).
EliminarCuando los libros que ofrecen algunos portales tienen derechos de autor, no tengo claro si son portales piratas, o si tienen algún acuerdo con las sociedades de derechos de autor y se financian mediante anuncios, en cuyo caso serían legales. Obviamente no es responsabilidad mía, sino de las autoridades, averiguar si un portal es pirata o legal.
Efectivamente, si se posee un libro en papel, debería ser legal descargárselo en digital o digitalizarlo. Por otra parte, creo que una solución es que se pagase directamente al autor por la descarga desde cualquier sitio, aunque entiendo que habría que ver cómo controlar la piratería.
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