Lavoisier |
A Antoine Laurent de Lavoisier se le considera el padre de la Química moderna, al haber introducido en esta ciencia el método cuantitativo. En 1768, a los 25 años de edad, fue elegido miembro de la Academia de Ciencias. El astrónomo Joseph Jérôme Lalande, que defendió su candidatura, lo explicó así:
Un joven con conocimientos, ingenio, actividad, a quien la fortuna exime de
ejercer otra profesión, naturalmente sería de gran utilidad para las ciencias.
En efecto, la herencia de la familia de su madre le permitió comprar un puesto en una empresa financiera llamada Ferme générale, cuyos miembros se ocupaban de la recaudación de contribuciones en nombre del rey, cargo que ocupó hasta 1791 y que finalmente le llevó a la tumba. Allí conoció a la que sería su esposa, Marie-Anne Paulze, con quien se casó en 1771, cuando ella tenía 13 años, y que se convirtió en su mejor colaboradora científica.
Su mayor éxito fue la teoría de la oxidación. Hasta entonces se pensaba (según la teoría
del flogisto de Georg Ernst Stahl) que cuando un cuerpo arde o se oxida perdía
parte de su sustancia. Lavoisier demostró que lo que ocurre es precisamente lo
contrario: cuando un cuerpo arde se combina con un gas, el oxígeno, nombre con
que Lavoisier lo bautizó. También se le debe la ley de la conservación de la materia:
La materia no se crea ni se destruye. Y el agua no puede convertirse en
tierra.
Lavoisier sostuvo que los cuerpos denominados
tierras metálicas no son simples, sino óxidos. Tras repetir el experimento de
Henry Cavendish, descubridor del hidrógeno, afirmó que el agua no es un cuerpo
simple, sino un compuesto de oxígeno y de hidrógeno, nombre impuesto también
por Lavoisier.
Redefinió el concepto de elemento químico.
Desde la antigüedad se hablaba de cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego.
Como consecuencia de los experimentos de Lavoisier y sus predecesores se
demostró que el agua y el aire no son elementos. Lavoisier definió elemento químico como la sustancia que no puede descomponerse,
y propuso una lista que incluía al oxígeno, hidrógeno, nitrógeno, azufre,
fósforo, mercurio y zinc, aunque también incluyó a la luz y el calor, que hoy
sabemos que no son elementos químicos, sino formas de energía.
Al comenzar la revolución francesa, Lavoisier
fue nombrado comisario nacional del comité para la uniformidad de las pesas y
medidas, que promovió la instauración del sistema métrico decimal. En 1791
se abolió el departamento de recaudación de contribuciones y Lavoisier perdió
sus cargos. El 24 de noviembre de 1793, la Convención Revolucionaria decretó la
prisión de quienes hubieran ejercido el cargo de recaudador. Hubo alguna solicitud abogando
por la puesta en libertad de Lavoisier. La Comisión de Pesas y Medidas envió un
escrito en su favor. La Comisión hacía notar que los trabajos... estaban
interrumpidos por la detención de este ciudadano y que era urgente que volviera
a realizar trabajos importantes que siempre había llevado a cabo con celo y con
actividad. La respuesta del Comité de Seguridad General fue depurar
la Comisión, ordenando que Borda, Lavoisier, Laplace, Coulomb, Brisson y
Delambre dejaran inmediatamente de formar parte de ella.
Cuando se envió a juicio
a los recaudadores de impuestos, algunos de los acusados planearon suicidarse
con una dosis excesiva de opio, y se lo ofrecieron a Lavoisier, quien los
disuadió así:
¿Para qué adelantarse a la muerte?
¿Acaso es vergonzoso recibirla por una orden injusta? El exceso de la
injusticia borra la vergüenza... Suicidarnos sería absolver a quienes nos
envían a la muerte. Pensemos en los que nos han precedido, y demos también buen
ejemplo a los que nos sigan.
Estas palabras de
Lavoisier convencieron a sus compañeros, ninguno de los cuales se suicidó.
Gracias a esto, uno de ellos salvó la vida, porque no fue condenado con los
demás.
Se dice que cuando
Hallé, defensor de los acusados, presentó un informe recordando los trabajos
científicos de Lavoisier, Jean-Baptiste Coffinhal, vicepresidente del Tribunal Revolucionario,
respondió así:
La República no necesita sabios; es
preciso que la justicia siga su curso.
Lagrange |
Los recaudadores fueron condenados a muerte el
8 de mayo de 1794, y ese mismo día murieron todos en la guillotina. Al día
siguiente, al saberse la noticia, Joseph Louis de Lagrange, director de la comisión
que instauró el sistema métrico decimal, exclamó:
Ha bastado un momento para cortarle la
cabeza, y tal vez no bastará un siglo para producir otra igual.
Menos de un año después
de su ejecución, la viuda de Lavoisier solicitó a la Convención que le
devolvieran los bienes de su marido que habían sido confiscados, dejándola en
la miseria, y cuando se lo concedieron, la orden de restitución llevaba la
siguiente frase:
Viuda de Lavoisier,
injustamente condenado.
Lavoisier fue toda su vida un católico devoto. Una nota escrita
por su viuda dice esto:
Era [en su laboratorio] donde había que ver
y oír a este hombre de espíritu tan justo, de un talento tan puro, de un genio
tan elevado; era en su conversación donde se podía juzgar la altura de sus
principios morales.
Desde luego, Lavoisier es uno de los mayores científicos de la Historia, transformando la química de poco más que alquimia a ciencia moderna. Creo que en su honor, se ha mantenido el nombre de Oxígeno, del griego " oxys " (" ácidos ") y " gennao " (" generador "). Lavoisier pensaba que todos los ácidos contenían este elemento. La teorías modernas de ácido/base incluyen compuestos que no lo tienen, pero se conservado la denominación de Oxígeno como homenaje.
ResponderEliminarLuis